2 minute read

Lupita Padín González

YO TAMBIÉN Lupita

PADÍN GONZÁLEZ

Advertisement

Nací en Puerto Rico, un 20 de septiembre del 2017, en una pequeña granja rodeada de animales como: pollos, patos, gansos, caballos, conejos y cerdos. Allí, todos los animales cumplían una función, producir. Fui la más pequeña de mi camada, la guajina.

Viví con mi madre de sangre y mis hermanitos durante un mes, pero mi destino fue muy diferente al de ellos. A finales de octubre de ese mismo año mi vida cambió completamente. Recuerdo ese día como si fuera hoy, mis hermanos y yo sentíamos mucho miedo. Había llegado a la granja una pareja joven, llena de ilusiones. Luego de una corta plática con el propietario, decidieron llevarme con ellos.

Yo estaba muerta de miedo, ya no tenía a mis hermanos ni a mi mamá. Pensé, ¿ahora qué será de mi vida? En ese instante, mi mundo cambió por completo. No fue fácil para mí adaptarme a una nueva vida, pero mi familia humana pudo ganar mi confianza. Ellos me tuvieron mucha paciencia y yo era un miembro de la familia muy deseado. Con ellos aprendí muchas cosas simples y maravillosas. Al poco tiempo de vivir con ellos aprendí mi nombre, a responder a llamados, a hacer trucos y a hacer mis necesidades en el patio. Conocí, por primera vez, lo que es dormir en una cama calientita y cómoda, y a comer sano; y conocí lo divertido y rico que pueden ser los días de baño.

Mis papás me llevaron a explorar nuestra isla, Puerto

Rico y me crearon una cuenta de Instagram (@piglupita) donde compartimos todas nuestras aventuras. Ahí hice

muchos amigos: perros, gatos, cerdos, conejos, aves, tortugas… Conocí lugares maravillosos como playas, parques, bosques ciudades. Visité varios pueblos de Puerto Rico como: Fajardo, Luquillo, San Juan, Hatillo, Camuy, Quebradillas, Lares, Isabela, Aguadilla, Rincón, Guánica y Ponce. Antes de cumplir 1 año mis humanos me esterilizaron. Poco después ellos me regalaron una hermana, Hera (una perra) y al poco tiempo llegó mi hermana Lilo, una cerdita que me ha acompañado inseparablemente desde entonces.

Con ellas he compartido grandes y significativos momentos. Durante mi corta vida he tenido la oportunidad de conocer a los mejores humanos del mundo, personas nobles, bondadosas, amorosas, respetuosas, honestas y leales. Cada uno de ellos me ha mostrado que sí se puede confiar en los humanos. Hoy me siento bendecida, feliz y agradecida de tener una familia en la que soy amada, cuidada, respetada y valorada. Hola soy Lupita, una cerdita, y esta es parte de mi historia.

Fotos: suministradas

This article is from: