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Consulta para el nombramiento de un nuevo Superior Provincial

Por Karina Velarde, periodista

Durante mayo, nuestra Inspectoría ha recibido la visita del P. Stefano Martoglio, vicario del Rector Mayor, encargado de realizar la consulta para el nombramiento del nuevo Superior Provincial -Inspector, como le solemos llamar- que guiará a los Salesianos en Chile a partir de enero de 2024.

El P. Estefano es el primer colaborador del P. Ángel Fernández en el gobierno de la Congregación Salesiana a nivel mundial, y toma su lugar cuando el Rector Mayor está ausente o impedido.

Su visita se enmarca en lo postulado en el artículo 162 de las Constituciones Salesianas: “El inspector es nombrado por el Rector Mayor con el consentimiento de su Consejo, previa amplia consulta a la inspectoría interesada”.

Su presencia ha invitado a los Salesianos de Don Bosco a un tiempo de discernimiento y los ha convocado a participar, durante 10 días, de diferentes encuentros por nuestra Inspectoría, en cuatro jornadas zonales realizadas en Santiago, Antofagasta, Concepción y Punta Arenas.

En Roma, el P. Stefano presentará al Rector Mayor y su Consejo el resultado de la consulta, posibles candidatos a suceder al P. Carlo Lira en su sexenio de animación y gobierno de nuestra Inspectoría a partir del próximo año.

Según las Constituciones Salesianas, el nuevo Inspector debe ser sacerdote y llevar, por lo menos, 10 años de profesión perpetua. Una vez electo permanece seis años en el puesto. Además, se encarga de promover la colaboración activa y responsable de sus consejeros, siempre dispuesto a escuchar sus recomendaciones y sugerencias..

Biografía

El P. Stefano Martoglio nació el 30 noviembre 1965 en Turín, Italia. En 1984 ingresó al Noviciado en “Monteoliveto” de Pinerolo, profesó como salesiano de Don Bosco en la Basílica de María Auxiliadora de Turín el 8 de septiembre 1985 y realizó la profesión religiosa perpetua el 27 de septiembre de 1992 en Castelnuovo Don Bosco. Fue ordenado sacerdote en Turín, el 11 de junio de 1994.

Ejerció como consejero en la obra de Pinerolo y Comunidad Santo Domingo Savio en Valdocco, antes de ser nombrado el año 2004 como director de la Casa Madre de la Congregación en Valdocco.

En 2008 fue nombrado Superior de la circunscripción especial del Piamonte y Valle de Aosta. Participó en el Capítulo General 25° y formó parte de la Comisión precapitular del Capítulo General 27°.

Fue elegido primer consejero regional para la Región Mediterránea en el Capítulo General 27 y elegido Vicario del Rector Mayor para el sexenio 2020-2026 en el Capítulo General 28 desarrollado en 2020.

Sylvia Aróstica Troncoso tiene dos hijos, Pamela y Sebastián, y cuatro nietos: Isidora, María Fernanda, Agustín y Renata.

Para conocerla viajamos hasta Maitencillo, Región de Valparaíso, donde se encontraba prestando un servicio en la Pascua Joven, experiencia del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS) en la que se comparten fraternalmente la vida y la fe.

Su carta de presentación fue un plato de fideos con salsa, esos que uno define “con baranda”, preparaciones muy típicas de madres y abuelas que no quieren que quedes con hambre.

Lleva más de dos décadas unida a las obras salesianas de nuestro país y en especial al Liceo Manuel Arriarán Barros de La Cisterna, o “Bosco Lab”, como le dice ella.

Allí partió como apoderada de su hijo, luego fue guía de scouts y después asesora del Encuentro de Niños en el Espíritu (ENE).

En ENE participa desde hace 23 años y lo que la motiva a seguir, según sus palabras, es que “los jóvenes te enseñan mucho, te ayudan a crecer. A mí me ayudaron en lo personal. No soy de piel y con los chiquillos tuve que aprender a ser un poco más cercana”.

Es dueña de casa y, además, realiza el voluntariado de la cocina en retiros y campamentos juveniles. “Lo único que hago es este voluntariado, trabajar para los jóvenes”, expresa.

A finales de 2022 e inicio de 2023 estuvo meses en la casa de retiro de Las Peñas, sector precordillerano de San Fernando, cocinando a los jóvenes. Partió en diciembre, antes de Navidad, con Salesianos Alameda. Luego participó en el campamento nacional de las Comunidades Apostólicas Salesianas (CAS).

Estuvo también en el Encuentro de Jóvenes en el Espíritu del LAB (EJE). Ayudó al Centro Educativo Salesiano de Talca y concluyó con la Casa Juvenil de la obra de La Cisterna. Es tal el aprecio a su servicio y calidad humana, que la solicitaron desde una iglesia presbiteriana.

“Sigo siendo la mamá ahí, porque los jóvenes me cuentan sus penas y yo les enseño que aprendan a valorar lo que se hace en sus casas”, comenta.

Tiene un carácter fuerte, pero su rostro se ilumina cuando habla de sus niños de ENE, de los jóvenes a los que acompaña, o de sus nietos.

Mi madre siempre me ha dicho: “Para que una comida sea sabrosa, el ingrediente secreto es el amor”, y Sylvia está completamente convencida de que hay que cocinar con mucho cariño y afecto, porque por la comida se llega a todo el mundo.

“No soy chef, soy una simple ama de casa que se metió en esto porque un sacerdote me pidió un favor una vez. La primera vez los fideos me quedaron pegoteados, pero los niños me decían que estaba rico. Es así, uno va aprendiendo y, en el fondo, lo que uno hace es ayudar a los asesores, es ayudar a los jóvenes”, reflexiona.

Al igual que Sylvia, muchas mujeres en el pasado dieron su ‘sí’ para seguir los pasos de Mamá Margarita y ponerse a disposición de los jóvenes en el Oratorio de Don Bosco. Mariana Occhiena, Juana María Rúa, Juana María Magone y Margarita Gastaldi fueron algunas de ellas.

Por Karina Velarde, periodista