Recordando Lluís Estasen Lluís Estasen i Pla (1890-1947) es considerado como el pionero en la escalada, alpinismo y esquí de montaña en nuestro país, y su trayectoria representa la evolución hacia una vertiente más deportiva del Montañismo, afrontando nuevas dificultades e introduciendo nuevas técnicas como la del piolet y los crampones. A sus 20 años y procedente del Club Natació Barcelona, abandona su afición por el water-polo, para ingresar en el Centre Excursionista de Catalunya a finales del 1910. Las violentas características de este deporte resienten de tal forma su salud, que tiene que retirarse una temporada al pueblo de Gòsol para recuperarse de tanta piscina. Es aquí donde nace su atracción por el Pedraforca, que le llevará desde el año 1914 a realizar más de 20 ascensiones de todo tipo, de las cuales cinco primeras muy destacadas.
Foto: Arxiu CEC
Entre sus habituales salidas a Montserrat y Pirineo, y de su participación en las principales competiciones de esquí, Lluís Estasen dedica buena parte de su trayectoria a ésta emblemática montaña del Berguedà, donde consigue su primera ascensión hivernal por la vía normal desde Gòsol, junto a su hermano Josep Maria, Josep Mª Guilera, Pau Badia y J. Puntas (27-XII-19). También con J. Mª Guilera realiza una nueva vía al Pollegó Inferior por la brecha W desde la enforcadura (Pascua-21), hasta entones solo accesible por las "Costes d'en Dou". Al siguiente año, Estasen fija su atención a la muralla norte, y desde Gresolet estudia minuciosamente el objetivo para conseguir el reto de ser el primero en escalar tal paredón. Después de una ardua aproximación desde el santuario, consigue trepar por la Canal Roja hasta la cresta, familiarizándose así con una vertiente que le tiene el corazón robado. Unos días más tarde, junto a Navarro, Giménez, Feliu, Domènech y J. Puntas, vuelve al escenario pero esta vez subiendo por la Canal del Riambau, y desviándose a la derecha por una canal secundaria que les llevará directo al pie de la Grallera. Este trazado, considerado hasta entonces inaccesible por su monolítica apariencia de entrada, conduce a la gran cueva que domina la pared, de la cual se tiene constancia de haberse explorado con anterioridad, para recoger guano de los pájaros descendiendo desde la cumbre. La fecha del 4 de junio del 22, día en que se realiza la primera ascensión a la Grallera, no queda grabada como un gran triunfo para Estasen, cuya principal obsesión es escalar la pared norte del Calderer. Dos años más tarde, vuelve con Josep Mª Guilera y compañeros para realizar su sueño, y a pesar del entusiasmo por su rápido avance hasta el "Dit" del Riambau, los siguientes tramos les exigen mucho más tiempo del previsto, y las dificultades frenan al grupo retrocediendo a tiempo antes que la noche cubra la pared. T uvieron que pasar dos años más, para que Estasen, Josep Mª Guilera y Jofre Vila, volvieran al Calderer pero esta vez desde arriba, destrepando canales y aristas
para intentar llegar al punto máximo alcanzado en su anterior intento. Después de la considerable aventura de subir por la Grallera por segunda vez, observar el objetivo, y descender por la norte del Calderer, el día transcurrió tan deprisa que a las 7 de la tarde volvían a estar en la cumbre después de más de 12 h de intensa labor. Como premio a tal esfuerzo, el Pedraforca les obsequió con una sonora tormenta que les condujo empapados hasta Saldes donde pasaron la noche. Por fin el 30 de junio del 28, Lluís Estasen, Josep Puntes, Josep Rovira y Jofre Vila, realizan el ataque definitivo que les llevará a descubrir los 200 m que separan los dos puntos alcanzados, uno desde abajo y otro por arriba, resultando la línea clave de la pared norte hasta nuestros días. Tras el triunfo, el enigma del Calderer queda zanjado, y Estasen sigue con sus ascensiones por los Pirineos donde abrirá vías en el Perdiguero, Agujas de Perramó, Aneto por Coronas, etc... además de multitud de primeras nacionales detrás del célebre Jean Arlaud. De sus salidas al extranjero podemos destacar las ascensiones alpinas a la Jungfrau, Aletschorn, Aiguille d'Argentière, la Dent du Géant, Aiguille du T riolet, La Meije, la Barre des Écrins, Monte Rosa, y las Cimas Grande y Piccola de Lavaredo en Dolomitas. Un modesto romántico de la montaña como Estasen, encontrará en el mar el primer disgusto que le apartará prudentemente del agitado ritmo de la escalada. Fue en 1936 en Blanes, que obsesionado por subirse por un acantilado de la cala Santa Cristina, un desafortunado accidente lo lleva al hospital de Blanes con diversos puntos de sutura en la cabeza. La caída no tuvo consecuencias graves, pero fue un primer aviso, su presión arterial era alta y tuvo que abandonar su querido romance vertical por otro de real. Contrajo matrimonio, y se apartó definitivamente de las actividades de alto nivel, para seguir con una vida más pausada acorde con su salud. Aún con todo ello, en el verano del 46, a los 56 años de edad, enfilaba las "Costes d'en Dou" con Estanislau Pellicer y Agustí Jolís para reunirse con la cordada formada por Maria Antònia Simó y Agustí Faus, tras su ascensión a la vía Pany-Haus donde abrieron una variante de salida. Sería la última ascensión a la montaña que de joven lo había cautivado y que paradójicamente lo vería fallecer. El día de la ceremonia de colocación de la primera piedra del refugio (22-VI-47), Estasen se despedía del Pedraforca, y su nombre quedaba vinculado a la montaña para siempre, en un refugio emblemático para todos los escaladores y todas las épocas.
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