Turismo / Gastronomía
La rica biodiversidad de México se debe que se encuentra en una zona biogeográfica que conecta a la zona Neártica (Norteamérica) con la Neotropical (Sudamérica). Al ser el puente de estas regiones, se cuentan con una variedad de ecosistemas como costas, bosques, selvas, desiertos e incluso tundra, que permiten la existencia de fauna endémica y la adaptación de otras. El país es hogar de seres maravillosos y que, a lo largo de siglos se han asociado con divinidades prehispánicas como el jaguar, el quetzal y las serpientes. De acuerdo con los investigadores, del total de vertebrados catalogados en el país, un 50% son endémicos. La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (conabio) es una de las instituciones que tiene importantes registros de la fauna endémica. En sus informes, indica que hay alrededor de 2 mil 692 peces, 361 anfibios, 864 reptiles, mil 96 aves y 535 mamíferos. Nuestra bandera está protegida con una leyenda representada en su escudo, símbolo puro de la riqueza y valor de la fauna y flora mexicana. Entre tantas especies destacamos las más representativas. Anfibios: ajolote, cecilia oaxaqueña, sapo de cresta grande. Reptiles: iguana espinosa, nauyaca, coralillo, tortuga del desierto, víbora de cascabel pigmea Aves: cotorra serrana, trogón, tecolote tamaulipeco, chara enana. Mamíferos: liebre de Tehuantepec, teporingo, zorrillo pigmeo, mapache de Cozumel. Para proteger a estas especies, se han creado leyes con el objeto de defenderlas ante amenazas humanas como la caza o la contaminación. No obstante, algunas de ellas están en riesgo o a punto de desaparecer como la guacamaya roja, lobo gris mexicano, ocelote, jaguar, puma, tortuga caguama, manatí del caribe, perrito llanero, tapir centroamericano y la vaquita marina.
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