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Agosto 2014
“B95”: un símbolo de esperanza Hay ejemplares de playeros que han logrado superar todos los obstáculos y sobrevivir. Sin duda el más reconocido es el playero rojizo “B95”, anillado en Río Grande en febrero de 1995 cuando tenía dos años de edad. Hasta la actualidad se estima que ha volado una distancia mayor de la que separa la Tierra de la Luna. Sus avistajes son seguidos por miles de personas en el hemisferio. En Estados Unidos se ha publicado su historia en el libro Moonbird (Ave de la Luna) de Phil Hoose. También medios como New York Times, BBC Mundo y varios de Argentina se ocuparon de “B95”. Además en la ciudad de Río Grande ha sido declarado “Embajador Natural”.
En estos tiempos en que el planeta se encuentra enfermo de humanidad, “B95” nos muestra que los límites son sólo los que nosotros mismos nos imponemos y por eso es llamado “El ave de la esperanza”. Es que las aves playeras conectan sitios, pero también comunidades y el espíritu de la gente. El playero rojizo ha sido declarado “ave símbolo de la ciudad” en San Antonio Oeste, Río Negro y “ave emblemática” de Coronel Rosales, en Buenos Aires.
Jan van de Kam
“B95” con plumaje reproductivo en Delaware Bay.
En 1995 un equipo de ornitólogos de Argentina anilló a “B95” en Río Grande, Tierra del Fuego. Diecinueve años después sigue viajando desde la Patagonia al ártico canadiense. Se calcula que voló ya más de 640.000 kilómetros. ALEC EARNSHAW
Cada nuevo registro de “B95” es histórico y emocionante, como el que protagonizó Alec Earnshaw en marzo pasado. Este naturalista y socio de Aves Argentinas fotografió un grupo de playeros rojizos en Río Grande, Tierra del Fuego, y entre ellos estaba “B95” (ejemplar de la izquierda) con plumaje no reproductivo. Se calcula su edad en 21 años.
Nota: Campañas de anillado organizadas por Patricia M. González, Fundación Inalafquen; Allan Baker, Royal Ontario Museum y Luis Benegas, Museo de la Ciudad de Río Grande.