HÉCTOR INCHÁUSTEGUI CABRAL DE LITERATURA DOMINICANA SIGLO XX

Page 352

Héctor Incháustegui Cabral␣ ␣ ␣ |␣ ␣ ␣ DE LITERATURA DOMINICANA SIGLO VEINTE

lo suficientemente tonta –a veces la tontería es una forma menor de la astucia– y maliciosa para impedir que él sepa que ella está enterada. Por supuesto, la situación se hace tensa y como se mueven en un espacio tan reducido, que les obliga a un contacto continuo, ninguno de los dos puede guardar el secreto mucho tiempo y la tempestad estalla y no de golpe: se adivina, se acerca, y ya sobre sus cabezas se complace en hacerse lenta, morosa. Al final, cuando Daniel es sencillamente un exhombre, aparece otra prostituta, otra prostituta enamorada, como María la de Los enemigos de la tierra, y como María, por amor, dispuesta a mantener a su hombre, o, cuando menos, a trabajar para contribuir a los gastos de la casa, pero a condición de que la arranque de la vida que lleva: “Tú harás “maromas” y yo lavaré”, le dice, aunque sabe que ésos no son más que “disparates” suyos autorizados por algo que, para una mujer, es suprema razón: porque le gustaba, “a pesar de que sé bien que no te intereso”, confiesa. Esto es en muchas ocasiones, para cierto tipo femenino, una razón válida más. En nuestros grandes dramas literarios las prostitutas no faltan y son, hay que subrayarlo, prostitutas buenas, lo que viene a contradecir la serie de argumentos que han organizado en su contra las buenas mujeres. No hay forma de hacerlas entender que cuando de prostitución se habla, de lo que se habla es de una de las consecuencia del problema económico, no de un problema moral como se pretendió hasta hace relativamente poco, y tanto se chilló hasta que lo convirtieron en eso que los españoles llaman peyorativamente un tópico, al punto de que, cuando en un periódico de pueblo no hay un tema que merezca ser tratado editorialmente, y sin el editorial no se puede salir a la calle porque sería como aparecer desnudo, se echa mano de la prostitución para condenarla. Marrero, y esto lo traigo a colación a título pintoresco, trabajó una vez para un períodico de su pueblo y en más de una ocasión, 352


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.