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BELENISMO: PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL
El 5 de enero, mientras los niños miraban con ilusión a los Santos Reyes Magos, se publicaba en el BOE lo que muchos belenistas estábamos esperando y por lo que amigos como la Asociación de Belenistas de Madrid han luchado tanto. El Ministerio de Cultura y Deporte, a través de la Dirección General de Bellas Artes, había iniciado el expediente para la declaración del belenismo como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial. Dicho así parece muy importante o no, pero os confirmamos que realmente lo es y es algo a publicar con gran alegría.
Pero, ¿pasa algo por poner una figura así? ¿Se puede recrear la visitación a Santa Isabel en un patio estilo andaluz? ¿Y si ponemos un río que cruce la cueva del Nacimiento? O, ¿y si en vez de cueva es un establo? ¿Y un molino de viento? Son cosas que podemos ver en belenes y que no supone una burla a lo acontecido. Todo lo que se haga con respeto, cariño y fe, es válido.
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Cristian Cano
Muchos medios recogieron esta noticia y seguro que muchas personas pensaron: ¿Y por qué lo será? Al final son unas figuritas con un poco de arena y poco más…
Sabemos que el belenismo es una representación de nuestra fe pero también de nuestras tradiciones culturales, gastronómicas, laborales… Ha superado la barrera de lo estrictamente religioso para mostrar una seña colectiva según la zona o el estilo con el que se realice. En los belenes se recogen trajes típicos, oficios manuales ya desaparecidos, tradiciones de nuestros pueblos que padres y abuelos vivieron y que estarían olvidadas si no fuera por gestos así. ¿Cuántas veces nos hemos inspirado para hacer un Belén en paisajes o recuerdos de nuestra infancia?
La Virgen María no iba con un mantón de manila…
Pero el belenismo es mucho más. A través de él se crea una familia de todos los rincones conectados por redes sociales o por encuentros presenciales. Como una familia que comparte sus técnicas, no solo de padres a hijos, sino con aquel que hace un Belén a 1.000 kilómetros y que no sabe hacer un río. El belenismo no entiende de rivalidades, entiende solo de hermanamiento, de aquel que nos habla el mismo Cristo en las escrituras.
Los belenistas son artesanos que hacen figuras, casas, accesorios; aquellos que pasan horas y horas diseñando y montando, conectando cables, probando bombillas, recogiendo arenas y piedra, incluso a los que les toca recoger el agua de un río que tiene fugas… Todos forman esta gran familia que empezó el año 2022 con una gran noticia.
¡Enhorabuena!