03. El dibujo de la derecha muestra una silla más ancha. En su diseño definitivo, el equipo se planteó modelos futuros con capacidad para llevar aún más bolsas o niños de más peso, por ejemplo.
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04. Los estudios muestran el esfuerzo hecho para conseguir la forma óptima de las sillas. Hacer que la parte inferior de la silla fuera más estrecha que la parte superior no redujo la comodidad, pero sí ahorró espacio a lo ancho.
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05. Otra sesión de brainstorming se centró en nuevas formas de transportar objetos – además de bebés – en el Bugaboo Donkey. El modelo que se muestra aquí, por casualidad, lleva un burro. El diseño recibió el nombre “Donkey” (burro) porque cada cochecito creado por Bugaboo recibe el nombre de un animal. La palabra “Donkey” (burro) nos hace pensar en una bestia de carga, una descripción apta para un cochecito que puede llevar a dos niños y montones de bolsas.
perfecto en uno", recuerda DijkstraHellinga. "Si combinas dos funciones, con frecuencia debes hacer concesiones. Un microondas combinado suele ser más pequeño que un horno estándar, así que no cabe un pollo entero. En Bugaboo no se permite este tipo de concesiones". En primer lugar, tenían que averiguar cómo colocar las dos sillas, una en relación con la otra. "Los niños siempre quieren lo mismo, así que si colocas una silla encima de la otra seguramente se pelearán", afirma Dijkstra-Hellinga. "Si colocas dos sillas en tándem y ambas tienen que reclinarse para dormir, el cochecito tendrá 2 m de largo y resultará imposible de conducir correctamente. Por ese motivo, los niños deben ir sentados uno al lado del otro y, sobre todo, deben poder mirar tanto hacia delante como hacia atrás".
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Los diseñadores de Bugaboo van a por todas, sea cual sea el producto. Pero, ¿cómo se construye un cochecito que se convierte de cochecito individual a uno doble? Los conceptos iniciales presentaban una silla individual en el centro de un tubo – "porque las sillas siempre están en el centro". El tubo se podía extender a ambos lados para crear un cochecito doble. Quitas la silla, bajas el mecanismo de conexión de la silla, subes el mecanismo correspondiente y añades la segunda silla. Era un trabajo y medio y, desde un punto de vista técnico, una construcción demasiado complicada. Al final, colocamos una silla en un lado y el cochecito se extendía en el otro lado para poder colocar allí a un segundo niño. "Ahora que el Donkey está terminado, el diseño parece obvio, pero cada opción surgió después de solucionar un problema, y cada solución trajo consigo un nuevo problema que había que solucionar". En la posición mono, por
ejemplo, el cochecito tenía demasiado espacio junto a la silla, espacio extra que no podía reducirse por requisitos técnicos. Pero rápidamente se nos ocurrió la idea de optimizar el espacio con una práctica cesta para compras. "Habíamos encontrado el concepto ideal", dice Dijkstra-Hellinga. "Pero ahí es donde empezó el verdadero reto". "Un cochecito debería ser suficientemente estrecho – en posición mono – para poder entrar por cualquier puerta. Eso significa que debíamos examinar cada componente de nuevo", continúa mientras se acerca a un Bugaboo Donkey y señala todo tipo de ingeniosos trucos de diseño. Había que mover los botones de control, las sillas debían estrecharse, el tejido debía engancharse de otra forma y se pidió a los ingenieros que hicieran todos los componentes técnicos lo más pequeños posible para que ocuparan el mínimo espacio posible. Y, después, para