Jordi Gallardo "Punky" Una dósis de alegria en un lugar eminentemente serio Como guarda del refugio Estasen a sus casi 40 años, Jordi Gallardo, más conocido como "Punky", es actualmente el alma más vinculada al Pedraforca. Como educador, Jordi sigue firme a su filosofía de sensibilizar al personal, versus una montaña peliaguda donde son necesarias unas mínimas nociones para intimarla. Dos facetas que hacen de este hombre, un pilar imprescindible en un lugar remoto en invierno y jovial en verano, pero siempre con el relevante carácter que otorgan sus paredes y abismos. Game Magazine: ¿Cuando fue tu primer contacto con el Pedraforca? Jordi G allardo: A los 18 años, cuando subí con un amigo a la cumbre después de una ruta en moto por el Pirineo. GM: ¿Como se explica tu vinculación con el refugio? J. G.: Como educador social, tuve la suerte de hacer amistad con Joan Martí y pasar muchos veranos en el refugio de ayudante y sobretodo partiendo leña, hasta que en el año 2000 deje definitivamente mi empleo para dedicarme integramente a las labores específicas de guarda, mi nueva profesión.
J. G.: Hoy en dia la mayor parte de los escaladores suelen venir en furgonetas y se instalan en el parking del mirador. Su paso por el refugio se limita a tomar unas cervezas, pedir información sobre las vías, y la posibilidad de ducharse gratis. El grueso de la clientela son excursionistas.
Foto: Armand Ballart
GM: ¿Crees que actualmente es indispensable para los escaladores la existencia del refugio Estasen?
GM: Por lo tanto, la mayor parte de la gente que acude al refugio es para subir al Pedraforca andando por la vía normal. ¿Está suficientemente preparada para realizar la ascensión? J. G.: Por lo general el personal sabe a lo que viene, exceptuando algunos de índole urbano que del asfalto saltan directamente a la montaña, mal equipados, y sin tener ni puñetera idea de las exigencias del terreno. Éstos, normalmente invierten muchas más horas en la ascensión y terminan bastante agotados GM: ¿Cuales son los puntos más problemáticos en la subida al Pedraforca?
un lugar de paso y el último punto civilizado antes de una tremenda subida. Para algunos no deja de ser un pintoresco "chiringuito", al pie de una montaña muy característica y salvaje. GM: ¿Crees que la gente está suficientemente educada a la hora de utilizar los refugios de montaña? J. M.: Sí, pero no lo suficientemente concienciada de que no es un establecimiento público urbano, y existen unas mínimas normas de convivencia con los demás usuarios y un entorno que hay que respetar. GM: ¿No será por la facilidad de acceso al refugio? J. G.: Evidentemente, por aquí aparece un personal que no tiene nada que ver con las actividades que se realizan en la montaña, y suerte que no cerramos nunca el "chiringuito" para preservar sus instalaciones. Si nó, ir a un refugio libre forestal y darme vuestra opinión. GM: ¿Es buena la relación con el Parque Natural Cadí-Moixeró? J. G.: La relación es excelente en todos los sentidos, sobretodo con la alcaldia de Saldes y los propietarios del terreno Cap Masats de Gresolet. GM: Estos últimos veranos has abierto varias vías en la cara norte, ¿aún queda terreno para nuevas realizaciones? J. G.: Afirmativo, tenemos en mente nuevos proyectos, el Pedraforca es muy grande y posee aún mucha roca virgen para el futuro, lo principal es controlar bien el terreno y explorar nuevos sectores. GM: Si la máxima actividad de la zona se centra en los meses veraniegos, ¿quién aparece por el refugio en invierno?
J. G.: En primer lugar, la trepada del Verdet ofrece unos pasajes aéreos en los que hay que familiarizarse con la roca, algo pulida, sin llegar a pasos de escalada en ningún caso. Una vez en la cumbre, el descenso resulta igual de exigente sobretodo para los tobillos y rodillas. En conjunto es necesario un buen fondo físico, de lo contrario se pasa mal.
J. G.: Aparece la gente más osada con crampones y piolets, para subir por la canal del Verdet, y bajar con esquís o snowboard por la tartera. Si el hielo está en su punto, tambien acuden los glaciaristas. Son las cascadas más cercanas a la gran ciudad, y esto se nota. En lo referente a la escalada hivernal, son pocos los que se aventuran por la muralla norte, a lo sumo la canal del Riambau que ya tiene su guasa.
GM: Con todo ello, ¿hay muchos accidentes habitualmente?
GM: ¿El refugio continua abierto durante todo el invierno?
J. G.: Depende, hay años de más y años de menos. Los más corrientes son los que ocurren en la tartera al bajar corriendo y precipit arse al suelo. Es muy interesante llevar unos guantes resistentes, y a ser posible un casco, aunqué sea de bicicleta. En lo que se refiere a la escalada, normalmente no hay accidentes, la gente va mejor preparada con pocas excepciones.
J. G.: Aún con el acusado frío del lugar dada su escasa insolación, el refugio sigue funcionando todo el invierno, manteniendo la estufa siempre encendida gracias a la leña que se prepara con previsión. El inconveniente más grande es que los lavabos quedan inutilizados por las bajas temperaturas de hasta -20ºC.
GM: ¿Crees que el refugio es suficiente para las necesidades actuales?
GM: A pesar de todo, ¿has encontrado el bienestar a la sombra del Pedraforca?
J. G.: El refugio rara vez se llena, eso sí, los lavabos son los más solicitados, tanto por los usuarios de la casa, como por el resto de paseantes. Es
GAME magazine
26
J. G.: Sí, sino no estaria, es otra forma de vida.