Boletín Trimestral de la Asociación Defensa Felina de Sevilla

Page 10

BOLETÍN TRIMESTRAL DE LA ASOCIACIÓN DEFENSA FELINA DE SEVILLA SEPTIEMBRE DE 2014

SI QUIERES AYUDAR… Seguro que alguna vez habréis escuchado esta frase “no te preocupes, sabe defenderse, sabe buscarse la vida, los gatos son más listos de lo que piensas". Pero por desgracia a día de hoy muchos siguen ignorando la realidad... Mimosa, fue una gata recogida con apenas dos meses por una pareja. Era el bebe de la familia rodeada de mimos, pienso, juguetes y caricias, pero todo esto poco iba a durar. En su primer cumpleaños algo cambió, papá y mamá estaban muy contentos por algo de "la buena esperanza" que ella no entendía, pero a pesar de su felicidad miraban a Mimosa de reojo y cuchicheaban sobre su destino. Mientras a su mamá le iba creciendo la barriga, Mimosa fue encerrada en una habitación y apenas podía verla cuando papá abría la puerta para darle de comer y cambiar el arenero. Al cabo de los meses ese castigo terminó y cuando pudo salir se encontró con un humano pequeñito del cual se enamoró al instante y aunque al principio no le dejaran acercarse mucho, ella solo quería mimarlo y cuidarlo. Todo daba a entender que papá y mamá ya no estaban enfadados, pero un buen día Mimosa escuchó decir a mamá ,"al menos aquí le damos una oportunidad, ella sabrá defenderse y no le faltara comida podrá cazar pajaritos...." y poco después se encontraba en la calle sola y desamparada. Mimosa estaba muy asustada y no entendía por qué su familia le había dejado en aquel lugar extraño. Intentó acercarse a las personas que veía pidiendo ayuda, pero se alejaban e incluso hubo alguna que le propinó una patada. Pasaron los días, cada vez estaba mas débil, por más que buscaba no encontraba el bol de pienso ni el de agua, y aunque llorara con todas sus fuerzas nadie la escuchaba.

¿Cómo continua la historia de Mimosa?. ¿Qué pasará con ella?... Tal vez muera de hambre, por alguna enfermedad, por el atropello de algún coche o puede que la recogieran los servicios públicos y acabara como tantos otros antes que ella, encerrada en una jaula y con una fecha límite para seguir viviendo. Por el contrario, puede ser que tuviera suerte y fuera rescatada por un particular que le diera un nuevo hogar o por una protectora que la ayudaría a salir de la agónica vida en la calle. Sea cual sea el desenlace, nunca debemos plantearnos la idea de que seguiría bien en la calle porque un gato casero busca su bol de pienso y las caricias de sus padres. Si la esperanza de vida de un gato nacido en la calle, en el mejor de los casos es de 2 a 4 años, para los gatos caseros ese número disminuye estrepitosamente. El abandonarlos "a su suerte" es sentenciándolos en la mayoría de los casos a una muerte cruel y lenta. Página 10

www.defensafelina.org


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.