Que nadie diga que no pasa nada AFECTACIONES A LA NATURALEZA: DERRAMES DE PETRÓLEO, FUMIGACIÓN AÉREA Y MINERÍA “Lloran, lloran los guaduales…”: Derrames de petróleo asfixian la vida “Lloran, lloran los guaduales, porque también tienen alma”, dice el famoso canto colombiano. En la Costa Pacífica Nariñense también lloran la flora y la fauna de los ríos Mira, Güisa, Rosario, Telembí, Saundé, Güelmambí, Patía, Brazo Largo del Patía, la laguna de Ispí, etc.: manchas de petróleo inundan sus riveras y asfixian la vida. El oleoducto transandino en su recorrido desde el Putumayo, por la sierra hasta la costa de Tumaco, cruza primero los resguardos de los indígenas Awá y sigue por los territorios de Consejos Comunitarios y comunidades negras. Pasa por el bosque espeso del piedemonte, que es considerada como una de las zonas de mayor biodiversidad del planeta; también pasa por el lado de la carretera, por en medio de casas, cementerios y escuelas. Pero entre Altaquer y Llorente, el tubo de petróleo está vuelto “zaranda”: Válvulas clandestinas le sacan el petróleo, el cual llega a manos escondidas bien organizadas; de ahí el crudo pasa a refinerías rústicas, desde donde sale la gasolina que también se utiliza para extraer el alcaloide de las hojas de coca en laboratorios clandestinos y que promueve la economía ilegal en general. Un ejemplo: en diciembre 2011, tres personas, que al parecer hacían parte del “cartel de la gasolina”, fueron capturadas tras encontrarles 2.750 galones de combustible, avaluados por la policía en 27 millones de pesos. ¡La ganancia justifica los medios! Las válvulas son rudimentarias, al igual que las refinerías clandestinas y cada vez que llueve, el agua lleva el hidrocarburo regado o desperdiciado al riachuelo más cercano, el cual desemboca en el río más cercano,….. Y “lloran, lloran los guaduales”. Pero cuando llora la naturaleza, más temprano que tarde también llora el ser humano: El 9 de mayo 2012, el Diario del Sur titula así: “Comunidad de la vereda San Isidro está desesperada. El director del Comité Local de Prevención y Atención a Desastres – Clopad, señaló que la posible presencia de petróleo en el río Mira se debe a las refinerías clandestinas”. Los líderes de San Isidro no son los únicos que llegan a los medios de comunicación para buscarle solución al problema que los afecta desde hace meses. En marzo ya lo habían hecho las autoridades tradicionales del
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