Abril 2009
Puntos de Vista
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La tentación es un halago verdadero dolor de cabeza y piensan que cuantos más impulsos tengan para hacer actividades fuera de la voluntad del Señor, tanto más alejados están de su presencia. Pero en realidad la tentación debería ser como un halago para los cristianos.
David Rodríguez
La tentación no es otra cosa más que una sugerencia de nuestro enemigo espiritual a pecar, incluso ese impulso podría ser la invitación a realizar algo legítimo, pero de forma equivocada o fuera de tiempo. Cada vez que escogemos hacer lo bueno en lugar de pecar, estamos madurando en el carácter de Cristo.
D
urante años he escuchado a cientos de personas luchar con determinados estilos de vida, conductas y pensamientos que evidentemente están alejados del propósito del Creador. La tentación a quebrantar las reglas ha estado presente en la vida
del hombre desde el inicio del mundo. Adán y Eva no pudieron superar el estímulo que representaba el fruto prohibido en el Edén y se dejaron seducir. Mateo rescata una vivencia de Jesús en el desierto, después de que el Maestro había orado y ayunado durante 40 días. El capítulo cuatro de este evangelio destaca que Satanás se acercó a Jesús para tentarlo, poniendo en tela de
juicio el poder del Hijo de Dios. Sin embargo, el Mesías no se puso a alegar si lo podía hacer o no. No discutió su posición, Él simplemente citó la Palabra de Dios: “Escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y a Él sólo servirás”. La tentación está presente de manera constante en la vida de quienes buscan estar en comunión con Dios. Para muchos creyentes representa un
Satanás no necesita inducir a quienes se encuentran alejados de Dios, ellos ya están en su terreno, y más aún, no representan riesgo alguno. El enemigo de tu vida y la mía fijará su blanco en quienes alaban al Creador, quienes intentan llevar una vida consagrada, quienes permanecen bajo alguna cobertura de oración. No permitas que esto te desanime. Las tentaciones nos mantienen dependiendo constantemente de Dios. No puedes decir que eres fiel a Dios, si nunca has sido estimulado a lo contrario. Cuando Jesús fue tentado en el desierto sim-
plemente le recordó al enemigo su lugar. Tú y yo debemos hacer lo mismo. La Escritura menciona que Satanás es ‘padre de mentira’. Es especialista en sembrar dudas en nuestra mente. Ante esto ‘somete todo pensamiento a la obediencia a Cristo’.
Santiago 4.7 nos proporciona una clave poderosa: “Resistid al Diablo y huirá de vosotros”. David Rodríguez periodista, conductor de radio y columnista originario de Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, México, actualmente se desempeña como director de alabanza y maestro de escuela dominical en Alfa y Omega.