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La información también salva vidas
Por Fernando de Luna Quezada CEO en Neoteck
En algún momento de nuestras vidas, todos hemos pasado por una situación o una conversación en donde se llega a la conclusión que “la información es poder”. Ciertamente, la información puede dar poder a las personas y es por ello que es tan valiosa, pero, desde otra perspectiva, la información también salva vidas. Cuando hablamos de eso, no solamente nos referimos al poder de la información en manos de las personas, sino también al hecho de que en realidad la información es poderosa: a raíz de ella se crea, se divulga, se debate y se sale adelante. En su más pura concepción y, en efecto, la información es poder.
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Además, en el entendido que la información crea y que está detrás de la tecnología y la ciencia, así como lo está también detrás de las artes y de las humanidades, esta también sirve para salvar vidas: es a través de la misma que la medicina ha desarrollado un amplio abanico de opciones para prolongar la vida, para curar enfermedades e incluso para prevenir de posibles problemas posteriores.
Así pues, podemos concluir que la información ya es un pilar fundamental que no solamente necesitamos diariamente para vivir, sino que también es un cimiento en el cual nuestra sociedad se ha ido construyendo y por la cual, también, aspectos tan importantes en la humanidad, como la ampliación de la esperanza de vida, se ha logrado.
La nueva era de la salud
Este milenio, siglo y, en lo particular, esta década, quedarán marcados en la historia como parte de la gran Cuarta Revolución Industrial, nombrada Industria 4.0. Tan sólo en este periodo de tiempo hemos experimentado grandes cambios tecnológicos e impresionantes desarrollos que tienen que ver con la mentefactura, con el internet de las cosas, la interconectividad, las realidades aumentadas, el big data y la inteligencia artificial.
Todo esto ya es parte de nuestra realidad. Si en casa contamos con un Echo Dot (comúnmente conocida como Alexa) o si hemos usado alguna vez a Siri, de Apple, ya tuvimos contacto con la inteligencia artificial; si se ha necesitado del servicio de una impresión 3D, ya hubo contacto con una variante del internet de las cosas y la realidad aumentada; si se ha tomado una clase, un curso, un diplomado o quizá hasta una maestría o licenciatura, todo de manera remota, ya se conoció el poder de la interconectividad (potenciada recientemente por la pandemia del covid-19).
De alguna manera la Cuarta Revolución Industrial, en la cual la información ha cobrado mucha importancia gracias a la ya mencionada Big Data, ha ido haciéndose camino y se logró posicionar de tal manera que todo, o casi todo aquello que nos rodea o que hacemos, tiene que ver directamente con ella.
No es para menos. Es tan sólo el curso natural de la historia. Así sucedieron las primeras revoluciones industriales, todo en aras de las necesidades de esos tiempos. Nos sirvieron, de alguna manera, para avanzar. Así pues, podemos decir que la historia se repite, pero con ciertas variaciones y atendiendo las nuevas necesidades y tendencias.
En este curso natural de la humanidad, la información ha tenido un papel muy importante, y para la ocasión, lo abordaremos desde un aspecto más cercano a la salud, es decir, abordaremos cómo a través de la Industria 4.0 la información y las nuevas tecnologías han permitido salvar vidas, hecho que seguramente será cada vez más común.
De acuerdo a un grupo de investigadores de Reino Unido, la inteligencia artificial puede ser tan efectiva como el diagnóstico que podría dar un profesional de la salud (University of Birmingham, 2019). El estudio mencionado, disponible en The Lancet Digital Health, advierte que este podría ser un gran avance hacia una nueva manera de diagnosticar, una que a la vez de que podría seguir siendo efectiva, podría ser ahora más rápida.
Las cifras del estudio hablan por sí mismas: mientras que en el 87% de los casos analizados la máquina de inteligencia artificial detectó una dolencia, los médicos profesionales lo hicieron en un 86%. Además, la inteligencia artificial acertó en el 93% señalando que los pacientes estaban sanos, mientras que los especialistas lo hicieron en un 91% (University of Birmingham, 2019).
Ahora bien, vale la pena aclarar que este estudio si bien sí revela el camino al que en un futuro cercano podríamos transitar y en donde la inteligencia artificial tenga la capacidad de hacer diagnósticos así, también advierte que no había, hasta entonces, suficiente evidencia científica, como para poder afirmar que sería más efectiva que los profesionales de la salud.
Mientras tanto, aunque todavía no llegamos al escenario anterior planteado, podemos discutir de otros casos que ya sucedieron y que nos hablan de cómo la información, en efecto, ha servido para detectar enfermedades y poder trabajarlas desde antes.
En el 2020 se dio a conocer que un grupo de investigadores de Boston desarrollaron una inteligencia artificial para diagnosticar Alzheimer (El Confidencial, 2020). Esta usaba imágenes de resonancia magnética cerebral para medir el deterioro cognitivo de las personas, así como generar datos e información sobre la edad y el género de los pacientes observados.
En pocas palabras, el trabajo de los investigadores de la prestigiosa universidad norteamericana permitió desarrollar un algoritmo informático con el cual se podía predecir, con precisión, el riesgo de padecer esta demencia, de la cual todavía se sabe poco y para la cual aún no existe medicina, sino tratamientos paliativos que hacen más lento su avance.
“No sólo podemos predecir con precisión el riesgo de sufrir la enfermedad de Alzheimer, sino que este algoritmo puede generar visualizaciones interpretables e intuitivas del riesgo individual de Alzheimer hasta que haya un diagnóstico preciso", dijo Vijaya B. Kolachalama, profesora asistente de medicina de la Universidad de Boston, al medio Neuroscience News (El Confidencial, 2020), hablando respecto a dicho proyecto.
Pero no tenemos que irnos a otro país para ver cómo la información y la Industria 4.0 han logrado permear en la medicina y en la salud de la población. En México también lo hemos logrado y un caso referente nacional es el Monitor a Distancia de Riesgos en el Embarazo (MADRE), que desarrollamos en Neoteck y que es uno de nuestros productos más novedosos, eficientes y estrella (Blackstone editorial, 2021).
El monitor denominado MADRE tiene como objetivo principal prevenir la muerte de mujeres en un embarazo de alto riesgo, lo cual se logra a través de un seguimiento puntual y oportuno durante toda su gestación. En pocas palabras, MADRE toma información de la paciente (como edad) y la evalúa a través de metodologías médicas y actualizaciones en tiempo real para poder generar información valiosa, como si su embarazo es de riesgo, o no, o también brinda información de geolocalización, para poder determinar cuánto tiempo le tardará trasladarse a un centro médico para ser atendida por cualquier imprevisto.
Nuevas soluciones para nuevas problemáticas
Así como ya se plantearon distintas tendencias que han surgido en materia de salud gracias a la información y a las tecnologías que se derivan de ella –y que a su vez la usan en sistemas de Big Data para crear soluciones–, el paso del tiempo siempre, sin excepción, supone cambios drásticos o inesperados. Ante ellos, debemos usar lo que se tiene para poder sobrellevarlos. Así ha sucedido.

El ejemplo quizá más ilustrativo de lo planteado en líneas anteriores, es la pandemia del covid-19. Sin abundar en los hechos, algo que todos vivimos desde una perspectiva probablemente muy distinta, a raíz del descubrimiento de esta enfermedad surgieron tecnologías informáticas con bases de datos gigantes para tener un mejor monitoreo y control de lo que estaba sucediendo.
Para el 2020, algunas etapas del 2021 e incluso también en el 2022, fue de mucha ayuda tener sistemas que permitieran dimensionar el tamaño del problema al que estábamos enfrentando. Ejemplo de ello fue nuestro diseño del Radar en Salud (RASA),
“una plataforma integral muy robusta para el control y seguimiento de la pandemia por covid-19” (Blackstone editorial, 2021).
El objetivo principal de este monitor, creado después de MADRE, pero bajo algunos conceptos similares de geolocalización, es “ofrecer información clave en tiempo real para la toma de decisiones. Para ello, los datos se representan en indicadores que parten desde el monitoreo de casos individuales hasta el registro de los casos positivos por colonia, un municipio, una entidad federativa o toda una nación” (Blackstone editorial, 2021), lo cual es un principio que por sí mismo tiene que ver con la Big Data, pero que también está completamente orientado a salvar vidas.
¿Por qué? Porque a fin de cuentas a través de sistemas como el de RASA un estado o un país puede obtener información útil que le permita desarrollar políticas públicas para poder prevenir un desastre, es decir, les ayuda a tomar decisiones importantes para apostar por el bienestar de toda la población. Así pues, el poder de la información ya traspasó sus fronteras convencionales y ahora, como lo advertimos, puede ser el hilo del que pende la vida o la muerte de una persona.
Últimos avances
“La información es la resolución de la incertidumbre”, este pensamiento del matemático, ingeniero eléctrico y criptógrafo del siglo pasado, también conocido como “el padre de la teoría de la información” y quien además vivió el auge de la llamada “sociedad de la información”, Claude Shannon, resume bien el papel que ahora (y siempre) tiene la información dentro de todas las sociedades, tan distintas como pueden serlo.
Desde esa perspectiva, que se adecua mucho con la visualización actual, y con los ejemplos ya mencionados, la información sí puede interpretarse como una resolución, como un camino nuevo que puede seguirse para ver qué otros resultados, más óptimos, pueden obtenerse.
Pero también, en ese sentido es pertinente reconocer el alcance que puede tener, tanto positivo como negativo. Referente a eso, el escritor Alistair Croll reflexiona: “un entorno con exceso de información devora lo único que la información realmente exige: la atención. La atención se está volviendo escasa, por lo que debemos usarla sabiamente cuando la recibamos”.
En este punto de la historia no podemos pasar por desapercibida la importancia del control de la información, justo ahí es donde entra el importante papel de la Big Data, que a través de programas y herramientas que analizan, organizan y recopilan exorbitantes cantidades de información, ayuda para poder tomar decisiones con ellas. Decisiones que, dicho sea de paso, serán proporcionales a la magnitud de información que se tiene; por decirlo de otra manera, una más amigable y más conocida, un gran poder (como el de la información) conlleva una gran responsabilidad, y considerando eso es que el dominio de la información puede derivarse en efectos muy positivos o, si cae en malas manos, muy negativo.
De hecho, ya existen algunos ejemplos de avances tecnológicos y de información que han sido usados de tal manera que la sociedad, o las sociedades, obtengan un beneficio. De esas nuevas tendencias tecnológicas y de esos últimos avances, hablaremos ahora.
El ejemplo más claro de la información que salva vidas lo podemos encontrar, además de en sistemas como el MADRE o RASA, en una de las carreras con más futuro en la actualidad: la biomédica, donde se cruzan grandes compilados de información, conocimientos de programación y conocimientos sobre la medicina para, de alguna manera, complementar a la misma medicina.
Los órganos artificiales o las prótesis, que son consecuencia de realidades aumentadas y de impresiones 3D, tienen todo que ver con esta gran Cuarta Revolución Industrial. Estos han ayudado, si bien no directamente a salvar vidas, sí a prolongarlas o a hacerlas más sencillas para personas que pudieran tener alguna discapacidad o alguna enfermedad.
Siguiendo esa línea tenemos otro ejemplo donde, con claridad, la información y los avances tecnológicos nos han dejado con la boca abierta: las cirugías robóticas, mismas que empezaron como intervenciones quirúrgicas de mínima invasión, pero que cada vez han ido avanzando más a intervenciones más complejas y que implican menor riesgo para sus pacientes.
La información es, ciertamente, poder. Pero debemos llegar a un punto donde esta deje de ser un privilegio y termine ayudando a todas las personas. Con ella se pueden salvar vidas y se podrán lograr muchas cosas más, pero aún estamos transitando ese camino.
Referencias
Blackstone editorial. (2021, December 8). Neoteck®: tecnología aplicada para salvar vidas. Blackstone Magazine. Retrieved February 2, 2023, from https:// www.blackstonemagazine.mx/neoteck-tecnologia-aplicada-para-salvarvidas/
Edix. (2020, May 19). Cinco proyectos de inteligencia artificial para predecir enfermedades. Edix. Retrieved February 2, 2023, from https://www.edix.com/ es/instituto/proyectos-inteligencia-artificial-predecir-enfermedades/ El Confidencial. (2020, May 5). Desarrollan un algoritmo de inteligencia artificial para diagnosticar el Alzheimer. El Confidencial. Retrieved February 2, 2023, from https://www.elconfidencial.com/tecnologia/ciencia/2020-05-05/ inteligencia-artificial-diagnostico-alzheimer-algoritmo_2579823/
University of Birmingham. (2019, September 25). Artificial intelligence may be as effective as health professionals at diagnosing disease, finds study. University of Birmingham. Retrieved February 2, 2023, from https://www. birmingham.ac.uk/news/2019/artificial-intelligence-may-be-as-effective-ashealth-professionals-at-diagnosing-disease-finds-study Blackstone

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