Lo que trae la neblina

Page 25

Taller de Escritores / Biblioteca Pública Piloto

Cuando la neblina se disipa, el valle que abreva en la quebrada deja ver los estragos producidos por el turbión: barro, palizada y hojarasca en caprichosa revoltura, y una franja de rocas sueltas y desnudas adosada a las orillas del zanjón. También surge a la vista de la mujer, cuando desliza su mirada por las faldas de la montaña, el caserío humilde dominado por la escuela. Y frente a esta, desconsoladoramente desnudo, el mástil de la bandera. Una o dos horas después –¡es tan incierto el tiempo cuando la angustia acosa!– la mujer percibe el movimiento que se produce en los confines de la vega. Son figuras borrosas y pequeñas, esbozos de personas que se juntan en las orillas del cauce y se dispersan luego en ambos sentidos de la corriente. Pero esto le basta para saber que se trata de vecinos en busca de víctimas del desastre. Y cuando observa que se reagrupan en torno de uno que agita los brazos, la certeza de que han encontrado el cadáver de su hijo la obliga a recostarse, desfallecida, en la talanquera del terraplén. Recrea en su imaginación los pormenores del rescate y de lo que harán después los socorristas: limpiarán el cuerpo del pequeño de fango y hojarasca; para facilitar el desplazamiento, construirán una camilla con varas de bambú y sacos de esparto; harán –pero de esto, sin embargo, ya no está segura– que alguien vaya a la mina y comunique al viejo la noticia; y en turnos rigurosos, de dos en dos, transportarán el difunto hasta su casa. El sol habrá ascendido mucho cuando culminen

25


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.