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Haydee Ramos Cadena

En el Centro de Atención Infantil que dirijo, las familias y el personal saben que mi lema es: primero los niños, luego los niños, y de último también los niños. Por encima de los derechos de las madres trabajadoras, he puesto el derecho de los niños a recibir educación, arte, lecturas, vínculos, espacios para el juego permanente y la alegría.

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Por otro lado, me queda claro y trato de contagiar la visión de que los considerados más pequeños son en realidad los más grandes y en lugar de adaptar las cosas o situaciones a su edad o tamaño, nosotros nos adaptamos a ellos cambiando las situaciones y las cosas. Un ejemplo de ello fue rediseñar nuestra biblioteca escolar hecha inicialmente para preescolares con mesas, sillas y libreros inaccesibles, por una sin muebles y con libreros desde el suelo, con libros disponibles de todo tipo, no caben los de tela, plástico y texturas por “ser bebés”, desde que llegan con nosotros les damos libros de todo tipo: libros álbum con poco, mucho o sin texto, libros de poesía, libros que se cuentan y se cantan, entre otros, así como los ponemos en contacto con colecciones, autores, ilustradores y formatos.

El arte, la lectura y el juego van de la mano a todas partes. Me queda claro también, que como cabeza de una institución tengo que dar el ejemplo y contagiar más que imponer, por lo que se respeta los ritmos de los agentes educativos tanto como el de los niños, y también yo me tiro al suelo, entró a leerles y cantarles, los abrazo, los llevo a mi oficina si están intranquilos o llorando (y por cierto, en la dirección de la escuela hay instrumentos musicales - bongos y un carrillón con atril, hay libros y juguetes), me pongo un mandil para entrar a las salas y ando con zapatos bajos, mucha disposición para jugar en los pasillos y con un disfraz listo cada mes para celebrar nuestra fiesta temática.

Guadalupe López Hernández

Una casa de palabras

Correo electrónico: nautaazul@gmail.com

Radica en: Puebla

Edades en las que focaliza su trabajo: 3 a 4 años

Teléfono de contacto: 22 2567 6698

Tiempo trabajando con la primera infancia:

Más de 7 años

Los bebés en México, y seguramente en otros países, están confinados al ámbito privado, la casa, la familia, un espacio con muros sólidos y puertas bien cerradas que los protegen del exterior, perteneciente a otros. Los espacios públicos destinados a ellos se relacionan con la salud, en las agendas culturales están invisibilizados, son escasos los espacios que los convocan y, en materia de lectura, no es la excepción. Asimismo, se les brinda pocas oportunidades de estar en contacto con la palabra narrada, tanto en el hogar como fuera de él. Como si esos primeros años de vida sólo estuvieran destinados a comer, dormir, a ir al pediatra y a esperar… hasta que llegue el tiempo de ir a la escuela y encontrarse con un mundo no apto para los menores.

Quizá lo anterior es porque hasta hace poco la infancia sólo era vista como una etapa de transición hacia la adultez, se ignoraba o menospreciaba todas las aptitudes de las que son capaces los individuos desde que nacen. Se asociaba la adquisición del lenguaje con la pronunciación de las primeras palabras. Pero hoy sabemos que entre el tercer y quinto mes de embarazo el lenguaje ya acompaña al bebé y que desde el momento en que empieza a balbucear ya es un sujeto enunciador.

Cuando leemos con y para los bebés les asignamos un lugar, los reconocemos como personas, les presentamos el mundo, los incluimos, los hacemos formar parte, parte de una familia, de una comunidad. Quizá esta sea una buena razón para leer con ellos.

Haydee Ramos Cadena y Charlie A. Secas

Comelibros

Correo electrónico: comelibroscomelibros@gmail.com

Radica en: Oaxaca

Edades en las que focaliza su trabajo: 0 a 6 años

Teléfono de contacto: 95 1226 6173 95 1177 9169

Tiempo trabajando con la primera infancia: 5 años