Relatos
embarcar. Tengo que reconocer que se pierde algo de tiempo: nos recogen hacia las ocho y la primera inmersión nunca es antes de las diez. Las navegaciones a los puntos de inmersión no son largas, pero hay que ir hasta el puerto, pasar por el arco de seguridad, revisión de mochilas, etc. Todo ello retrasa el comienzo de las inmersiones. El personal del centro de buceo se encarga de estibar los equipos en el barco y nosotros sólo tenemos que revisar que la caja con nuestros bártulos esté completa. Durante el traslado hacia el primer punto de inmersión, monta-
mos el equipo y tras el briefing (¡qué largos, pesados y cansinos! Y, además, en inglés), todo el mundo a equiparse y ¡¡al aguaaaaaa!! Normalmente, las inmersiones son de unos 50 minutos, después un intervalo de una hora y media y, otra vez, ¡¡al agua!! Todas son espectaculares. Prácticamente en todas, hemos tenido tortugas de muy buen tamaño y napoleones. Por descontado, la vida más pequeña abunda: peces payaso en sus anémonas; peces ballesta titán, picasso, reina, etc.; peces ángel; peces estandarte; peces loro devorando el coral. Los tranquilos peces escorpión y sus primos los peces león, que permiten que te acerques mucho confiados en su potente poder urticante. Los meros abundan y de todos los colores y tamaños, pero destaca algún mero patata de impresionante tamaño; os aseguro que alguno supera los 30 Kg. Las rayas de puntos azules son tan numerosas, que llega un momento en el que dejas de hacerlas fotos. El Mar Rojo es muy abundante en corales, tanto duros como blandos. Encuentras zonas muy variadas: unas están llenas de coral fuego, otras de corales blandos de increíbles colores, otras plagadas de corales mesa, de vez en cuando, corales cerebro. Pero no puedo oculta-
Normalmente, las inmersiones son de unos 50 minutos, después un intervalo de una hora y media y, otra vez, ¡¡al agua!!
mar rojo
| 35