sería más difícil de reconocer. Mientras que las ranas y los sapos de Monteverde anuncian su presencia mediante sus cantos, las serpientes y las lagartijas son mudas. Muchas son sigilosas y se dan a densidades bajas por lo general. No obstante, hay evidencia de que la diversidad de reptiles ha disminuido (Sec. 5.4.1). Dos especies de lagartijas (Norops tropidolepis (cloud forest anole) y Norops altae (montane anole); Fig. 5.5) fueron comunes anteriormente en un sitio alto en la Vertiente del Pacífico (1540 m s.n.m.),
desapareciendo de ahí durante los años 90. Drymobius melanotropis (green frog-eater), la cuarta especie más común de serpientes colúbridos diurnos en el Valle de Peñas Blancas a mediados de los años 80, no ha sido avistada desde 1987. Asimismo, Chironius exoletus (green keelback), previamente entre los tres colúbridos diurnos más comunes en los altos de la Vertiente del Pacífico, ha estado ausente desde 1988. Es necesario un estudio amplio de poblaciones de reptiles.
Figura 5.5. Norops altae (montane anole) exhibiendo la papada en un despliegue territorial hacia otro macho. La abundancia de esta especie ha disminuido en Monteverde. Fotografía de Michael y Patricia Fogden.
5.2. Distribución y diversidad
mayoría de estos descensos y desapariciones reportadas en todo el mundo ha ocurrido en tierras altas (Wake 1991); las poblaciones de tierras bajas parecen relativamente inafectadas (Pechmann et al. 1991, Voris e Inger 1995, F. Bolaños, datos no publicados). Se sabe poco, sin embargo acerca de los patrones geográficos en las tierras altas, las cuales abarcan una variedad de zonas climáticas y de vegetación.
La severidad de un colapso de la fauna puede depender en parte de cómo la configuración espacial de las causas subyacentes se superpone sobre los patrones locales de distribución y diversidad de las especies. En esta sección, resumo estos patrones para la región de Monteverde y examino las desapariciones de poblaciones de anuros en relación con ellos. La
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