Cuadernos Semanasanteros (2/2) - José María Hurtado Ríos

Page 158

CORAZONES Corazón, corazones, tiempo de corazones. La Semana Santa es tiempo de corazones. Pero de corazones sincopados, sístoles uniformes, diástoles monorítmicas, que todos latimos en uno. Tobarra es un solo corazón, uno sólo, que presenta el mismo bombear y en el que nos nutrimos de vida todos los tobarreños. Cuadernos de corazones. Uno que vale por todos. Un corazón es Tobarra, y Tobarra es sólo corazón. En un solo corazón nos sentimos, nos damos, vivimos. Por eso hay unidad. La Semana Santa es una porque todos somos uno y lo mismo. La Semana Santa es lo único uniforme de Tobarra. Su unicidad es plausible. Es unívoca. Unicorde. Unicolor. Unisonante. Unitaria. Unimismada. Unificada… Un corazón, unible y unitivo. En la Semana Santa todo es corazón. Incluso es tiempo de dejarse ver el corazón. Se dice: “Es todo corazón”. Es verdad. En la Semana Santa somos todo corazón. Todos y cualquier semanasantero merece mi devoción más atrevida, mi reconocimiento más fecundo. La Semana Santa es el tiempo de la adición: Un tamborilero más un nazareno, suman dos semanasanteros. Así. Siempre así, en perfecto equilibrio aritmético. Uno solo no sería nada. ¿Quién piensa en una sola horquilla o en un solo tambor? Uno más uno, sí. Así se hace Semana Santa. Somos el más perfecto conjunto de la tierra. Siete mil unidades, ocho mil forasteros, diez ocasionales, uno detrás de otro, hacemos la Semana Santa. Sin faltar uno. Corazón y tiempo único. Que así conste. Pero la Semana Santa es un tiempo sin angustia. No la hay, no las hay. Somos la paz total, el sosiego absoluto, la tranquilidad más conseguida, la única despreocupación posible para un tobarreño vivo. Y la rotundidad acumulada del recuerdo o del olvido para un tobarreño muerto. 7


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.