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En la casa del Padre

P. Gabelo Murillo Loría,sdb

1933-2022

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El 28 de octubre de 2022, a la edad de 89 años, culminó su tránsito terrenal el P. Gabelo Murillo, en San José, Costa Rica.

Dada su avanzada edad, transcurrió sus últimos años en una casa salesiana de reposo. Una caída fatal puso fin a una historia ejemplar.

La estela que deja es simplemente luminosa. Con su sencillez de vida y su estilo jocoso supo ganar muchos amigos en los varios lugares donde desarrolló su alegre presencia salesiana.

Nacido en San Pedro de Poás en 1933, a los trece años de edad, como se estilaba entonces, tocó la puerta salesiana en San José, Costa Rica. Allí comenzó a enamorarse de la aventura salesiana que iría creciendo hasta el final de su vida. Su ingreso oficial en la congregación salesiana tuvo lugar en Guatemala el año 1955 cuando pronunció sus votos religiosos como salesiano. Esa pertenencia a Don Bosco se ratificaría solemnemente en Guatemala con la profesión perpetua el año 1960.

Su formación salesiana tuvo varias etapas: posnoviciado en San Salvador, El Salvador, y teología en Guatemala, con un intermedio de prácticas de vida pastoral salesiana en el seminario menor en Ayagualo, El Salvador.

Culminó su formación salesiana y sacerdotal con la ordenación presbiteral en Guatemala el año 1964.

Su labor pastoral se realizó en una variedad de obras salesianas en los seis países de Centroamérica: colegios, casas de formación y parroquias. Fungió sucesivamente como educador, animador de pastoral juvenil, administrador, párroco y director.

Los dos últimos años de su vida transcurrieron en la casa de reposo para salesianos, en San José, Costa Rica.

P. Sergio Checchi, sdb

1935 - 2022

ElP. Sergio Checchi falleció en la parroquia Divina Providencia, en Guatemala, el día 7 de noviembre de 2022, a los 87 años de edad, 70 de profesión, 60 de sacerdocio.

Había nacido en Albano, pequeña población cercana a Roma. Desde los diez años tuvo contacto con los salesianos, habiendo formalizado su ingreso a la congregación a los 18 años en su tierra natal. Llegó como misionero a Centro América el año 1952. Ordenado sacerdote en Guatemala en 1962.

Mente brillante, su fuerte fue la filosofía, aunque le apasionaba también todo tipo del saber humano. De oído fino para la música y el canto. Con su vasta cultura humanista y religiosa, pudo ejercer durante toda su vida salesiana el rol de formador de jóvenes generaciones de salesianos. Sus clases magistrales las impartía con pasión.

De carácter amigable y bondad transparente, lograba ser amigo de niños, jóvenes y adultos. Sus hermanos salesianos lo apreciaban enormemente. Podría decirse que tenía un alma transparente, con el candor de un niño sin malicia.

Amaba con pasión a Don Bosco y su orgullo descansaba en pertenecer a la Familia Salesiana. Disfrutaba del oficio de predicar, en el que, además de la claridad doctrinal, se percibía el fuego del Espíritu. Sus últimos años se vieron marcados por la enfermedad: una insuficiencia cardíaca lo fue alejando de la vida activa. Consciente de su cercana muerte, dejó por escrito la experiencia de su vida, desde su hermosa niñez en las frescas colinas romanas hasta su vida adulta al lado de Don Bosco.

La inspectoría salesiana de Centro América se enorgullece de esta vida ejemplar y de su aporte de alta calidad en el campo de la formación de jóvenes salesianos.

Su larga enfermedad y sufrida agonía la vivió en perspectiva de esperanza. “Ven, Señor Jesús”.