L a
G a c e t a
d e
Be n a o j á n
AYER y HOY
Jaime Rodríguez Sacristán ació en Benaoján en 1934. Aunque su vida no se desarrolló en el pueblo, manifiesta que se siente benaojano de nacimiento y de corazón. Se doctoró en psiquiatría por la Universidad de Sevilla, siendo profesor de tal institución, de la que es catedrático de psiquiatría infantil, y donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera investigadora. También ha mostrado especial interés por el campo de la educación especial y la atención a los disminuidos psíquicos, trabajando en este ámbito para la UNESCO, dirigiendo distintos proyectos en Cuba y Ecuador. Fundó el Centro de Educación Especial Instituto Doctor Sacristán, siendo
jefe del servicio de psiquiatría del Hospital Virgen de la Macarena de Sevilla. También es miembro fundador de la Agrupación Iberoamericana para el Estudio Científico del Retraso Mental (AILA). Pertenece a numerosas entidades médicas, como la Asociación Europea de Educación Especial (AEDES), la Sociedad Mediterránea de Psiquiatría y la Sociedad Española de Estudios Científicos del Retraso Mental. Sus investigaciones sobre psiquiatría y psicología infantil y sobre patologías mentales, efectuadas en solitario o junto con otros científicos, han generado multitud de artículos en revistas especializadas y en obras colectivas. Ha publicado más de 16 libros,
entre ellos El sentimiento de Soledad, El olvido y los recuerdos ocultos o Luis Cernuda ante sí mismo: Un acercamiento psicológico al poeta, manuales y libros de textos que son utilizados por un sinfín de universidades. Académico Numerario de la Real Academia de Medicina de Sevilla, Comendador de la Orden del Mérito Nacional Ecuatoriano, patrón de la Confraternidad de Profesores «Dr. Jaime Rodríguez Sacristán» de Guayaquil-Ecuador, experto de la Unesco y del Bureau International Catolic de l´enfance, entre otras muchas cosas, Rodríguez Sacristán invita a la reflexión en Los vacíos interiores, una obra en la que el psiquiatra realiza una radiografía del hombre actual, según la cual todos estamos llenos de vacíos, huecos, ausencias y de pérdidas. Aunque rechaza calificarlo como «un libro de autoayuda o de recetas», sí espera que puede servir para la reflexión «y para que el hombre piense sobre sí mismo». A.H.G.
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