Los incendios forestales, un mecanismo de despojo en nuestros Territorios

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Guadalajara, Jal; Agosto de 2013

Los incendios forestales un mecanismo de despojo en nuestros Territorios. Año tras año se incrementan las áreas boscosas devastadas, los incendios exhiben el falso discurso ambiental oficial: Áreas Naturales “Protegidas”, principales afectadas por el fuego provocado. Colectivos registramos 6 mil hectáreas boscosas que han sido arrasadas para negocios capitalistas. El despojo y la destrucción de los territorios y los bienes naturales de los pueblos y comunidades se despliega por todo el país, por todo el estado de Jalisco, como estrategia del capital y del Estado. Por ello no es casual que durante el periodo de estiaje del 2013 los incendios forestales se hayan incrementado tanto en cantidad de hectáreas devastadas como en total de árboles quemados. No es extraño tampoco que a pesar de esta tendencia creciente y del discurso ambientalista de la clase en el poder, esto no se traduzca en una verdadera política preventiva que neutralice y reduzca significativamente los efectos del fuego provocado. Los resultados dramáticos de los incendios forestales desdicen el discurso y la práctica gubernamental y empresarial en esta materia. No es difícil llegar a esta conclusión. Basta saber, por ejemplo, que el gobierno tiene las evidencias de que muchos de los incendios son provocados; que los incendios "suceden" justamente en las llamadas Áreas Naturales Protegidas (ANP) y que estas a su vez son las zonas asediadas por el capital inmobiliario dado su valor como posibles fuentes de mercantilización de la tierra y de acumulación de grandes capitales. Muchos de los lugares siniestrados son territorios cuya belleza e importancia natural ha sido conservada ancestralmente por los pueblos y comunidades que los habitan como elementos vitales. La estrategia es sencilla pero muy perversa: algún agente del capital prende el fuego en lugares y horas premeditadas y el gobierno (federal, estatal o municipal) no acude a tiempo, a pesar de las voces de alarma social. Y cuando lo hace, manda a sus brigadas contra incendios prácticamente con las manos vacías a combatir el fuego. Por supuesto, como justificante, se dice rebasado ante el tamaño y la cantidad de incendios. Al final, y eso sucede año con año, el gobierno a través de alguna de sus muchas instituciones convoca a los medios para dar un informe de los daños, mismo que suele reducirse a las cifras oficiales sobre tierras de cultivo, bosques y pastizales arrasados por el fuego, y se habla de ello como si la recurrencia de los incendios fuera algo natural. No estamos de acuerdo y nos oponemos a todo lo anterior, por ello estamos aquí para denunciarlo públicamente. Para los diferentes colectivos y comunidades de Zapopan, Tlajomulco, El Salto, Juanacatlán, Guadalajara y Ciudad Guzmán que suscribimos este pronunciamiento, en la concluida temporada de estiaje, la voracidad de los capitalistas y las políticas de despojo de los territorios promovidas por los malos gobiernos generó la devastación más importante de los últimos años en toda la entidad a causa de los incendios forestales provocados y combatidos insuficientemente o de forma tardía, especialmente en las comunidades en las que vivimos y


en donde existen distintos tipos de ecosistemas que están bajo el asedio de diversos empresarios cuyos intereses se ven beneficiados con los incendios: los empresarios del desarrollo inmobiliario, de la industria maderera, de los monocultivos (aguacateros), los proyectos y la obra pública (carreteras, macrolibramientos) y la industria del turismo. Sabemos que el gobierno, en todos sus niveles, es cómplice de los capitalistas en el plan de destrucción y despojo de nuestros territorios comunitarios, pues de diversas maneras facilitan y promueven su invasión y explotación. Así, ya se sabe que después de un incendio viene el cambio de uso de suelo. Esta política atiende a los intereses de quienes tienen el poder del dinero, por lo que la implementación de estrategias para garantizar la prevención y el adecuado control de los incendios forestales no son una prioridad y ello se ve reflejado en la escasez de brigadas de combatientes que existen en el estado de Jalisco, en el precario equipamiento de que disponen para desempeñar su difícil y arriesgado trabajo (herramientas especializadas insuficientes y en mal estado, nulos o inadecuados equipos de protección personal, insuficientes vehículos para el transporte de las brigadas y para el combate, casi nulos medios aéreos), así como en los bajos sueldos que reciben. La política ambiental del país, de corte neoliberal, funciona bajo la lógica de la administración de la naturaleza, del principio capitalista de que ésta contiene recursos que deben ser explotados, y que deben ser mercantilizados todos los elementos inconmensurables de la tierra. Por ello siguen hablando de “recursos" y no de territorios, de espacios naturales sociales/colectivos. La legislación ambiental vigente es la base legal que sirve de extensión al discurso del desarrollo sustentable. No debe haber "tierras ociosas", como si ociosidad fuera la capacidad que tienen los bosques para limpiar el aire, captar y generar agua, para evitar inundaciones, para ser refugio y casa de una gran diversidad de plantas y animales. Cada incendio reedita la negligencia, la impunidad y la incongruencia con los marcos normativos que el gobierno mismo ha definido. Si antes tenía un sentido social, ahora a la legislación se le está dando uno muy diferente además de que las leyes siguen siendo laxas tanto en su contenido como en su aplicación. Generalmente se entendía como positivo el hecho que algún territorio se decretara o reconociera como Área Natural Protegida (ANP), una de las varias figuras que se han inventado, asumiendo que ello era en realidad una medida que resguardaba él territorio; no han sido pocos los casos en los que lograr este tipo de decreto fue una demanda social. En los tiempos del capitalismo salvaje las ANP se han convertido en formas de administración capitalista del territorio y solo en apariencia son zonas de conservación; lejos de ser decretos que garanticen la conservación de los espacios naturales colectivos, están siendo utilizados en el proceso de privatización que nos despoja de nuestros territorios para ponerlos a disposición de los proyectos de los capitalistas. Muestra de lo anterior es que existe una clara coincidencia entre los territorios que fueron deliberadamente incendiados durante esta temporada de sequía y cuatro de las áreas naturales protegidas del Jalisco administradas por los tres niveles de gobierno: el Parque Nacional Nevado de Colima (federal); el Área de protección hidrológica Cerro Viejo, Chupinaya, Los Sabinos y el Área natural protegida de la barranca del rio Santiago (estatales); y el Área de protección hidrológica del bosque El Nixticuil, San Esteban, El Diente (municipal Zapopan).

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Parte importante de la política de despojo que los capitalistas y el Estado despliegan con los incendios de nuestros territorios, es la simulación y manipulación que se hace con las cifras y estadísticas respecto de los cientos de miles de hectáreas quemadas anualmente. La información que ofrecen las instituciones gubernamentales no la consideramos confiable, sin embargo, aún según las cifras oficiales, la devastación de esta temporada de estiaje es tan grande (36 mil hectáreas) que equivale a imaginar que se hubiese incendiado completamente el bosque La Primavera y un poco más. Esta política de simulación se ha venido acompañando en últimos años con la amenaza aparente y mediática empleada por el Estado, de que todo terreno incendiado no podrá ser sujeto de cambio de uso de suelo sino después de dar veinte años para su recuperación (art. 117 de la Ley de Desarrollo Forestal Sustentable) y que los incendiarios serán perseguidos y juzgados (art. 418 del código penal federal), sin embargo, el discurso sustentable reflejado en la legislación ambiental, encubre varios elementos que sirven al despojo, y que consideramos necesario señalar. Cuando existen denuncias populares ante la PROFEPA (y estas logran prosperar frente a su burocracia y los intereses políticos en turno), las inspecciones que dicha dependencia realiza (cuando las hace) son de manera tardía, cuando gran parte de los indicios del fuego han desaparecido; así se encubre a los incendiarios, en complicidad con los intereses capitalistas. Por otro lado y en esencia, la legislación es permisiva del cambio de uso de suelo aun cuando el territorio haya sido incendiado, para ello la SEMARNAT junto con muchas de las consultoras que trabajan como mercenarios ambientales, operan el trámite para solicitar, a través de un "estudio técnico" el “pago de derechos por el cambio de uso de suelo en terrenos forestales incendiados”, herramienta de la legislación ambiental mexicana a través del cual también se evade la responsabilidad de los incendios y se legaliza la destrucción del territorio. Pero la simulación no termina ahí. Continua con el hecho de que tras las múltiples denuncias que nuestras comunidades y otros pueblos (Jalisco fue el estado en presentar más denuncias ante PROFEPA por estos hechos en este año, Excélsior 12/05/13) hemos presentado durante años no ha existido ninguna sanción a los intereses que asedian los bosques y tampoco han sido contenidos los proyectos de despojo. En municipios como Zapopan, la simulación se ha innovado con el montaje por parte del gobierno municipal de la denuncia ante la PGR de algunos de los incendios pretendiendo con ello deslindarse de su responsabilidad. Los otros efectos de los incendios Nosotros pensamos que los incendios forestales tienen otros efectos, que van más allá de lo árboles quemados y el número de hectáreas devastadas. Por ello consideramos que los informes de las autoridades son omisos, erróneos, limitados, parciales y evidencian su interés por mantener la idea de que cuando los bosques se incendian lo único que se pierde son pastizales y árboles siempre y cuando estos sean grandes y frondosos. Esconden y minimizan los múltiples impactos que tienen los incendios sobre el ecosistema y de los cuales nadie se hace cargo. Por otro lado, la forma como se combaten los incendios de los bosques y la manera como luego se pretende restaurarlos confirma la noción errónea que se tiene de los bosques y su diversidad, así como la visión antropocéntrica de las relaciones de la sociedad con la naturaleza. Si no hay pérdidas humanas la devastación generada por el fuego se subestima. Sin mucho pesar se lamenta la pérdida de los árboles pero ninguna preocupación causa la muerte 3


de un número incuantificable de los otros seres vivos que habitan los bosques como la diversidad de aves, reptiles, felinos, venados, conejos, tlacuaches, jabalíes, lombrices, ratas; insectos, muchos de ellos microscópicos, y/o el desplazamiento de muchas especies que, terminan perdiendo su hábitat. Desde el punto de vista de los pueblos y comunidades afectadas encontramos múltiples daños en los territorios aledaños a las zonas incendiadas. Como ejemplos, enunciamos algunos de ellos: Efectos ambientales: el más evidente es el incremento de la contaminación del aire. Lo que ya no vemos pero si sucede es que los incendios acaban con la hojarasca y ello significa una disminución de la capacidad del bosque para infiltrar el agua de lluvia. Esto nos pone frente al riesgo de inundaciones a la vez que el suelo se degrada, erosiona y pierde fertilidad. Se rompe el ciclo reproductivo de las especies y son disminuidas las nuevas generaciones de vida silvestre. Simplemente el cambio del color verde del bosque al negro (quemado) implica una mayor concentración de calor. Efectos sobre la salud: al respecto destaca que los incendios provocan intoxicaciones y traumatismos, o daños agudos y crónicos en todos los seres vivos que habitan en los bosques y sus cercanías y que son expuestos a altas concentraciones de contaminantes. De los afectados inmediatos son los brigadistas que generalmente combaten los incendios sin el equipamiento de seguridad necesario. Por otro lado, en las poblaciones afectadas, cercanas al incendio o las que reciben las cenizas, son los niños y adultos mayores lo más afectados. Sube el estrés y se multiplican las enfermedades respiratorias y cardiovasculares. En general, este tipo de exposición a contaminantes podría significar, a mediano y largo plazo, la reducción de varios años de vida. Efectos psicológicos: ver el bosque en llamas produce efectos como pánico, ansiedad, preocupación, depresión, nostalgia. También se siente decepción o impotencia por querer combatir el fuego y no poder hacerlo al carecer de la formación y el equipamiento necesario. Efectos económicos: no es menor decir que mucha gente, por el riesgo que significa, no puede llegar a sus centros de trabajo pero, además, durante los días del incendio consume más agua, se ven la necesidad de ir a consulta con el médico y de adquirir algunos medicamentos especiales. Todo ello tiene un efecto sobre su de por si golpeada economía. Finalmente queremos decir que nosotros no somos un movimiento ecologista o ambientalista, sino pueblos, comunidades y colectivos que defendemos nuestra vida, la de nuestros territorios y todo lo que éstos contienen. Hacemos hoy esta denuncia pública sobre los incendios como estrategia que amenaza la preservación de nuestros territorios, para enfatizar que los incendios están convertidos en el mecanismo más funcional, que el capital está utilizando para incrementar el despojo de la tierra y la naturaleza. Detener los incendios forestales provocados, consideramos, es una acción importante en la defensa de la tierra. Nosotros vemos entonces que hacernos cargo de la vigilancia de nuestros territorios como medida de autoprotección ante los incendios deliberados es importante y la única forma de autodefensa que tenemos frente a la voracidad capitalista y de los malos

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gobiernos. Las relaciones sociales capitalistas, autoritarias y mercantilistas que se promueven y protegen por el Estado no están respetando nuestros territorios, incluidos los bosques que allí existen, en el capitalismo no hay posibilidad de la conservación de la vida. Por ello no estamos interesados en ser un movimiento que pretenda "presionar" al gobierno para que cumpla con la protección y defensa de la tierra y la vida. Es por eso que invitamos a todos los pueblos y comunidades de Jalisco a inaugurar o continuar con los procesos autogestionados que nos permitan conservar los territorios donde habitamos y desarrollamos nuestra vida cotidiana.

Colectivos y comunidades firmantes: Grupo Ecologista El Roble, Juanacatlán Colectivo Rebelión Cotidiana, Ciudad Guzmán Comité Agua y Vida, Santa Cruz de las Flores, Tlajomulco Comité Salvabosque en Defensa del Bosque El Nixticuil, Zapopan Comunidad Indígena de Ixcatán, Zapopan Un Salto de Vida, El Salto *En este cuadernillo encontrarán el presente pronunciamiento junto con la información y datos que fueron registrados por la propia gente de los pueblos y comunidades a los que pertenecemos con respecto a los incendios provocados en nuestros territorios; ofrecemos también la compilación de algunos textos en los cuales cada pueblo y comunidad hace un análisis de los incendios como mecanismo de despojo, así como de las afectaciones al territorio a causa del fuego; pero además de las posibilidades de autodefensa que como colectivos encontramos para resistir a esta estrategia que los capitalistas están empleando para mercantilizar los espacios naturales colectivos.

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Dossier: incendios provocados en Jalisco 2013 Los incendios forestales un mecanismo de despojo en nuestros Territorios. Año tras año se incrementan las áreas boscosas devastadas, los incendios exhiben el falso discurso ambiental oficial: Áreas Naturales “Protegidas”, principales afectadas por el fuego provocado. Colectivos registramos 6 mil hectáreas boscosas que han sido arrasadas para negocios capitalistas.

Comité Salvabosque en Defensa del Bosque El Nixticuil, Zapopan Comunidad Indígena de Ixcatán, Zapopan Comité Agua y Vida, Santa Cruz de las Flores, Tlajomulco Un Salto de Vida, El Salto Grupo Ecologista El Roble, Juanacatlán Colectivo Rebelión Cotidiana, Ciudad Guzmán

Agosto 2013

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Agosto de 2013 Balance de la temporada de incendios forestales 2013. A seis años de autogestión en el control del fuego: Brigada Comunitaria El Nixticuil. Es conocimiento popular que los incendios en los bosques son utilizados desde hace años como herramientas de destrucción y despojo de los territorios, instrumentos usados por los agentes del capital para cambiar de facto el “uso de suelo”, esto es más evidente y se ha convertido en una imagen casi cotidiana para las comunidades que vivimos en los bosques cercanos a las ciudades o en el campo. En la última década en territorio del bosque el Nixticuil, en el norte de Zapopan, la relación entre el uso del fuego en contra del bosque y el despojo capitalista ha sido evidente. Los últimos nueve años El Nixticuil y nuestros barrios han resistido más de 150 incendios provocados, con cientos de hectáreas quemadas solo en la zona del Nixticuil y miles si se contabilizan las de la Sierra de San Esteban (El Diente); incendios que son iniciados cada año en espacios boscosos que pretenden destruir para construir desarrollos inmobiliarios y corredores industriales. Solo en esta temporada (noviembre 2012 - junio 2013) se considera que fueron quemadas aproximadamente 345 hectáreas en este corredor biológico, que está reconocido como un área natural protegida de protección hidrológica de carácter municipal. Una gran cantidad de los incendios han sido documentados y denunciados por nuestra organización anualmente desde el 2007 en los medios de comunicación y en instancias de gobierno como la procuraduría federal de protección al ambiente (PROFEPA), pero la negligencia y la complicidad de las instituciones y los gobiernos ha sido la constante pues, desechando pruebas, no actuando, o realizando las “inspecciones” o “averiguaciones” un año después de quemado el bosque, cuando ya la mayor parte de los rastros de fuego han sido borrados por las lluvias y la hierba crecida. Los incendios no solo han sido utilizados como arma de los agentes del capital y el Estado para la urbanización, también han sido instrumento de represión, en la quema de los trabajos autónomos que realiza la comunidad para la restauración del bosque, como la quema de reforestaciones, instalaciones de riego, generando daños a la salud de las comunidades y poniendo en peligro la vida misma de la gente ante el riesgo de que el fuego se propague a las viviendas de los barrios como ya ha ocurrido, o sobre los brigadistas comunitarios y oficiales. Un gran porcentaje de los fuegos provocados en esta temporada tuvieron una forma clara de ejecución que se concentró en quemar simultáneamente o de manera reiterada durante el mismo día distintas zonas del bosque por los guardias paramilitares de los corporativos inmobiliarios Consorcio GIG, GVA, Tierra y Armonía que están destruyendo el bosque con el megaproyecto inmobiliario Sendas residencial, antes Mirasierra de Zapopan. Por lo menos en cuatro ocasiones nuestra brigada comunitaria observó salir de las zonas en las que habían comenzado los incendios a los guardias de estas empresas, a pie y en cuatrimotos. La reacción del gobierno municipal para deshacerse de su responsabilidad fue presentar denuncias ante la PGR de las cuales no hay ningún responsable. 7


Brigada Comunitaria El Nixticuil: autogestión y autodefensa contra los incendios provocados.

Con la perspectiva política autónoma asumida en los hechos por nuestro colectivo y ante los constantes incendios provocados como herramienta de despojo y represión, a partir de hace seis años las familias del Comité iniciamos un proceso autogestivo para aprender los conocimientos para prevenir y combatir los fuegos en el bosque y adquirir algunas herramientas necesarias para realizarlo. Con esta iniciativa se generó un pequeño manual comunitario para el control y combate de los incendios, con el cual se organizaron talleres de autoaprendizaje teóricos y prácticos. Por lo que en los últimos seis años hemos venido realizando trabajos para

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prevenir y combatir de forma autogestiva los incendios provocados en el bosque conformando la Brigada Comunitaria El Nixticuil. Junto a esto se han imaginado y ensayado distintas pequeñas acciones para generar recursos económicos para la compra de las herramientas que se utilizan por nuestros brigadistas, pues algunas de ellas, como las de supresión por enfriamiento como mangueras y mochilas aspersoras tienen precios bastante elevados, y de las cuáles hemos podido hacernos a través del trabajo colectivo. Las funciones que ha tenido la brigada no solo se han limitado al combate al fuego, sino al trabajo de documentación de los incendios que son provocados anualmente. Así la participación y la organización de la brigada ha implicado también el registro foto y video gráfico que en muchas ocasiones es realizado por los miembros más jóvenes del colectivo, y la construcción anual de una tabla de registro que reúne la información sobre cada incendio provocado en el Nixticuil, como memoria y evidencia de las agresiones e instrumento de autodefensa. No sin dificultades, el esfuerzo colectivo de las familias que formamos el Comité Salvabosque por evitar la destrucción de nuestro bosque a causa de los incendios ha tenido resultados importantes, pues aunque los capitalistas y los agentes del Estado no han cesado en su intento por despojarnos de nuestro territorio incendiándolo año con año, la magnitud y cantidad de fuegos provocados ha disminuido por la intervención organizada de nuestra brigada comunitaria. Por eso creemos que es necesario y posible apostar desde los barrios, comunidades y pueblos por la auto organización y la autodefensa ante esta estrategia de despojo que son los incendios forestales.

Comité Salvabosque En defensa del bosque El Nixticuil salvabosquetigre2@yahoo.com.mx

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Los incendios forestales mecanismo de despojo y cambio súbito de uso de suelo en la barranca del río Santiago, Jalisco José Casillas Comunero de Ixcatán 10 de julio de 2013 Hay muchos y muy diversos mecanismo que son utilizados para despojar de territorios a los pueblos indígenas y campesinos: a través de la aplicación de leyes injustas como las liberales del siglo XIX y las neoliberales del siglo XX y XXI; las expropiaciones so pretexto de construir megaproyectos carreteros, urbanos, hídricos, energéticos y mineros; solapando políticos, caciques y empresarios voraces; con la destrucción de bosques y el cambio de uso de suelos, y ahora también, a través de incendios ¿planeados y concertados? para destruir vastas zonas en disputa. Entre el 1º de marzo de 2013 y hasta el 15 de junio del mismo año, se presentaron incendios que por la circunstancias en que se presentaron, el lugar donde iniciaron y la inanición de las autoridades podría decirse que fueron provocados o al menos consentidos, esto ocurrió en zonas aledañas a la zona metropolitana de Guadalajara en los municipios de Juanacatlán, Zapotlanejo, Ixtlahucán del Río, Zapopan, Tlajomulco y San Cristóbal de la Barranca y de ello dieron cuenta algunos medios de comunicación. En este aporte solo presentamos el caso de la barranca del río Santiago. Un incendio significa la invasión y arrasamiento total y sin control de los tres pisos ecológicos que conforman el suelo: a) plantas y animales muy pequeños y microscópicos, b) pastizales, arbustos y animales que tienen su hábitat a ras del suelo y c) árboles y fauna de las alturas. En los tres pisos se incluyen los minerales y las fuentes de agua, así como el aire que se enrarece y contamina en ese marco de combustión violenta y depredadora. Un incendio que en unas cuantas horas consume todo a su paso es capaz de borrar la historia genética de especies de plantas y animales nativos y a veces únicos que viven en la barranca del río Santiago, no obstante el gobierno mexicano en sus tres órdenes municipal, estatal y federal cuenta en sus estadísticas y le da importancia a las pérdidas del “bosque” entendido como es espacio en dónde habita el arbolado que se mira más y destaca por su altura. Basta caminar unos cuantos metros en transecto desde la barranca hacia las alturas para distinguir que hay cientos de especies de plantas y animales que conviven en un entorno 10


natural armónico y “civilizado”, para que vengan las toneladas de caca y más de mil componentes químicos por el río Santiago y sus afluentes y maten todo; ahora los amos del poder y del dinero utilizan una manera más cómoda y “fácil” de despojo: el incendio, tal como lo vienen documentando desde hace años los compañeros defensores del bosque “el nixticuil”. Si usted camina por la carretera 54 federal y de pronto en el kilómetro 16 se topa con un vacío y una cascada impresionante, es la “cola de caballo”, pues a partir de ahí fueron incendiadas unas 250 hectáreas de selva baja caducifolia, las que se localizan entre la misma carretera a Saltillo y las márgenes del río Santiago, es una zona de laderas y piedras, no apta para la agricultura, virgen en su mayor parte en donde abunda una espesa selva baja, era hasta hace unos días de las mejores conservadas cerca de la ciudad de Guadalajara, este espacio es propiedad del Ejido Exhacienda del Lazo y los “Los Camachos” y abunda fauna silvestre que vive en las cuevas, hoyos y raíces de los árboles y que se alimenta de larvas, gusanos roedores, semillas y frutos. Un pequeño bosque de roble y encino se localiza en el kilómetro 20 de la misma carretera federal 54, justo a la altura del balneario “Los Camachos”, fue deforestada una parte desde hace años pero, se conservaban unas 30 hectáreas de bosque en muy buenas condiciones, ahora con las primeras lluvias cientos de toneladas de buen suelo han ido a parar al río Santiago, este mismo incendio saltó hacia el territorio del ejido e indígena de San esteban, tan grave que la llamas llegaron al borde del exclusivo fraccionamiento “Las Cañadas”. Ahí se afectaron 100 hectáreas de bosque de roble y encino y 200 hectáreas de pastizales, una gran pérdida si se considera que se practica la ganadería extensiva, el turismo ecológico y el cultivo de verduras, frutales y hortalizas. Siguiendo la carretera 54, y entre el predio El Nogal e Ixcatán, fueron dañadas 200 hectáreas de pastizales, es en estos momentos (junio 30 de 2013) perceptible a simple vista el área de lomas que se quemaron, así como 100 hectáreas de selva baja, una gran pérdida si se considera que se explota en estos espacios de manera rústica el gualacamote, se cosechan guaje rojo, cocuixtle, ciruela, mango y colecta leña. En lo que toca a la carretera a Colotlán, una vez que se pasa el kilómetro 15 y los pestilentes vertederos de “Picachos” y “Hasar´s”, sin bajarse del vehículo, al pasar la cuenca del rio Milpillas, se percibe una amplia zona que fue arrasada por el fuego, lamentablemente acabó con 200 hectáreas de roble y encino entre San Lorenzo y las inmediaciones con la cabecera de San Cristóbal de la barranca, ahí también se perdieron 100 hectáreas de selva baja caducifolia. Además, a la altura del Totoltepec (cerro de los guajolotes) en territorio del Ejido de Ixcatán dentro del municipio de Ixtlahuacán del Río, la última semana de mayo, inició un incendio que tardó 3 días en extinguirse, en donde la perdida asciende a 200 hectáreas de selva baja y 100 hectáreas de pastizales, con algunos espacios de bosque de varaduz. Como es de apreciarse, es notorio como los incendios tuvieron su inicio en los márgenes de la carretera a Saltillo, carretera a Colotlán y del río Santiago, no se trata de quemas de residuos agrícolas que hacen los campesinos, o de la tumba, roza y quema tradicional, no, se trata de incendios a propósito y coincidentes algunos en día y hora con los que hubo con el “bosque de la primavera”, por ejemplo. En términos porcentuales y tomando como total 1510 hectáreas, tan solo en el caso descrito, fueron incendiadas 330 hectárea de roble y encino (22%); 650 hectáreas de 11


selva baja caducifolia (43%) y 530 hectáreas de pastizales (35%) a ver señores capitalistas, ¿cuál es su equivalencia financiera y social? Que hablen los “expertos” y los responsables desde el gobierno de tal ecocidio. Cada uno de los pisos ecológicos ya mencionados, juega un papel fundamental para que el suelo no se termine, si se tala o se quema el arbolado dejamos sin refugio a las aves, ardillas, iguanas, animales de uña; al suelo lo dejamos a merced de las corrientes de agua y del viento; si arrasamos los arbustos y plantas enanas generamos la muerte y el desplazamiento de los conejos, tlacuaches, jabalines; si dejamos sin raíces el suelo matamos de hambre a las lombrices de tierra, gusanos y animales microscópicos que hacen inexistente un suelo con materia orgánica, además de que dicha desnudez del suelo provoca la desaparición de manantiales y las perversas avalanchas que se llevan lo mejor de la materia orgánica, bloquean caminos, brechas y carreteras, matan animales domésticos y destrozan pueblos. Nuestros pueblos practican de manera cotidiana la reforestación a través de la colocación de postes de árboles que se reproducen por estaca como las seis variedades de copal, las seis variedades de ciruelo, el cuachalalate, la clavellina y el texcalame, entre otros, se construyen barreras vivas con xocuixtle (cocuixtle) y nopal, se hacen cercos de piedra, se fabrican en laderas terrazas, renovamos nuestros huertos de ciruelo, guamúchil y guaje, ¡ah! y no le prendemos súbita y descaradamente al monte y, si un accidente ocurre, nos empeñamos en apagar hasta la última brasa, porque sabemos que de ahí nos cobra la naturaleza y pone en vilo nuestra existencia. En los artículos, comentarios y noticias que hubo durante el estiaje y a las que tuve acceso, en la mayoría se desprenden ideas que concluyen en que mientras no se destruya el bosque (templado, seco de coníferas) todo está bien, más sin embargo comparten que el bosque es solamente arboles grandes y frondosos, súbita ignorancia de quienes escriben y hablan de la barranca y sobre los efectos de los incendios. Incendiar es un de las tantas caras que tiene el despojo en Jalisco y el país, por ejemplo en la barranca del río Santiago hay árboles de roble en plenitud de su juventud y de pronto llega el incendio y se acabó el esfuerzo de medio siglo, hay en estos momentos sobre el bosque de quercus “el puertecito” (al poniente de Ixcatán) una manada de coyotes que ponen en riesgo a las crías del ganado y las aves de corral y una de puerco jabalí que cambió su territorio de la selva baja en las márgenes del río Santiago y que hace estragos en los cultivos de granos básicos en la zona de “el ocote” a menos de un kilómetro de Ixcatán. Quienes nos dedicamos a la defensa de la barranca del río Santiago, constatamos que los incendios han sido ahí en donde hay intereses de desarrollo inmobiliario, acto criminal que se suma al mal manejo de la basura, a la tira de desechos domésticos sin tratamiento y a la construcción de miles de viviendas de alta densidad. Una zona destaca entre todas ellas, el valle de Tesistán del municipio de Zapopan y sus contornos, precisamente sobre las cabezas de los doce pueblos de la barranca: Exhacienda del Lazo, San Isidro, San Esteban-Tateposco, Copala, Los Camachos, Paso de Guadalupe, San José, Ixcatán, La Soledad, Huaxtla, San Lorenzo y Milpillas. Como lo hemos platicado y difundido, los pueblos de la barranca y otros pueblos y organizaciones comprometidas con la causa, tenemos dos opciones: enfrentarlo de manera organizada y hasta el final o aceptarlo con todas sus nefastas consecuencias.

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INCENDIOS EN LA BARRANCA DEL RIO SANTIAGO, municipios de Zapopan, Ixtlahuacán del Río y San Cristóbal de la Barranca estado de Jalisco que se suscitaron del 1º de marzo al 15 de junio de 2013

ESPACIOS AFECTADOS

TIPO VEGETACIÓN

DE HECTAREAS

Sobre la carretera Selva baja 250 federal 54, “Saltillo”, caducifolia De la cascada “cola de caballo” (km. 16) a Los Camachos Bosque de roble y 30 (km. 20) encino

Pastizales

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OBSERVACIONES Entre la carretera a Saltillo y el río Santiago Entre la carretera a Saltillo y la zona de San Esteban En el descrito

espacio

San Esteban (ejido y Pastizales 200 comunidad indígena) desde San Isidro Bosque de roble y 100 hasta agua Zarca encino

Parte sur y norte de Ejido San Esteban

De los Camachos Pastizales (km. 20) al pueblo de Ixcatán (Km. 25.5 de la carretera 54) Selva caducifolia

200

Entre la carretera a Saltillo y el río Santiago

baja 100

Espacio pegado al rio Santiago

De San Lorenzo al Selva Baja 100 Escalón. Carretera Colotlán km. 18 al km. 24. Bosque de roble y 200 encino

Entre el acantilado y el río Santiago

Por el lado Este del Selva río Santiago en caducifolia Ixtlahuacán del Río. Frente al pueblo de Ixcatán, Ejido y Pastizales pequeñas

Noroeste de Ixtlahuacán del Río.

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baja 200

100

Parte oeste de San Esteban y San Isidro poblado

Lado este y oeste de la carretera a Colotlán.

Noroeste

de


propiedades.

Ixtlahuacán del Río. TOTAL GENERAL

1510 Porcentaje

Por tipo vegetación

de Bosque de roble y 330 encino

22%

Selva caducifolia

Baja 650

43%

Pastizales

530

35%

Elaboración de José Casillas con base en recorridos físicos y comparación con los planos topográficos de la región señalada, 30 de junio de 2013.

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Los incendios forestales y muerte de los otros seres vivos en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga en el periodo de enero-mayo de 2013 *Angélica Ramos Gómez Comité Agua y Vida de Santa Cruz de las Flores, Tlajomulco de Z.

Los incendios registrados en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga en los meses de abril, mayo y junio del año de 2013, sitiaron nuestros pueblos como nunca antes habíamos visto; al menos, en años recientes. Área afectada La prensa local informaba que en el mes de mayo, se habían devastado 2 624 hectáreas en la “Sierra del Madroño”-Cerro Viejo. Correspondientes a la comunidad indígena de Tlajomulco 1 900 hectáreas; 720 al ejido de San Lucas Evangelista y 4 al ejido de San Miguel Cuyutlán.1

1 Aarón Estrada,” Ya hay denuncias por incendios ante la Fiscalía General del Estado”, La Verdad, 24 de mayo de 2013.

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Consideramos que debió de haber ascendido a más de 3 000 has. Sin tomar en cuenta que los meses de mayo y junio fueron quemados con ferocidad arrasadora la mayor parte de estos cerros y no están contabilizados en el dato anterior. Después de todo para que puede servir el dato, si la recuperación de lo quemado por la avaricia dineraria de unos sujetos, durara cientos de años y quizás nunca lo veremos. Fuimos testigos, en el mes de mayo, durante tres semanas consecutivas, como nuestros cerros ardieron día y noche. Al acercarnos al cerro de Totoltepec, pudimos comprobar una especie de transecto en forma ascendente en la mayor parte de las laderas del cerro.

Desde el discurso gubernamental, hasta los incendios también son objeto de predicción como “eventos naturales”. A fin de convertirnos en sujetos estúpidos de “la normalidad”. Nuestros pueblos afectados A los lugres donde miráramos, se extendían inmensas columnas de humo y nuestros pueblos eran avasallados por el calor y la bruma del montón de incendios. En pleno mes de mayo nuestros pueblos fueron convertidos en infiernos, debido a las alteraciones del clima y el calor originado por los incendios propagados. Cuando muchos de ellos se localizan próximos a las faldas de los cerros, por mencionar algunos: Tlajomulco, Santa Cruz de las Flores, Santa Cruz de la Loma (Tepetates), Soledad de Cruz Vieja, Cofradía, Buenavista, San Agustín, San Miguel Cuyutlán. Los pueblos ribereños de San Miguel Cuyutlán, Cuexcomatitlán, San Juan y San Lucas Evangelista. ¿Y los otros habitantes? En medio de nuestra impotencia e indignación, hicimos memoria de cuantos otros seres vivos estarían muriendo ante la vorágine de las llamas. Las personas mayores nos recordaron que en nuestro cerro de Totoltepec, desde tiempos inmemoriales, ha albergado fauna nativa, como: guajolotes silvestres, de ahí proviene el nombre de nuestro cerro Totoltepec; además de colibríes, faisanes, codornices, lechuzas, tecolotes, aguilillas, gavilanes, halcones, zopilotes, ágoras, güilotas, cuijes, cuervos.

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Así como venados, armadillos, correcaminos, ardillas, zorrillos.

zorros,

tlacuaches,

jabalíes,

liebres,

conejos,

Y en el Cerro Viejo, la especie nativa de los jaguarundis, el venado cola blanca y zorrillos. Así como la diversidad de insectos, como: mayates, libélulas, chicharras, caballitos, hormigas. Y nuestros reptiles: víboras, iguanas, lagartijas, y quizás muchos más, que ya hemos olvidado, y otros, que nunca conocimos, porque ya han desaparecido. Control y combate de los incendios registrados Llama la atención, que a pesar de haber sido incendios de grandes dimensiones; así como el área devastada y su duración prolongada, de casi un mes, día y noche. Nunca vimos, ningún tipo de acciones de combate por parte de las dependencias responsables de su control, como son las brigadas de protección civil, dependientes del municipio y del nivel estatal; como tampoco, de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). Fueron muchas personas que estuvimos reportando este ecocidio, y solamente, teníamos como respuesta por parte de estas dependecias; que su personal era insuficiente; así como sus equipos y las pocas aeronaves de la CONAFOR, decían, se encontraban apagando otros incendios en otros municipios del estado. Asimismo, señalaban, que se encontraban la mayor parte de su personal controlando los incendios en el Cerro Viejo, este ardió por muchos días llegando a verse las columnas hasta la zona metropolitana de Gudalajara. Cabe destacar, que en el caso del Cerro Totoltepec, quizás, uno de los primeros que fue incendiado en el municipio, desde principios del mes de abril y su intermitencia hasta el mes de mayo, pasó sin pena y sin gloria, ante los medios de comunicación y de las propias autoridades. Ni tan siquiera, de las de nivel municipal. Jamás tuvimos información, ni vimos, acciones de control de dichos incendios. Ecosistemas afectados Según datos proporcionados por el ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga, a través del ITEI (Instituto de Transparencia e Información Pública del Estado de Jalisco); el tipo de vegetación y las hectáreas siniestradas fueron: 65 %, correspondientes a monte negro, 35% a pastizales y 5% a pastura agrícola. En el mes de enero, 100% de pastizal. En febrero, 38% de monte negro y 62% de pastizal. En marzo, 64% de monte negro; 30% de pastizal y 6% de pastura agrícola. En abril, 86% de monte negro, 12% de pastizal y 2% de pastura agrícola. No deja de causarnos indignación esta clasificación, a través de la cual, se reduce y oculta la gravedad de este ecocidio intencional, que simultáneamente arrasó con la mayor parte de los cerros de nuestros pueblos. El llamado “monte negro”, resulta inespecífico y ambiguo, que desinforma y confunde. Nosotros, si conocemos cuales ecosistemas nos han sido devastados y sabemos de la magnitud de esta destrucción, porque aquí vivimos y recorremos diariamente nuestros campos. 17


Incendios en el municipio de Tlajomulco de los meses de enero a abril de 2013 Ecosistema

Altura

Lugares

Pueblos

Bosque tropical 1500 y 2000 Bosque de la caducifolio o metros de Primavera selva baja altitud Cerro ViejoSierra del Madroño

Tlajomulco, San Miguel Cuyutlán, Santa Cruz de las Flores, Buenavista, Pueblos Ribereños Cerro Las (Cajititlán, Latillas Cuexcomatitlán, San Juan y San Cerro Lucas Totoltepec Evangelista) San Agustín, Santa Cruz de la Loma (Tepetates), Soledad de Cruz Vieja.

Bosque espinoso

Bosque Quercus Coníferas

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1600 y 1800 Cerros de la metros de Silleta, Cerro altitud de Totoltepec, Bosque de la Primavera, Cerro ViejoMadroño, Las Latillas y el bosque de la Primavera

Tlajomulco, San Miguel Cuyutlán, Santa Cruz de las Flores, Buenavista, Pueblos Ribereños ( Cajititlán, Cuexcomatitlán, San Juan y San Lucas Evangelista) San Agustín, Santa Cruz de la Loma (Tepetates), Soledad de Cruz Vieja

de Mayor de Cerro Viejo- Tlajomulco, San y 2000 metros Sierra del Miguel Cuyutlán, de altitud Madroño Santa Cruz de las Flores, Buenavista, Pueblos Ribereños (Cajititlán,

Especies nativas Copales, palo zorrillo, palo fierro, tepehuaje, ozote, pochote, ayote (Altura de 15 metros).

Huizache, tápame, mezquite y guamúchil (Altura 10 metros).

Encinos metros)

(20

Coníferas (15 metros)


Cuexcomatitlán, San Juan y San Lucas Evangelista) Bosque Mesófilo Rebasan los Cerro Viejode Montaña 2000 metros Sierra de (caducifolios y de altitud Madroño perennifolios o selva alta)

Tlajomulco, San Miguel Cuyutlán, Santa Cruz de las Flores, Buenavista, Pueblos Ribereños (Cajititlán, Cuexcomatitlán, San Juan y San Lucas Evangelista)

Cortapico, huscarol, malvaste, huele de noche, mano de león y malvón

Escurrimientos y cuerpos de agua

Tlajomulco, San Sauces Miguel Cuyutlán, sabinos Santa Cruz de las metros) Flores, El Malvaste, Buenavista, Pueblos Ribereños (Cajititlán, Cuexcomatitlán, San Juan y San Lucas Evangelista)

y (20

Fuente: Elaboración propia, con datos del Programa de Ordenamiento Ecológico y Territorial del Municipio de Tlajomulco de Zúñiga, 2009. Las áreas quemadas colindan plenamente, con el fraccionamiento Senderos de Monteverde que inició su construcción desde el año de 2008 y aún continúa extendiendo sus fauces, tragándose nuestros campos, despojándonos de nuestros arroyos y nacimientos de agua, que en nuestra infancia visitábamos. Uno de estos lugares, recordamos era “la Gigantera”. Lugar de paseos de nuestros abuelos y padres. También era visitado por la población citadina de Guadalajara.

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El despojador, para quién han operado los planes parciales de urbanización a su antojo, es al consorcio inmobiliario GIG, del empresario y exsenador por el PRI, Raymundo Gómez Flores, - se conoce, porque ellos lo difunden en su publicidad comercial- dicho consorcio tiene en su haber en este municipio, ocho fraccionamientos, con edificación simultánea, el de Nueva Galicia, La Rioja, Casa Fuerte, Real del Valle, Real del Sol, Valle de las Flores, Hacienda Santa Cruz y Senderos de Monteverde, estos tres últimos localizados en las inmediaciones de Santa Cruz de las Flores. Jorge G. García Juárez, estuvo actuando como operador técnico, en los casos de innumerables cambios de uso de suelo, en la mira de las acciones urbanísticas impuestas por el interés privado inmobiliario. Durante tres periodos consecutivos, desde los años de 2004 al 2011 .Enrique Alfaro Ramírez ha venido actuando como el operador político en los cambios de uso de suelo, en la marea alta del mercado inmobiliario que ha fragmentado nuestro territorio municipal. Frente a esta calamidad que representaron los incendios perpetrados en nuestros cerros, nos preguntamos, ¿cómo es posible que en el mismo mes de abril, cuando comienza el avasallamiento de los incendios sobre nuestros cerros, Ismael del Toro, presidente municipal de Tlajomulco, se haya autopropuesto como “garante de la protección y conservación del bosque la Primavera”?. Cuando no fue capaz su administración en combatir los incendios del patrimonio natural más importante por su biodiversidad de este territorio municipal, como es la Sierra del Madroño en el Cerro Viejo. En el mes de mayo le otorgaron su área protegida, respecto a la Declaratoria de Área Estatal de Protección Hidrológica Cerro Viejo-Chupinaya-Los Sabinos; que comprende los municipios de Chapala, Ixtlahuacán de los Membrillos, Jocotepec y Tlajomulco de Zúñiga. 2 Con una superficie de 23 mil 176 hectáreas. Solamente transcurrieron dos días después de la Declaratoria del Área Estatal de Protección Hidrológica Cerro Viejo-Chupinaya-Los Sabinos para que Ismael del Toro hiciera gala de su impecable congruencia en el marco de esta Declaratoria, sustentada en el marco jurídico en materia ambiental. Cuando muestra su complacencia y aceptación de 2 Sergio Hernández y Aarón Estrada, “Declaran a Cerro Viejo Área Protegida; el estado, sin recursos para su operación” La Jornada, 22 de mayo de 2013.

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la continuidad de la obra de infraestructura pública del macrolibramiento de Guadalajara. Sin más, ni más, solamente con el acuerdo pactado con la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT), con el único requisito de que corra con la erogación para la construcción de los 58 pasos de fauna, así como el paso elevado, “único en el mundo”. ¿Cuál es el interés que existe detrás de estas Declaratorias de ANP? Ahora ya ni siquiera es tan oculto, es a ojos vistos, insultante y cínico En los hechos, nos percatamos que estas Declaratorias de ANP, resultan ser las más atractivas y asediadas para la acumulación capitalista, por representantes de los sectores público y privado. Apuntan en muchos de los casos, al despojo de los recursos naturales de subsistencia de los pueblos. Estas decisiones de Ismael del Toro no son parte de la casualidad. Consideramos, forman parte del entramado de las políticas neoliberales y la naturaleza de las relaciones que entrañan, que privilegia el interés privado sobre el interés público, o de la malversación del interés público. Así podemos explicarnos, como la SCT, la SEMARNAT, los gobiernos de los tres órdenes, que incluye, por supuesto al de Ismael del Toro y la pantomima del llamado colectivo “Conecta bosques”, se preocupan y afanan en dar cumplimiento puntual a este macrolibramiento del grupo CARSO del empresario Carlos Slim.3 Ellos, los dueños del dinero y de la acumulación capitalista, en esta etapa, pretenden extraer la última gota de savia fecunda de la naturaleza que pone en riesgo la desaparición de pueblos y personas, mediante la explotación infame de su fuerza de trabajo. Conclusiones: 1. En esa práctica en anteponer la cuantificación, como es el recuento en kilómetros y hectáreas, se diluye la esencia de lo que se ha perdido. Si nos remitimos al significado del vocablo tlaxomulli, como el “lugar del montón de tierra”.4 Entonces, nos damos cuenta que fueron incendiadas las propias raíces de nuestra toponimia originaria, aquélla que tiene que ver nuestra memoria territorial, nuestra historia primigenia y formas de vida e identidad. 2. Cuando hablamos de poblaciones afectadas, también lo hacemos desde un sentido amplio. Hacemos referencia a las personas y sus pueblos. Además de aquellos otros seres vivos con quienes compartimos este territorio y sus ecosistemas; las diversas especies de anímales, que sin ellos sería imposible la reproducción de la vida natural.

3 Víctor Hugo Ornelas, “Tlajomulco le da el sí al macrolibramiento”, La Verdad, 24 mayo 2013. 4 Monografías Municipales, Tlajomulco de Zúñiga (1997), Guadalajara, Jal. INEGI.

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3. En el combate y control de los incendios forestales, convergen aspectos tales como: un patrón de encendido simultáneo y devastador. La omisión de la autoridad por insuficiencia de recursos humanos y equipo necesario. 4. Conforme a lo observado, los incendios registrados, tienen una correspondencia anticipatoria en la operación en los cambios en los usos de suelo en este municipio, como una forma de despojo de suelos, agua, bosques. Perturbación de las formas de vida de los pueblos y desaparición de especies de anímales nativas.

24 de agosto de 2013 Santa Cruz de las Flores, Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco

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Juanacatlán "sin nombre"

Enrique Encizo Un Salto de Vida Agosto 2013

Antiguamente los cerros eran seres vivos que interactuaban con los hombres de siete oficios, leñadores, carboneros, trashumantes, campesinos, camoteros, y mas, que cuando era necesario campeaban en sus cuevas, en los recovecos de sus barrancas, a veces estas gentes duraban meses en sus trajines, entonces hacían unos cuartos de piedra chiquitos sin puerta como pa´no guardar nada, ni siquiera culpas. Traslapaban sus andancias con las de los venados, pumas, jaguares, winduris, tlalcoyotes, onzas, zorras, coyotes, zorrillos de muchas clases, armadillos, liebres, víboras, coralillos, águilas, aguilillas, halcones, perdices, arcabuces, palomas, huidotas, unos animales eran espanto pa´esa gente, otros, comida. También pastaban en esos parajes de Dios los animales domésticos, caballos, burros, vacas, y cabras. Muy allá, los montes no los cuidaba una SEMADET, una SEMARNAT, una PROFEPA, una CONAFOR, un gobierno estatal, federal o municipal. Lo cuidaban los pueblos. Como primeros interesados en su conservación se “amaestraban” en su experiencia de cómo hacerlo. (Rotación de potreros de pastoreo, rotación de lugares de siembra, guardarrayas, etc.) Además contaban con la ayuda de los herbívoros salvajes y domésticos que segaban a diente y pisadas la potencial masa combustible no dejando que la vegetación creciera. Ahora se cuidan los bosques desde una oficina regida por personas que solo por el Google maps, conocen el cerro del que se trata. “Los cerros empezaron arder después del Viernes Santo” (dijo Pedro) y así continuo por espacio de dos meses, con intervalos sin fuego cortos de dos tres días a lo mas. Las consecuencias desastrosas, miles de árboles y animales desaparecidos. Mas de 2000 has. Arrasadas solo en Juanacatlán. La autoridad fue rebasada por el siniestro, todavía el ayuntamiento ni nadie ha dado un informe de las medidas que se tomaron para apagar, o mejor dicho para no apagar el fuego atroz. Hace tiempo, se contaba con las gentes del lugar para atajar fuegos y tal vez solo los que viven en el campo, en los pueblos puedan compartir su palabra, es importante se escuchen las voces “sin autor” de los pobladores de una tierra que le hacen todo lo posible por matarla. Tener brigadas es muy necesario, pero son mejores las brigadas como antes, de voluntarios, de gente del pueblo, que defiende la tierra que legítimamente le pertenece y a la que pertenece, algunos con sobrada experiencia en este tipo de sucesos y conocedores del terreno, algo absolutamente esencial. Hubo un incendio en el campo de tiro de Juanacatlán, haciendo labores de limpieza los socios- cazadores, prendieron fuego a la maleza, con la presencia de un carro-bomba y personal del municipio precisamente para prevenir, se inicio la quema a las 2.00 P.M. Cosa que no debía permitirse por norma, además en ese horario y las condiciones del terreno después de 20 minutos es imposible apagarlo. Se arrasaron cientos de hectáreas. 23


Esta larga historia de la sistematización continua del error, debería apartarse espejismo de la política de los de librito, y escuchar las líricas voces olvidadas de ancianos del pueblo para poder ver la amplitud del problema. Antes se quemaban cerros ¿Por qué se quemaban menos hectáreas, que ahora? Sin medios, motobombas, sin personal. ¿ Por qué los cerros se han convertido en pólvora?

del los los sin

La respuesta es sencilla: Los bosques eran limpios, mucha gente comía del cerro, había una pequeña economía que mantenía mas o menos equilibrado el ecosistema. Los bosques de encinos, palos colorados, robles, pochotes, y mas crecían grandes en muchos lados, se aprovechaba su madera y sus frutos además creaban esos paisajes naturales salvajes que la gente disfrutaba, se daba una relación mas directa con el entorno. Esto desapareció y surgió un problema inaudito. La fragmentación del territorio por carreteras, la industrialización de la agricultura, la deforestación para la siembra de especies invasivas, aguacate, maguey, la agricultura de postre (producción de blueberries, arándanos, zarzamora), la simple deforestación, la galopante urbanización que rellena antiguos arroyos, aparcela los montes, los territorios. Pa' remachársele a uno el clavo, los pueblos sufren prolongadamente un ataque político e ideológico. Las comunidades son escenarios de una lucha contra la autonomía local y la propiedad comunal por parte del estado centralizador. Las leyes son cada vez más contrarias a los derechos y faltan a la justicia distributiva. Promueve la privatización de las tierras, la propiedad individual, el interés particular, y el afán consumista y logrero. Simulando una cultura responsable y respetuosa con el medio quieren más áreas protegidas, espacios naturales que forman parte del aburguesamiento del bosque, las ANP ¿Cuidaran la Naturaleza? Serán reserva para unos cuantos, convirtiendo sus servicios ambientales gratuitos en algo caro. Como es el caso de los pueblos de la barranca del Río Santiago, Ixcatán por citar uno donde sus pobladores tienen prohibido agarrar agua o bordear los arroyos, para regar sus árboles centenarios y abrevar el ganado. Despojando así a sus habitantes de sus medios de subsistencia. En la historia del paisaje natural se han borrado los perfiles humanos, campesinos, leñadores, pastores, vaqueros, etc. Dentro de poco solo quedaran los letreros de las áreas gestionadas. Es así como el espíritu de conservación protege la naturaleza deshabitada. Lugar donde podremos ir solo como visitantes autorizados. Se acaba lo comunitario. Los bienes inconmensurables esos que no tienen función dineraria, que soportan la vida de los pueblos, serán algo exótico casi como de museo. El fuego destruye la nueva naturaleza interpretada que son las áreas protegidas, poco podrán hacer los que su trabajo previo fue la desruralización del campo, al que siguen considerando tierra de nadie. La conservación que se promueve desde las secretarias oculta la verdadera pesadilla de los estados que son los bienes comunes y la auto organización. Poco podrán hacer biólogos, técnicos y los mejores profesionales, para recuperar el rostro perdido de una sociedad en paz con su entorno si su método de conservación va separado de la vida social. Solo nos queda contar con Nosotros mismos, frente a esta encrucijada, aprovechar cualquier oportunidad para poner freno a esta cultura del desierto. Los antiguos caminos que transitaban los originarios muy allá, en el paleolítico, cuando el bosque llegaba al rio, los caminos reales de 'ora pronto, los caminos de herradura, allí en los valles y los montes, lejos de sinuosas carreteras, no los conocemos, nos son ajenos. Ahora en los cerros esta construyendo el grupo CARSO carreteras de gran calado, con sus respectivos macrotuneles, sus muros de contención, grandes puentes, etc. que se convertirán en este caso la alternativa para desfogar el transito pesado que cruza la 24


ciudad de GDL. Pero a esta escalera al cielo no estamos invitados a subirnos, en El Salto y Juanacatlán escaso 10 por ciento de la población tiene auto. Presenta el gobierno las nuevas carreteras como planes de desarrollo. Muchos se sienten orgullosos de que cruce por la zona, acostumbrados a las soluciones de transportación que devoran la naturaleza, los constructores, algunas gentes, y el gobierno ven chiquito todo lo que no sea cemento y asfalto, como; los pobladores, los bosques, las fieras salvajes, etc. Este colonialismo fragmentador, que trasplanta los problemas urbanos a las periferias con poca consideración a la geografía, a los corredores biológicos, a esas fronteras invisibles de los últimos, como son los arboles, los animales y los que de ellos dependen. Las nuevas carreteras proporcionan un transporte segregado para lo habitantes de los pueblos, desalojan a los seres vivos de su geografía histórica, eliminan completamente del paisaje las huellas ancestrales, al establecer conexiones entre puntos distantes amputan los antiguos vínculos locales, es decir la conexión entre la memoria histórica y el bosque, el territorio. Promueven y garantizan una cómoda continuidad territorial, la continuidad geográfica de las ciudades. El bosque entero ya casi a punto de ser leña, será presa de los fraccionadores, se construirán casas "sustentables", dentro de poco nos veremos nuestras caras en un espejo de agua ajeno. Muchas vidas y comunidades son destruidas por las construcciones de carreteras, por los incendios forestales, por el simple hecho de fragmentar, aparcelar el bosque y venderlo, pareciera increíble pero es cierto esto, también genera grandes riquezas para unos pocos, llámese gobiernos, empresas, terratenientes, etc. Hasta la próxima. Gracias.

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¡Defendamos Juanacatlán!

Grupo Ecologista El Roble Juanacatlán Agosto 1013 Allá por los años 60s la gente del Salto y Juanacatlán daba brincos de gusto, “sus vidas iban a cambiar con la llegada de las fábricas del corredor industrial”, y 60 años después ya no queremos más queso, sino salir de la ratonera: Se acabó el río y llegaron las enfermedades, la basurera, la Azucena, la muerte y Satanás (delincuencia, drogadicción, prostitución, corrupción). En el 2010 también llegó la algarabía al ejido Juanacatlán; con el anuncio del macro libramiento algunos soñaron ser millonarios de la noche a la mañana. ¡La avaricia llegó! Se están desmontando y quemando las parcelas con la intención de venderlas, valiéndoles el futuro, la salud y el bienestar de la población, de hijos, nietos y bisnietos. Bien dice el dicho: “Nadie escarmienta en cabeza ajena”. En los 60s nos tranzaron con el corredor industrial de El Salto, diciéndonos que íbamos a salir de pobres; en los 70s nos tranzaron con la fiebre del agave haciéndonos creer que era el futuro para Juanacatlán; y en el 2010 algunos afilaron sus uñas con el mitote de una planta de etanol. Y lo que en el 2013 hemos visto del macro libramiento, no es todo. Falta conocer los efectos al terminar su construcción y entrar en funcionamiento. Si nos cruzamos de brazos; se acabarán los bosques, la fauna silvestre, la lluvia y los manantiales. Llegarán las Azucenas (fraccionamientos), delincuencia, drogadicción prostitución y corrupción; más enfermedades y muerte. No esperemos que el chapulín colorado o las autoridades nos defiendan, tenemos que defendernos nosotros mismos. Defendamos Juanacatlán para que nuestros hijos, nietos y bisnietos vivan tranquilos, sanos y felices; que disfruten los bosques y los animales silvestres; que respiren aire limpio y que tomen agua suficiente y sin contaminantes (como nosotros). ¡Defendamos la vida, el medio ambiente, la salud y el bienestar! ¡Defendamos los bosques de El Papantón, el cerro de El filo, El Taray y el cerro El Molino! ¡Luchemos contra los incendios forestales, la tala clandestina y la cacería furtiva! ¡Evitemos que se vendan las parcelas a los acaparadores! ¡Evitemos que se autoricen fraccionamientos”. ¡Atemos las manos a los avaros y corruptos para que no vendan ni destruyan Juanacatlán!

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Incencios provocados en el Sur del estado Colectivo Rebelión Cotidiana Cd. Guzmán “De manera oficial, Jalisco ya ocupa el 5to. lugar nacional en incendios de enero a la fecha: 254 incendios en una superficie de 9.370.5 ha. Los otros cuatro estados, pero sobre más de 10 mil ha son: BCS con 22 incendios, Oaxaca con 222, Guerrero con 124 y SLP con 51. Al igual que en otras zonas con bosque, son sintomáticos los incendios “intencionales o provocados”. Si en el bosque la primavera (4 mil ha. de 30 mil que es el área natural protegida) el último incendio fue con la intención de fraccionar el terreno en proyectos inmobiliarios o por acción del crimen organizado donde se asientan narcolaboratorios (aristeguinoticias.com 24 de abril de 2013); en el bosque de niebla del Parque Nacional Nevado de Colima donde a partir del 5 de abril se provocó la quema de más de 1 mil ha. de pino, encino, cedro y pastizales en las áreas del Fresnito y Huescalapa, reduciendo la humedad del ambiente y provocando el desplazamiento o migración de la fauna, el director del parque José Villa Castillo denunció que el fuego lo inició un aguacatero de la zona del Fresnito, para provocar el cambio de uso de suelo y ampliar la frontera de su producción (agustindelcastillo.com). Resulta también sintomático que la quema se da en el área de Huescalapa, donde apenas a fines del año 2012 se revocó el impedimento de venta y corte de madera que desde hace 12 años se tenía establecido, volviendo los mismos actores y con un volumen de corte mayor al antes impedido: 14 mil m3 a favor del particular Aldo Rivera, a través del ejido Huescalapa. En el caso del reciente incendio, nos encontramos con zonas donde fue oficialmente ‘severo’: con daño de más del 51 por ciento del árbol, la copa quemada, daño en los fustes (o pie del árbol), árboles definitivamente muertos; y que todo lo dañado tardará más de 10 años en recuperarse. El descaro es que el mismo incremento de la producción de aguacate en la última década (pasando de 500 a más de 6 mil ha. en terrenos ubicados en un promedio de 1.500 msnm), está siendo financiada con la deforestación de la región Sur de Jalisco. Los otros intereses que están detrás de los incendios de bosque en la meseta montañosa de la transvolcánica y la sierra de Tapalpa-Atemajac, son las inversiones inmobiliarias y turísticas, así como los intereses mineros”.

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