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PABLO DOMÍNGUEZ
Como parte de la corriente neoexpresionista chilena, junto a otros artistas de su generación, buscó recuperar el lenguaje pictórico para alejarse de la influencia conceptual de los años ’80. Pablo Domínguez desplegaba, de este modo, una fuerte presencia del color. Centró su visión en paisajes y estampó en sus lienzos coloridas representaciones de montañas, cielos, lomas y ríos. Con una absoluta preocupación por la composición y la figuración, los tonos puros resaltaban en la elección de planos y elementos. A través de un gran formato, traspasaba problemáticas estéticas personales y una particular paleta de colores que se reitera en su itinerario pictórico. Nacido en Santiago, en 1962, fue licenciado en artes plásticas de la Universidad de Chile para luego continuar sus estudios con artistas como Carlos Maturana Bororo y José León. Su producción ha sido exhibida en reconocidos museos y galerías nacionales e internacionales, como galería Víctor Saavedra en Barcelona y el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago, donde expuso la pieza Dormido en los laureles. Algunas de sus obras son parte de importantes colecciones en Washington, Ámsterdam, Moscú, Osaka y Tokio. Muere en Santiago, en noviembre del 2008. “Mi primer acercamiento al dibujo fue sobre la mesa de diseño de mi padre. Por entonces, su oficina se instaló en el living de la casa. Mi mamá compró unas témperas y un lote de personajes de Walt Disney en plumavit. Yo pinté al Pato Donald de color verde”, escribió en su libro autorretrato del 2006.

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