BEREAL FERMENTO
50 AÑOS MJS GRATUIDAD
BEREAL FERMENTO
50 AÑOS MJS GRATUIDAD
Editorial >3
Especial Medioambiente >7 Jóvenes al rescate del planeta
Santiago de Chile, Revista de la Familia Salesiana fundada por Don Bosco en 1877.
Director: P. David Albornoz, sdb.
Representante legal: P. Carlo Lira, sdb.
Editor general: Vicente Fritz
Edición: Karina Velarde y José Miguel Estay
Consejo Editorial: Vicente Fritz, Felipe Valdés, Joaquín Castro, Karina Velarde, José Miguel Estay, Miguel Arriaza e Ignacio Muñoz.
Dirección de arte: Felipe Valdés
Diseño y diagramación: Ignacio Muñoz
Correctora de estilo: Norinna Carapelle
Fotografía: Miguel Arriaza y corresponsales de las presencias salesianas de Chile , Caetera Tolle e info ANS.
Producción: Área Comunicación Social Congregación Salesiana Chile www.boletinsalesiano.cl / boletin@salesianos.cl
Agradecemos a quienes:
• Contribuyen a mantener el BS.
• Impulsan las obras Salesianas de Chile.
• Cooperan con las misiones Salesianas en el mundo. Su ayuda puede enviarla a Av. Libertador Bernardo O'Higgins #2387, Santiago, Chile.
Especial 50 años MJS >7
Origen del MJS: una semilla que germina en Chile
Pastoral juvenil >10-11 Comunión y corresponsabilidad: Incidir positivamente en los jóvenes
Educación >14-15
Gratuidad: crecer con quienes más lo necesitan
UCSH >26
¿Cómo vivir el carisma salesiano en la UCSH?
Fundación Don Bosco >27
Dimensiones de la pobreza juvenil
Noticias >30
Nuevos rectores para seis colegios salesianos
Entrevista >31
Un adiós agradecido
Memoria agradecida >32 Sor Eliana Jiménez, fma y Sor Rosa Pizarro, fma.
Cultural >35
El poder de la música: esa magia de estar adentro
Ojos de Don Bosco >36
un poco más lo que pudo sentir Don Bosco
Queridos hermanos de la Familia Salesiana en Chile:
Según nuestro reglamento de vida, en el artículo 104, el Rector Mayor visita personalmente o, a través de algún salesiano, a cada inspectoría en su sexenio, lo que conocemos como visita extraordinaria.
La última visita a nuestra Inspectoría San Gabriel Arcángel fue hecha en 2018, por el P. Guillermo Basañes. Este año 2023, el Rector Mayor ha decidido que la realice el P. Gabriel Romero, nuestro regional.
Las finalidades de la visita extraordinaria son dar a conocer el documento y espíritu del CG 28; intensificar la comunión de cada comunidad con el camino de la Iglesia y de la Congregación Salesiana; motivar el crecimiento en identidad salesiana, la presencia en medio de los jóvenes y la misión compartida con los laicos, y verificar la orientación de la acción salesiana en orden al cumplimiento de la misión.
El P. Gabriel Romero goza la autoridad delegada del Rector Mayor mientras realiza la visita, es decir, desde el 27 de febrero hasta el 20 de mayo. Escuchará a cada uno de los hermanos consagrados y a los laicos corresponsables de nuestra misión; hablará con las comunidades locales; se reunirá con los organismos de animación y servicio de la Inspectoría; transmitirá la experiencia y las orientaciones del Rector Mayor y su Consejo, así como llevará al Rector Mayor una visión actualizada del camino que ha hecho la Inspectoría después de la visita anterior y de su estado actual.
Les pido lo acojamos como un hermano más, sabiendo que representa a Don Bosco entre nosotros y le manifestemos, con toda libertad y confianza, cuanto les parezca útil y oportuno, para su propio bien, el de la comunidad local en la que participa, el de la Inspectoría y el de la Familia Salesiana.
La visita extraordinaria es un tiempo fuerte de sensibilización, toma de conciencia y relanzamiento para aplicar el CG 28; un tiempo para acompañar la puesta en práctica del Proyecto de Animación y Gobierno del Rector Mayor y su Consejo para el sexenio; un tiempo para evaluar los puntos indicados en la Carta del Rector Mayor del 12 de julio de 2019, después de la última visita extraordinaria.
La visita extraordinaria no es un tiempo para “fiscalizar” la vida y las actividades de los salesianos; o un tiempo para descubrir “cosas negativas” de los salesianos y de la Inspectoría para que lo sepa el Rector Mayor. Es un tiempo de gracia que nos regala el Señor para poder experimentar su cercanía y providencia y así fortalecer nuestra comunión con él y la Iglesia, con nuestro carisma y entre nosotros.
Con afecto, P. Carlo Lira Airola, Inspector
Un día después de la gran solemnidad de Don Bosco, celebrada el 31 de enero, viví una mañana especial. Tuve permiso para acercarme al Instituto Penitenciario de Menores “Ferrante Aporti”, en Turín, y compartir con un grupo de jóvenes. Mismo lugar que visitó nuestro fundador por última vez en 1855.
Para quienes conocemos los primeros años de Juan Bosco como sacerdote sabemos lo que significaron sus visitas a la cárcel “La Generala”, como se llamaba entonces el recinto, acompañado de su maestro espiritual, don Giuseppe Cafasso. Fue tan grande el impacto allí vivido, que prometió a Dios hacer todo lo posible para que los muchachos no llegaran a ese lugar. Así nacieron el Oratorio y el Sistema Preventivo, pilar de nuestro sistema educativo.
Don Silvano, salesiano de Don Bosco y capellán del centro, quien organizó todos los permisos, me esperaba junto a los novicios salesianos que viven durante este año la preparación a su primera profesión religiosa. Un grupo de 18 jóvenes que van todas las semanas a encontrar a los internos en una iniciativa que han llamado “El patio detrás de las rejas”.
Todos los ‘internos’ son mucho más jóvenes que los novicios que Don Bosco tiene (¡me gusta decirlo así!), y la gran mayoría no tienen familia cercana. Muy similar a lo que vivió Don Bosco.
La presencia del carisma salesiano en el “Ferrante” nunca ha fallado. Una placa en el ala más antigua del instituto recuerda y conmemora las visitas que San Juan Bosco hizo a la entonces “Generala”, y es tradición que los capellanes sean miembros de nuestra congregación.
En la jornada también estaban los educadores que acompañan el día a día de los jóvenes. A mi llegada, varios de ellos se encontraban en el pasillo y otros en un salón que se usa para actividades artísticas. Saludé personalmente a cada uno. Había quienes provenían del mundo árabe y musulmán, así como europeos e italianos.
“He estado en sus hermosos países para visitar nuestras comunidades y a nuestros jóvenes. Sé algunas palabras de vuestros idiomas: soy español, nací en Galicia, hijo de un pescador... Estudié teología y filosofía, pero sé mucho más de pesca, porque me la enseñó mi padre”, les dije.
Ellos también me contaron de sus vidas. Sentí que la comunicación era posible. Anteriormente, los tres novicios habían representado teatralmente una pequeña escena de la vida de Don Bosco y también hubo bailes y alegría. Seguidamente me dieron la palabra y la oportunidad a que los jóvenes me hicieran preguntas. ¿Quién es Don Bosco para mí? ¿Por qué soy salesiano? ¿Qué sentía al vivir lo que vivo? ¿Por qué había venido a visitarlos?
Respecto de esta última pregunta les dije que me habría gustado mucho más que en vez de haber venido yo a visitarlos, hubieran sido ellos quienes en otra situación celebraran la Fiesta de Don Bosco, en el patio, con un hermoso encuentro y compartiendo un poco de pizza. Les aseguré que esta vez no había sido posible, pero que nada impedía que pudiera ser más adelante.
Después de dialogar diversas experiencias y resolver sus inquietudes, los educadores nos invitaron a compartir el almuerzo. Nos hicimos varias fotografías y uno de los jóvenes me regaló una
camiseta deportiva que había sido serigrafiada por él. En un momento, otro joven me dijo si podía hacerme una pregunta que no quiso hacer en público. Nos separamos un poco del grupo y le hablé con sinceridad.
“¿Para qué me sirve estar aquí?”, preguntó. Le dije: “Creo con sinceridad que para nada y para mucho. Para nada, porque la cárcel no puede ser meta ni lugar de llegada, sino de paso. Pero creo que te servirá mucho, porque te ayudará a decidir que aquí ya no quieres volver, que tienes posibilidades en otro futuro mejor, que después de unos meses aquí está la posibilidad de ir a alguna de las comunidades de acogida que nosotros los salesianos tenemos”.
En cuanto dije eso, el joven añadió: “Yo quiero eso, necesito eso, porque he estado en el lugar equivocado y con gente equivocada”.
Me di cuenta de que es cierto lo que Don Bosco nos decía, que en el corazón de cada joven siempre hay semillas de bondad. Ese joven, y otros muchos que conocí, son totalmente ‘recuperables’ si tienen la oportunidad justa, después de los errores cometidos. Entendí mejor que nunca lo que pudo sentir Juan Bosco, su joven y apasionado corazón, al ver a aquellos jóvenes de la ‘Generala’ encerrados.
Don Bosco intuyó que si ellos hubieran tenido una familia sólida, una comunidad acogedora y una escuela con adultos significativos no habría cárceles. Y fue a partir de aquellas tardes pasadas con los “jóvenes traviesos e inseguros” que el santo inventó el Oratorio.
No hay buenos y malos chicos, sino jóvenes que han tenido menos y, como decía nuestro santo, “en todo joven, incluso en el más desdichado, hay un punto accesible al bien y el deber primario del educador es buscar este punto, la cuerda sensible de este corazón y sacar provecho de ello”.
Me despedí de todos y uno se acercó y me preguntó cuándo volvía. Me conmoví. Le sonreí y le dije: “La próxima vez que me invitéis, aquí me tendréis, y mientras tanto yo os espero, como Don Bosco, en Valdocco”.
Amigos y amigas del Boletín Salesiano y del carisma de Don Bosco, como ayer, también hoy es posible llegar al corazón de cada joven. Aun en las mayores dificultades, se puede mejorar y cambiar para vivir honestamente. Don Bosco lo sabía y se empeñó en eso toda su vida. Reciban mi cordial saludos y mejores deseos.
Con pala en mano, en acciones y no palabras, preservaremos, promoveremos y educaremos en el cuidado del medioambiente, en especial con la participación de Brigadistas Medioambientales, niños, adolescentes y jóvenes que serán los pilares para motivar a todos a salvar nuestro planeta.
Estos grupos tendrán formación, acompañamiento y vivirán encuentros sociopastorales que les permitirán crear conciencia para contrarrestar la contaminación, e invitarán a participar en planes de reforestación, clubes de reciclaje, huertos urbanos y talleres de las R (Reciclar, Reducir y Reutilizar).
Como salesianos estamos llamados a ser parte activa del cuidado del medioambiente y a tratar con urgencia asuntos como la reducción de contaminación por los gases de efecto invernadero de origen humano.
Desde el Magisterio de la Iglesia, en la Encíclica Fratelli Tutti, ya se nos alerta de tomar medidas y hacernos cargo de esta devastación climática.
También en la Agenda 2030 y en el encuentro de la COP París de 2015, nuestro Rector Mayor nos convocó como Familia Salesiana con aspectos concretos al cuidado de la Casa Común, promoviendo el compromiso y la incidencia en la ecología integral, de manera que el llamado a la acción "Laudato Si'" pase a formar parte de nuestras acciones educativo-pastorales.
La protección del medioambiente y desarrollo sostenible están anclados sistemáticamente a través de la línea 6 de nuestro Proyecto Orgánico Inspectorial (POI), que constituyen el marco ideal para promover un comportamiento ambientalmente soste -
nible en nuestras obras, apto para extenderse en las experiencias educativo-pastorales como parte del proceso de enseñanza y aprendizaje.
La gestión adecuada de residuos sólidos y líquidos, la limitación de materiales plásticos, conservación de la energía mediante recursos renovables o uso de medios de transporte respetuosos con el medioambiente son algunos de los ejemplos de educación ambiental.
Como congregación estamos inmersos en estas acciones, en especial en las obras educativas, las que están comenzado sus procesos de certificación medioambiental propuestos por el Ministerio del Medio Ambiente.
Durante 2021 recibimos la invitación a participar de un proyecto latinoamericano que involucra a 19 provincias salesianas del continente, donde más de 5.000 jóvenes recibirán formación medioambiental generando acciones de Campus Verde, para mitigar, recuperar y compensar la huella de carbono. Entre ellos, 250 participan en este proyecto desde Chile (Iquique, La Cisterna y Concepción).
Las actividades, acompañadas por la Comisión Inspectorial Medioambiental de nuestra Congregación en Chile (CIMA) vela para que los resultados tengan un efecto a mediano y largo plazo. Los jóvenes son parte fundamental de estas acciones y en nuestras presencias están involucrados a contribuir a reducir el cambio climático.
Esta cruzada es solo el inicio para preservar nuestros ecosistemas. Sumándonos todos activamente como Familia Salesiana aportaremos a salvar nuestra Casa Común.
Siguiendo los lineamientos y desafíos que nos plantea el Papa y el Rector Mayor de los Salesianos sobre el cuidado de la Casa Común, trabajamos en todos nuestros ambientes de misión en formar niños, adolescentes y jóvenes con habilidades y conocimientos para salvaguardar nuestro planeta.
“Así se convocó a distintas personas, sobre todo jóvenes y adultos que sintieran cercanía con la misión salesiana, a participar de una experiencia bajo el modelo educativo de Don Bosco y desde allí expresar una solidaridad con los más necesitados de Macul”, agrega Araya.
El espíritu germinal del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS) se vincula, sin duda, a las iniciativas de nuestro fundador, Juan Bosco, quien, siendo adolescente, creó con sus amigos “La Sociedad de la Alegría” para ayudarse mutuamente a vivir la fe, y que luego replicó de diversas maneras en el Oratorio de Valdocco, en especial con las “Compañías”. Sin embargo, la razón por la que en 2024 se cumplen 50 años del MJS es otra.
Terminaba el año 1973 y, en medio de la compleja situación político y social que afectaba a nuestro país, las Hijas de María Auxiliadora, Salesianos de Don Bosco y laicos, fieles a la Espiritualidad Salesiana, sintieron la necesidad de acompañar, dar alegría y contención a niños, niñas y adolescentes que no tenían la posibilidad de vacacionar durante el verano.
Freddy Araya, secretario inspectorial de la Pastoral Juvenil Salesiana de Chile, explica que “esta iniciativa se fue gestando en la presencia salesiana de Macul como una idea fundacional, pero que surge de mirar la realidad post Golpe de Estado (...) Ese escenario tan complejo desafió a la Pastoral e interpeló su carácter social”.
En ese contexto se impulsó una experiencia oratoriana, de tipo campamento, con una duración de 15 días. Se saldría a las poblaciones del sector a buscar niños, adolescentes y a conversar con las familias.
Durante los meses de octubre y noviembre de 1973 se llevó a cabo la búsqueda de animadores para el proyecto. Se hizo una campaña entre los estudiantes mayores de los liceos salesianos de Santiago y la parroquia Sagrada Familia de Macul. Finalmente se contó con alrededor de 100 jóvenes, a quienes se les ofreció la formación pertinente en salesianidad.
Fue en enero de 1974 cuando se realizaron las primeras “Colonias Urbanas Salesianas Villa Feliz” en Macul, que atendieron a casi 400 participantes. Una vez terminadas, la convicción común era continuar y no esperar un año más para repetir la experiencia.
Así lo explicó el P. Sergio Cuevas, inspector de los Salesianos en Chile entre 1972 y 1977, en una entrevista en 2008 para la Oficina de Información Salesiana, donde comentó que “la sistematización de este trabajo surgió a partir de la reacción de los propios jóvenes, quienes al final de la experiencia no querían separarse de los niños”.
Según su relato, fue entonces cuando se acuñó el concepto del MJS, cuya finalidad era la formación de líderes cristianos, modelo que pronto fue replicado en Argentina, Uruguay, Paraguay, Colombia y Centroamérica.
A petición del rector mayor de esa época, P. Egidio Viganó, el MJS fue replicado en todo el mundo. Así, la existencia del concepto y operacionalización de esta iniciativa en la congregación tiene como raíz la experiencia realizada en la Inspectoría de Chile.
A nivel mundial, la congregación se entusiasmó con la idea del MJS y la reflexión que comenzó a fines de los años 80 motivó a llamar con ese nombre al conjunto de todas las expresiones del asociacionismo juvenil salesiano.
Ese cambio de enfoque llevó a que en nuestro país se decidiera renombrar, desde mediados de los años 90, “Comunidades Apostólicas Juveniles” (CAS), a lo que aquí había nacido como MJS, para asumir lo que a nivel mundial se empezó a entender como tal.
Durante el año 2024 el movimiento cumplirá cinco décadas brindando un espacio de crecimiento integral en la fe y alegría salesiana a miles de niños, niñas y jóvenes vulnerables del país.
Hablar de juegos de mesa, para muchos, es evocar la nostalgia, transportarse a tiempos del dominó con los abuelos, el carioca con los papás o al “Gran Santiago” con los amigos.
Para muchas generaciones la infancia suele estar asociada a los juegos y a los momentos en familia, que en la actualidad han quedado relegados por la aparición de internet y dispositivos tecnológicos.
A pesar del avance de la conectividad, los juegos de mesa no solo han sobrevivido, sino que han evolucionado y diversificado sus temas de formas increíbles.
Según datos entregados por Google Trends, plataforma de indicadores de búsqueda de términos a nivel mundial, su popularidad viene al alza desde 2017, aumentando sus ventas en Chile como nunca antes.
Cristóbal Pérez, gerente de marketing de Devir Chile, uno de los más importantes distribuidores de productos de entretención del país, explica que el juego de mesa Catán es uno de los que más comercializan.
El crecimiento de las ludotecas -espacios dedicados a los juegos- en los hogares chilenos se debe a una combinación entre la variada oferta existente y la necesidad de retomar las relaciones cara a cara sin tanta tecnología o digitalización.
Una jugada por la educación
Elías Carrasco, profesor de Matemáticas del Liceo Camilo Ortúzar Montt de Macul, destaca la importancia de los juegos de mesa y su vínculo con la educación y relaciones interpersonales.
“El juego es una parte muy importante de la educación. Los chicos enganchan de mejor forma, se sienten más cómodos y motivados. En definitiva, los niños aprenden de mejor forma jugando”, señala.
Los juegos de mesa viven su auge en pleno contexto digital e, incluso, están ingresando como complemento a la educación formal.
Según el Observatorio del Juego, fundación chilena que investiga y promueve las capacidades del juego para mejorar los procesos de enseñanza, este tipo de dinámicas potencian el aprendizaje y activan fuertemente el trabajo cerebral en aspectos como la concentración, relajo, creatividad y felicidad.
El profesor Carrasco enfatiza que “todavía hay personas que no lo vinculan [el juego] con la educación, por lo que no es utilizado como una herramienta. Creo que más adelante será como lo que actualmente es el PowerPoint, una herramienta complementaria de la educación”.
Ante la importancia que tienen los juegos como complemento a la educación formal, y principalmente los de mesa, por su carácter social y análogo, el profesor comenta sobre el desarrollo de un taller ACLE que potenciará nuevas habilidades en los estudiantes.
“La idea es que podamos avanzar y que los estudiantes puedan desarrollar habilidades de nivel superior, como el análisis o el uso de la información, y así quitar un poco esa percepción del juego como algo informal y que no va en sintonía con la educación”.
Los juegos de mesa tienen la capacidad de reunir a familias y congregarlas alrededor de las risas, conversaciones y la oportunidad de vivir un buen momento en compañía de los cercanos.
“Cuando las relaciones familiares no fluyen mucho, podemos jugar un juego de mesa. Y ahí, al estar en una misma mesa, comenzamos a compartir y se dan conversaciones más naturales”, comenta el profesor Elías.
“Aprendemos a tener tolerancia a la frustración, porque tendremos que aprender a ganar o a perder y, también, aprenderemos a compartir con los demás”, añade.
También recordó los tiempos de confinamiento en los que la relación con la familia era constante y diaria.
“Los juegos de mesa resultaron importantes cuando la gente no sabía qué hacer con el tiempo. Les ayudó a mantener las relaciones interpersonales, compartir y pasar tiempo gratificante con la familia”.
Entretener a los más pequeños suele ser un desafío para los padres, pero lograr “despegarlos del celular” y generar comunicaciones efectivas es un desafío aún mayor que, de alguna manera, estos juegos logran sortear con éxito.
“Creo que los juegos de mesa son la manera ideal de sacarlos de las pantallas y contribuir al desarrollo de habilidades como la atención, concentración y memoria”, agrega Elías.
Hay muchas aplicaciones de los juegos de mesa a la dinámica familiar, por ejemplo, los niños logran aprender que las reglas son importantes.
Cada juego tiene sus propias reglas y deben ser respetadas para tener justicia y entretención. “A veces hay juegos que son cooperativos y que necesariamente tendremos que apoyar a una persona con la cual, quizás, no nos llevamos muy bien y podemos sacar un aprendizaje de eso”, finaliza el educador.
Al final del día aprenderemos de la derrota y la victoria, pero, por sobre todo, a reconocer lo que realmente importa, pasarlo bien con la familia y amigos.
Rummikub
Un clásico en el que los jugadores deberán armar grupos y secuencias de números considerando el color y las sucesiones que armen los otros jugadores. Es como si el Dominó y el Carioca se combinaran.
• Duración promedio: 10 a 20 minutos
• Jugadores: 2 a 4
• Edad: Recomendado para mayores de 7 años
Fantasma Blitz
Juego de rapidez visual que contiene cinco figuritas y una baraja de cartas. Si el color o la forma de la carta coinciden con una figurita, gana el primero que la tome.
• Duración promedio: 15 minutos
• Jugadores: 2 a 8
• Edad: Recomendado para mayores de 8 años
Dixit
Juego de cartas que permite desarrollar la imaginación al intentar averiguar cuál de las cartas de sus compañeros inspiró la frase o la historia de misterio.
• Duración promedio: 30 minutos
• Jugadores: 3 a 8
• Edad: Recomendado para mayores de 8 años
Dobble
Un juego de rapidez visual en la que tendrás que encontrar el elemento común entre la carta que está en la mesa y la que vas a jugar. Siempre termina siendo una ¡locura!
• Duración promedio: 15 minutos
• Jugadores: 2 a 8
• Edad: Recomendado para mayores de 6 años
“La coincidencia no es una casualidad”, “comprométete a ser parte de la solución y no del problema”, “juntos podemos cambiar el mundo”. Estas afirmaciones suelen ser cotidianas y nos acompañan en el transcurso de nuestra vida. ¿Por qué debemos ser como la levadura y ayudar a crecer el “pan” de la familia humana?
En nuestro diario vivir crecemos y nos formamos en una dinámica relacional. En este marco, resulta significativo reconocer el valor que tienen la comunión y la corresponsabilidad.
Desde la praxis cotidiana, la comunión es importante, porque ayuda a establecer conexiones con otros. Nos permite interactuar, compartir experiencias y nos da la oportunidad de apoyarnos mutuamente.
La corresponsabilidad nos permite entender el compromiso compartido en igualdad, comenzando por lo pequeño, lo de todos los días, para ir asumiendo algo mucho más grande que nos involucre a todos.
No se trata de una moda, sino de seguir aprendiendo a caminar juntos, aceptando las diferencias y riquezas que podemos y debemos aportar en vista al bien de la familia, barrio, comunidad y, por qué no, de la sociedad entera.
Como Familia Salesiana, es propio de nuestra espiritualidad no caer en el desánimo. No debemos desanimarnos en la misión a la que estamos llamados.
Como hijos de Don Bosco, debemos mirar la vida con esperanza, al igual que él, que se esforzó por generar comunión y desarrollar una misión en corresponsabilidad, que expresa concretamente la identidad comunitaria y salesiana.
No siempre resulta fácil. Es bueno comenzar a derribar los muros que nos llevan a sospechar del resto, aquello que no nos hace confiar en sus competencias. Quitar lo que nos impide ofrecer espacios claros de participación y liderazgo.
Debemos preguntarnos: ¿Cuánto de nuestras prácticas habituales tienen algo de desconfianza? ¿En qué medida, desde lo cotidiano, nos ven como signos de comunión y corresponsabilidad?
Los jóvenes no están cerrados a las propuestas y la Iglesia y escuela no están llamadas a cambiar el mundo con magia, sino a incidir, sembrando pequeñas semillas de vida buena y generosidad que lleven a caminar juntos y dejar que el Espíritu Santo haga su obra. ¿Por qué co-incidir?
Mirando la realidad y acogiendo las diversas orientaciones del Magisterio y la congregación, pero, principalmente, escuchando las claves que los jóvenes van comunicando y compartiendo, hemos apostado por un juego de palabras, una expresión que nos
haga “clic” y, más allá de la obviedad, nos anime a adentrarnos en su riqueza y profundidad. ¿De qué hablamos? de co-incidir.
Distinguimos las referencias a la “comunión” y a la “corresponsabilidad” para “incidir”, repercutir y causar efectos positivos y significativos en la vida de los jóvenes. Esto nos remite al sentir de Don Bosco, de que “los jóvenes se den cuenta de que se los ama”. En definitiva, es un “volver a los orígenes” para responder a la misión con mayor inteligencia e incidencia pastoral.
¿Qué implica exactamente coincidir? Podríamos decir que es estar en concordancia o armonía respecto de una idea. No es una apología a la acción de estar de acuerdo, sin más, o de coincidir con algo, desconociendo el fondo del asunto. Es una correspondencia entre dos o más personas en vista a un bien compartido.
Un ejemplo paradigmático lo encontramos en el libro de los Hechos, que describe una comunidad de creyentes marcada por la unión fraterna a través del compartir bienes espirituales y materiales, afectos y sentimientos (Hch 2,42-48). Formados en "un solo corazón y una sola alma" (Hch 4, 32).
Incidir coordinadamente
Siguiendo al Rector Mayor en su Aguinaldo para 2023, es preciso sostener que cada uno de nosotros puede ser como la levadura de la que habla Jesús en el Evangelio; aquella que ayuda
a crecer y hacer más grande y sabroso el «pan» de la familia humana. A esto nos referimos cuando hablamos de co-incidir.
En el espíritu de la sinodalidad, ante la necesidad de “caminar juntos”, los miembros de la Familia Salesiana y del vasto movimiento comprometido con la misión, apoyamos a los jóvenes en una verdadera red, para que aprendan a ser buenos y comprometidos cristianos, que se reconozcan parte del Pueblo de Dios que peregrina, además de futuros trabajadores y ciudadanos involucrados con la vida social y política, percibidos en comunión y corresponsabilidad, con el objetivo de transformar su sociedad y mundo.
Una óptica de comprensión absolutamente necesaria para alcanzar niveles de incidencia cada vez mejores es la articulación, el trabajo en red y la coordinación. Por otra parte, aunque estamos acostumbrados a lo inmediato, debemos comprender que en un minuto no se hace pan. Hay un proceso. Debemos respetar el camino y no contentarnos solo con respuestas momentáneas ante un evento.
Reafirmamos la misión de acompañar a los jóvenes en el camino de prepararse para la vida; una comprometida, responsable y que pretenda alcanzar la fraternidad y justicia. En esta tarea cada paso es importante, cada acción, gesto, recurso y tiempo invertido tributa a esa gran meta a la que apuntamos.
Que este co-incidir sea una ruta que compartamos en nuestras familias y comunidades. Que salesianos y laicos lleguemos a ese puerto.
Lo que comenzó con un comportamiento frío hacia su madre y una conducta solitaria en el colegio, terminó en una pérdida de conocimiento y una grave intoxicación por pastillas.
A sus 14 años, Carlos (nombre ficticio para resguardar su privacidad) ha intentado quitarse la vida dos veces. La última casi lo logra. Hoy está internado en un centro psiquiátrico y su madre, Isabel, ya no sabe qué hacer. Es su único hijo y se ha desvivido por cuidarlo desde que su esposo los dejó.
Es la realidad que viven miles de familias a causa de este flagelo que se ha convertido en nuestro país en la segunda causa de muerte en jóvenes de entre 15 y 29 años y la tercera entre adolescentes de 15 a 19 años.
Estos datos inducen a que especialistas hablen de una epidemia de suicidio juvenil. Un problema de salud pública más que preocupante.
Aunque las autoridades sanitarias y educacionales han tomado medidas y han destinado recursos para hacer frente a esta problemática a través de la creación de protocolos de atención para consultorios y hospitales, la construcción de centros de salud especializados y unidades de urgencia y hospitalización de corta estadía, los números no han mejorado.
Uno de los factores determinantes en el aumento de casos fue la aparición del COVID-19 y sus consecuencias sanitarias y sociales, que incrementaron la aparición de enfermedades mentales y conductas de riesgo.
La doctora Vania Martínez, directora del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay), ratifica que, de todos los grupos etarios, los jóvenes son la población con mayores problemas de salud mental tras la pandemia.
“Se ha demostrado en estudios internacionales que ha aumentado la prevalencia de problemas de salud mental en jóvenes respecto de los datos registrados antes de la pandemia. Por otra parte, sabemos que gran parte de los problemas de salud mental de la vida adulta se inician en la adolescencia”, comenta.
Dafne Escanilla, psicóloga del Centro Comunitario de Salud Mental de la Zona Sur de Santiago (Cosam), ha notado, junto a diversos colegas, un aumento importante en el número de adolescentes que llegan a consultas con ideación suicida, especialmente desde principios de 2022.
“La ideación suicida suele ser pasiva y quedarse en eso: en una idea o en un pensamiento. Pero cuando hablamos de un adolescente es muy delgada la línea que separa la ideación suicida pasiva con la ideación suicida activa. Un hecho que puede ser menor, como terminar un pololeo o discutir con la mejor amiga, se transforma en un desencadenante grave”, señala.
No existe una razón única que explique el aumento de las enfermedades mentales y las tasas de suicidio en jóvenes y adolescentes. Es un fenómeno multifactorial. Uno de esos es la depresión.
En octubre de 2022, la Defensoría de la Niñez dio a conocer el “Estudio de políticas públicas relacionadas con la salud mental de niños, niñas y adolescentes”, consulta realizada a cerca de 800 de ellos. Los participantes reconocieron que uno de los problemas de salud mental más importantes es la ansiedad (92,9% de las menciones), seguido por la depresión (92,3%) y las autolesiones (77,5%).
Dafne Escanilla agrega que otro factor importante es la impulsividad propia de los adolescentes, ya que “están en una edad donde les es difícil manejar sus emociones y fluctuaciones del estado de ánimo”.
“La tecnología ha hecho que hoy todo sea más fácil e inmediato. Eso también afecta a nivel mental y psicológico. Hay jóvenes que se sienten mal y quieren resolverlo lo más rápido posible. Eso explicaría, en parte, el aumento en el número de adolescentes que se autolesionan”, añade la psicóloga.
Otros factores son la imitación del comportamiento suicida, que se da cuando una persona cercana o admirada se quita la vida, o la influencia de redes sociales.
En diciembre de 2022, el distrito de escuelas públicas de Seattle, Estados Unidos, presentó una demanda en contra de los gigantes tecnológicos TikTok, Instagram, Facebook, YouTube y Snapchat, culpándolos del deterioro en la salud mental y trastornos de comportamiento en adolescentes.
“Los jóvenes no solo deben ser amados, sino que tienen que notar que se les ama”. Máxima de nuestro padre Don Bosco más actual que nunca.
Muchos de los jóvenes que presentan ideación suicida son personas que, en el papel, parecen estar rodeados de amigos y familiares, pero que emocionalmente están muy solos.
La psicóloga Dafne Escanilla recomienda a los padres estar cerca y pasar tiempo con ellos, compartir lo cotidiano, ratos de ocio… Pero sin ser invasivos.
“Muchos papás dicen: ‘¡Yo le pregunto a mi hijo qué le pasa y no me responde nada!’. Entonces, yo les digo: ‘¿Tú les cuentas tus problemas personales inmediatamente a las personas cuando te preguntan?’. Tenemos que esperar esos momentos de confianza”, agrega.
“La adolescencia es uno de los momentos de la vida donde se experimentan las mayores crisis, por lo tanto, se requiere más la presencia de los padres. Hay que estar atentos a los cambios que experimentan, saber con quién se juntan”, complementa.
Ahora, en el caso de los jóvenes que han tenido intentos de suicidio, es relevante que los padres o tutores estén alertas.
“No hay que bajarle el perfil, es mejor poner atención y cuidado. Es importante que los padres o tutores lo asuman como prioridad. Que sepan que deberán invertir tiempo, hasta años, acompañando a ese adolescente… Lo que más les impacta es sentir la incondicionalidad de parte de sus padres o de quien los acompaña”, concluye.
Es necesario que se sientan amados y el tiempo es una de las mejores maneras de manifestar ese amor.
En Chile es la segunda causa de muerte de adolescentes y jóvenes. Una dolorosa realidad que se explica por diversos factores y que aumentó luego del confinamiento.
Con la entrada en vigencia en 2016 de la reforma de Inclusión Escolar (Ley N° 20.845) se gatilló uno de los cambios estructurales más importantes en la historia del sistema educativo nacional, repercutiendo en miles de jóvenes y sus familias.
Además de regular la admisión de los estudiantes, esta ley tiene como prioridad la reestructuración del sistema de financiamiento compartido y la prohibición del lucro en establecimientos educacionales que reciben aportes del Estado.
La nueva legislación instauró también medidas en pos de desterrar la discriminación arbitraria, exclusión de niños, niñas y jóvenes, y la posibilidad de aprovechamiento económico que algunos recintos escolares hipotéticamente podrían tener a la hora de brindar la prestación de servicios educacionales. Un largo trabajo
El camino a la gratuidad fue adoptado por nuestra Congregación en 2015, atendiendo al nuevo escenario educacional impulsado por la reforma, pero respondiendo, a su vez, a los propios lineamientos pertinentes a la misión y carisma institucional, que privilegia a niños, niñas y jóvenes de escasos recursos y en situaciones de vulnerabilidad.
Con 22 establecimientos educacionales en 16 ciudades del país, la formación en los ambientes escolares es uno de los frentes de misión más importantes de nuestra Congregación en Chile, permitiendo atender y formar a más de 31 mil estudiantes bajo el lema “buenos cristianos y honestos ciudadanos”.
Dado el gran número de realidades, converger a la nueva normativa ha implicado trabajar en decisiones y la adaptación de estas normas en cada espacio escolar, buscando siempre salvaguardar una propuesta educativa integral con el sello del Sistema Preventivo Salesiano heredado de nuestro Santo Fundador.
La incorporación a la gratuidad ha servido, precisamente, para consolidar los proyectos educativos pastorales de cada colegio adscrito, dedicados a entregar, según sus contextos y realidades, una formación de calidad, apuntando al desarrollo de los niños y jóvenes.
El P. Juan Miguel Cárcamo, delegado inspectorial de la Pastoral Juvenil Salesiana, señala que “la opción por la gratuidad en los colegios salesianos se remonta a los orígenes del carisma, cuando Don Bosco descubre en los jóvenes de Turín su pobreza y vulnerabilidad, pero, al mismo tiempo, una gran voluntad de ser formados para el trabajo y crecer en la fe católica”.
“La síntesis educativo-pastoral que intuyó nuestro fundador, de formar buenos cristianos y honestos ciudadanos, se extiende en la misión educativa de la Iglesia en diversos países, haciendo una opción preferencial por los jóvenes más necesitados. Esta elección se condice con la Doctrina Social de la Iglesia y la Iglesia Latinoamericana, cuando elige hacer una opción por los pobres en un contexto sociocultural donde gran parte del pueblo vive en precariedad material, educativa y espiritual”, complementa.
En 2016, los colegios salesianos de Alto Hospicio, San Ramón, Catemu y Puerto Natales fueron pioneros e iniciaron a nivel institucional el proceso de adscripción a la gratuidad, con el que miles de apoderados quedaron exentos de pagos de matrícula y mensualidad.
Tras siete años, son 13 los colegios de la Red de Escuelas Salesianas los que se han sumado a la gratuidad, superando la mitad de la totalidad de establecimientos en el país. Los últi-
Cerca del 70% de estudiantes de la Red de Escuelas Salesianas están bajo el régimen de gratuidad, favoreciendo a más de 19 mil jóvenes.
mos en adscribirse, durante 2022, fueron los colegios salesianos de Concepción, Valdivia, La Serena e Instituto Don Bosco de Punta Arenas.
Carolina Alfaro, rectora del Colegio Domingo Savio de San Ramón, sostiene que el establecimiento “inició con gratuidad en 2009, posterior a la gestión del P. Belarmino Sánchez, quien, dadas las dificultades económicas de la comunidad educativa de ese entonces, inició gestiones para contar con la Subvención Escolar Preferencial (2008). En ese momento la noticia fue sorpresiva para las familias, sin embargo, lo agradecieron”.
Enfatiza que “las familias tenían el temor de que la gratuidad impactara negativamente en la calidad educativa de la escuela, pero se percataron que las condiciones tanto de infraestructura como de excelencia académica se fueron desarrollando aún más, la matrícula aumentó y esto permitió que en 2015 se tuviera un nue-
vo edificio, que fue inaugurado por el Rector Mayor, P. Ángel Fernández Artime, en el marco de la celebración de los 200 años del nacimiento de nuestro santo patrono”.
Asegura que “dicha decisión permitió llegar a las familias más vulnerables de la comuna de San Ramón, dándoles la posibilidad de recibir una educación en valores católicos e integrales en la formación polivalente, pero principalmente técnico-profesional. Desde entonces el colegio ha duplicado su matrícula y se posiciona como un colegio referente en la comunidad”.
El P. Juan Miguel Cárcamo sostiene que “la opción por la gratuidad en los colegios salesianos, centrando la misión en las periferias, constituye un imperativo ético que tiene como fuente la dimensión eclesial samaritana y, como ha señalado el Papa Francisco, la necesidad de responder a una emergencia educativa que se hace patente en el mundo actual”.
Colegios salesianos en régimen de gratuidad
• Santo Domingo Savio de Alto Hospicio
• Don Bosco Calama
• Salesianos Copiapó
• Escuela Industrial San Ramón de La Serena
• Escuela Agrícola Salesiana Catemu
• Colegio Domingo Savio de San Ramón
• Centro Educativo Salesiano Talca
• Salesianos Linares
• Salesianos Concepción
• Instituto Salesiano de Valdivia
• Salesiano P. José Fernández de Puerto Montt
• Liceo Salesiano Mons. Fagnano de Puerto Natales
• Instituto Don Bosco Punta Arenas
El educador salesiano Jorge Aracena
lleva más de cuatro décadas dedicado al running, disciplina que hoy busca impartir en sus estudiantes. “Ayuda a la constancia, a manejar la fuerza de voluntad, conocerse a sí mismo y después, lo que uno aprende corriendo lo puede aplicar en la vida en general”.
La sierra de Chihuahua en México esconde un tesoro. En sus tierras nacen los mejores corredores del planeta, el pueblo Rarámuri o “los de los pies ligeros”, conocidos mundialmente por su resistencia corriendo distancias de cientos de kilómetros.
Una de ellas es Lorena Ramírez, quien en 2017 ganó el ultramaratón de los Cañones de Guachochi con solo 22 años. En menos de 13 horas recorrió 100 kilómetros. ¿Lo increíble? Ganó sin entrenar, con su traje tradicional y sandalias de plástico.
Fue tanta su popularidad, que en 2019 Netflix estrenó un documental sobre ella en el que expresó que mientras le dé el cuerpo, seguirá corriendo.
Jorge Aracena comparte la misma pasión por correr, profesor de lenguaje del Centro Educativo Salesianos Alameda, quien tuvo su primera carrera a los ocho años de edad. En la actualidad tiene 65, más de 400 carreras, miles de kilómetros en el cuerpo y un ritmo de entrenamiento de tres a cuatro veces por semana.
Su pasión por correr fue instantánea. En ese entonces era un estudiante que tenía clases de educación física en el Estadio Nacional. “Había un profesor que nos hacía atletismo y a mí me gustó desde un comienzo. Tuve espíritu competitivo desde pequeño”, expresa.
Su padre le pedía que lo acompañara a ver competencias, ya que trabajaba en la revista Estadio (1941-1982), lo que también ayudó a propiciar el amor por este deporte.
“Iba al estadio y me producía mucho gusto ver a los tipos corriendo y eso me motivó. Luego llegábamos a casa con mi hermano y nos imaginábamos como si estuviéramos en la pista del Estadio Nacional y dábamos vueltas y vueltas, y eso me encantó”.
Por el placer de correr
Explica que este deporte necesita regularidad y constancia, porque los resultados no son inmediatos, sino que a largo plazo. Aún recuerda lo que sintió la primera vez que participó de una competencia. “Debuté en una carrera nocturna. Lo que me impactó fue el gusto de ir entre la masa y el sonido del golpeteo de las zapatillas en el pavimento”.
Con el tiempo descubrió lo que especialistas definen como “efecto placebo”, que después de tanto correr, hormonalmente uno siente gusto y placer.
Admira a Edmundo Warnke, Omar Aguilar, Luis Nempo, Jorge Rojas, Ramón Sandoval, Jorge Grosser y Víctor Ríos, atletas chilenos “con mucha fuerza y coraje”, como los define Jorge.
El running le ha enseñado varias lecciones a nivel personal y profesional, principalmente a cultivar y fortalecer su motivación. “Los corredores de distancias largas tenemos que automotivarnos, sobre todo en la misma carrera, porque llega un momento en que la fatiga y el cansancio te atacan. Es fácil dar un paso al costado, vencerse y decir no puedo, pero jamás he abandonado una carrera”.
Jorge, además, sostiene que la práctica del deporte ayuda a mejorar características y hábitos, como el orden y disciplina. “Ayuda a la constancia, a manejar la fuerza de voluntad, conocerse a sí mismo y después, lo que uno aprende corriendo lo puede aplicar en la vida en general”.
Dicho aprendizaje intenta traspasar a sus estudiantes en el aula. Algunos se han motivado y han entrenado junto a él. Irónicamente, su pasión no llegó a contagiar a sus hijos. “Tenía ganas de que con lo aprendido, ojalá me naciera un hijo corredor, pero fracasé grandemente”, dice entre risas.
Para Don Bosco, las artes y el deporte eran actividades transformadoras en la vida de los niños y jóvenes, y Jorge Aracena opina igual que nuestro Padre Fundador. “Pienso que el deporte hace que los muchachos no caigan en tentación de malos pensamientos; el ocio siempre lleva a eso”.
Cuando la fatiga golpea el cuerpo en los últimos metros de la carrera, los corredores buscan algunas motivaciones para llegar al final. Jorge varias veces descansó en el Santo de la juventud. Le decía: “Don Bosco, dame fuerzas para llegar a la meta”.
Para él, la idea de Don Bosco atraviesa todo el campo educativo, “es una educación para la vida y para perseverar”.
Jorge lleva más de 40 años corriendo y hoy dice con orgullo que está en la categoría senior (mayores de 65 años). Una de sus metas es correr hasta los 70 y si puede más, quizás. Una zancada a la vez.
1. Usa ropa adecuada y zapatillas livianas.
2. Entrena sin engañarte. Proponte una distancia y cúmplela. Calienta siempre.
3. Ten una actitud deportiva en la semana y no postergues la salida por ningún motivo.
4. Entrena bajo cualquier condición climática, pues las carreras no se postergan nunca.
5. Una vez a la semana proponte una meta o trabajo muy exigente. Después de esto nada será imposible.
6. Durante la semana agrega un día como mínimo que contenga alguna longitud empinada, calle “cuesta arriba” o derechamente un cerro.
7. El día de la “carrera” no dejarse impresionar por nadie en el punto de partida. Primero, debes luchar contra ti mismo y después contra los “otros”.
8. La carrera siempre se termina. Si hay problemas debes “luchar” y no darte por vencido jamás.
9. El día anterior a la carrera toma mucho líquido y duerme una buena cantidad de horas. Intenta nutrirte bien y no comas exageradamente.
10. Realiza un “plan de carrera” que sea tuyo, personal, con varias alternativas. Suerte y... a correr.
Por Alejandro Manríquez y Karina Velarde, periodistas Este año, el Colegio Monseñor Fagnano de Puerto Natales continúa su misión educativa con la modalidad de animación de gestión laical, uniéndose a las obras escolares de Valdivia, Catemu, Calama y los colegios Oratorio Don Bosco y El Patrocinio de San José, de Santiago.
La corresponsabilidad en la misión salesiana se hizo realidad desde el inicio del Oratorio, en el que nuestro Padre Fundador buscó ayuda y apoyo entre sus conocidos e, incluso, en los mismos jóvenes.
Don Bosco confiaba plenamente en el poder transformador del amor del Señor y en la riqueza de vocaciones del Pueblo de Dios, por ello, encontramos en las Constituciones Salesianas (C 5) que él derivó “un vasto movimiento de personas que, de diferentes formas, trabajan por la salvación de la juventud”.
La modalidad de animación de gestión laical de algunas obras educativas de nuestra Congregación responde a un proceso de rediseño institucional que invita a Salesianos de Don Bosco (SDB) y laicos a seguir trabajando incansablemente por mantener vivo y presente el carisma salesiano en medio de los jóvenes.
El Proyecto Orgánico Inspectorial (POI), carta de navegación que guiará las opciones fundamentales de nuestra congregación hasta 2027, ha establecido entre sus prioridades la misión compartida entre los SDB y los laicos.
Su actualización es resultado de la evaluación del POI anterior (2016-2021), las reflexiones del Capítulo Inspectorial realizado en 2022 y viene a concretar el camino iniciado con el Capítulo General 28 (CGXXVIII) de 2020, que se preguntaba: ¿Qué salesianos para los jóvenes de hoy?
El documento postula que “hace varios años, nuestra forma de compartir la misión salesiana con los laicos se ha ido actualizando, modificando nuestras estructuras y relaciones pastorales. Ellos han asumido responsabilidades de gestión, de rectoría y de animación carismática en los colegios. Sabemos que iniciar este proceso no fue fácil, tuvo resistencias y nos exigió ir aprendiendo en medio del camino que se estaba realizando”.
Además, resalta la necesidad de formación, discernimiento y reflexión conjunta, la sistematización de los procesos de acompañamiento, profundización en la pedagogía del Sistema Preventivo y la búsqueda de nuevas formas de actualizarlo.
Vivir unos con otros
El Rector Mayor, P. Ángel Fernández, en su Aguinaldo 2023, “Como fermento en la familia humana de hoy”, acentúa el trabajo corresponsable entre salesianos y laicos y la dimensión laical de la Familia Salesiana.
“Para la Familia de Don Bosco quiere ser un mensaje que la espolee con fuerza a redescubrir su dimensión laical. Es una familia en la que todos estamos implicados y donde la gran mayoría de sus
miembros está constituida por laicos, hombres y mujeres, de un gran número de naciones de todos los continentes”.
Continúa: “Los consagrados en la Familia Salesiana estamos igualmente invitados a ser levadura en la masa del pan de la humanidad y a vivir unos con otros, dejándonos enriquecer por la laicidad evangélica de tantos hermanos y hermanas. Con ellos compartimos la mayor parte de los días”.
“Los salesianos no se han ido”
La primera obra salesiana en transitar a la modalidad de animación de gestión laical fue el Instituto Salesiano de Valdivia (ISV). En 2016 se concretó el cierre de la comunidad religiosa como parte del proyecto de rediseño y comenzaron en 2017 con uno de los desafíos más grandes en su historia: la rectoría dejaba de estar a cargo de un religioso y la asumía, por primera vez, un laico.
José Isert asumió la rectoría en 2017, misión que el entonces inspector de los Salesianos en Chile, P. Alberto Lorenzelli, catalogaba como “desafiante, de aprendizaje y de conversión”.
“Ese año hubo manifestaciones de algunos apoderados, que se entendían. Ellos insistían en que el instituto se terminaba. ‘¡Hasta aquí nomás llega el Salesianos!’, decían”, rememora José, actual representante legal de la institución educacional de la Región de Los Ríos.
“Quienes ya habíamos participado en la conducción del colegio desde hace tantos años, estábamos serenos. Antes ya habíamos escuchado las mismas expresiones. En 1981, cuando el ISV pasó de ser un colegio particular pagado a uno subvencionado, se escuchó lo mismo. Y, todo lo contrario, con los años el instituto creció y mejoró su calidad educacional”, agrega José Isert.
Carlos Hermosilla, actual rector del ISV, recuerda la respuesta que en 2016 dieron a los apoderados del colegio: “Los Salesianos
no se han ido, los Salesianos somos todos: apoderados, estudiantes, profesores… Todos formamos la Familia Salesiana, por lo tanto, debemos continuar con el carisma que hemos aprendido”.
Destaca que la congregación tomó con mucha responsabilidad la decisión de transitar hacia la gestión laical. “Siguió en manos de Salesianos, porque tanto el administrador, don Juan Gajardo; como don José Isert y yo somos salesianos cooperadores. El carisma se mantuvo. Se agradece la confianza que la congregación puso en nosotros”.
“Somos un colegio de tradición que por muchos años ha mantenido el sello de excelencia académica. Nos preocupamos no solo de la ciencia y el contenido, sino de entregar valores para cumplir lo que nos pide la congregación: formar buenos cristianos y honestos ciudadanos. Es una propuesta pedagógica, humana, evangelizadora y de mucha cercanía”, añade.
El Inspector de los Salesianos en Chile, P. Carlo Lira, comparte los sentimientos de Carlos y José. En diciembre de 2022 expresó que “vemos cómo esa presencia, sostenida por laicos comprometidos con el carisma, ha seguido sosteniéndose, animándose e, incluso, proyectándose y creciendo, y esperamos eso mismo para la obra salesiana en Puerto Natales”.
En el fin del mundo, pero no solos
El Liceo Monseñor Fagnano de Puerto Natales, que atiende a más de mil estudiantes, es la última obra en sumarse a la modalidad de gestión laical. La comunidad religiosa se retiró de la ciudad el 31 de enero de este año y el colegio continúa con el proyecto educativo pastoral salesiano.
En torno a esta decisión, el Provincial de los Salesianos en Chile, P. Carlo Lira, expresó que “en vista a las circunstancias, tenemos que adaptarnos a lo que podemos realizar y que es posible”.
Instituto Salesiano de Valdivia Liceo Monseñor Fagnano de Puerto NatalesRecalcó que “el carisma no se va, sino que sigue en el Colegio Monseñor Fagnano y en la ciudad, gracias a tantos laicos y laicas comprometidos con el proyecto salesiano. Además, seguiremos acompañando y animando desde el nivel central y Punta Arenas”.
El rector del liceo, Álex Contreras, recalca lo expresado por el inspector. “En ningún caso nos quedamos solos. No se corta el cordón umbilical con los Salesianos. Vamos a estar acompañados por el director de la comunidad en Punta Arenas, P. Pedro Carrera, y por el Departamento de Educación de la Inspectoría”.
“Además, tengo el apoyo de un equipo de más de 130 personas, responsables de las distintas áreas del colegio. Todos abordamos este paso con confianza y madurez. Seremos garantes de que cada actividad, cada hito importante de la comunidad educativa pastoral salesiana siga el sendero de siempre”, añade Álex.
Para el rector existen, a lo menos, dos desafíos relevantes para este año: el retorno a la jornada escolar completa y la vinculación con los apoderados. Esto último para enfrentar el ausentismo estudiantil.
“Tenemos preparadas acciones para reenganchar con los apoderados y que eso, obviamente, tenga impacto en que nuestros niños vuelvan a clases. Además, regresamos a la jornada normal extensa luego de un año de transición”.
En lo personal, también implica un desafío, asegura. “Trabajé todo 2022 con el director, P. Héctor Vásquez, y eso fue clave. Su acompañamiento me fue fogueando para tomar las mejores decisiones y proyectarnos en conjunto con una comunidad educativa madura”.
Concluye: “Vamos a comenzar el año con toda la fe, ganas y con la confianza en Dios de que las cosas van a salir bien. Y cuando sean difíciles, estará este cuerpo docente y administrativo detrás, que es gigante. Además, pese a que estamos literalmente en el fin del mundo, la congregación no nos deja solos”.
Carlos Hermosilla y José Isert, quienes conocen en primera persona el gran desafío de animar una comunidad educativa pastoral salesiana, envían un esperanzador mensaje a la comunidad de Puerto Natales.
“Yo le diría a la comunidad de Puerto Natales que tenga confianza. Porque antes de tomar una decisión, la congregación ha hecho un largo estudio y saben que a quienes dejan a cargo son personas que van a continuar con el carisma. Además, van a contar siempre con el apoyo del gobierno central”, expresó Carlos Hermosilla.
José Isert invita a los hermanos de Puerto Natales a tener esperanza, “pero no una esperanza corta, una profunda en las promesas que nos hizo Jesucristo y en las cuales confiamos plenamente. Los llamo a mantenerse con principios fuertemente enraizados en el Evangelio”.
Y que estén atentos, como Samuel, aquel muchachito de la Biblia, que decía: ‘Habla, Señor, que tu siervo escucha’. A los amigos y hermanos de Puerto Natales les decimos que van a contar ciertamente con nuestra oración. Sabemos que les va a ir bien, porque no estarán solos: Don Bosco, María Auxiliadora y Dios mismo, en su trinidad, van a estar con ellos”.
Don Bosco Calama
• Estudiantes: 1.035
• Modalidad: mixta
• Ciclos de enseñanza: educación básica 7° y 8° y media Técnico-Profesional
• Rector: Johnny Ascencio
• Representante legal: P. Héctor Vásquez
Escuela Agrícola de Catemu
• Estudiantes: 348
• Modalidad: mixta e internado
• Ciclos de enseñanza: educación básica, media Científico Humanista y TécnicoProfesional Agrícola
• Rectora: Nataly Araya
• Representante legal: P. Roberto Pozas
Oratorio Don Bosco
• Estudiantes: 1.204
• Modalidad: mixta
• Ciclos de enseñanza: educación básica y media Científico Humanista
• Rector: Álvaro Montecinos
• Representante legal: P. Bernardo García.
El Patrocinio de San José
• Estudiantes: 1.084
• Modalidad: varones
• Ciclos de enseñanza: educación prebásica, básica y media Científico Humanista
• Rector: Luis Alvarado
• Representante legal: P. José Toledo
Instituto Salesiano de Valdivia
• Estudiantes: 1.172
• Modalidad: varones
• Ciclos de enseñanza: educación prebásica, básica y media Científico Humanista
• Rector: Carlos Hermosilla
• Representante legal: José Isert
Liceo Monseñor Fagnano
• Estudiantes: 1.074
• Modalidad: mixta
• Ciclos de enseñanza: educación prebásica, básica y media Científico Humanista
• Rector: Álex Contreras
• Representante legal: P. Pedro Carrera
Las redes sociales se han convertido en parte importante de la cultura global. De hecho, estas son usadas por el 59% de la población mundial, quienes les dedican dos horas y 29 minutos al día, en promedio. En la amplia variedad de alternativas, una aplicación que ha ganado terreno últimamente es BeReal.
¿De qué se trata?
BeReal es una aplicación de fotografía lanzada en diciembre de 2019 que, a diferencia de las más populares, como Instagram o TikTok, propone la autenticidad de las personas como motivación, por lo que no cuenta con filtros y herramientas para retocar las imágenes.
Su autodescripción señala: “Es la primera plataforma espontánea e impredecible donde compartir, una vez al día, tus momentos más auténticos con tus amigos a través de tus fotos”.
Y, efectivamente, todos los días, a una hora al azar, recibes una notificación que te pide tomar una foto de lo que está ocurriendo en ese mismo momento, y cuentas con dos minutos para realizarla. El celular obtiene una captura de la cámara trasera y otra de la frontal, por lo tanto, se publicará lo que ves y cómo luces en ese momento.
Solo tras publicar tu fotografía podrás ver las de tus amistades y todas expiran tras 24 horas. La idea es que sea lo más inmediato posible, por lo que si tardas más del tiempo establecido, la aplicación te deja en evidencia.
Catalina Tapia es periodista, tiene 25 años y usa BeReal desde septiembre de 2022. Dice que le gusta porque no tiene la presión de subir una foto editada y, además, es fácil de usar. Eso sí, tal como otros usuarios, tiene pocos amigos en la aplicación.
“Yo solo tengo 25 contactos, porque esta red social es para tus más cercanos, ya que la notificación te puede llegar en cualquier momento y puedes estar literalmente en la nada, pero si quieres ver las fotos de los demás, lo tienes que subir no más”, explica Catalina.
“Creo que es una app que ayuda mucho a mostrar la propia vulnerabilidad, que es algo que no todas las redes sociales han podido lograr, porque sabes que probablemente no vas a salir bien en la foto, entonces estás siendo real, creo que eso lo hace muy entretenido”, finaliza.
Silenciosa bomba de tiempo
La pandemia aceleró la digitalización, pero también aumentó las horas que pasamos en los dispositivos consumiendo contenidos, lo que no siempre es beneficioso para nuestra salud mental.
Un estudio realizado por la Universidad Tecnológica de Sydney demostró que existe casi medio centenar de efectos dañinos que genera el uso excesivo de redes sociales y aparatos electrónicos. Entre ellos se menciona la frustración, confusión, insomnio, estrés, ansiedad, baja autoestima, distracción en el trabajo y estudio, aislamiento, bajo rendimiento y desinterés por otros pilares de la vida.
Según la investigación “Barómetro del Bienestar Digital”, un 80% de las personas que usa redes sociales en Chile recibió mensajes de odio; por otra parte, un análisis efectuado en Reino Unido indicó a TikTok como una vía de acceso rápido a contenidos relacionados con trastornos alimenticios y suicidio.
Si a esto se suma la gran cantidad de contenido que afecta la autoestima, como las vidas idealizadas de influencers con
lujos, cuerpos hegemónicamente “perfectos”, filtros que “deforman” el rostro para mostrarse cómo “debería ser” y el alto nivel de consumo de estos contenidos, la situación se vuelve preocupante.
Esto lo enfatiza la psicóloga Katherine Ossa (@ps.katherineossa): “En consulta, resulta ser un tema recurrente la insatisfacción de perseguir ideales, apuntar a la perfección y tender a la adicción de controlarlo todo. Las redes sociales hoy cumplen un rol movilizador de cuadros ansiosos, vacíos existenciales, distorsión de la imagen, pensamientos intrusivos, entre muchos otros”.
Explica que perseguir ideales inalcanzables en toda etapa de nuestra vida moviliza emociones aversivas y de insatisfacción constantes, más aún en niños y adolescentes, dado que su desarrollo cognitivo y afectivo aún no alcanza la madurez esperada en la etapa adulta.
“Los niños, niñas y adolescentes no logran ser capaces de discriminar y diferenciar la sobreestimulación a la que están expuestos, llevándolos muchas veces a desarrollar conductas poco saludables para sentirse parte del entorno en el que se desenvuelven y así recibir la validación y valoración positiva supeditada a las apariencias y el ideal de perfección”, cierra.
La recomendación es implementar hábitos de consumo responsable con el celular y las pantallas. Y respecto a los niños y adolescentes: estar al tanto de lo que consumen en internet y guiarlos respecto del contenido, tener aplicaciones de control parental, establecer horarios para su uso y evitar las pantallas al menos una hora antes de dormir.
El cardenal Raúl Silva Henríquez no solo fue un teólogo ejemplar que supo leer pastoralmente los signos de los tiempos, sino que encarnó, vivificó y le dio sentido a su obra como pastor de la Iglesia chilena desde los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.
El cardenal aplicó en sus acciones, enseñanzas, principios, valores, metodologías de discernimiento y una iluminadora manera evangélica de aproximarse a la realidad y cultura del contexto nacional en pos de la dignidad humana y el desarrollo solidario del país.
La Universidad Católica Silva Henríquez (UCSH) asume el legado del cardenal, el que se traduce en un compromiso por una formación de calidad para la juventud del país, que se despliega mediante una docencia, investigación, innovación y vinculación con el medio que aportan al desarrollo humano integral.
La UCSH considera la educación, juventud y desarrollo humano como tres coordenadas esenciales, distinguibles y complementarias que brotan del dinamismo evangelizador de la Iglesia y del carisma salesiano según el Sistema Preventivo Salesiano propuesto por Don Bosco.
La formación integral es el medio y fin de todo el quehacer universitario, ya que significa la promoción de la dignidad de la persona humana; los jóvenes son los interlocutores predilectos de nuestra misión, centro del trabajo y horizonte del proyecto institucional, y el desarrollo humano significa trabajar por una transformación de las estructuras de injusticia para la construcción de una sociedad solidaria y fraterna.
El sello institucional, además, hunde sus raíces en el ideario del cardenal Raúl Silva Henríquez, que se fundamenta en los cinco principios esenciales del “Sueño de Chile”: respeto, dignidad, solidaridad, amor y fe.
El respeto es la base de la dignidad de toda persona que solidariamente ama y comparte su fe en Cristo. En clara coincidencia espiritual, teológica y filosófica con los principios de la Doctrina Social de la Iglesia y el carisma salesiano; el cardenal encarna sus principios originarios, a saber, Dios como “principio teológico”, pues es la realidad primera, suprema y principio originario de la acción creadora y providente.
Los principios secundarios de la Doctrina Social de la Iglesia hacen referencia directa al “Sueño de Chile”. El significado y unidad refiere al principio de dignidad de la persona como el principio que organiza y determina las estructuras sociales, políticas y económicas en virtud de la promoción y desarrollo integral y solidario de la persona humana.
El otro principio secundario, el del bien común, abarca las condiciones para un verdadero desarrollo humano global, que no es posible alcanzar sin otro principio que es el de la solidaridad, como determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común como una virtud individual y colectiva de corresponsabilidad.
Esta solidaridad se funda en otro principio, que es el del destino universal de los bienes como sentido final, es decir, compartir solidariamente para establecer condiciones dignas para todas las personas, y finalmente, el principio de subsidiariedad, complemento perfecto de la solidaridad y custodio de la justicia y caridad para mejorar las condiciones de vida de todas y todos.
Por P. Víctor Mora, presidente Fundación Don Bosco Resignificar y ser luz para otros es el camino a recorrer, ya que solo Dios puede transformar nuestras vidas y las de los más vulnerables.
Hace un par de años que he sido enviado a trabajar en Fundación Don Bosco (FDB), obra social de la Congregación Salesiana que busca acompañar el desarrollo humano de las personas que viven en situación de vulnerabilidad y exclusión, desde la perspectiva eclesial y carisma salesiano.
A través de programas educativos se promueve el ejercicio de los derechos, se aborda un sistema de rehabilitación e integración social que tiene al centro a los jóvenes en situación de pobreza y alta vulnerabilidad.
Las carencias que sufren las personas consideran diversas dimensiones, las que son observadas para implementar cambios que impacten a mediano y largo plazo, pues olvidamos que la pobreza en sí misma es un acto de violencia, que se debe cuestionar y entender no solo como la falta de lo material, sino también como escasez de afecto, amor, oportunidades, sueños, de Dios y de herramientas para enfrentar la vida.
La pobreza es, sobre todo, un problema de derechos humanos, educación, salud, trabajo, seguridad social, vivienda y calidad de vida en general. Como salesianos debemos dar respuesta a las necesidades de los jóvenes que son el grupo humano más delicado de la sociedad y, desde FDB, acompañamos a los niños y niñas a salir de situaciones adversas.
Una investigación realizada por Radio Bío Bío en 2021 reveló que en los últimos cinco años más de 49 mil jóvenes fueron condenados por delitos de alta gravedad, que van desde robos a homicidios. Además, durante 2022, según consignó el Centro de Estudios del Mineduc, 50.529 estudiantes abandonaron el sistema escolar.
Para enfrentar esta situación, en FDB se cruzan dos enfoques, el control punitivo y el preventivo. El primero busca penalizar el delito, que tiene impacto comunicacional con medidas de corto plazo, pero, como sugieren diversas investigaciones, no es lo más efectivo.
El enfoque preventivo, en cambio, apunta a enfrentar la delincuencia juvenil con una mirada integral, sin embargo, como no genera impacto mediático y sus resultados son a mediano y largo plazo, no es usualmente elegido por la autoridad y sociedad civil, aunque expertos concuerdan en sus efectos positivos.
Basados en el Sistema Preventivo de Don Bosco, buscamos acciones que actúen en la trayectoria de vida de forma temprana, es decir, antes de que se cometa el primer delito, implementando prácticas en el contexto comunitario donde habitan los niños, niñas y adolescentes en alto riesgo, sobre todo cuando están fuera de entes protectores como la escuela. De esta manera, se interviene previo a la influencia de pares y adultos involucrados en delitos en un momento crítico de la formación de la personalidad.
Amor e intervención Como religioso, constantemente me pregunto sobre las respuestas que damos para aportar más a los niños y jóvenes pobres que han sido excluidos de oportunidades que, como sociedad, debiéramos entregarles ya, dado que la exclusión tensiona sus interacciones y relaciones, creando dolor y resentimiento.
Lograremos terminar la condición de calle de los niños asegurando la resignificación de sus vidas. En cada centro de FDB, los jóvenes reciben apoyo psicológico, cubren sus necesidades básicas y cuentan con asistencia social y judicial, lo que se refuerza con talleres de habilidades y educación, pero, por sobre todo, encuentran un lugar de afecto, protección y seguridad.
Con certeza pienso que quienes hemos conocido y experimentado el amor de Dios en nuestras vidas, podemos ayudar a otros a ser felices, si es que realmente lo estamos. Ser luz para otros es el camino a recorrer, ya que solo Dios puede transformar nuestras vidas y las de los más vulnerables.
Cumpliendo con el objetivo de fomentar el desarrollo comunitario entre los jóvenes y la misión de ser una escuela que acoge, el Liceo Manuel Arriarán Barros de La Cisterna ha mejorado diversos espacios próximo a su 80º aniversario.
La implementación de multicanchas, camarines, espacios de esparcimiento y un mural en homenaje al Sistema Preventivo refuerzan el compromiso constante con el desarrollo integral de los estudiantes, quienes ahora contarán con mejores lugares para compartir experiencias y el carisma salesiano.
A partir de 2023, seis establecimientos de nuestra Red de Escuelas Salesianas tendrán nuevos rectores laicos, los que se encargarán de la animación educativa y pastoral con el sello del sistema preventivo en la formación de buenos cristianos y honestos ciudadanos. Ellos son:
• Johnny Ascencio, en el Colegio Don Bosco de Calama. Es profesor de Educación Media en Castellano de la Universidad de Chile y magíster en Dirección y Liderazgo para la Gestión Educacional de la Universidad Andrés Bello. Llega del Colegio Nuestra Señora de Ayquina de la misma ciudad, donde ya desempeñó ese rol.
• Judith Álvarez, al Instituto Don Bosco de Punta Arenas. Es profesora de Pedagogía General Básica, con postítulo en Educación Matemática y diplomado en Gestión Directiva en Organizaciones Escolares. Llega procedente del Colegio Portales de La Florida, donde ejerció como jefa de Unidad Técnica Pedagógica.
• Daniela Navarro, al Colegio Salesiano de Valparaíso. Es profesora de Educación Física y magíster en Educación con mención en Evaluación Educacional de la Universidad de Playa Ancha. Se ha desempeñado como administradora pedagógica en la Corporación Educacional del Arzobispado de Santiago y jefa de la Unidad Técnica Pedagógica del Departamento de Educación de la Ilustre Municipalidad de Recoleta.
• Álvaro Montecinos, al colegio Oratorio Don Bosco. Es profesor de Historia y Geografía de la Universidad de Santiago de Chile y magíster en Gestión de la misma casa de estudios. Llega procedente de la Escuela Primitiva Echeverría de Renca, donde ejerció el rol de director.
• Fernanda Valdés, a la Escuela Industrial de La Serena. Es educadora de la Universidad de La Serena, con tres diplomados y un magíster en Dirección y Liderazgo para la Gestión Educacional de la Universidad Andrés Bello, Campus Concepción.
• Leonardo Moraga, en el colegio Santo Domingo Savio de Alto Hospicio. Egresó del colegio salesiano de Concepción. Hasta enero de 2023 se desempeñó como asesor de Ambiente y Apoyo del Equipo Inspectorial de Educación de nuestra congregación en el nivel central.
*De izquierda a derecha, en el mismo orden de la foto.
Fortalecer el trabajo en red
Los seis nuevos rectores participaron de la jornada de inducción organizada por el Equipo Inspectorial de Pastoral Juvenil y Departamento de Educación, previo a asumir sus roles en los colegios.
Recibieron la bienvenida a cargo del provincial de los Salesianos en Chile, P. Carlo Lira, quien les expresó que la educación fue la herramienta fundamental que Don Bosco tuvo para volver a encauzar la vida de los jóvenes de las calles de Turín, restituyendo su dignidad como personas.
“Para nosotros no es solo una vocación profesional, sino que es una vocación de vida. La invitación que les hago desde el primer minuto es a involucrarse, no solo profesionalmente, sino también vocacionalmente”. Añadió que “lo ideal, para mí, es que un rector de un colegio sea alguien que carismáticamente comparta nuestra misión”.
El trabajo entre los rectores estuvo enfocado en analizar conjuntamente los tópicos más relevantes relacionados con las familias y la relación con las escuelas de la red salesiana, para favorecer su adhesión al Proyecto Educativo Pastoral Salesiano (PEPS).
Además, vivieron momentos formativos de la cultura institucional y canales de comunicación interna, útiles para acompañar a los nuevos rectores en el proceso de incorporación y conocimiento de sus nuevos cargos y colegios.
Tras cuatro décadas de fiel servicio como educadora salesiana, Enriqueta Villalobos deja el Colegio de La Serena para comenzar una nueva etapa en su vida.
La historia de Enriqueta en la Escuela Salesiana de La Serena se remonta a la década de los 80, tiempo en que comenzó una relación marcada por la Providencia de Dios, la protección de María Auxiliadora y la presencia de Don Bosco.
Enriqueta Eugenia Villalobos Castillo nació en Ovalle el 10 de diciembre de 1957. Hija única del matrimonio de Enrique Villalobos y Francisca Castillo, sus amigos le dicen “Ketty”, apodo otorgado por su padre, que la molestaba con los tallarines Lucchetti.
Le encantan las plantas, especialmente los helechos, los cuales colecciona en su casa. Las entrevistas la ponen nerviosa y, aun así, nos recibe en su despacho, lugar que graciosamente bautizó como “OIRS”, Oficina de Información, Reclamos y Sugerencias.
El último tiempo ha sido de intensas emociones, pues deja lo que para ella es “su segundo hogar”.
Llegó al colegio en 1980, cuando aún no terminaba la universidad, con solo algunas horas. Luego le ofrecieron el cargo de la biblioteca y jefatura de curso.
En 1990 llegó a la Unidad Técnica Pedagógica y en 2012 a la rectoría, convirtiéndose en la primera rectora laica del colegio.
Casi 43 años al servicio de la educación de niños y jóvenes de la Región de Coquimbo, que constituyen más de un tercio de los 122 años de historia de la casa salesiana, fecunda trayectoria en la que compartió con 12 directores.
Educadora pastora
No imaginaba ser profesora, porque quería estudiar Servicio Social, pero su vocación nació en el colegio salesiano. La cautivó el ambiente de familia.
“La vinculación que tenían los sacerdotes, profesores y estudiantes era de mucho compartir. Éramos tan jóvenes en aquella época. Jugabamos vóleibol, básquetbol, tenis de mesa, canturreábamos. Era como llegar a una casa de familia en la que todos te conocen y eso te va cautivando”.
Recalca que “el trabajar en un colegio salesiano es un servicio, no importa qué hagas, siempre hay que considerar que hay un bien superior que es el de los chicos. Se hace todo con ganas, se entrega lo mejor, se trabaja con responsabilidad”.
No sabía nada de Don Bosco cuando cruzó por primera vez las puertas de la escuela, pero con el tiempo entendió que el Santo de la Juventud siempre la acompañó.
Llevaba dos años trabajando como profesora de historia cuando se percató de una imagen en el dormitorio de sus padres. Era una foto de Don Bosco con nombre en italiano, que luego mantuvo en su escritorio del colegio.
Hasta pronto
Tras partir del colegio, se ve emocionada y con una mezcla de sentimientos. “Por un lado siento tranquilidad, hice lo mejor que pude, di mi vida, así que misión cumplida. Tristeza por los amigos que dejo, pero también alegría por la nueva etapa que comienzo. ¡Tantos años y anécdotas con estudiantes y profesores!”.
Invita a toda la comunidad educativa pastoral a seguir trabajando incansablemente por mantener la larga historia del colegio, que no es indiferente en la ciudad.
“Los profesores que están acá, están por vocación, y los estudiantes también saben quiénes trabajan por, para y con ellos. Estoy muy convencida de que formando buenos cristianos y honestos ciudadanos tendremos muchos logros con los estudiantes. Solo hay que creer en ellos”.
Por último, envía un mensaje a los estudiantes, razón de ser de la misión educativa salesiana.
“Lleven su uniforme e insignia con orgullo. Tienen que ser testimonio de estar en un colegio católico, porque no llegaron acá al azar, llegaron porque la Auxiliadora los trajo, igual que a mí”.
Mujer alegre, sencilla, simpática, profunda y cercana. De gran corazón y vocación, que amaba lo que hacía, plena de carisma, cariño, humor y ternura.
Nació en Linares el 14 de febrero de 1934. Hija de Pascual y Elcira, fue la segunda de 11 hermanos. Conoció a temprana edad a las Hijas de María Auxiliadora en su ciudad natal.
Ingresó al postulantado en 1951. En 1952 fue admitida al noviciado y el 2 de febrero de 1954 realizó su primera profesión. Se tituló como profesora de Historia y Geografía y Ciencias Sociales en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Desarrolló su servicio pastoral a través de la animación de grupos de la Familia Salesiana, como la unión de exalumnas y comunidad de Salesianos Cooperadores en Talca y Puerto Montt.
Fue profesora y consejera escolar en Iquique, Valdivia, Talca, Punta Arenas, Los Andes, Valparaíso, Santa Cruz y Santiago.
Fue directora de comunidad en Talca, Puerto Montt, Iquique, Santa Cruz, Linares, Casa de Retiro Sagrado Corazón y la Casa de Salud S. María D. Mazzarello.
Sor Eliana retornó a la casa del Padre el 9 de enero de 2023, a los 88 años de edad y 68 de vida consagrada.
Mujer de gran voluntad, fuerza interior y gran compromiso social. De carácter decidido y obstinado.
Nació en Rauco, Curicó, el 4 de diciembre de 1934. Hija de José Vitalicio, empleado de ferrocarriles, y María Ignelia, dueña de casa. Fue la segunda de 10 hermanos.
A los 16 años sintió que el Señor la llamaba a consagrar su vida. A través de sus lecturas supo de la existencia de las Hijas de María Auxiliadora y las buscó hasta encontrarlas.
Realizó su primera profesión el 2 de febrero de 1955 y los votos perpetuos el 24 de enero de 1961.
Se desempeñó como catequista, profesora, ayudante de ecónoma, consejera escolar, encargada de pastoral, asesora del Movimiento Juvenil Salesiano Kayros, responsable de la enfermería, consejera y vicaria de la comunidad.
Desde 1994 hasta 2016 llevó adelante con gran diligencia, abnegación, cariño y maternidad la coordinación de los servicios de salud para las hermanas que requerían de atención médica.
Perteneció a las comunidades Santa Teresita de Talca, El Centenario de Santiago, Liceo José Miguel Infante, María Auxiliadora de Santiago, Viña del Mar, Valparaíso, Laura Vicuña de San Joaquín y La Cisterna, Escuela Don Bosco, Casa de Retiro Sagrado Corazón, Casa Inspectorial María Auxiliadora y Casa de Salud S. María D. Mazzarello.
El Señor la llamó a su encuentro el 6 de enero del 2023, a los 88 años de edad y 67 de vida consagrada.
Por Karina Velarde, periodista
El Consejero Regional para América Cono Sur se encuentra en nuestro país, enviado por el Rector
Mayor, para visitar las presencias y obras salesianas de nuestra congregación en Chile.
El P. Gabriel Romero conoció la espiritualidad de Don Bosco en el colegio salesiano de San Miguel de Tucumán, su ciudad natal. Allí, por años, fue animador de un grupo juvenil y sintió el llamado de Dios al sacerdocio.
“Sentí profundamente que el Señor me pedía ensanchar el corazón y entregarlo a muchos”, confesó en una entrevista a InfoAns en 2020.
Trabajar en comunidad
Realizó su formación y fue inspector de la Inspectoría de Argentina Norte. En 2020 fue convocado al Capítulo General 28 (CG28), donde fue elegido Consejero Regional para América Cono Sur.
Comenta que fue una experiencia “muy linda e interesante, que planteó los objetivos que el Rector Mayor dejó para la congregación y que en todas las inspectorías comenzamos a trabajar”.
Su principal responsabilidad es animar la misión salesiana en las inspectorías de Brasil (6), Argentina (2), Uruguay (1), Paraguay (1) y Chile (1).
Señala que los principales desafíos en nuestra región son la pastoral vocacional y cómo hacer explícita la propuesta a los jóvenes que sintonizan, viven y gozan la espiritualidad salesiana, junto con consolidar aún más nuestra vida de familia.
“Pienso que la región del Cono Sur es una de las que más han caminado en confiar responsabilidades de gestión a tantos laicos en nuestras obras, trabajar juntos y armar equipos. Creo que es el camino en que la Iglesia nos está orientando. Un trabajo menos individualista y más comunitario”.
Unidos por un puente
Su presencia en Chile se debe a su visita extraordinaria, con la que busca conocer nuestra realidad. Define su servicio como “un puente entre la región, el Rector Mayor y el Consejo General”.
Para quienes no están familiarizados con el término, el P. Gabriel lo explica con claridad. “La visita se trata de conocer cómo viven y trabajan los salesianos en conjunto con los laicos, jóvenes animadores y grupos de la Familia Salesiana presentes en la Inspectoría. Se trata de escuchar la voz, necesidades e historias de las personas, valorar lo bueno y sugerir algunas líneas o caminos para el futuro”.
Uno de sus objetivos es dar a conocer el espíritu del CG 28, encuentro a nivel mundial que profundizó en la identidad de los salesianos consagrados, y que sirvió para intensificar el acompañamiento juvenil a través de una mayor presencia entre los jóvenes y la vinculación entre religiosos y laicos en la misión compartida.
Dar testimonio
Durante marzo, abril y mayo recorrerá nuestra Inspectoría, comenzando con la presencia salesiana de Magallanes y concluyendo con la comunidad educativa pastoral de El Patrocinio de San José, en Santiago. Se reunirá y conversará con los hermanos consagrados, laicos corresponsables de misión, comunidades locales y organismos de animación y servicio.
Envía un mensaje a la Familia Salesiana de Chile: “Quisiera agradecer la variedad y pluralidad de los grupos de la Familia Salesiana en este país. Es una gracia de Dios y un trabajo de tantos laicos y salesianos que colaboraron para que estos grupos crezcan”.
“Los animo a seguir trabajando más como familia en las consultas y encuentros. Estos son espacios que alimentan nuestra vida y nos hace muy bien sentir que somos familia, que no estamos solos, sino que todos sintonizamos con este carisma que nos regaló Dios en Don Bosco”, agrega.
Su invitación es a ser justamente ese fermento que Don Bosco pensó. “Que en distintos lugares entreguen su testimonio como salesianos en cuanto al buen trato con los demás, que sonríe, ayuda y se compromete con los jóvenes más pobres”.
Con el Aguinaldo de este año, el Rector Mayor nos ofrece la oportunidad de conocer mejor el corazón de Don Bosco. Da en el blanco de una intuición generadora del carisma salesiano, un rasgo profundo y profético que caracterizó su aporte a la humanidad y particularmente a la Iglesia.
La metáfora de la levadura reside en su principio transformador, ya que se compone de una gran cantidad de microorganismos vivos que, al integrarse con la masa inerte, producen el efecto de fermentación que cambia el estado inicial del producto.
“Yo siempre tuve necesidad de todos”, es quizá la frase de Don Bosco que resume su vida y acción apostólica, y nace de un principio evangélico que lo anima desde su yo más profundo y desde la escucha atenta del Espíritu Santo: la necesidad de unir fuerzas, la unidad. “Padre, que todos sean uno, para que el mundo crea” (Juan 17, 21).
Don Bosco nunca trabajó solo. Su experiencia y vocación lo llevaron a unir fuerzas con otros para hacer el bien. Creía que la unidad de personas con buenas intenciones era como una cuerda fuerte compuesta por muchos hilos cohesionados. Esta unidad tiene el poder transformador de la masa, como la levadura.
Para rescatar a la juventud, “la porción más valiosa y delicada de la sociedad”, Don Bosco buscó crear un movimiento compuesto por personas de diversos estados y condiciones, para unirlas en un compromiso de vida y trabajo.
Si nos remontamos a los orígenes de la Congregación Salesiana, podemos observar que comenzó su labor con los oratorios, en los que convocaba a laicos, sacerdotes, hombres y mujeres colaboradores, asignándoles alguna tarea con los jóvenes más necesitados.
Inicialmente fundó una "congregación" que era más un grupo o asociación que un instituto de consagrados, integrada por lai-
cos y sacerdotes colaboradores. Luego de las dificultades de 1852 comenzó a organizar lo que denomina una “segunda familia” de consagrados, justamente más unidos en la misión por la fuerza de los votos. Ambos organismos permanecieron unidos en una especie de “Congregación mixta”, hasta que la rama laical encuentra su expresión de continuidad en la fundación de los “Cooperadores Salesianos”, en 1876.
Toda una novedad: “Los salesianos externos”
En las Constituciones de La Pía Sociedad de San Francisco de Sales (SDB) redactadas por él en 1860 y hasta la versión de 1873, en la que la Santa Sede le obliga a quitarlo, incluyó un capítulo sobre “Los salesianos externos” que decía: “Cualquier persona, incluso aquella que vive en el mundo, en su propia casa, en el seno de su familia, puede pertenecer a esta sociedad”.
Expresa así claramente su deseo de integrar en un gran movimiento a los convocados a ser levadura en la salvación de la juventud pobre y necesitada. En todo momento busca expresamente “la unidad de disciplina, espíritu y organización” de esta energía de personas, siendo él mismo el referente para todos y encontrando siempre la confirmación de la Iglesia en la bendición del Papa que garantiza la unidad.
Laicidad de María
En la comprensión de este aspecto esencial del carisma y del itinerario formativo del mismo Don Bosco, es fundamental la acción formadora de María, “la maestra”, que colabora con el Espíritu Santo en la construcción de su corazón. Ella, sin duda, aporta singularmente los rasgos de su ser mujer, madre y laica. Esta “laicidad mariana” teje la trama del estilo novedoso de su obra, transformándose en una dimensión identitaria del mismo carisma.
Para Don Bosco, la inclusión y colaboración de los laicos en su misión no fue una estrategia de conveniencia, sino una característica fundamental y siempre presente en su obra. Todos los miembros de la Familia Salesiana, comprometidos en diferentes tareas, trabajan juntos como fermento para transformar la humanidad y hacer un verdadero pan de vida para los jóvenes.
“El reino de Dios es semejante a la levadura que una mujer tomó y metió en tres medidas de harina, hasta que todo fermentó» (Lc 13,20-21).
El 2016, Germán Garmendia abrió una puerta que, sin querer, cambiaría el escenario literario en Chile. El youtuber más famoso del país dio un paso más en su diversificación de contenidos y se lanzó con su primer libro. La crítica lo trató de "trivial", pero... ¿su éxito se basó alguna vez en la profundidad? No. En los primeros 10 meses, "Chupaelperro" vendió 47 mil copias, poco menos que lo último de Isabel Allende.
La cara de "HolaSoyGerman", hoy de 32 años, calcó la idea de otros personajes mundiales de internet, como El Rubius, Robleis, Mickecrack o Mónica Morán. Le fue tan bien, que el 2018 se animó con "Di Hola", donde ya no hablaba de su vida ni cómo llegó a ser quién es. Intentó con una novela, que tuvo ventas bastante menores. La gente quiere saber cosas personales de estos rostros que ve cocinando, cantando, tomando sol. Saber de su día a día y punto.
Así lo entendió Ignacia Antonia, que a sus 21 años ya ha publicado cuatro libros. Tiene 27 millones de seguidores en TikTok, el sueño de cualquier editorial. Compradores seguros. Compradores que no les interesa mucho qué escribe mientras lo escriba ella. Si en la tapa va su nombre, es éxito seguro. ¿Y de qué habla? De su niñez, de sus problemas de adolescente, de cómo logró la fama, de que rompió con su novio y de que es famosa, pero una persona común y corriente.
Y si para los escritores más puristas siempre ha sido complicado publicar, para estos chicos es todo lo contrario. No los avala la calidad literaria, sino el número de seguidores. Bueno, así se maneja el mundo actual a todo nivel. Si no, pregúntenle a Carmen Castillo, la chica detrás de "Weona tú podí" y las 321 páginas de "Brilla weona, brilla". Bombazo de ventas, punto ganador para Editorial Planeta. De "Carmen Tuitera" a escritora top. Y como dijo Ignacia Antonia: "Escribo un libro en cuatro meses".
Después de Germán vinieron los libros de Hemes, Valentina Villagra, David Montoya y hubo escritores que aseguraban que este fenómeno duraría poco. Un error, lo mismo decían del reggaetón. Solo en el rubro de la cocina, son un éxito los textos de Connie Achurra, Daniela Castro, Sweet Fran y el "Todos podemos cocinar", de Paulina Briones. También la rompen Aldo y Rodrigo, que saltaron del blog a lanzar "Secretos del Decorador". Estos últimos, influencers con mayor experiencia en el tema a escribir.
Este nuevo escenario plantea muchas preguntas. ¿El escritor de hoy necesita un público ganado previamente? ¿Debe saber venderse aunque le cargue esa palabra? Para las editoriales resulta más calado aventurarse con el "Like" publicado por Karol Dance o los libros de Tati Fernández, la bailarina de Puchuncaví que tiene 12 millones de seguidores en TikTok. El influencer gana prestigio al publicar, y la editorial, muchísimo dinero.
Por otra parte, es una puerta abierta. Que "cualquiera" pueda publicar o sacar un álbum siempre es positivo. Porque si se vende es porque existe una necesidad del otro lado. Vaitiare Alarcón se hizo famosa maquillando desde La Pintana y se animó escribiendo "Mírame", Antonia Larraín arremetió con "Cuerpo sin vergüenza" para gente de tallas más grandes y el joven tiktokero Martín Rompeltien, de solo 18 años, vendió mucho con "Tin, no soy un influencer".
Se equivocaron quienes creían que sería una moda pasajera, pero tampoco es para que los escritores de la vieja escuela junten miedo. Hay público para todos. Los jóvenes y adolescentes están en una etapa de búsqueda y, más allá de qué lean, siempre es bueno que partan por tomar un libro.
"El que regala un libro bueno, ya ha ganado un mérito incomparable delante de Dios"
(San Juan Bosco)