El Viaje de Ana: historias de inmigración contadas por jóvenes

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En la Universidad... - ¿Ya has hecho alguna entre v ista? - Me preg u n ta el pro f eso r. Esta ta rd e p a rece estar de buen hu mor... hasta diría que de u n hu mor primave ral -. - ¿Todo bien? -preg u n to con cautela -. - U m m m m m m - contesta; este hombre es u n enigma -. Bien, bien... ¿alguna pregu n ta? - Sí... ¿por qué em igra m os? - La ve rdad es que la prim era resp u esta que nos viene a la me nte es que las personas emigran por ra zones económicas o de supervivencia. Las situaciones de pen uria o de pobre za, el deseo de aspirar a u na vida m ejor no sólo para ellos sino para la familia qu e dejan atrás, así como la fa l ta de derechos hu man os, la re p resión política, la guerra y la violencia, son facto res im portantes que condicionan el pro y e c to migra torio. F íjate que, para m uchos países, la e migración se ha con vertido en el signo de la prosperidad... o la única salida ante situaciones de violencia... Tal vez ésta es la visión más inm ediata y más ampliamente aceptada por la sociedad. Una visión que relaciona al ex t ra n j e ro, sobre todo en el caso de las personas procedentes del Te rcer M undo, con la pre c a r i edad y la penuria material, cuando la lectura que deberíamos re a l i zar es la que se hace desde la justicia social y el derecho de todo ser humano a ser libre y vivir en condiciones dignas. H ay más ra zones que justifican que se e mpre n d a un largo viaje hacia un destino i ncierto. E l profesor se para, enciende otro cigarrillo y continúa... - Cuesta explicar la razón exa c ta, poner palabras a los hechos y al m o m e n to en que se comenzó a hablar del pro y e c to de in migra r. A veces la idea s u rgió como una posibilidad que se abre entre m uchas. Si m e lo perm ites, hay algo vital en las ra zones de la in migración... Com enza ron a hablar de ello como si se tratara de u n sueño que hace tiempo estaba escrito. Surgi e ron las le yendas del pasado fa m i l i a r, un momento de cambio, u na carta llega de Europa, noticias de un amigo o pariente re l a tando las oportu nidades que le ha brindado el país al que llegó hace unos m eses, la re f e rencia a los tiempos de la colonización… o tal vez una casualidad se cruza en el destino y señala el cam ino. Es difícil re co rdar el mom ento en que la idea com enzó a concre ta rse. Un día comenza ron a hablar de ello con los suyos, y a partir de entonces… es difícil que haya vuelta a t r ás.

Le miro con sorpresa. N unca le había escuchado hablar así... Realm ente debe de ocurrirle algo. ¿La pri mave ra? Pe ro si aú n fa l ta . . . - ¿Pe ro se consulta a la fa m i l i a? - La decisión sie mpre es personal pero las redes fa m i l i a res, obviam ent e, influ yen. Incluso, la familia puede opinar sobre quién es el más apto para e m igra r. Las causas son muchas, la oportu nidad para influir, la vo l u n tad de cambiar la vida, de unirse o re agr u p a rse con la fam ilia que ya em igró, estudiar, aspirar a u na profesión mejor, ahorrar lo suficiente como para montar un negocio a la vuelta, hacer posible que los hijos estudien... Otras ve c es, las situaciones de i n estabilidad social, la fa l ta de derechos hu manos fundamentales y gara n t í as d e m oc r á t i c as, países en guerra… So l tando el humo con cuidado y evitando mirar me me dice. . . - A na, cuéntame lo que tú has observa d o . . . Trago saliva, m e pongo roja y comienzo a narrarle el resu men de mis a n ota c i o n es. - La familia es una razón importa n t e. ¿Leo lo que m e dijo u na mujer de República D om in icana? "Los hijos, que puedan estudiar y aspirar a un futuro m ejor. Aun que es difícil ex p l i c a r l e s, sobre todo a los peque ños, porque no a c e p tan que nos aleje mos de su lado. Sabes qu e pueden sentirse abandon ad os, pero un día va l o rarán el esfuerzo que hici mos por ellos. Y sabes qu e se quedan en buenas manos. La abuela, la her mana mayor... tal vez las tías. Y con el dinero que ahorramos podremos gara n t i zar que vayan a la u nive rs i d a d y cuenten con un futuro que nosotros no tuvimos. No es fácil separa rse de e l l os. Llamas sie m pre que puedes: ¡no sé qué haría sin el teléfono! Los en víos, las fo tos y paqu etes que mandas por medio de los conocidos... No cortar la co municación y a ver si los puedes tra e r. Cuan do esté instalada en una casa... Me gustaría que estudiaran aquí." ¿Sabía usted qu e las mujeres qu e e m igran se con vierten en las principales sostenedoras de los n úcleos fa m i l i a res? La responsabilidad con los su yos es tan i m portante qu e no pu eden permanecer quietas. Creo que, por e sta razón, aceptan situaciones de contra tación con grandes proble mas de i nsegu ridad legal y medidas que rayan en la ex p l o tación. Es mu y injusto que dependan de la vo l u n tad de los contra tantes para que se realice el pago de la seguridad social que les gara n t i zará la contin uidad legal y el acceso al per m iso de residencia y trabajo.


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