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CANCIONES
HORNERO -Así se hace una casa, Bien podrías saberlo; ¿Quién no sabe estas cosas Aun antes de ser viejo'!» Apoyado en la azada, Detuve el pensamiento, Sorprendido en la angustia ,De mi propio silencio. «Así se hace una casa», «Bien podría saberlo». ¿Cómo acertó en mi pena Perenne aquel hornero? Era un casal inquieto De trinos y aleteos, Un consorcio de dicha, De labor y sosiego. Mirábales dudando, Oíales incrédulo: «¿Quién no sabe estas cosas Aun antes de ser viejo?» y con el mismo tono Siguió hablando el hornero: «Elegirás un árbol Probado por los vientos. «Prepararás el barro Contra el rigor del tiempo, En la tierra empapada Con agua de los cielos. «Trabajarás cantando Como un dichoso obrero Sabiendo que realizas Con fervor tu deseo. «Levantarás tu obra Con amor y a sol pleno, Como se hacen las cosas Más grandes, sin misterio. «El sol pondrá en tu obra El calor de su esfuerzo, y la luna, amorosa, Vigilará tu sueño. «Cuando azote tu casa La tempestad de enero, Resistirán los muros Como un bloque de hierro. «Cuando asalten tu casa Los gorriones aviesos Defenderás tu casa Con valor de guerrero. «y en la estación propicia, Cuando florece el huerto y las parejas jóvenes Ríen por los senderos, «En la paz de tu casa Oirás un canto eterno, Como el canto ferviente De amor de los horneros». «Así se hace una casa», ¡Bien podría saberlo!
Vol. 111
HORNERO
DE PAJAROS
Repetíame a solas, y proseguí carpiendo: «Trabajarás cantando Con amor y a sol pleno) Decíame en la angustia De mi remordimiento. Pájaro amigo: tarde Me llega tu consejo; Están secas mis manos y en sombras mi cerebro. ¡Pájaro amigo! Déjame Los escombros que tengo! Es tarde, es ya muy tarde Para construir de nuevo. CHURRINCHE Por entre la retama Del cerco del jardín Pintado de carmín Salta de rama en rama. Del hogar vespertino Ascua perdida es Que se apaga en la mies Del sembrado vecino. y en la hora matinal Si un lampo horizontal De luz le condecora, Es roja brasa intensa Por donde a arder comienza El hogar de la aurora. CALANDRIA Desde el árbol al cielo Se lanza en raudo vuelo; y desde el cielo torna veloz hasta la [planta En vuelo vertical. Y entonces canta: ¡Trío! ¡Trío! ¡Trío! Canta a la mañana de oro Con febril desvarío Inquieta, feliz y jovial; ¡TríO! ¡Trío! i'rrío! Canta en la hora de la siesta Con renovado brío Su prodigiosa caja musical; ¡Trío! ¡Trío! ¡Trío! Canta en la hora solemne A la tarde de estío Roja de rosas y de sol; y al escuchar su trino' fervoroso y [variable, Por algo inexplicable, Sueño con pena inmensa en la al'[diente canción Que no podrá cantar jamás mi co[razón. Marío
Bravo.
Volumen tercero de EL HORNERO. - Con el presente número termina el volumen tercéro, cuyo índice analítico será distribuido oportunamente.
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