Documento base para la discusión

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Aprobado en la MRNA del 6 de Julio 2011 Bases de discusión hacia el XI Congreso Nacional Ordinario de nuestro PIT-CNT “Unidad para los cambios profundos” Compañeras y compañeros: El presente material es un aporte de nuestro Secretariado Ejecutivo a la valoración que nuestro movimiento sindical debe profundizar sobre el actual momento político que vive nuestro país, sus perspectivas y el papel que le cabe jugar al PIT-CNT en esta realidad. Estamos convencidos que la discusión política debe ser profunda, no se agota en un día ni en una Mesa Representativa. La cuestión no pasa por dirimir espacios de poder, eso es relativamente fácil de resolver en la actual mecánica de funcionamiento de los organismos del movimiento sindical. De lo que se trata es de mejorar ese funcionamiento para que se adapte a la altura de las responsabilidades que nos impone la hora. 1. CONTEXTO INTERNACIONAL Y LATINOAMERICANO 1.1.

SITUACIÓN INTERNACIONAL

Iniciamos el proceso de discusión hacia el XI Congreso Nacional Ordinario de nuestro PIT-CNT, en un momento signado por el más agudo dramatismo donde las catástrofes naturales, las características propias del capitalismo y la rapacidad imperialista tras los recursos naturales tratando de arrasar cualquier perspectiva democrático-popular emergente, están actuando para agravar aún más, las condiciones de vida de los pueblos explotados del planeta. Asistimos hoy día a una de las mayores crisis generales del sistema capitalista, que desatada en las entrañas mismas de los países centrales poco a poco se ha ido trasladando al resto del planeta. Crisis que no es sólo financiera, sino que también es una crisis productiva, alimenticia y ambiental ya que deriva de las contradicciones más profundas del sistema del capital, con graves consecuencias humanitarias. La misma viene demostrando como nunca la inviabilidad del sistema capitalista y la amenaza que el mismo significa para el futuro del conjunto de la HUMANIDAD. Crisis que una vez más se intenta resolver por quienes la generaron, de la misma forma que en otras oportunidades, la exacción y la guerra: la intervención militar, la cual nada tiene que ver con contribuir al desarrollo de la humanidad, sino que por el contrario agrava aún más su situación. Ejemplo claro lo constituye la intervención militar de la ONU, a través de la OTAN, en Libia.


En esta crisis la reestructuración del sistema capitalista se está haciendo una vez más bajo la premisa de que la paguen los pueblos trabajadores. Bajo la lógica de privatizar las ganancias y socializar las pérdidas, los recortes en políticas sociales, salarios, en derechos, los “rescates financieros” producidos en los países centrales (EEUU, Europa) son una clara muestra de ello.

Las movilizaciones en Europa e incluso en EEUU muestran la respuesta popular a los ajustes. Lamentamos que en general se observa una gran debilidad organizacional y política para obtener avances a partir de las acciones de masas.

Es claro también que dentro de esta lógica nuestro continente a pesar de un cuadro de avances democráticos y populares, en general “sigue con sus venas abiertas” especialmente a través de los diferentes mecanismos de transferencias de recursos al capital financiero internacional que supone la dependencia. La lucha por una estrategia de desarrollo productivo e industrial, desarrollo social (igualdad) y desarrollo democrático hace parte de la batalla por impedir la sangría que someten a nuestros pueblos a la miseria, la dependencia, la injusticia, y a la marginación.

1.2. América Latina Se constatan avances y retrocesos en los procesos populares del continente. En general se manifiesta una tendencia progresista. Es imprescindible comprender que sin la unificación antiimperialista de los movimientos populares, de las organizaciones sociales y sindicales y también de los gobiernos más avanzados, los pueblos del continente pueden ver frustradas sus perspectivas al ser atacados aisladamente. Hoy como nunca es vigente la consigna de la necesaria unidad de “Pueblos y Gobiernos de América Latina frente al imperialismo” para resolver adecuadamente, la contradicción principal entre “desarrollo productivo, desarrollo social y desarrollo democrático o más dependencia” a escala continental. En este cuadro, el movimiento sindical de nuestro país expresa su más honda solidaridad con el proceso y el hermano pueblo cubano. 2. SITUACIÓN NACIONAL – 2.1.

Antecedentes

El proyecto de país del bloque de poder aplicado en el Uruguay durante décadas, trajeron el mayor quiebre social del Uruguay moderno. Este


quiebre expulsó del país a miles de compatriotas que no encontraban posibilidades al tiempo que sumió en la exclusión social a generaciones enteras. Fue una de las más importantes derrotas nacionales. En el acto del 1º de mayo de 2002 y 2003 planteábamos que el Uruguay se encontraba en el décimo primer subsuelo, con una deuda superior al PBI nacional y con las consecuencias ya mencionadas, entre otras. Esta situación nos llevó a trabajar incansablemente en las iniciativas políticas del movimiento obrero (entre ellas los plebiscitos en defensa de las empresas públicas, el movimiento por el trabajo y la construcción de un ámbito más amplio como lo fue la alianza de nuestro PIT-CNT con la Concertación Nacional para el crecimiento, en la que, con un conjunto de organizaciones sociales del más amplio espectro, nos propusimos generar un plan nacional de soluciones a la crisis y aislar al gobierno neoliberal.

En este marco se hicieron una serie de movilizaciones entre las que destacamos la del 25 de agosto en el Obelisco, las acciones y recolección de firmas en defensa de ANTEL ANCAP, etc. Como una nueva demostración de lo que somos capaces de hacer los uruguayos cuando juntamos fuerzas. Esta crisis hoy mirada con cierta distancia fue la consecuencia de las políticas aplicadas por los gobiernos neoliberales que campearon por América en la década de los noventa y llevaron a la pobreza a más de un millón de uruguayos, la mayoría de ellos jóvenes y niños. Esta visión que imperó en Uruguay es la misma visión económica y social que operó de acelerador de la actual crisis internacional en particular la de EUA. Los desastres ocasionados, la pérdida de legitimidad del proyecto de las clases dominantes y un largo proceso de acumulación de fuerzas por parte de la clase obrera y el pueblo, produjeron en nuestro país en el 2005 un cambio en la orientación política, instalando en el gobierno por primera vez una fuerza de izquierda. Después de mucho tiempo, nuevamente se convocó a los Consejos de Salarios, ampliándolos hasta incluir a los trabajadores públicos, así como a los trabajadores rurales y del servicio doméstico, que nunca antes habían tenido un ámbito de negociación. Se aprobó una ley de fomento y protección a la actividad sindical, facilitando que miles de trabajadores se pudieran organizar y así poder defender mejor sus derechos. Se reglamentó por ley a las empresas tercerizadas, para evitar los abusos y discriminaciones que existían. Se aprobó la ley de 8 horas para los trabajadores rurales. ¡Sí! Lo que los demás trabajadores ya teníamos desde hace casi un siglo.


Se creó el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional y la Junta Nacional de Salud y Seguridad Laboral, ambas de integración tripartita. Se amplió a cinco años el plazo para los reclamos sobre créditos laborales y se aprobó también por ley la abreviación de esos juicios. Se legisló contemplando licencias especiales por estudio, casamiento, por paternidad, por fallecimiento de familiares directos.

por

Existen más de 220 convenios colectivos por sector en todas las actividades laborales del país, que regulan salarios, categorías y condiciones de trabajo. Se crearon decenas de normas sectoriales, se bajó el desempleo a tasas antes nunca conocidas y el salario real creció promedialmente un 20 %. Por ejemplo, un trabajador de una empresa de seguridad en el 2005 ganaba $8 la hora, hoy gana más de $ 50 la hora. Estos avances en las relaciones laborales se complementaron con el inicio de reformas estructurales, de enorme magnitud como son las reformas en la salud, la tributaria, las asignaciones familiares, etc.

2.2.

UNA NUEVA ETAPA - Se abrió nueva etapa en proceso iniciado en 2005.

Muchas cosas se han hecho. Hoy el país está lejos del drama del 2002. Las mejoras son ostensibles, pero todavía falta mucho. Afloran otros problemas, existen problemas estructurales profundos como por ejemplo la desigualdad. No solo se trata de llevar adelante una buena administración, sino que debemos interpelarnos sobre qué país queremos para los próximos 20 o 30 años. El bloque de poder siempre nos convoca a preguntarnos sobre los problemas de seguridad o de la energía cuando su proyecto al marginar a cientos de miles formó el caldo de cultivo para la inseguridad actual y su estrategia energética consistió en “esperar a que llueva”. No tienen autoridad moral ni política. La pregunta es: ¿Qué sociedad queremos? ¿Cómo podemos lograr la justa distribución de la riqueza que generamos como aspecto medular del proyecto de país por el cual luchamos? ¿Qué niveles de educación y cultura, y qué derechos ciudadanos debemos alcanzar para todos? Está claro desde la propia fundación de la CNT que luchamos por las reivindicaciones inmediatas de los trabajadores y el pueblo todo como parte del proceso de generación de la conciencia necesaria hacia una sociedad sin explotados ni explotadores. El asunto en la variopinta


situación política es discernir los caminos concretos para avanzar en esa dirección. Debemos preguntarnos si todas las mejoras que señalamos, que son incontrastables, son parte de la construcción de un nuevo modelo o seguimos reproduciendo sobre la base de la misma matriz, con la diferencia que ahora tratamos que la distribución sea más equitativa, acompañando el crecimiento de un ciclo económico excepcional en el país. Buscamos mejorar con un sentido de justicia social, lo cual está bien, pero la base material sigue siendo la misma. La gran pregunta que nos formulamos es ¿cuál es nuestro horizonte futuro, cuál es el proyecto nacional del que tanto se habla? Sin duda a partir del 2005 mejoramos los ingresos de los uruguayos, pero la distribución de la riqueza sigue siendo muy injusta. No se avanza en justicia social si no encaramos este tema. Se dice que esto lleva mucho tiempo, puede ser cierto, pero más que el tiempo lo que importa es si lo que hacemos efectivamente va en esa dirección y si no es un proceso constante y sustentable. Para los trabajadores hay un conjunto de grandes temas prioritarios: 1. Generar todas las condiciones (la variación de la correlación de las fuerzas sociales y políticas) para la transformación de nuestra matriz productiva en un sentido de superar la dependencia. 2. Erradicar la pobreza y no conformarnos nunca con esta situación. Eso se logrará con nuevas políticas sociales, educativas, laborales y no sólo repitiendo lo que se hizo hasta ahora y que nos ha dado resultado. No alcanza. . 3. Atacar la pobreza entre los jóvenes, niños y familias mono-parentales, en particular de mujeres. Allí es donde se concentra la pobreza. 4. Hacer desaparecer la miseria. Es una afrenta insoportable para un país que produce alimentos para una población 20 veces mayor a la nuestra. 5. La principal herramienta para lograr estos objetivos es el trabajo, nuevas y mejores oportunidades de trabajo en todo el país, incluyendo una política más intensa y clara para el regreso de uruguayos que se fueron corridos por las sucesivas crisis. Debemos atacar la desocupación por debajo de los niveles estructurales actuales, aunque sea la más reducida de la historia. 6. Los trabajadores estamos comprometidos y activos en las políticas de formación profesional para nosotros, para nuestras familias, para todos los uruguayos. 7. Reforzar no sólo los contenidos formales de la ley de negociación colectiva y su valor en toda la sociedad y en particular en el gobierno. Esta es una gran batalla de la ciudadanía y por la democracia. 8. Avanzar en el apoyo a emprendimientos productivos que con la participación de los trabajadores rescaten fuentes de trabajo y producción, por su valor concreto pero también en la perspectiva de


nuevas formas de propiedad social no estatal. El Estado debe tener una activa participación en este proceso a través de créditos, de inversión. 9. Promover el planteo del sistema de compras públicas y de la participación de los trabajadores en el diseño de los pliegos de licitaciones. Estudiar y proponer en qué espacios de las diferentes cadenas productivas y sectores económicos deben crearse nuevas empresas públicas en la concepción del programa definido por el Congreso del Pueblo. 10. Mejorar sustancialmente todos los niveles de la educación como elemento clave de brindar igualdad de oportunidades. La educación sola no puede cumplir ese rol, es necesario la complementación con otro conjunto de políticas sociales que den el encuadre necesario para que la Educación actúe y los trabajadores estamos comprometidos con esos valores desde el fondo de nuestra historia como movimiento sindical. 11. Profundizar las reformas estructurales en la salud, para abarcar a nuevos sectores y alcanzar la universalidad del SNIS y mejorar la calidad a todos los niveles de la atención médica y la prevención. Esto implica avanzar en la Reforma que comenzó en el gobierno pasado. 12. La reforma fiscal debe seguir. Se dio un primer paso pero la estructura de la recaudación del Estado debe ser parte del proceso de redistribución de la riqueza. Hay que profundizar el concepto de que pague más el que tiene más. Y ese es un proceso constante. Hemos logrado subir el mínimo no imponible en una BPC más y seguramente a final del año el mínimo no imponible llegará a $ 20.000. Al mismo tiempo se está trabajando en la dirección de mejorar la aportación del aguinaldo. Redistribuir significa que algunos ganen menos, para que otros ganen mejor, como paso hacia que los actuales dueños del país tengan menos para que las grandes mayorías puedan tener más. Significa gravar el capital. No se pueden hacer tortillas sin romper huevos. 13. La distribución y la calidad del gasto público es parte del proceso de mayor justicia y de redistribución de la riqueza. Queremos que los servicios de alta calidad en la salud, la educación, el acceso a la cultura incluyendo a las nuevas tecnologías para nuestras hijas e hijos pero también para nosotros tengan como prioridad la igualdad de oportunidades. Y eso implica que no se puede tratar de igual manera a los que son desiguales en la sociedad. Debe haber políticas y programas especiales. 14. En la base de todo y en la actualidad está el nivel de ingreso de los trabajadores activos y pasivos. Eso es mejores salarios, jubilaciones y pensiones. La vida demostró que el consumo interno y la capacidad de compra de las familias y en especial de los trabajadores fue una de las bases sobre las que el país evitó males mayores durante la crisis iniciada en el 2008 a nivel mundial.

Los trabajadores sabemos que se ha hecho mucho, pero tenemos plena conciencia en nuestras vidas cotidianas, en nuestros barrios, empresas, campos y ciudades y pueblos del interior, en las escuelas y liceos,


hospitales y facultades que falta mucho y seguiremos luchando por avanzar y profundizar los cambios. 2.3. Hay dos elementos claves para seguir cambiando El conocimiento, el estudio de la realidad y las luchas y acciones para construir y ampliar el bloque social de los cambios progresistas. Es necesario profundizar en el conocimiento existente acerca de la base productiva del Uruguay y de los enormes cambios producidos en ella, por ejemplo la composición del producto bruto que generamos, cuánto queda y cuánto se va para el exterior; el papel de las trasnacionales, el papel de las zonas francas, la tenencia de la tierra, los principales grupos exportadores, la industria frigorífica, los productos del agro, el sistema financiero, el boom de las importaciones, las principales inversiones, cómo se componen y quiénes son, la composición actual de las clases sociales, la relación existente entre las mejoras de salarios e ingresos (proceso de recuperación salarial) y el mantenimiento de la desigualdad, las formas de la plusvalía, etc. También debemos precisar cuáles son las metas en materia de distribución de la riqueza y exigirle al gobierno, metas concretas en materia de igualdad. En el programa de la fuerza política de gobierno hay indicaciones claras en ese sentido que deben ser ejecutadas. Hay otros temas que están en nuestras preocupaciones: • El desarrollo productivo y su relación con el territorio, con el medio ambiente y con los procesos sociales. • El papel del Estado como locomotora de nuestro desarrollo industrial, social y democrático. En el año 2010 comenzó un nuevo gobierno de la izquierda en este caso encabezado por José Mujica. Los primeros anuncios que se hicieron estuvieron vinculados básicamente a mantener la política económica vinculada a lo macro y a modificaciones en las políticas micro económicas. En líneas generales se podría decir que la actuación del Gobierno hasta el presente, son continuadoras del gobierno encabezado por el Dr. Tabaré Vázquez. 3. DERECHOS HUMANOS Y LEY DE CADUCIDAD En lo que tiene que ver con los DDHH, luego de no alcanzar los votos necesarios para anular la ley de Caducidad, el Parlamento comenzó a tratar un proyecto interpretativo de la norma a partir de la declaración de inconstitucionalidad de la ley y de la resolución de la Corte Interamericana de los DDHH. El Parlamento analizó una ley interpretativa que luego de muy malos manejos no fue aprobada en la Cámara de diputados donde solo faltó un voto el 19 de mayo. Dicha votación fue acompañada por un paro parcial para apoyar la votación de dicha ley. Al otro día se efectúo en silencio la XVI Marcha


del silencio organizada y multitudinaria en donde nuevamente el pueblo Uruguayo reclamó el fin de la impunidad. En este tema hemos sufrido reveses importantes, este es uno más. Desde ese día nos estamos preparando para seguir por el camino de verdad y justicia, esperando que con responsabilidad, la fuerza política que ejerce el gobierno construya una solución que permita abrir camino a la verdad y a la justicia, al tiempo que tendremos que multiplicar el esfuerzo para no perder una batalla cultural que va a marcar las futuras generaciones. Por momentos algunos actores de la derecha nos enjuician a quienes reclamamos simplemente que todos seamos iguales ante la ley y casi ni hablan de las muertes, de las desapariciones, de la tortura, del terrorismo que aplicaron sobre el conjunto de la sociedad, muchos de los males que aún estamos pagando. En este tema sencillamente, con mucho esfuerzo, mucha dedicación y mucho amor vamos a seguir luchando hasta nuestros últimos días por verdad y justicia por esquiva que esta sea. 4. REFORMA DEL ESTADO En relación a la denominada Reforma del Estado todo hace pensar, que se ha vinculado básicamente a modificar las formas de ingreso al Estado, a los cambios de contratación en el Estado y a un conjunto de reestructuras pilotos que se están desarrollando en cuatro ministerios y que de dar buenos resultado podrían extenderse a otros. Pero claramente estas decisiones están muy alejadas de la pretendida Reforma del Estado planteada varias veces por los principales miembros del Gobierno. El propio movimiento sindical está a la espera de una convocatoria que permita a los trabajadores comenzar un proceso de negociación que nos ponga de frente a los cambios necesarios que hay que desarrollar en el andamiaje institucional del estado para construir un estado locomotora del desarrollo productivo, social y democrático de nuestro pueblo. Es trascendente en temas de estas características utilizar de la mejor manera posible la Ley de negociación colectiva del sector público, un instrumento formidable si se utilizara correctamente para tratar los temas de carácter laboral por un lado y convocar a un ámbito debidamente jerarquizado en donde participe nuestro PIT CNT a la hora de construir un estado funcional al proyecto de país de las grandes mayorías nacionales y populares. 5. ASOCIACIONES PÚBLICO-PRIVADAS Otro asunto que está en debate es el vinculado a las asociaciones públicoprivadas, para la concreción de proyectos de infraestructura entre otros, cuyo proyecto original ha tenido el rechazo de nuestra Mesa Representativa Nacional Ampliada en función de que no presenta las garantías de que no será usada como forma de enajenar el patrimonio público nacional.


En particular se evidencia una dificultad mayor en AFE, en donde efectivamente se plantean modificaciones a la estructura actual del ente. En momentos en que queda clara la necesidad del ferrocarril para contribuir a resolver los problemas logísticos del país, en vez de desarrollar una política seria y firme de levantar AFE, como forma de promover la apropiación social de una porción de la riqueza de que se apropia el capital financiero, se está pensando en su funcionamiento como Sociedad en derecho privado. Es necesario abrir una discusión seria sobre el futuro de AFE, los intereses nacionales y populares.

en línea con

6. SITUACIÓN ECONÓMICA ACTUAL En el orden económico el Uruguay ha tenido un buen comportamiento, el crecimiento del año 2010 superó lo pronosticado y se ubicó en el 8,5% que dicho sea de paso abre la posibilidad de mejorar el presupuesto educativo en cerca de 120 millones de acuerdo al denominado artículo ventana. Este dato es muy importante en función de que veníamos de un año de crisis internacional con una moderada suba del producto. En cuanto a otros indicadores importantes podemos mencionar que disminuyó la pobreza de 14,7 a 12,6% en el 2010, que la indigencia pasó de 0,8 a 0,6 %. Son datos alentadores en función de que uno de los problemas que hemos tratado con mayor interés está vinculado a la situación en que había quedado miles de uruguayos luego de la crisis del año 2002. De todas formas aún se está lejos de alcanzar una situación óptima. El desempleo en Uruguay ha caído a cifras históricas marcando un promedio anual de 6,1%, menor desempleo desde que se llevan cifras oficiales en el Uruguay, y 5,4% en diciembre. No obstante esta situación esconde algunos cientos de miles de trabajadores que ganan menos de $ 10.000 por un mes de trabajo. La calidad del empleo es entonces una cuestión clave, porque a pesar de los avances, más de 400.000 trabajadores no aportan a la seguridad social mientras que el sub empleo superó a los 100.000 compatriotas. Esta es una de las claves a trabajar si se quiere disminuir la desigualdad. En cuanto a los salarios reales los mismos han crecido por sexto año consecutivo, en 2010 crecieron promedialmente en un 3,3 %, el salario mínimo trepo un 25 % alcanzando los $ 6000. En cuanto a la inflación, los datos de los últimos meses dan cuenta de un crecimiento importante. Los analistas consultados por el BCU estiman que la misma se ubicará en el 7;3%, mayor al centro de la banda planteado por el BCU en 5%, lo que traerá aparejado en algún momento del año la utilización de los correctivos previstos en los convenios salariales


Sin embargo, es importante destacar que el crecimiento de nuestra economía está basado en dos factores asociados: los precios internacionales de las materias primas y los flujos de inversión extranjera vinculados a procesos intensos de explotación de recursos naturales. Esto origina una matriz productiva altamente concentrada y centralizada y de carácter transnacional. Recordemos que los segmentos principales de la economía: la tierra, las bocas de salida de las diferentes cadenas productivas, la industria frigorífica, el complejo forestal maderero y pulpero, soja, arroz, no están en manos nacionales. En ese marco de esta caracterización de nuestra matriz productiva, esencialmente primarizada, altamente centralizada y concentrada y de carácter transnacional, (matriz productiva que impide el desarrollo de la igualdad esto es de la justa distribución de la riqueza) es que se inscribe nuestro planteo de generar las condiciones para una política macroeconómica y más en general de una economía política que desde las políticas públicas se plantee el objetivo de promover el desarrollo industrial, social y democrático de nuestro pueblo. Analizar el conjunto de estos elementos, más otros aspectos de la realidad nacional e internacional es parte de la tarea que tendremos por delante y en distintas instancias. Pero va quedando claro que ya la discusión no pasa por un tema de ritmos o profundidad de los cambios, sino por definir el rumbo. Por ello hoy hablamos de generar condiciones que permitan realizar un cambio dentro del proceso de cambios iniciados en el 2005. Decíamos que nuestro país vive un momento de crecimiento económico basado en los precios internacionales de los productos que exportamos. El mismo no se sustenta en acciones propias del país ni supone el despliegue de políticas para el fortalecimiento del país y el pueblo ante las perspectivas internacionales. La política económica del gobierno no puede depender exclusivamente de la inversión extranjera como motor del desarrollo del país, debe desplegar una política activa para conformar emprendimientos productivos nacionales. Es indispensable la participación directa del Estado en este proceso En síntesis: deben realizarse cambios en algunos aspectos de las políticas económicas; sociales y productivas de modo de aplicar el programa popular que se expresa en el programa del PIT CNT, el Congreso del Pueblo, y en gran medida en el programa de la fuerza política de gobierno. Resulta imprescindible aprovechar el momento de crecimiento económico, mientras dure, para implementar una política económica al servicio del país productivo: 1.

Una política que eleve en primer lugar los salarios fortaleciendo la economía de las familias uruguayas y el mercado interno que ha demostrado su relevancia en sostener al país en el marco de la crisis internacional.


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Una política que determine un proceso de apropiación social de la riqueza generada, toda ella socialmente producida. Una política que despliegue una acción tributaria para obtener recursos de los que más se enriquecen y no sólo de los que trabajan con mayor remuneración. Los trabajadores de mayores ingresos asumen el compromiso solidario del aporte al conjunto del pueblo pero no admiten que el capital cada vez más concentrado se mantenga al margen de tal aporte. Claro que el capital no puede actuar solidariamente, habrá que imponérselo. Las definiciones presidenciales sobre gravámenes a la propiedad agropecuaria no resuelven el asunto pero se orientan en sentido correcto. En el terreno tributario preocupa que el gobierno no sólo no parece considerar las modificaciones propuestas por los trabajadores sino que además postergaría para 2012 su planteo de bajar dos puntos el IVA exclusivamente para un mantenimiento artificial del IPC en las metas previstas. Se sostiene que la inversión extranjera es el único camino para el desarrollo económico, para atraerla se emplean todo tipo de mecanismos sin olvidar las innecesarias y permanentes exoneraciones fiscales. Tal inversión de las empresas capitalistas trasnacionales nunca funcionan con carácter distributivo, ya que la concentración está en su esencia. El único camino para redistribuir ingreso e incluso riqueza en un escenario de capitalismo es que exista producción social con apropiación social simultánea. En nuestro país ello sólo es posible, en la escala necesaria, con una modificación radical del papel del Estado. Un Estado que incremente su papel en la economía, que amplíe su nivel de inversión directa en la producción y que simultáneamente se democratice. Observamos con preocupación que no sólo no se impulsan esas modificaciones en el papel y funcionamiento del Estado sino que por el contrario se ponen en riesgo las empresas públicas que por la movilización popular aún existen. Ley de PPP así como la amenaza de privatización de AFE son ejemplos de esta preocupación señalada.

Especial preocupación nos motiva ahora la ofensiva de los sectores empresariales uruguayos para modificar regresivamente la ley de negociación Colectiva conquistada a partir de decisiones políticas del gobierno del Frente Amplio, y la movilización permanente de nuestro movimiento sindical. Resulta paradojal la debilidad mostrada por el actual gobierno en el ámbito Nacional e internacional, el avance social que significa esta ley. 9. Se hace imprescindible profundizar reformas estructurales como son la tributaria y la de la salud.


10.

Es preocupante la falta de la concreción de políticas de vivienda y construcción de las mismas, pese a los anuncios oficiales en la materia. 11. En los años del primer Gobierno progresista asistimos a un crecimiento de la inversión en Educación, ahora limitado y con consecuencias graves para la perspectiva de la Educación de nuestro pueblo.

7. EL MOVIMIENTO SINDICAL QUE TENEMOS Y EL QUE PRECISAMOS. En un movimiento sindical clasista, democrático y de masas como el nuestro en donde coexisten diversas concepciones, son válidas y necesarias todas las opiniones, partiendo de la base que la unidad del movimiento sindical uruguayo es un tema de principios y estratégico siempre, para el avance de nuestro pueblo y en la construcción de un país productivo y con justicia social. La unidad no es una flor de invernadero, cultivada y florecida para siempre. La defensa y el cuidado de la misma es una tarea de todos los días y de la cual todos somos responsables. Aquí no caben los dobles discursos, quien entienda que se defiende la unidad desde el agravio y la descalificación se equivoca. Unidad es aportar a partir de las diferencias, es respetar las decisiones de los organismos, es un solo 1º de Mayo. Reivindicamos no solo el estatuto vigente, sino las propias bases fundacionales de la CNT. Entre otras cosas esto significa que el equilibrio en la representación y conformación de los organismos del PIT-CNT entre sindicatos o federaciones, corrientes de opinión y cuadros sindicales debe respetarse cuidadosamente. Según nuestra visión uno de los problemas que tiene el desarrollo del accionar del movimiento sindical actualmente, es la pérdida de esos equilibrios. El rol de los sindicatos y federaciones no puede ni debe ser sustituido por ninguna corriente de opinión en la conducción política del movimiento sindical. El principal espacio de decisión corresponde a la Mesa Representativa, para que ello ocurra realmente, las direcciones sindicales deben ser usinas generadoras de propuestas que ubiquen su mirada en el conjunto de los problemas del Movimiento Sindical y no solamente agiten sus reivindicaciones particulares. La búsqueda del consenso a la hora de tomar decisiones políticas que hacen a la estrategia del movimiento sindical en su conjunto, es una regla de oro que debe tomarse siempre en cuenta. De lo contrario la unidad de


acción y el propio alcance de las acciones propuestas se van a ver debilitadas.

El Secretariado Ejecutivo no puede ser visto como el resultado de acuerdos de corrientes de opinión en su conformación, esto lo debilita a nuestro juicio y es una muestra más de la falta de debate político estratégico en las direcciones sindicales, de la cual ninguno estamos libres. Prueba de ello es que congreso tras congreso en lugar de conformar racionalmente su integración , tanto en número como en las características de los compañeros que lo puedan integrar y el peso de sus sindicatos, su composición final pasa por una negociación de corrientes de opinión , que no favorece el funcionamiento posterior del organismo. Una preocupación que también señalamos, se refiere al trabajo de las distintas secretarías y comisiones. El mismo carece de una unidad armónica, que posibilite el posterior traslado del trabajo realizado hacia los organismos de decisión que definen la línea de acción del PIT CNT, lo cual enriquecería el propio debate. Nos parece que se debe diseñar una cuidada política de abordaje hacia las nuevas generaciones de trabajadores, estudiando su composición social, cultural, su ubicación geográfica, etaria, etc. La unidad del movimiento sindical y su defensa no es una cuestión biológica, sino que es un proceso ideológico y los jóvenes afiliados al PIT CNT deben tener herramientas teóricas que faciliten su incorporación al proceso de crecimiento de nuestro movimiento sindical. Deberemos desarrollar todas las acciones para que los Plenarios Departamentales se puedan constituir en direcciones departamentales de nuestro PIT-CNT en el ámbito del departamento que corresponda. . Nuestra organización ha tenido un crecimiento como no se conoce en ninguna parte del mundo, se ha triplicado y más el número de afiliados a los Sindicatos, alcanzando en la actualidad a 340 mil afiliados; este crecimiento en la afiliación en alguno de los sindicatos es más de seis veces la de 2003; tanto en Sindicatos privados, como públicos. No obstante tenemos posibilidades de continuar creciendo sindicalmente, a tal punto que todas las semanas tenemos algún pedido de afiliación en lugares donde nunca existió un sindicato. Existe no obstante una importante dificultad que es la diferencia entre los afiliados reales y el aporte que los sindicatos hacen a la Central Sindical, es decir que cerca de un tercio de los afiliados a los Sindicatos no están registrados en la Central Sindical, una situación que todos tenemos la responsabilidad de eliminarla. La segunda cuestión es de tipo estatutaria que refiere a que la cotización es un monto fijo por afiliado independientemente de la cuota sindical que cada trabajador tenga o del poder adquisitivo de la rama de actividad a la que


pertenezca. Esta situación esconde una gran injusticia que deberíamos poder reparar y es que cuotas sindicales de $ 50 y de $ 500 aportan al PITCNT el mismo monto. Hay que avanzar hacia un sistema de finanzas de nuestra central en donde los trabajadores y /o los sindicatos aporten de acuerdo a lo que perciben salarialmente. En forma sencilla sería que cada afiliado aporte directamente a la Central un tanto por ciento de sus ingresos nominales. En el medio de este crecimiento sindical resulta indispensable el papel del Instituto Cuesta Duarte, pues tiene un rol fundamental en implementar políticas de formación sindical en todo el país y que lleguen al mayor número de afiliados posible. Esto implica entre otras cuestiones como ya se ha comenzado a hacer la descentralización regional a los efectos de contar con la formación allí donde el trabajador cumple su labor. Ya se habilito la regional del litoral con sede en Paysandú y en los próximos meses se abrirá una sede en Maldonado para el Este del país y en la medida que sea posible hay que continuar con este plan nacional de Formación. El intentar analizar con cabeza abierta y espíritu autocrítico estas situaciones, nos lleva necesariamente a caracterizar el actual momento político y social que vive nuestro País, y en el cual se desarrolla el accionar de nuestro Movimiento Sindical. Es condición indispensable el conocimiento de la realidad tal cual es, para luego poder transformarla. Está claro que la indagación de las diversas formas de la misma no se realiza en un laboratorio, sino en el escenario de la lucha de clases y de los procesos dialécticos que se llevan a cabo en dicho escenario, lo cual nos conduce sin dudas a cometer errores, en medio de la pelea cotidiana en defensa de los intereses de los trabajadores. 8. LA ACTUAL REALIDAD POLITICA. Los trabajadores y el pueblo transitamos una etapa histórica, que es parte del proceso de acumulación de fuerzas comenzado hace décadas y que tiene a nuestro movimiento sindical como un actor social clave en el mismo. El desarrollo de su accionar unitario, su relacionamiento con el conjunto de la sociedad uruguaya y su sistema de alianzas con las grandes mayorías de nuestro pueblo, hacen del PIT CNT la principal fuerza social capaz de orientar el actual momento político que se desarrolla en nuestro País. Esta etapa de cambios de claro carácter progresista, debe avanzar y profundizarse necesariamente con un mayor sentido nacional, popular y democrático. Es por esto que se hace fundamental el protagonismo de las grandes mayorías de nuestro pueblo, participando e incidiendo en la dirección de los mismos.


En el tiempo que lleva el actual gobierno en su ejercicio, constatamos avances y también contradicciones con las propuestas de país que impulsa nuestro PIT-CNT, diferencias que ya manifestamos en los pasados 5 años. Esas contradicciones y diferencias con el desarrollo de la política del gobierno, no pueden confundirnos a la hora de caracterizar al mismo y al momento político que atravesamos. Como señalamos antes, la llegada al gobierno del Frente Amplio se produjo a partir de un largo y difícil proceso de acumulación de fuerzas, la propia conformación de la unidad del movimiento sindical y el surgimiento de la CNT es parte de ese proceso. Por lo tanto independencia de clase no significa indiferencia sobre la actualidad política; ni desde el punto de vista histórico, ni desde la propia realidad actual en la cual se desarrolla la vida diaria de los uruguayos. Nuestra independencia de clase, nuestra caracterización del actual gobierno y nuestro relacionamiento con el mismo, debe tomar en cuenta los avances conquistados a partir del 2005, en mejoras de las condiciones de vida de nuestro pueblo, salarios, plan de emergencia, reforma de la salud ,plan ceibal, libertades sindicales, verdad y justicia. Nuestras diferencias expresadas centralmente en la necesidad de generar las condiciones para una política macroeconómica a favor de nuestro desarrollo integral, con más igualdad (una mejor distribución de la riqueza que genera nuestro pueblo) mayor crecimiento de los salarios de los trabajadores, las ubicamos además en la actual ley de Presupuesto, en el desarrollo de los consejos de salarios y en los recursos asignados a la educación. Pese a la coyuntura económica sumamente favorable que está viviendo el país, con tasas de crecimiento del producto y niveles de desempleo récord en términos históricos, no está claro, como ya habíamos mencionado que con los actuales mecanismos que lleva adelante el gobierno se pueda acelerar el proceso de redistribución de la riqueza, elemento en el que no se avanzó lo suficiente en estos años. Actualmente se mantiene una enorme brecha de ingresos, donde el 20% más rico se apropia del 47,7% del ingreso nacional, mientras que el 20% más pobre se debe conformar con apenas el 5,7% de los ingresos totales. La economía sigue creciendo a un ritmo mucho más acelerado que los salarios y las pasividades y más de 800.000 uruguayos todavía perciben salarios por debajo de los $10.000. Hasta ahora los consejos de salarios y el presupuesto nacional se perciben como los principales mecanismos para mejorar la distribución de la riqueza. Sin embargo, para mejorar la distribución de los ingresos y tender efectivamente a una mayor justicia social, es necesario avanzar en las reformas estructurales implementadas en el período anterior, especialmente la de la salud, la de la educación y la tributaria.


Asimismo con la actual matriz productiva no es posible avanzar hacia una distribución de la riqueza en la cual “los más infelices sean los más privilegiados” ni avanzar hacia una democracia más profunda y participativa. En ese sentido es necesario avanzar hacia una industrialización genuina de la nación en conjunto con nuestros hermanos de América Latina. Para esto hay que refundar y fortalecer el papel del estado en la economía para que el mismo se constituya en locomotora del desarrollo productivo industrial de nuestro país. Ninguna de estas diferencias, incluso tomando en cuenta la actual composición policlasista de la fuerza política en el gobierno, nos pueden confundir sobre las características progresistas del gobierno y por lo tanto desarrollar una estrategia acorde para seguir avanzando en democracia con el conjunto de nuestro pueblo. Nuestro movimiento sindical integra junto a distintas organizaciones sociales, estudiantiles, cooperativistas de viviendas, de jubilados y pensionistas, el bloque social y político de los cambios, el cual debe enfrentar al bloque conservador que componen las clases dominantes, en la búsqueda de superar la contradicción de la etapa, país productivo con justicia social o mayor dependencia. Por lo tanto seguimos reivindicando sin dificultades la independencia y la autonomía de clase, que en ningún momento confundimos con indiferencia ni prescindencia, tenemos claro cuál es nuestro papel en la sociedad y lo intentaremos hacer de la mejor forma posible.

Lo que está en disputa es centralmente una perspectiva de continuidad y profundización del proceso de cambios nacionales, populares y democráticos de un lado, o regresión de derecha y restauración neoliberal. En este cuadro es que ubicamos la necesidad de impulsar una inflexión, un cambio dentro del cambio que haga posible una estrategia de desarrollo industria, social y democrático. Por esto es que debemos movernos para asegurar para nuestra clase, la conducción del proceso, a favor de la suerte de las grandes mayorías nacionales y populares. El PIT CNT tiene la responsabilidad, junto a sus aliados, de orientar y hacer avanzar los cambios. Esto implica contar con el más amplio arco de alianzas posible que permita continuar un proceso de cambios que se reflejen en la vida de la gente y en la perspectiva de construir una sociedad diferente. 9. LAS PERSPECTIVAS Quien entienda que la mejor forma de hacer avanzar los cambios, es obviar que este proceso se desarrolla en un cuadro político general de enfrentamiento de los sectores populares frente a los intereses de las


clases dominantes pierde la perspectiva histórica y no contribuye a fortalecer y profundizar este momento político favorable a los intereses de las grandes mayorías de nuestro pueblo. De la misma manera también opinamos que es un error no caracterizar correctamente los avances conquistados por la clase trabajadora en este momento de nuestra historia. En ese sentido estamos convencidos que en la etapa actual la acción del movimiento sindical y popular implica un nivel cualitativamente superior de la acumulación de fuerzas. Estamos también convencidos que para desplazar a las clases dominantes, profundizando la incidencia del bloque social de los cambios que integra el PITCNT, debemos elevar nuestra capacidad de movilización y de elaboración de propuestas sobre el desarrollo del país productivo que queremos, en línea con lo resuelto por el congreso del PITCNT y por el Congreso del Pueblo. Es en ese marco de desarrollo del programa y de movilización popular, que sin voluntarismos, pero sin pausas, deberemos generar las condiciones para un cambio en la Constitución de la República, con las más amplia participación de nuestro pueblo, desde el pie, a los efectos de generar la institucionalidad necesaria para los cambios que impulsamos y avanzar en las derechos económicos, productivos, sociales, políticos y culturales de nuestro pueblo en un sentido de democracia plena y expansión de los derechos humanos. En tal sentido proponemos para su instrumentación la creación de una Comisión representativa y equilibrada, con participación de diferentes sindicatos y concepciones sindicales, que busque los más amplios consensos para impulsar este proceso. Para enfrentar los desafíos de esta etapa histórica también es preciso transmitir con claridad nuestras ideas al conjunto de las y los trabajadores y a la sociedad toda. Necesitamos hacerlo con un lenguaje claro, alejado de todo dogmatismo.

Los cambios que nos proponemos deben de contar con el mayor apoyo social, por lo cual no nos debe resultar indiferente la visión que tenga de nosotros el resto de la sociedad. Hemos tenido en esta etapa momento de mucho apoyo de parte de los uruguayos y momentos en donde hemos decaído. Analizar las causas de nuestros vaivenes nos puede ayudar a encontrar nuevas herramientas, tanto de comunicación, como de contenido que nos permita contar con el apoyo de la gente, cuestión que para nosotros es imprescindible. Uno de los principales desafíos del movimiento sindical en esta etapa, es el de relacionarnos auténticamente con el pueblo, porque esa sigue siendo la llave de todas las victorias.


Esto también significa hacer comprensibles nuestras ideas, proyectando la verdadera imagen del sindicalismo uruguayo, no la propaganda de nuestras frustraciones. Las perspectivas están planteadas; mejor redistribución de la riqueza, salarios y jubilaciones , avance de las reformas estructurales en curso, combate a la pobreza y la exclusión social, defensa de los consejos de salarios y las libertades sindicales, construcción de viviendas y de escuelas, sistema educativo para el desarrollo del país productivo, reforma del estado con participación de los trabajadores, aprobación de la ley de salud sexual y reproductiva, anulación de la ley de caducidad, son parte de los objetivos. El desarrollo y las propuestas que logremos efectuar sobre nuestros objetivos van a resultar claves para el desarrollo de nuestra sociedad. Tenemos una gran responsabilidad por delante. En nosotros, militantes sindicales, está el definir con claridad la estrategia que nos posibilite seguir acumulando fuerzas y avanzando en democracia, junto a las grandes mayorías de nuestro pueblo, elevando las mismas al protagonismo completo de su historia política y social.

Montevideo, 06 de julio de 2011.


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