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Las aventuras de Maxiel y sus perros
by Boripet
AMaxiel Pérez Meléndez, de Fajardo, Puerto Rico, la conocen como la “loquita de los perros” porque ya tiene cuatro perros. Y, aunque para muchos puede resultar una ofensa, la realidad es que para ella han resultado ser no solo una gran aventura, sino también una especie de salvación.
Sobre sus perros Dino, un pug; y Calisto, un pekinés, comenta que los rescató hace ocho años.
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“Dino es de la realeza… todo un personaje, ¡solo le falta hablar!”, asevera Maxiel, quien añade que es un perro muy cariñoso, dormilón y comelón.
“Nunca lo verás acostado en el piso, siempre anda de camita en camita. ¡Tenemos mil por toda la casa!”, dice divertida.
Por su parte, de Calisto cuenta que nació con una deformidad en sus caderas y patas traseras que lo hacen sumamente especial, no padece de ningún dolor y es completamente independiente.
“Se pasa explorando. Es muy feliz. Le encanta dormir debajo de la cama y exige el cariño cuando así lo desea. Ambos me salvaron mi vida y me ayudaron a mantener mi rutina cuando mi salud mental deterioró hace unos años. Tener que vestirme para caminarlos por las mañanas y tardes me permitió ser funcional y poder cumplir con mis responsabilidades”, comparte Maxiel, quien

destaca que, hace dos años, junto con su pareja, decidió comprar el perro de sus sueños, un corgi.
“Después de mucho ‘research’ y preparación, comenzamos la aventura que sería la llegada de Nova (blue merle corgi) a nuestras vidas. Mi única nena. Ella llegó a revolucionarme a mis viejitos y a poner respeto. La considero la alfa de el hogar”, resalta, mientras añade que, al inicio era muy hiperactiva y no tenía con quién jugar, porque sus hermanitos Dino y Calisto ya eran mayores, por lo que, al año, decidieron comprar a su hermanito Galileo, que es de otra camada y un Red Merle Corgi. continúa en la próxima página>>



“A Nova no le gusta dormir ni conmigo en el cuarto, es muy protectora, siempre se queda afuera en el pasillo y por la casa, protegiéndola. Sin duda alguna es la que manda”, cuenta entre risas, Maxiel.
Pero, Galileo, es el más cariñoso de todos.
“Es el único al que le gusta dormir en la cama conmigo, acurrucado toda la noche. Necesita atención 24/7 y le encanta que jueguen ‘fetch’ con la bola con él. Siempre anda con ella en la boca, llevándosela a uno para que se la tire. Es lo más adorable, un ‘forever puppy’ bien ñoño”, explica Maxiel, a la vez que agrega que, en enero 1, 2021 Galileo cumple los dos años (es Capricornio), mientras que Dino, también Capricornio, nació el 16 de enero de 2012; Calisto, Tauro, el 30 de abril de 2012; y Nova, Acuario, el 27 de enero de 2018.
“Dino, Calisto, Galileo y Nova son la mejor parte de mi día. Son mi todo. De hecho, no quiero ni salir sin ellos a veces. ¡Me encantan nuestras aventuras!”, exclama.
Maxiel menciona que la parte más dura de tener a sus mascotas ha sido cuando han sufrido condiciones de salud. Dino tuvo necrosis vascular bilateral cuando era un ‘puppy’ y fueron unos meses largos de mucho dolor y recuperación. Del mismo modo, Calisto perdió un ojito hace dos años.
“No fue fácil, se batalló incansablemente, pero no pudimos. Le queda un ojo relativamente saludable, y la verdad es que vive una vida normal y feliz. No tener su ojito no lo ha limitado para nada. Ha sido lo más triste, porque nos enfrentamos a muchas situaciones y citas

veterinarias para poder restaurar su salud, que era mi única prioridad. Quería poder entenderlos y sanarlos rápidamente para que no padecieran de ningún dolor”, recuerda Maxiel.
“Tener cuatro perros suena difícil, pero, no lo es, como muchos piensan, porque creo una rutina. Así es como mejor funcionamos ellos y yo. Se adaptan rapidísimo. La consistencia y la organización que me ha traído tener cuatro perros ha sido una verdadera bendición en mi vida”, afirma Maxiel, quien dice que todos los días comienza caminando 45 minutos, luego comen y posteriormente ella continúa cumpliendo con sus responsabilidades diarias. En las tardes vuelve a caminar con ellos por media hora y les da el resto de la porción de alimentos que les toca en el día.
“Ejercitarlos diariamente y llevarlos a actividades los fines de semana los hace llevar una vida bastante sedentaria durante el día en el hogar. Solo duermen por el día y le ladran al cartero”, dice entre risas.
“Tenemos muchísimas anécdotas de nuestros fines de semana, aventurando por la isla. Es toda una aventura irnos antes de que salga el sol a algún rincón maravilloso de Puerto Rico a explorarlo ‘off leash’, sin que haya personas. Honramos y disfrutamos de un espacio natural y la verdad es que les encanta y más que compartimos con otros perritos”, concluye Maxiel.
Fotos: suministradas

