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EL LIBRO DE MIS RECUERDOS.
templo fué destruido, poseía entre sus detalles luciéronse dignas de renombre por sus doctridoce buenas pinturas de Baltazar de Echave, nas civilizadoras y caridad evangélica. las cuales así como las existentes en el coro La organización de los distintos Conventos desaparecieron. En la Sacristía encontrábase de religiosos no ofrecen tan notables diferenuna bella tribuna de madera fina y primorosa- cias (pie hagan necesaria la relación circunsmente tallada, la que según la tradición, fué ¡ tanciada de cada uno, repitiendo detalles que lu cátedra desde la cual enseñaba, y exhortaba I son comunes y se han consignado al tratar del á los indios el venerable I\ Sahagiin. Convento de San Francisco. Por tanto, en lo Esa cátedra debiera haberse conservado en (pie sigue que trata de cada Convento en paruno de nuestros principales colegios, como en ticular daránse los pormenores principales que la universidad de Salamanca supieron con- | interesan á su historia. servar la del eminente Pr. Luis di' León. En lo que concierne al asunto de lus Monasterios en México, no he limitado las narra\ \ \ ciones del "Libro de mis recuerdos" á los actos que prepararon y determinaron la supresión En este capítulo he tratado los puntos his- ¡ de aquellos y la destrucción de los Conventos, tóricos más intererantes de la comunidad de hechos de quo fui testigo, sino (pie las he extenlos franciscanos, la primera cpie se estableció dido á los actos efectuados en épocas pasadas, en la recién conquistada ciudad azteca: trata- como remininscencias históricas, á fin de conré en el siguiente los que se refieren á las otras signar, aunque de una manera suscinta, el naagrupaciones religiosas que en el siglo XVI cimiento y desarrollo de esas instituciones que siguieron á la franciscana y que, como ésta, recibieron tan duro golpe en 1861.