mi familia, El mejor proyecto de mi vida
E
l mejor proyecto de mi vida es y ha sido el de ser esposa y madre. Mi proyecto consiste, en estar de pie los siete días de la semana y los 365 días del año, para mí no existen los días de descanso y lo agradezco porque disfruto cada navidad, cada año nuevo, cada cumpleaños en donde estamos reunidos todos compartiendo nuestras alegrías. Como madre mi mejor satisfacción, es el amor incondicional que cada uno de mis hijos me demuestra a través de sus logros y éxitos, pero lo más importante es que día con día veo que valió la pena cada esfuerzo y sacrificio, porque están reflejadas esas enseñanzas, consejos, valores y lecciones de vida en cada una de sus propias familias. Muy seguido me preguntan, que si de donde aprendí el amor por servir, y yo les contesto que esto no es algo nuevo, desde temprana edad me lo fueron inculcando mis padres en especial mi querida madre, algo que heredé de ellos y nos contagiaron a toda la familia, yo recuerdo que en mi adolescencia, organizábamos conciertos con la Maestra Emiliana de Zubeldía a beneficio de Cruz Roja, más adelante
Marcela Fernández de Gándara formaría parte del Patronato de Catedral y Damas Voluntarias de Canacintra. Siempre hemos estado involucrados en actividades que beneficien a la sociedad sonorense, prueba de ello es el legado que mi marido y una servidora les dejamos a nuestros hijos con Fundación GanFer, que en la actualidad presiden mi hija Luisa Alejandra y Javier Gándara Fernández en coordinación con Germán, Ana Marcela, Gerardo y Adreana, la idea es que ellos sigan trabajando durante muchos años más, con el mismo entusiasmo y energía con la que iniciamos hace cerca de 24 años este proyecto. Quiero reconocer, que hoy en día, el trabajo de una madre es verdaderamente excepcional, ya que somos el motor que impulsa a la familia, una de las facetas más importante de la mujer: la maternal y profesional. Estoy convencida que la llevamos a cabo con valentía y coraje, porque para una madre sus hijos son el motivo de superación. Mi misión como madre es que cada uno de mis hijos deje marcada su huella como personas de bien y de servicio en
la sociedad, y que al igual como yo, sean la guía de sus propios hijos para que desarrollen con amor todo lo que hagan en sus vidas, porque sus triunfos serán los míos. No quiero dejar de reconocer que el mérito no es todo mío, siempre me he sentido impulsada por un hombre que reconoce y le da el lugar que merece la mujer y que me ha apoyado incondicionalmente, él es mi marido, Javier Gándara Magaña, quien se ha esmerado por enseñarles a nuestros hijos el significado de amar, valorar y trabajar con entrega para conseguir con sacrificio cada sueño que deseen alcanzar, siempre en pro de la sociedad.
Por último sólo quiero decir que mis hijos, ¡son el tesoro más grande que me ha dado Dios!, aunque sus vidas no me pertenezcan para siempre, mi vida siempre les pertenecerá a ellos.
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