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Bienteveo: Un canto que inspira y da vida a nuestra revista
Bienteveo
Un canto que inspira y da vida a nuestra revista
En lo profundo del verdor aguadeño, entre ramas que se entrelazan con la brisa y el murmullo de la naturaleza, revolotea un pequeño guardián de identidad: el Bienteveo (Vireo latimeri), ave endémica de Puerto Rico y símbolo del alma que impulsa nuestra revista.
Así como este pájaro habita los bosques húmedos y secos, se adapta a cafetales y espacios cercanos a las comunidades, Bienteveo –nuestra publicación– se posa con delicadeza sobre las historias, emprendimientos y sabores que florecen en Aguada.
Mide apenas cinco pulgadas, pero lleva consigo la fuerza de una especie única, con una voz que se alza en la espesura del follaje. Su canto es sutil, como el mensaje de cada edición de la revista: cercano, auténtico, nacido del corazón del oeste boricua.
Así como el ave busca entre las hojas insectos, frutas y hasta pequeños lagartijos, nosotros buscamos cada rincón de nuestro pueblo para destacar lo que verdaderamente nos alimenta: nuestra cultura, nuestras raíces y nuestro talento local. Su nido, elaborado entre marzo y julio, es una obra de arte construida en pareja, con musgos y hebras de tela de araña. Del mismo modo, nuestra revista se construye en comunidad, con la colaboración de escritores, fotógrafos, artistas y soñadores que, rama por rama, tejen una red de historias para proteger lo que somos. El Bienteveo luce una combinación armoniosa de cabeza gris, espalda verde oliva, pecho blanco y un delicado vientre amarillo. Dos medias lunas blancas rodean sus ojos, dándole una expresión viva, atenta. Esa misma mirada guía nuestro proyecto editorial: observar con detalle, valorar lo sencillo, y contar lo extraordinario de lo cotidiano. En ocasiones, el Bienteveo enfrenta amenazas, como el parasitismo del Tordo Lustroso, que sustituye sus huevos por los propios. Nosotros también conocemos de desafíos. Pero como esta ave resiliente, Bienteveo –la revista– resurge con fuerza, defendiendo con orgullo lo que nos pertenece: una tierra fértil de creatividad, esfuerzo y belleza natural.
Así, el Vireo latimeri no es solo un símbolo de nuestra fauna, sino la inspiración que vuela entre las páginas de cada edición.
Es nuestro nombre, nuestro norte y nuestro canto persistente: uno que invita a mirar con nuevos ojos a Aguada, a Puerto Rico, y a las historias que nos hacen únicos.
