Revista del Cole - Mes Febrero

Érase una vez…

EL ENCUENTRO DE LAS JOROBAS Esta historia paso hace muchos años, en el Desierto del Sahara, cuando un camello y un dromedario se encontraron.

Un día el camello Pepe –que así se llamaba- y su dueño se pararon en la sombra de una palmera a descansar. Cuando el dueño se durmió, Pepe levantó la cabeza y estudió con detenimiento: Había hierba y grandes palmeras, al fondo en la derecha había un oasis de aguas cristalinas.

De repente vio que en la orilla opuesta había un dromedario bebiendo agua. Pepe decidió acercarse a saludar, el dromedario al ver que se acercaba también fue a saludar: -Hola -dijo Pepe.

- Que tal –respondió el dromedario- ¿Cómo te llamas?

- Me llamo Pepe –dijo- soy un camello.

- ¡Ah! Yo soy un dromedario y me llamo Jacobo.

Hubo un silencio solo interrumpido por los ronquidos del dueño de Pepe. Entonces Jacobo preguntó: - Oye ¿Por qué tú tienes dos jorobas y yo solo tengo una? –dijo Jacobo.

- Porque los camellos y los dromedarios tienen esa pequeña diferencia, pero los dos las utilizamos para guardar agua. –Explicó Pepe- Una pregunta Jacobo –dijo.

- Qué pasa –dijo.

- ¿Tú de qué zona eres? –preguntó.

- Yo soy del pueblo de Tinduf –dijo.

- ¡Anda, que coincidencia!¡Yo también soy de allí! –exclamó Pepe.

- Si, es genial –dijo Jacobo.

Pepe se quedó pensativo y luego volvió a preguntar: 11