CAPÍTULO 16
La magia del gran farsante La mañana siguiente el Espantapájaros dijo a sus amigos: —Felicítenme; al fin voy a ver a Oz para que me dé mi cerebro. Cuando regrese seré como todos los demás. —Siempre me has gustado como eres —declaró Dorothy. —Eres bondadosa al querer a un Espantapájaros— repuso él—. Pero seguramente me apreciarás más cuando te enteres de los maravillosos pensamientos que saldrán de mi nuevo cerebro. Después se despidió de todos con gran alegría y fue hacia el Salón del Trono. —Adelante —respondió Oz a su llamado.
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