“Pusimos en el diccionario gastronómico venezolano la palabra barista”
Carbone Espresso busca formar “sommeliers del café” H
ablar de café bebiendo un buen café, es uno de los más gratos placeres para quienes les gusta esta bebida, y hablar con Pietro Carbone es otra agradable experiencia, al oír sus cuentos, anécdotas y la pasión que pone en sus palabras cuando recuenta cómo incursionó en este negocio y cómo ha ido expandiendo su marca para posicionarse en la mente y paladar de los aficionados a esta infusión. “Sentimentalmente todos tenemos algo que ver con el café. Soy hijo de italianos y lo tengo en el ADN y crecí tomando café hecho en grecca los domingos en casa con mi nonna y mojábamos las galletas en el café, por lo que de niño nunca fue prohibido en mi casa”, manifestó Carbone. Para él, el café era un motivo, simplemente le gustaba mucho y cuando viajaba descubría y lo probaba y aunque es graduado en administración de empresa con maestría en finanzas y tenía un buen empleo, se retiró y comenzó a trabajar con su padre. Casualmente en el local había una máquina de café para los clientes y empezó a experimentar e investigar hasta que decidió tostar su propio grano para buscar un sabor parecido a lo que tanteaba fuera de Venezuela. Fue así como inició hace cinco años con café de una finca en Boconó, pruduciendo 45 kilos entre lo que consumían y regalaba en la tienda, pero hace tres años registró su marca y empezó a comercializarlo bajo en nombre de Carbone Espresso, pasando de 56 kilos al mes a vender en la actualidad 600 kilos. Hoy en día trabaja con varias haciendas de Boconó, Caripe de Monagas, etc. y se ha involucrado con los nietos de los productores tradicionales, porque como descendientes son quienes llevan los negocios y se encargan de los cultivos porque han retomado las haciendas de sus familias.
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Publicación Institucional de La Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas