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Domingo 5 de junio de 2016, Trujillo, La Libertad
Informe
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Alumnos incentivaban la violencia en su compañeros, para luego grabarlas y subirlas a Internet. Esta situación la hemos controlado prohibiendo los celulares”.
Sin escape El 47,4 % de adolescentes, fueron víctimas de violencia psicológica o física en los últimos 12 meses por parte de alumnas/os de la institución educativa.
Juan Delgado Ibáñez Director del colegio Indoamericano
La Industria
Lugares en donde sufren los escolares El Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inei) informó que los actos de violencia psicológica o física en la institución educativa contra las/los adolescentes, ocurren mayormente en el salón de clases (80,3 %), seguido de patio (30 %), fuera del colegio, tras las clases (17,3 %), pasillo/escaleras (11,1 %) y baño (5,4%), entre otros.
GOLPEADOS. SEGÚN EL INEI, LA MITAD DE LOS ESTUDIANTES HAN SUFRIDO MALTRATO EN LOS PLANTELES
Violencia en los colegios de El Porvenir no es un juego La delincuencia agobia a los distritos de Trujillo; sin embargo, existen iniciativas que buscan un futuro mejor para los escolares. FOTOS: HANS LÁZARO
INOCENCIA INTERRUMPIDA. Algunos centros educativos del populoso distrito de El Porvenir se han convertido en oasis en el desierto violento al que están sometidos los escolares.
La represión es fundamental en la lucha contra la delincuencia; pero, también lo son los programas de prevención, esos que no están en la agenda de los políticos, menos de los candidatos presidenciales. César Clavijo Arraiza cesarclavijo@laindustria.pe
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“Yo me sentí realizado cuando esa madre me abrazó”, recuerda el profesor encogiendo todo el cuerpo para volver a sentir ese abrazo. No era una madre cualquiera. Su hijo no era un alumno cualquiera. El docente José Hilario Vargas, del colegio Indoamericano, —quien tampoco es un profesor cualquiera—, no precisa el porqué la madre e hijo eran distintos; pero es fácil imaginarlo. El
alumno encarnaba la violencia de la que no se pueden escapar los estudiantes en El Porvenir. Esa violencia que los abruma en el hogar, en la calle y que gotea en la escuela. Pero ocurrió algo que al escolar y a su madre los hicieron cambiar: un plan diseñado por el Ministerio Público y ejecutado por profesores. El alumno ya no es un alumno–problema, ahora es fiscal escolar. La madre integra un comité que apoya la labor positiva de su hijo, y la manera de contárselo al profesor fue abrazándolo. “Yo me sentí realizado con ese abrazazo”, dice el docente y vuelve a encogerse. Fiscal prevenido Antes de llegar al trabajo, el fiscal César Chávez Chávez visitó el hospital. Se ha sometido a un chequeo preventivo. “Felizmente todo bien”, dice en la escalera que lo lleva a su oficina,
en el tercer piso del edificio que el Ministerio Público tiene en el pasaje San Luis. “Siempre he creído que la prevención es fundamental para solucionar los problemas. ¡Precaución antes que reacción!”, enfatiza con la felicidad de quien está sano.
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El director agrega emoción a su evocación. “Es una satisfacción porque es algo que se está haciendo por los niños y ellos están respondiendo”.
‘Prevención’ significa antes del evento, y es la medida que se toma de manera anticipada para evitar que ocurra un suceso negativo. La Fiscalía de Prevención del Delito, de la que el doctor César Chávez es jefe del primer despacho en la provincia de Trujillo, tiene esos nobles, titánicos y clarividentes objetivos. Y cómo se cumplen esas metas en una provincia donde al mes se denuncian 20 casos de extorsión, donde —en el 2015— las autoridades registraron 11.210 delitos, de los cuales 3.202 fueron denuncias por hurto y 1.057 extorsiones; una ciudad, donde uno de los delincuentes más buscado del país, el Chino Malaco —por quien la Policía ha ofrecido una recompensa de cien mil soles— construyó su imperio del crimen; un lugar que embrionó a Gringasho, el delincuente juvenil más mediático del país; donde su alcalde es acusa-
eldato. Colegios que forman parte del programa fiscales escolares
MULTIDISCIPLINARIO. Voluntarios apoyan a los profesores para combatir los problemas de los escolares.
1. Víctor Raúl Haya de la Torre (Mampuesto) 2. Virgen del Carmen (Alto Trujillo) 3. Ramón Castilla (Alto Trujillo) 4. Indoamericano (Río Seco) 5. José Carlos Mariátegui (El Porvenir) 6. José María Arguedas (Miguel Grau) 7. F. Lizarzaburu (El Porvenir) 8. José Abelardo Quiñonez (El Porvenir) 9. Santa Rita de Jesús (El Porvenir) 10. Señor de la Misericordia (Río Seco) 11. César Arméstar Valverde (Simbal)
do de liderar un escuadrón que asesinaba delincuentes y los policías forman parte de las bandas criminales. “No podemos quedarnos con los brazos cruzados”, dice César Chávez, quien por mandato de la institución que representa; pero, en especial, por su férrea vocación, lidera, desde el 2009, la ejecución del Programa Fiscales Escolares y Fiscales Ambientales, el plan del que habló entusiasta el profesor que recibió un abrazazo. Transformación –La alumna me dijo “yo ya cambié”–. El director del colegio Indoamericano de El Porvenir, Juan Delgado Ibáñez, recuerda lo que le contó una de las alumnas que participa en el programa fiscales escolares. El director agrega emoción a su evocación. “Es una satisfacción porque es algo que se está haciendo por los niños y ellos están respondiendo”, comparte, quien el año pasado, unos delincuentes, entre ellos un exalumno y un empleado del mismo colegio, le exigían 20 mil soles para no acabar con su vida, la de sus esposa e hijas. La balanza de la vida El programa de fiscales escolares funciona como un contrapeso. La vida de los menores es una balanza de dos platos. En una de ellas se ubican todas las influencias negativas que, lamentablemente, reciben en casa y luego en el barrio. Ese peso, en el caso de El Porvenir, está simbolizado por los flujos de violencia. Primero, en sus viviendas —en el 90% de los hogares se vive violencia — y luego en la calle —las autoridades registraron el año pasado unos cuatro delitos por día—. “Buscamos ofrecer un contrapeso en la vida de estos mu-
laopinión. Noemí Vico Fernández Investigadora de la Universidad de Málaga
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Hay gran ilusión.
“Vengo de la Universidad de Málaga, donde estoy haciendo una maestría de igualdad de género. Lo nuestro es un proyecto de prevención del delito en El Porvenir. Hemos ejecutado talleres de inteligencia emocional, estereotipos de género y empezaremos uno de motivación. Hasta ahora la experiencia es muy positiva porque vemos a los chicos muy receptivos, atienden, participan y se involucran. Mi tesis es sobre violencia contra la mujer. La violencia contra la mujer acá (El Porvenir) es evidente, muy perpetuada, y eso es porque los roles son muy marcados y se ven desde que uno entra al distrito. La mujer está sometida. Cuando llegamos al colegio, a las aulas, vemos niños, a quienes los sacas de ese contexto y pueden estar en cualquier aula del mundo. No ves algo que digas ‘viven en violencia’ ‘en drogas’. Ahora, cuando ves a esos niños en sus casas y ves que sus hogares son disfuncionales, que la violencia es pan de cada día, que la droga es más de lo mismo; te choca, porque no dejan de ser niños y están desamparados por un Estado que no hace nada por ellos. Viven en un contexto impensable. Pero, ojo, la violencia que pueden expresar no es todo por la familia; sino también por el barrio, el contexto. Siempre ven lo mismo. Se debe romper ese círculo. Después, son conmovedoras las ganas que tienen, son supereducados, te miran con una gran ilusión”.