Páginas como Buzzfeed o FeedViral están encargadas de recoger todo el material viral posible para posteriormente publicarlo en sus redes. De esta manera las personas compartirán los contenidos que ven en estos espacios. Entre más personas vean sus contenidos y entre más de estos aculumen, les garantiza más seguidores. Es aquí donde vemos cómo se acumula un capital a partir de la viralidad usando como herramienta las nuevas tecnologías.
Los usuarios estamos constantemente conectados a la red buscando nuevas historias con más frecuencias. Los lugares que acumulen más de estos nuevos contenidos lograrán estar un paso adelante.
La innovación tecnológica ha permitido que las corporaciones logren que sus mensajes traspasen las barreras geográficas. Estos mensajes van dirigidos a la audiencias con una finalidad, entre más nos entretenga, nos haga sentir bien o nos genere un vínculo emocional, mejor recibiremos el mensaje. Estos contenidos se cuantifican no por lo que dicen, si no su capacidad de comprometer al usuario.
Pero ahora no sólo lo recibimos, participamos en la cadena de difusión que estas marcas buscan, pues con nuestras redes sociales, podemos compartir todo lo que nos atrae para definir nuestra identidad y mostrar nuestro acceso a la redes y nuestra posición. Queremos que los demás vean lo mismo que nosotros, haciéndoles saber que tenemos la capacidad de entender estos mensajes.
Es así cómo estos contenidos viajan por el mundo sin ser cuestionados o puestos a interpretación. No nos interesa, basta con que nos de una emoción fuerte. Como el video de la chica en bicicleta. Su reacción fue tan satisfactoria y me hizo sentir tan bien que no necesitaba saber algo del video más allá de lo que estoy viendo. Pudo haber sido una campaña de un grupo de feministas contra el acoso o una propaganda de las