grupos políticos municipales
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Balcei 166
julio 2016
DOS Y NO MÁS El pasado 26 de junio, los españoles acudimos de nuevo a las urnas para impulsar la conformación de un Gobierno para la próxima legislatura. Una jornada en la que los ciudadanos volvimos a demostrar nuestro interés en desbloquear esta situación de «Gobierno en funciones», limitado en la toma de decisiones estructurales e imprescindibles para nuestro país. Ante dicha situación es de justicia dar las gracias a la responsabilidad del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por aprobar en septiembre de 2015 unos Presupuestos que están permitiendo a los diferentes ministerios seguir trabajando. De no ser así, la situación sería de bloqueo total al carecer de partidas económicas de gasto adaptadas a la realidad actual. Esta nueva llamada a las urnas no ha despejado completamente el futuro de un hipotético Gobierno, aunque sí que ha permitido arrojar más luz a la conformación del mismo. La voluntad de los votantes ha quedado meridianamente clara: apuestan por un Ejecutivo liderado por el Partido Popular, que evite el radicalismo y apueste por las políticas de sentido común que han posibilitado iniciar el camino de la recuperación económica. Tras los últimos comicios queda patente que el Partido Popular sale más reforzado si cabe, ya que ha vuelto a ganar las elecciones y ha sumado trece escaños más que en la pasada cita electoral. Todo lo contrario que el Partido Socialista, que ha vuelto a cosechar los peores resultados de su historia, rebajando aún más su número de representantes en el Congreso de los Diputados y convirtiendo un hecho en habitual en los últimos años: siempre que se presenta a unas nuevas elecciones acaba empeorando sus resultados. Eso mismo le ha pasado a Ciudadanos, que se ha dejado por el camino cuatrocientos mil votantes y ocho escaños por sus actuaciones en los meses pasados. Por el contrario, aunque en este caso ha mantenido la misma representación, Podemos también ha visto reducido notablemente su número de votos, concretamente en más de un millón. A pesar de haber acudido en coalición con Izquierda Unida, la suma ha evidenciado que en política muchas veces uno más uno no son dos. Situación, aun reconocida como posible durante toda la campaña electoral, que se ha hecho realidad y a lo que ha contribuido de manera notable la inexperiencia ejecutiva que evidencian o su nefasta gestión en las «ciudades del cambio». Es precisamente allí, en las que están gobernando gracias al Partido Socialista, en las que han perdido apoyos a pesar de la integración de Izquierda Unida en la coalición. Capitales como Madrid, Barcelona, Zaragoza o Valencia han sido el fiel reflejo del descontento con su gestión. Como he comentado anteriormente, la sociedad española ha vuelto a demostrar su tremenda responsabilidad ante las urnas acudiendo a ejercer su derecho al voto en niveles muy parecidos al pasado 20 de diciembre. Ahora, la gente de a pie exigimos que los partidos políticos, especialmente los constitucionalistas, se sienten a negociar un Gobierno de pactos. Un Ejecutivo que continúe con las políticas de crecimiento económico, que siga creando empleo y que sepa llegar a consensos de Estado en los verdaderos pilares de nuestra sociedad como son la educación, sanidad, pensiones y Estado del bienestar.
Los partidos de derechas e izquierdas en Europa han sido capaces de unirse y llegar a Gobierno de coalición, evitando todo tipo de radicalismos, populismos o extremismos que los pusieran en peligro. Alemania, Holanda, Italia o Suecia son claros ejemplos de Gobiernos de coalición entre partidos de signo contrario (así sucede en un total de doce países de la Unión Europea). Por ello es incomprensible que España no sea capaz de conseguirlo y de poner en primer lugar el interés general, la estabilidad política y el bienestar de todos sus habitantes. Ahora más que nunca necesitamos sentido común, altura de miras y responsabilidad, aspectos que le pido con más fuerza si cabe al Partido Socialista. España y los españoles son más importantes que los intereses partidistas y particulares de nuestros dirigentes. Tras unas segundas elecciones que no debían haberse producido, espero que ahora sí ese hecho impere en el principal partido de la oposición porque la convocatoria de unos terceros comicios sería un insulto a los ciudadanos que han vuelto a dejar cristalina su voluntad. Carmen Azuara – PP
Observando la naturaleza.