Para diferenciarnos de verdad y, al hacerlo, llegar a la cima, siempre hemos hecho todo lo que hemos podido. Empezamos nuestra propia fábrica en Taiwán porque los fabricantes locales no podían proporcionarnos la calidad que queríamos. Invertimos sin elaborar un plan de negocio. Organizamos nuestra propia red de ventas, a pesar de que todo el mundo nos aconsejó que trabajáramos con distribuidores. Nunca optamos por el camino más fácil. No obstante, las reacciones de nuestros primeros clientes nos dieron muchísimo ánimo. Siempre que entregábamos un Bugaboo a un cliente en Ámsterdam, podíamos ver que la madre estaba tan entusiasmada que ya había dicho a todas sus amigas que debían conseguir uno. Gracias a la publicidad boca-oreja, Bugaboo consiguió crecer rápidamente. Los padres que tenían un Bugaboo se saludaban por la calle, como los motociclistas y los capitanes de barco. Cada propietario sabía que había comprado algo especial. Este producto era mucho más que un cochecito de moda. Se habían invertido años en su desarrollo para que pudiera ser disfrutado durante muchos años más.
Todavía vemos miradas de asombro y alegría en los rostros de los padres primerizos. Cuando paseamos con nuestros hijos por un pueblecito francés, en el que el tiempo se ha detenido y nadie ha visto todavía un Bugaboo, los habitantes se detienen a mirar con asombro. Y últimamente hemos recibido las mismas miradas de asombro cuando paseamos por la ciudad. Nadie puede creerse que podamos cambiar el Bugaboo Donkey de un cochecito doble a uno individual con un solo click, para poder entrar sin problemas en una cafetería. Bugaboo ya está lista para dar el próximo paso. Vamos a seguir asombrando al público, no solo con cochecitos, sino también con otras formas de producto relacionados con la movilidad, contando tanto con la fiabilidad como con el factor sorpresa. Como propietarios de Bugaboo, haremos todo lo que podamos para proteger el ADN de la empresa y expandirnos a más sectores.
un vistazo a la cocina de Bugaboo, donde revelamos todos los ingredientes de un diseño Bugaboo, quién utiliza el Bugaboo y cómo ha viajado la historia de Bugaboo por todo el mundo. Y mientras echamos la vista atrás a la historia de un producto que revolucionó el mundo de los cochecitos, también miraremos hacia delante, a los desafíos que el futuro nos depara. En ocasiones nos resulta difícil creer que, 17 años después de fabricar nuestro primer cochecito en ese ático del Rechtboomssloot, Bugaboo haya crecido hasta convertirse en la marca mundial que es en la actualidad. Una marca que significa innovación, dedicación incansable y creatividad impulsada por el diseño. Una marca triple A que sabemos que pasará la prueba del tiempo, tanto en las épocas buenas como en los momentos de recesión. Es algo de lo que estamos enormemente orgullosos.
Pero antes de presentar estas nuevas plataformas deseamos celebrar el éxito de los últimos 12 años y medio con esta revista. Por lo tanto, le invitamos a echar
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