Gastronomía
Otro bastión que despunta claramente en Gran Canaria es Aitor Neketan, representante en los obradores de una segunda generación familiar. El repostero dejó un excelente regusto entre los comensales de las jornadas gastronómicas Gourmet Experience Acyre Canarias, en el I Salón Gastronómico de Canarias-GastroCanarias 2014 con su creación Ansite; macarrón de maracuyá; financier con chocolate y bretón con limón.
LOS 7 PECADOS CAPITALES Tenerife. Casa Egon (La Orotava). La pastelería más antigua de Canarias, que en 2016 cumple cien años de historia. Las milhojas ocupan un puesto de honor, así como los roscos de yema o las galletas. La Palma. Repostería Matilde Arroyo (Los Llanos de Aridane). De ámbito familiar, fue fundada en 1958 por toda una leyenda palmera y a su nombre va ligado el sabor de dos emblemas: el bienmesabe y el príncipe Alberto.
“La hornada canaria de reposteros deja patente que en el ámbito nacional nos van a tener cada vez más en cuenta”. -
Gran Canaria. (Moya). En este pueblo se puede acudir a dulcerías donde despachan los Bizcochos Lustrados, cuyo origen es casi de leyenda y son más secos y crujientes que los habituales debido a que pasan dos veces por el horno.
Pablo Pastor, presidente de Acyre Canarias (asociación profesional potente que engloba a reposteros y cocineros), considera que la faceta golosa “goza de buena salud; tenemos jóvenes creativos con ganas y personalidad y en una especialidad que, aunque con menos expertos respecto a la línea salada, tiene peso específico en el canal Horeca”.
La Gomera. Galletas y bizcochos, rosquetes de manteca, torta de Vilana, morones, torta de cuajada, galletas burras, rosquetes de Vichí… Fantástico surtido. Se pueden conseguir en iconos de la repostería como Casa Isabel o Doña Charo. Fuerteventura. La repostería majorera tiene referencias en la almendra o el ñame y las truchas suelen ser excelentes. El visitante puede matar el gusanillo dulce en Pastelería Bruno, en Puerto del Rosario.
Pastor subraya que “en el Archipiélago también hay reconocer el trabajo inmenso que están haciendo las cuadrillas de pastelerías en los hoteles y también las grandes empresas de congelados e industria específica, que están consiguiendo unas cotas excelentes de calidad”.
El Hierro. Fábrica Adrián Gutiérrez e Hijas (Valverde). Los postres herreños son fabulosos pero claro que entre ellos destacan las cautivadoras quesadillas. Hablan que las primeras se elaboraron en 1900 y esta empresa familiar fue precursora.
De las primigenias milhojas, pachangas y rosquetes de batata se han alcanzado tendencias que tanto están gustando aquí como fuera. Aún así, el experto Fran Segura afirma: “Tengo la sensación de que lo que les falta a mis colegas canarios es que se lo crean de una vez y a pies juntillas, pues hay un componente humano y creativo de lo más aprovechable”.
Lanzarote. La repostería de la isla conejera puede presumir de los roscos de alma o los panes de maní y son célebres el frangollo o el bienmesabe. En los mercadillos como el de Teguise se pueden encontrar muy golosas variantes.
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