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Hércules libró su batalla

SALUD

HÉRCULES LIBRÓ SU BATALLA

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Hercules, quería vivir y libró su batalla”

Hércules nació el 5 de noviembre de 2017 y llegó al hogar de la Ivi Correa el 23 de diciembre de 2017. Ella lo describe “un muñequito hermoso, que robo mi corazón”.

Desde su llegada a la vida de los Ivi, este chihuahua se convirtió en el nene de la casa, como ella le llama en el

“macharrán de mamá”.

“Hércules es amoroso y tierno, aunque como todo chihuahua, es muy guapetón y se convierte en todo un pitbull sin cuerpo, para defender a su mamita. Pero, la realidad es que es todo ternura”, describe Ivi.

Justo cuando iba a cumplir su primer año de vida, una noche, Hércules presentó diarreas y, cuando amaneció, su dueña lo llevó inmediatamente al veterinario. Luego de chequearlo le dieron medicamento y lo enviaron para la casa.

A pesar de los cuidados, Hércules, que solo tenía 11 meses, siguió igual y su cuadro se comenzó a complicar, pues comenzó a vomitar.

“En ese momento, decido volver a llevarlo al veterinario y, esta vez, no le hicieron laboratorios, pero le pusieron un suero y lo dieron de alta”. Sin embargo, Ivi explica que, durante los siguientes días, la salud de Hércules continuó deteriorándose.

“No mejoraba; estaba peor. Ya no quería comer y al tercer día lo llevé a la clínica Veterinaria de Cabo Rojo, donde rápidamente le hicieron las pruebas de laboratorio, varios estudios y deciden dejarlo hospitalizado por casi 15 días”, recuerda Ivi.

“Fue la experiencia más terrible de mi vida porque mi bebé no mejoraba y cada día que lo visitaba veía el deterioro. Luego de varias pruebas, por fin le diagnosticaron pancreatitis y sepsis. Yo lo visitaba a diario para hablarle y hacía videollamadas, para que él me escuchara. Mis amistades también lo visitaban”, explica Ivi, quien agrega que Hércules colapsó, tuvo convulsiones fuertes y perdió la vista temporalmente. Estaba destrozada.

“Jamás olvidaré un martes que llegué a visitarlo y la doctora Naomi Bobe me dijo ‘tenemos dos alternativas; la primera es hacerle una (cirugía) exploratoria a ver si encontramos algo más porque ya, médicamente, hemos hecho todo lo que está en nuestras manos. Pero, cuando entre a sala, desde ahora te digo, que si entiendo que él no tiene posibilidades de una buena calidad de vida, no lo voy a levantar y la segunda alternativa es la eutanasia. Piensa y me contestas’. En ese momento, mundo colapsó. ¿Cómo era posible que mi bebé, mi macharrán, se me fuera?”, dice con evidente tristeza por el recuerdo y añade que lloró y suplicó a Dios por su frágil vida.

“Luego de pensarlo, le dije a la doctora, ‘si con la operación hay posibilidad de vida, hágala; no me importa lo que cueste, solo salve a mi Hércules’”. Ese día, destrozada y con mucho miedo, Ivi habló con su amiga Glorie y desahogó con ella.

La operación de Hércules fue todo un éxito y, afortunadamente, no encontraron nada fuera de lugar. Su cuadro clínico comenzó a mejorar, gracias a sus doctores.

“El doctor Frontera, la doctora Bobe y el doctor Restrepo salvaron a mi bebé y al cabo de varios días de su operación lo dieron de alta con muchos medicamentos e instrucciones. Tuvimos que volver a la clínica, pues unas de sus grapas se había abierto y le volvieron a coger puntos”, comparte Ivi, quien reconoce en su Hércules a un guerrero.

“El quería vivir y libró su batalla. En enero se le celebró su cumpleaños por todo lo alto. Este año cumple sus tres añitos y la familia creció porque ahora él la comparte con cuatro hermanitas perrunas más, es muy feliz y nosotros también”, finaliza diciendo feliz y agradecida.

Fotos: suministradas

Por Tatiana Báez Calderón Tecnóloga Veterinaria Licenciada

CÓMO PREVENIR UN GOLPE DE CALOR EN NUESTRAS MASCOTAS

Con la llegada del verano y la culminación de la cuarentena, salir a pasear, caminar o correr con tu perro es lo más deseado. No dejes de hacerlo, pero asegúrate de tomar las debidas precauciones, pues, en verano, los perros pueden sufrir un golpe de calor.

El golpe de calor o “heat stroke” se considera una emer gencia veterinaria grave, pues puede poner en riesgo la vida del animal, ya que ocasiona un fallo agudo del sistema de regulación de la temperatura, provocado por un aumento brusco de la temperatura d el cuerpo del animal.

Generalmente aparece en verano, cuando la temperatura aumenta, no obstante, también puede producirse en situaciones de encierro, si dejamos al animal dentro del carro o cuando el animal no tiene acceso a agua lim pia y fresca por largos periodos.

La temperatura normal del perro es 100.5 °F hasta 102.5 °F. Los golpes de calor ocurren entre 103.0 °F a 106.0 °F. La única forma efectiva de tomar la temperatura de un perro es mediante un termómetro, nunca através de la humedad o la resequedad de su nariz.

El aumento de la temperatura corporal puede producirse por varios factores: la edad, el sobrepeso, si tiene el hocico chato o el ambiente. Es fundamental que estés muy atento a los síntomas que pueda manifestar tu perro, porque los daños podrían ser irreversibles.

Los signos del golpe de calor en perros más comunes son: respiración acelerada, temperatura mayor de 103.0 °F, debilitamiento, pérdida del conocimiento, “shock” y muerte.

Debido a que es relativamente fácil que se produzca la muerte por golpe de calor en los perros, por ello, es funda mental que a la mínima señal de golpe de calor sepas qué hacer. A continuación, algunas recomendaciones para com batir el golpe de calor: w Traslada al perro a un lugar fresco y lejos del sol. w Echa agua fresca (no congelada, ni hielo) en el abdomen, la cabeza, el cuello, las patas y el pecho. w Humedece su boca con agua. w Llévalo a un hospital veterinario de emergencia.

¿CÓMO PREVENIR EL GOLPE DE CALOR?

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w No pasees con tu perro en las horas más calientes del día. Procura que tu perro siempre tenga agua fresca a su alcance Prepárale una zona fresca y con sombra, si vive en el patio. Bajo ningún concepto dejes encerrado a tu perro en sitios calurosos, como en el carro.

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