3 minute read

Editorial

Vivir o sobrevivir la pandemia

La palabra vivir connota alegría, felicidad, fiesta, playa, montaña, resolución de conflictos y otros términos. Por otra parte, sobrevivir remite a ingeniarse formas para poder pasar los días en un momento adverso, se piensa en estrategias que van desde enfrentar hasta dejar pasar y, al finalizar, ver cómo se puede reintegrar en lo que quedó del asunto.

Advertisement

Frente a la pandemia por Covid-19 todos hemos tomado una posición, algunos viven y otros sobreviven, pero el Coronavirus ha venido a replantear todo en nuestro entorno y también la percepción de los términos en cuestión: vivir o sobrevivir.

Muchos de nosotros hemos sentido miedo, ansiedad, angustia y un gran deseo de evasión ante la realidad que está ocurriendo en el país, lo que nos ha llevado a no salir de casa en lo absoluto, hemos sido totalmente obedientes y colaboradores con las autoridades de Gobierno para poder controlar el virus en nuestro país.

Otros han tomado la situación un poco más a la ligera, han tomado el aislamiento como una oportunidad para levantarse tarde, bañarse solo si es necesario, comer a cualquier hora, dejar de asistir al colegio o simplemente no creen que esto sea real.

Lo que sí es cierto es que el Covid-19 no ha pasado inadvertido en la vida de los ciudadanos del mundo en el año 2020.

Nuestra institución también ha reaccionado ante esta situación, hemos vivido una transición que todos recordaremos y escribiremos para que en el futuro sirva como base para el análisis de la capacidad de reacción ante estas situaciones y el mejoramiento de las líneas por seguir.

En Sion, cada uno de nosotros es importante, tiene un valor y una posición insustituible pues, aunque al cambio de lección otro estudiante ocupe el mismo lugar que vos ocupaste en la lección anterior, tu color de voz, tu humor, tus opiniones, tu esencia, son únicas y eso hace la diferencia.

Todas esas actividades rutinarias que nos aburrían antes, ahora las extrañamos enormemente, porque sabemos que el lugar que yo ocupo en el gimnasio, en el aula, en el recreo… es el lugar que mis amigos y yo hemos determinado como importante para vivir alegres, para vivir el cole.

4

Pero el 2020 tenía preparado para nosotros una gran sorpresa, una invaluable oportunidad, sí, aunque se escuche absurdo, pero este año, esta pandemia, esta virtualidad nos está regalando la oportunidad de repensarnos y replantearnos.

Ya no puedo volver a ver a mi compañero, amiga o con quien tope la mirada en ese momento para reírnos de algo que ocurrió y casi nadie notó, solamente nosotros, ahora tenemos que ser más expresivos, compartir con todos los demás, tenemos que ser más atrevidos y decir: “disculpe profe…. Es que se equivocó y me pareció un poco chistoso”, de modo que todos nos podamos reír pues, aunque la computadora no emite emociones, puede transmitir las nuestras.

Es nuestra oportunidad para vestir la ropa tengo en el armario y compartir mi buen gusto con mis compañeros.

También representa una oportunidad para replantear el tipo de estudiante que quiero ser, quiero seguir siendo el que trabaja bajo presión y entrega todo en la fecha límite, el que se acuesta en la madrugada porque el trabajo es para mañana, o quiero ser el que termina la lección y concluye los pendientes del día para aprovechar la tarde en familia.

Tenemos la oportunidad de sacar los juegos de mesa que están en algún lugar que aún no recordamos y jugar con nuestra burbuja social, pues no siempre estábamos todos en casa, pero ahora tenemos más tiempo juntos en casa, hasta podemos descansar todos juntos ¿Hace cuánto no ocurría esto?

Así que no tenemos que pensar que estamos sobreviviendo en la pandemia, más bien, estamos viviendo en pandemia, estamos creando formas de estar en casa con mis amigos y nuestras conversaciones cotidianas, con mi familia y las conversaciones que no sabíamos que podíamos tener.

Vivamos día con día la oportunidad de sorprender al otro a través del monitor, el celular, la Tablet…. No importa por dónde, pero sorprendamos con cariño, alegría y motivación.

Licda. Karina Bermúdez Salazar Departamento de Español Comité de Boletín

This article is from: