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Balcei 154
día de la educación
julio 2014
INTERVENCIÓN DE Mª JULIA MAGALLÓN
Asistentes al acto del Día de la Educación.
Excelentísimas autoridades de la Villa de Alcorisa, Equipos Directivos de los Centros Educativos, Consejo Escolar, compañeros, amigos, familiares y todos lo que estáis presentes en este acto. Es una enorme satisfacción haber estado 25 cursos ejerciendo y disfrutando como maestra en el Colegio Público «El Justicia de Aragón» y también haber llegado en el mismo a una feliz jubilación. Recibir este homenaje en el «Día de la Educación» y en este Salón supone un reconocimiento a todos estos años que me he dedicado a la magia de la enseñanza. Cada día que entraba en el aula era diferente, no imaginaba lo que podía suceder ni cómo iba a afrontar la jornada. Lo bueno de este trabajo es que cada día das un poco de tu esfuerzo y lo recibes multiplicado. Enseñar es aprender dos veces. En cuatro pinceladas voy a relatar mi sencilla vida. Nací en esta Villa, con dos años comencé a ir al colegio de las Hermanas de la Caridad,
en él transcurrió toda mi infancia y adolescencia. Allí aprendí: disciplina, estudio, esfuerzo y otros muchos valores que nos inculcaban desde muy pequeñas. Conocí también los primeros castigos por desobedecer y no cumplir determinadas normas. Recuerdo con cariño los paseos de los domingos, el mes de Mayo, los días de Pascua, las fiestas, los viajes a Teruel en Junio… hasta completar el Bachiller Elemental. Tuve la oportunidad gracias al esfuerzo de mis padres de seguir estudiando, también lo debo en parte a Araceli Sauras que estaba terminando Magisterio en Teruel y nos animó, a su hermana y a mí a continuar el Bachiller Superior en el colegio «Las Teresianas». En todo momento me aconsejó y ayudó. «Gracias». Después continúe con los estudios en la Escuela de Magisterio porque quería ser maestra y dedicarme a la enseñanza. Cuando acabé la carrera trabajé en un Patronato de Tarragona, en una guardería. Al curso siguiente me asignaron mi primer destino, una pequeña escuela unitaria de
Asistentes al actos del Día de la Educación de Alcorisa.
solo ocho niñas de todas las edades en LLedó. Así, curso tras curso, fui recorriendo Aragón (unos 20 pueblos) Por razones personales pedí el traslado a Mallorca y después de estar allí dos cursos, recibí la feliz noticia que iba a ejercer en Alcorisa. Una de las que más se alegró fue mi hija Patricia que por fin podía dar las clases en castellano. En el colegio tuve muy buena acogida por parte de todos los maestros, me unía con muchos la amistad y otros habían sido compañeros de estudios. Comencé mi andadura con la ayuda de los compañeros del Ciclo Superior, quiero destacar su dedicación, trabajo y esfuerzo. Con todos compartí muy buenos momentos y aprendí muchísimo. El colegio me parecía una maravilla, el mejor de todos los que había conocido. Todos estos años en el colegio de Alcorisa se me han pasado como un suspiro, he visto crecer y formarse a nuestros jóvenes, a muchos de vuestros hijos y también a mis hijas como madre y maestra. Me alegra después de tantos años comentar con muchos de ellos qué han estudiado o dónde trabajan, pero sobre todo verlos como padres cuidando y educando a sus hijos. De nuestro colegio recordaré siempre con cariño: el día de la Paz. Navidad. Viajes de Estudios, Premios, Pleno Infantil, Las Olimpiadas, El Pispotero, al que tantas horas he dedicado junto con Conchita y otras muchas actividades. También las largas horas de reuniones, evaluaciones, tutorías con padres, el bullicio de los niños y alguna que otra nota musical por los pasillos… Tenemos un gran colegio que debemos mimar y cuidar entre todos y en lo posible contribuir que cada principio de curso sea un poco mejor y tenga lo necesario para las futuras generaciones. Es a la vez un colegio muy dinámico, no se ha acabado una actividad y ya se piensa en la siguiente. En todos estos años de maestra una cosa que no he perdido ha sido la ilusión, que me ha dado la energía para afrontar las dificultades