PALABRA 25

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Ilistración: La huida de Egipto, Gustavo Doré

DICIEMBRE 2023 | NÚMERO 25

Gustavo Doré:

Maravillas y pesadillas de la condición humana Por Gabriel Trujillo Muñoz


Diciembre 2023 / Número 25

Días y noches de amor, lectura y música constelada El áureo resplandor de diciembre ya está aquí: llama a los temas posibles y, sobre todo, anuncia renovación. Días y noches de amor, lectura y música constelada: al leer de Hans Christian Andersen y ovillarme en La pequeña cerillera de David Lang, adaptación que realizó del cuento y con la que obtuvo el Pulitzer de la música en 2008, las exigencias bailan a merced de la nieve lúcida y de la beatitud alegre de las estrellas... ¿Qué debe quedar después del examen de conciencia? Plenitud y satisfacción, porque el encargo, ante toda clase de tentaciones, se mantiene en su certidumbre y cumplimiento. A partir de la edición presente, Palabra se acoge a una nueva apariencia, amalgama que, desde el año cero, es una técnica a partir de la necesidad y no de la creatividad: se trata de la caída del negro sobre el blanco que —a la inversa de la caída de la nieve en invierno— también es una alegoría de la elegancia armónica que debe prevalecer y avanzar de la mano de los contenidos. El Doré que nos ofrece el escritor Gabriel Trujillo Muñoz, fiesta íntima para los placeres de la lectura, en tiempos donde el marco bíblico es el calor del alma, posibilita —junto a otros documentos aquí publicados— que las remotas regiones de la buenaventura humana retomen la música de las palabras y pasemos todos —sin olvidarnos de lo que hoy, de manera cruenta, se suscita en Palestina e Israel y otras partes del mundo (que incluye lo circundante inmediato)— una Navidad en compañía de nuestros mejores sentimientos, en espera de un año menos voluble. R.S.

Director General Arturo López Juan Director de Información Enhoc Santoyo Cid Director Editorial Gerardo Sánchez García Gerente Administrativo Alfredo Tapia Burgoin Coordinadora de Publicidad Ma. Del Socorro Encarnación Osuna Coordinadora de El Vigía Digital Sandra Ibarra Anaya Editor PALABRA Rael Salvador Corrector Manuel Quintero Diseño Editorial Arturo Corpus Fotografía Enrique Botello

Las ilustraciones de Gustavo Doré: Maravillas y pesadillas de la condición humana / Gabriel Trujillo Muñoz Tiempos de nueva cultura / Sergio Gómez Montero Haga su balance cultural del 2023 / Eduardo Cruz Vázquez Cineteca Nacional de las Artes: Cine mexicano para sectores amplios / Carlos-Blas Galindo La Luna y los murmullos nocturnales / Lauro Acevedo Semilla de mostaza: Enrique Dussel / Iliana Hernández Defensa de oficio / Víctor Luna Asimilación transformadora, un mundo mejor es posible / Fernando Mancillas Los dueños de todas las listas. Memorial del instante / Rael Salvador Christian Duverger revela las Memorias de Hernán / Jeanette Sánchez Homero en la franja de Gaza / Alberto Manguel

págs. 3 a 7 págs. 8 a 10 pág. 11 págs. 12 y 13 pág. 14 pág.15 págs. 16 y 17 págs. 18 y 19 págs. 20 y 21 págs. 22 y 23 pág. 24

Palabra no responde a colaboraciones no solicitadas ni asume como propias las opiniones de sus columnistas y comentaristas. La opinión de la revista literaria se encuentra reflejada en su editorial. Todas las imágenes y fotografías que aparecen en la presente edición son utilizadas con fines informativos. El equipo editorial se ha dado a la tarea de indagar los derechos de autor correspondientes o su procedencia, consciente de su obligada autoría. En caso de omitir algún crédito, ofrecemos una disculpa y agradeceremos la información brindada para incluirla en una posterior edición.

Colaboradores Carlos Mongar, Sergio Gómez Montero, Gabriel Trujillo Muñoz, Federico Campbell (†), Daniel Salinas Basave, Leobardo Sarabia, Santiago M. Zarria, Manuel Quintero, Enrique Botello, Héctor García M., Óscar Ángeles Reyes, Fernando Mancillas, Raúl Lara, Iliana Hernández, Ruth Gámez, Herandy Rojas, Miguel Lozano, Carlos-Blas Galindo, Alberto Manguel, Jeanette Sánchez, Martín Caparrós, Alfonso Lorenzana, Elizabeth Cazessús, Eduardo Cruz Vázquez, Eric Rodríguez Ochoa, Stasia de la Garza, Jennyfer De la Cerda y Víctor Luna. Corresponsales en el extranjero Ferdinando Scianna (Italia); Cony Mollet-Sigüenza (Francia); Ramón Ángel Acevedo, “Rakar” (Chile); Patrick Liotta (Argentina); Héctor García Mejía (Los Ángeles). Corresponsal en Tijuana Enrique A. Velasco Santana Av. López Mateos, No. 1875. Ensenada, B. C. México. Teléfonos para publicidad: 120.55.55, extensión 1023.

raelart@hotmail.com

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LAS ILUSTRACIONES DE GUSTAVO DORÉ

Maravillas y pesadillas de la condición humana Al dotar de goce visual a las grandes obras de la literatura universal, el grabador e ilustrador francés dejó una huella profunda en la psique colectiva de numerosas generaciones Por Gabriel Trujillo Escritor y poeta, autor de Espantapájaros y Tijuana city, tres novelas cortas.

angel.gabriel.trujillo.munoz@uabc.edu.mx

Recuerdos de infancia: la obra antes que el autor unto con las revistas de historietas y los cuadros afrancesados que abundaban en mi casa de niño, mi primera impresión de las artes visuales con que me topé, alrededor de mis cinco, seis años de edad, estaba contenida en un libro de pastas gruesas que reposaba sobre la mesa de la sala como el monolito de 2001: Una odisea espacial (1968) de Stanley Kubrick, una especie de objeto trascendental que esperaba despertar y transportarte a otro universo si eras capaz de vencer el miedo y descubrir sus secretos. El libro llevaba un título tan ominoso como su aspecto de obra perenne, resistente a todas mis manipulaciones de infante curioso: la Santa Biblia. La edición era pesada, solemne, anterior a mi año de nacimiento (1958), y cuya primera sorpresa al abrirla era encontrar, antes de cualquier texto, el retrato igualmente solemne y desafiante del papa Pío XII. Nada de lo anterior me disuadió para entrar en sus páginas e ir develando los misterios de un cosmos verbal tan lleno de historias tan violentas y seductoras al mismo tiempo. Pero no eran sus versículos en dos columnas ni el cuadro en color de un papa ya fallecido, lo que me hizo regresar, cada tarde, a ese mamotreto, sino las profusas ilustraciones que engalanaban sus hojas finas, casi transparentes.

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Todas estas ilustraciones eran en blanco y negro, y parecían sacar de las mismísimas palabras que iba leyendo los rostros, gestos, maneras y miradas de los personajes que pululaban, con tantas cargas emocionales, con tantos conflictos familiares, por este libro dedicado a contar la vida y milagros de personajes que nunca estaban en paz con ellos mismos ni con sus semejantes. El mérito de estas ilustraciones era que no sólo ilustraban lo narrado en la Biblia, sino que lo ubicaban en escenarios por demás verosímiles, en espacios públicos donde la multitud era parte fundamental de la propia imagen representada. Lo que yo captaba eran escenas vivas, momentos inolvidables, personas que saltaban ante mis ojos con todo su ímpetu, con toda su personalidad intacta. Cuando vi por vez primera estas ilustraciones ignoraba quién era su autor, quién había hecho esas imágenes prodigiosas (después sabría que eran grabados en madera). Lo que me impulsaba a quedarme por horas contemplándolas era la fuerza expresiva que mostraban, la desatada imaginación que me llevaba fuera de mí mismo hacia mundos antiguos o países maravillosos, la composición narrativa que exhibía grados inusuales de imaginación visual, la teatralidad con que sus figuras se relacionaban unas a otras, los detalles realistas de sus vestidos y la riqueza de los escenarios en que estos personajes se debatían.


Y debo reiterar aquí, frente a estas obras supre- ordinarios y extraordinarios, de criaturas miserables mas de la ilustración de un clásico de clásicos como o sobrenaturales. Una pasarela fascinante por donde lo es la Biblia, que debatir es el verbo justo para en- desfilaba gente común, profetas visionarios, pecadotender lo que cada una de estas imágenes presenta- res irredentos, líderes mesiánicos, mujeres valientes, ban ante mis ojos. De verdad, ¿quién necesitaba las ladrones de turbio pasado y asesinos cubiertos por el fotografías de guerras, masacres, asesinatos o ba- manto de la fe. tallas cuando en este libro monumental “Su influencia Todos estos personajes se mostraban, en estaba expuesta toda la condición humacreativa permea tales ilustraciones, en el momento justo en na en su lucha a muerte consigo misma y aún hoy a buena que tienen que enfrentar una gran prueba con sus creencias más arraigadas? ¿Cómo parte del paisaje ar- espiritual, en que deben tomar decisiones podía compararse el horror del mundo en tístico del siglo XXI y de vida o muerte no sólo para ellos mismos que vivía entonces, con imágenes a todo es visible en el arte sino para sus pueblos, para su sociedad. color de monjes budistas auto inmolánde la ilustración de Son escenas de una realidad donde caben dose, de policías golpeando hasta sangrar libros, en la novela prodigios, milagros, destinos, profecías y a manifestantes afroamericanos, de bomgráfica y en los có- calamidades divinas. Una escenografía hebas de napalm dejando a niñas desnudas, mics, así como en el cha de instantes luminosos y de vidas que con el manifiesto macabro de estas iluscine de animación, se definen por un acto, por un gesto, por un traciones en blanco y negro, con un dios en las portadas de juramento o una fatalidad. colérico que mataba a sus propias criatudiscos y en los carras, con las torturas públicas que el poder teles publicitarios” imponía a destajo, los cuerpos mutilados El artista que creó este museo de hoal final del combate? Si algo me enseñarrores y virtudes, de esperpentos y de esron estas ilustraciones fue a reconocer pantos, de naturalezas desbocadas y caque la humanidad era la misma para todos noso- tástrofes devastadoras, de maravillas y pesadillas sin tros, ya fueran aquellas tribus bárbaras de antaño cuento, ahora lo sé, es Gustavo Doré (1832-1883), un que con tanto gusto se peleaban como nuestras ci- grabador e ilustrador francés que ha enseñado, con vilizaciones modernas que habían hecho de la des- sus obras magníficas, a numerosas generaciones el trucción su mejor negocio. gozo visual de las grandes obras de la literatura universal, un artista en toda la extensión de la palabra Y es que esa Biblia fue, para mí, un doble libro: el que ha dejado una huella tan profunda en la psique de sus textos siempre severos y admonitorios, y el de colectiva de occidente, pues su influencia creativa sus ilustraciones que me transportaban al corazón de permea aún hoy a buena parte del paisaje artístico las tinieblas de los seres humanos en comunidad, al del siglo XXI y es visible en el arte de la ilustración de centro vital de las ideas que los movían o conmovían, libros, en la novela gráfica y en los cómics, así como por las que vivían o morían, por las que ayudaban a en el cine de animación, en las portadas de discos y los demás o los exterminaban. Un mundo de seres en los carteles publicitarios.

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Gustavo Doré: el autor y su obra Lo primero que salta a la vista, observando la vastedad de obras que Gustavo Doré dejó como legado, es que el conjunto de sus principales trabajos (cerca de 10 mil grabados) apenas abarca la labor de treinta años: de 1854, en que ilustró Las Fábulas de Lafontaine, a 1883, en que murió dejando como último trabajo sus ilustraciones del poema El cuervo de Édgar Allan Poe. Es un periodo corto pero la intensidad de su obra nos recuerda la tarea esclavizante, en el campo de las letras, de Honorato de Balzac, un contemporáneo suyo. Ambos vivieron, Doré y Balzac, bajo la presión de sus respectivos editores y sus vidas, no se olvide, transcurrieron en una época de auge de la prensa y el libro como difusores de las grandes obras literarias a nivel de producción en serie. La obra visual de Doré le daba una ventaja editorial frente al público lector de aquellos tiempos: la de ver lo que se estaba leyendo, dándole rostros y escenarios verosímiles a los textos, con lo que acabó fomentando la imaginación de sus contemporáneos y, por ello, los libros ilustrados por su mano tuvieron tanto impacto y tan buenas ventas. En la segunda mitad del siglo XIX, el libro se constituye en el pasatiempo por excelencia de las clases acomodadas y de esa naciente clase media que va adquiriendo el gusto por la lectura en su doble acepción: como entretenimiento socialmente aceptable y como conocimiento compartido para mejorar en el mundo de la realidad. Doré se especializa en un nicho del mercado librero: los clásicos de la literatura, en el entendido que clásicos podían ser obras antiguas, reconocidas por la crítica literaria, así como obras modernas que habían recibido la unánime aceptación del público lector. En este caso, se puede afirmar que el gusto de Doré era ecléctico en cuanto a las obras literarias y más si trabajaba en libros específicos por encargo de los editores. Pero si uno examina sus trabajos encuentra, de inmediato, una línea perceptible de interés personal en su obra. Y esa línea es netamente romántica. Los temas pueden ir de fábulas para niños a historias grotescas, de libros religiosos a novelas de parejas legendarias. Pero el tema siempre está imbuido de la certeza del impulso amoroso: ya sea el amor al país, a la divinidad, a la libertad o a la locura. No importa la época en que ocurran los hechos o el lugar en que sucedan, sea en una ciudad o en la naturaleza salvaje, Gustavo Doré siempre tiene una perspectiva emotiva para mostrarnos, en cada uno de sus personajes, sus venturas y desventuras, sus vínculos sentimentales y sus debilidades amorosas. Aquí, en sus ilustraciones, el ser humano no es una máquina sin albedrío sino un fuego que todo lo consume,

un ángel caído debatiéndose entre hacer el bien o el mal. Aquí, en estos mundos que van de la comedia a la tragedia con tanta facilidad, del heroísmo a la barbarie con tanto gusto, la vida parece ser un juego sublime, una verdad desgarradora, un instante de oscura reflexión. Obra, la suya, que sin salirse de los parámetros del realismo decimonónico, ilustra un impulso romántico que no esconde sus raíces fantásticas, sus apetencias por lo grotesco, lo carnavalesco, lo esperpéntico. Estamos, en cierto modo, ante una especie de Goya que en vez de retratar las vicisitudes de su tiempo dibuja las calamidades de la imaginación literaria con puntilloso detalle. Olvidándose de las constricciones de una obra de la que no puede escapar en personajes o atuendos, Doré hace de su tema ya dado, un punto de partida para crear un mundo propio, unas vidas que quedan indelebles en la imaginación popular desde entonces y para siempre. Incluso hoy en día, si pensamos en el Quijote o en Dante, en los personajes de la Biblia o en los caballeros que fueron a luchar en las cruzadas, nuestra memoria colectiva viene de las ilustraciones de Gustavo Doré. Antes de que llegara el cine, Doré fabricó las imágenes precisas de las grandes obras de la literatura universal, estableció en forma definitiva el retrato de los personajes más famosos que en ellas han vivido. Esa es su marca en el mundo de la ilustración. Por eso podemos llamarlo el padre de la narrativa visual. Vida en multitud Nacido en Estrasburgo e hijo de un ingeniero civil, Gustavo Doré tuvo una infancia privilegiada y una familia que apoyó su incursión en las artes desde que era un menor de edad. Doré, sin embargo, vivió una vida nada fácil que templó su carácter y lo hizo un trabajador infatigable, especialmente cuando murió su padre y tuvo que transformar su pasión artística en un trabajo remunerado para poder sostener a su madre y hermanos. Niño prodigio, artista precoz, Doré se convirtió en un ilustrador reconocido gracias a su talento como caricaturista, dibujante y grabador en el espacio idóneo para que su obra pudiera desarrollarse con la mayor libertad creativa: en los periódicos y revistas de su tiempo, donde logró destacar de inmediato desde joven y debido a dos atributos importantes que dejaron su marca en estos medios de comunicación: una asombrosa capacidad de observación que lo llevó, desde adolescente, a tomar apuntes de la vida moderna que, ya para el siglo XIX, era eminentemente la vida en multitud, el tráfico citadino y los numerosos tipos humanos que se concentraban en estos lugares, con su diversidad de rostros, cuerpos y conductas a la vista de todo el mundo.

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“Doré fabricó las imágenes precisas de las grandes obras de la literatura universal, estableció en forma definitiva el retrato de los personajes más famosos que en ellas han vivido. Esa es su marca en el mundo de la ilustración. Por eso podemos llamarlo el padre de la narrativa visual”


Refiriéndose al París del siglo XIX, alguna vez el escritor Bernard Gavoty dijo que uno podía encontrar en sus calles todo un desfile de personajes y toda una pasarela de actividades que atraían el interés de los transeúntes, como lo eran los vendedores, limpiabotas, atusadores de perros, cantores, prestidigitadores, echadores de cartas, sacamuelas, ventrílocuos y celebridades. Para Gavoty, “el paseo por las calles es rico en placeres y enseñanzas” y es fuente de espectáculos inusitados, de asombros cotidianos. Y esos placeres y enseñanzas fueron fundamentales para nutrir la visión personal y la estética minuciosa con que Gustavo Doré terminó dibujando los mundos literarios como espejos verosímiles de la realidad que lo rodeaba. También por esa vida en multitud es que podemos ver que los personajes estrambóticos fueron siempre sus preferidos: los soñadores, los místicos, los viajeros, los peregrinos. La fauna humana que es, a la vez, espectáculo y espectadores de su obra. La vida en movimiento, el mercado sobre ruedas, la multitud que se aglomera para atisbar al merolico de la esquina o al vendedor que trae la cura de todas las enfermedades, fueron su mejor escuela. Todas estas personas fueron bienvenidas en el mundo de sus ilustraciones y todas terminaron convirtiéndose, gracias a su arte, en profetas de la antigüedad, en paladines del bien, en damas guerreras y en caballeros andantes. El otro atributo de Gustavo Doré fue su productividad, su capacidad de concentrarse en el trabajo creativo. Pero aquí no hablamos sólo de la creatividad metódica, disciplinada para cumplir con los pla-

zos de la prensa o con los apremios de sus editores para sacar a la luz pública tal o cual libro, sino de una creatividad que logra trabajar cada imagen como una composición única. Por más que su producción abarcó tantas obras de diferente temática y con escenarios por demás detallistas, cada grabado se sostiene por sí mismo, cada litografía es un trabajo con sus propias virtudes, con sus rasgos característicos que le dan un tono, un ambiente, un estado de ánimo singular. La imaginación no se deja limitar por los plazos, sino que excede todas las expectativas, nos ofrece un conjunto de visiones que valen por sus diferencias antes que por sus semejanzas, que destellan por su impecable originalidad.

lestial que aparece en la Divina comedia, podemos ver un vórtice de luz donde los ángeles circulan en su vuelo incesante, una danza de las esferas en su misticismo más perenne.

La epopeya de la pasión visual Cuando los críticos definen la obra de Doré, más allá de llamarlo un artista prolífico, describen su trabajo como magnífico, poderoso, dramático. Y es que Doré no sólo sabe contar visualmente lo que cuentan los libros, sino que se esmera en mostrarnos los momentos de mayor tensión, sorpresa y suspenso, los instantes concretos en que resalta el amor, la tristeza, la desesperación, la furia, el sufrimiento, el gozo o la alegría.

O su interés por dibujar batallas de toda clase, desde las batallas celestiales que se incluyen en El paraíso perdido, hasta las profundamente humanas, como las tantas que aparecen en La historia de las cruzadas. No son visiones fáciles de contemplar por su terrible pérdida de vidas humanas, pero junto con las presentaciones de ejércitos destrozándose entre sí, podemos ver el tamiz romántico de Doré, su uso de los personajes principales para centrar la contienda bélica en duelos personales, en combates entre héroes y villanos, de tal forma que al individualizar las acciones acerca al público a los conflictos internos de los involucrados en aquel derramamiento de sangre, nos permite compartir con ellos sus penas y congojas, sus satisfacciones y méritos.

Su obra estremece tanto en lo común como en lo extraordinario, en lo conocido y en lo ignoto, en lo real y en lo fantástico, ya sea que exponga la vida urbana en Londres: una peregrinación, donde los rostros de la multitud no son seres anónimos de una masa indiferente, sino personas que, a pesar de la turbamulta de su existencia colectiva, mantienen su individualidad, su personalidad ilesa. A la vez, en la imagen radiante, en ese símbolo puro del paraíso ce-

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Y cuando se habla de dramatismo, hay que reconocer en Doré el ojo perspicaz de un creador que sabe impactar en el ánimo del público. A este artista podemos considerarlo un precursor de los directores de cine, de los que han hecho películas épicas en nuestros días. Si vemos sus ilustraciones destacan las de los protagonistas que enfrentan a monstruos descomunales, como sucede en muchas ilustraciones de Orlando furioso o de Don Quijote.

Para nuestro artista, todo es pasión iluminada desde adentro, es vida en ascuas, es acto y meditación plasmados en el instante mismo en que todo se resuelve en triunfo o en tragedia, en arrebato y en éxtasis.


Ilustraciones: Gustavo Doré

“Doré no sólo sabe contar visualmente lo que cuentan los libros, sino que se esmera en mostrarnos los momentos de mayor tensión, sorpresa y suspenso, los instantes concretos en que resalta el amor, la tristeza, la desesperación, la furia, el sufrimiento, el gozo o la alegría”

Un romanticismo que nunca deja de recordarnos, por el tratamiento realista de sus figuras, que Gustavo Doré sueña con los pies en la tierra, esbozando mundos delirantes con el rigor del creador que siempre tiene a la realidad como modelo. Los grandes prodigios y los pequeños detalles Pero sería injusto hablar de Gustavo Doré sólo en tono épico. Hay otras vetas de su obra que no podemos dejar de mencionar: los orbes fantásticos con sus extrañas y sorprendentes criaturas, donde el mundo animal transfigurado, humanizado incluso, toma la palestra. En ese espacio donde todo es posible, lo sobrenatural se nos presenta con cuerpo de gigante hambriento, con ojos de monstruo moribundo, con su desfile de muertos y sus ciudades gloriosas, con su concilio de ratas y sus mundos increíbles al alcance de nuestros ojos. Lo romántico como fantasía pura, como acto de prestidigitación en que lo improbable se vuelve cotidiano con por la simple voluntad del artista. A los animales y bestias de otras realidades, a las criaturas de mitos, fábulas y leyendas hay que agregar los cuadros de amor y romance, las escenas de los enamorados que ocupan buena parte de Los idilios del rey, con sus damas pensativas y sus mujeres desnudas, con sus parejas que viven el amor bajo la sombra de la tragedia, como Paulo y Francesca, como el rey Arturo y Ginebra, como Alcina y Ruggiero. La pasión, en Doré, surge como una fuerza de la naturaleza, como una tormenta imprevista. Pero lo más importante de la obra de nuestro artista, el atributo esencial que nos mueve a regresar a ella

una y otra vez, no tiene que ver con su capacidad de presentar mundos reales o ficticios, tiempos antiguos o modernos, sino con la gama de detalles que mantienen nuestra atención en sus ilustraciones. Si la carga dramática brilla en su grabado del diluvio, cuando una mujer intenta salvar de las aguas mortales a su hijo, alzándolo con sus brazos mientras ella se ahoga, y si los temas épicos crean escenarios con decenas de figuras en acción, lo verdaderamente interesante de la obra de Doré está en la minuciosa recreación de cada una de estas imágenes. Los detalles que enriquecen las ilustraciones de Doré no están ocultos, como un misterio a revelar, sino que se encuentran a plena vista, mostrándose tal como son. En cierta medida, Doré siempre fue un periodista de corazón y su arte es una crónica implacable, detalle a detalle, del presente perpetuo de la condición humana. Veamos, para comprobarlo, a los miembros mutilados que aún sostienen sus armas en El judío errante, al gato que atisba desde la escalera a los estragados clientes del fumadero de opio en Londres: una peregrinación, o a los ratones colgados del cinto del gato con botas en Los cuentos de hadas de Perrault. Lo pequeño vuelto perentorio para comprender un carácter individual, para entender un momento de la historia. Nada hay de superfluo en su visión. Nada sobra para nuestro apetito de imágenes vibrantes. Maravillas y pesadillas Al final de su vida, ya en una etapa simbolista, creo que la despedida de Gustavo Doré está en la imagen de la muerte que, con su guadaña, permanece sentada

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y vigilante sobre nuestro mundo mientras el cuervo de Edgar Allan Poe pasa y se aleja. Y es que un artista como Doré, que conoció a la humanidad en sus claroscuros, en sus ansias y apremios, supo contarnos los grandes relatos de la literatura de todos los tiempos con grabados que son sombras luminosas que pasan a través de nuestros sentidos, que son ilustraciones de nuestras maravillas más célebres y nuestras más crueles pesadillas. En esa mezcla entre lo sagrado y lo profano, lo beatífico y lo terrorífico, lo humano y lo inhumano, Gustavo Doré sigue siendo el maestro imprescindible, el explorador incansable que se abre paso, entre los recintos de lo natural y lo sobrenatural, para traernos noticias del país de la ficción, del reino de nunca jamás. Ese universo que, para todos los que hemos caído bajo su embrujo, ahora nos pertenece para siempre. Aunque no lo creamos, en él vivimos en este momento: un mundo de luchas fratricidas, de viajes a lugares inexplorados, de descensos a los infiernos, de divinidades como zarzas ardientes exigiendo sacrificios inhumanos. Paisajes donde los fantasmas del pasado hoy son los engendros del futuro. Escenarios donde los sueños y las pesadillas son una sola experiencia extrema. Sitios donde se combate por la simple existencia entre el caos de la violencia, entre el zafarrancho de la opresión. Por eso me pregunto, ¿cómo hubiera dibujado Ucrania, Gaza, la frontera de México con los Estados Unidos? Un testigo de cargo de su tiempo y el nuestro. Un artista de la realidad sin remilgos, sin hipocresías. Gustavo Doré, nuestro contemporáneo.


ENTRETELONES

Tiempos de nueva cultura

Ante la realidad pluricultural que caracteriza a la nación, la descentralización se plantea como un recurso ineludible para operar por parte del Estado las cuestiones culturales Foto: Cortesía

La identidad de una sociedad se arraiga en una red más o menos invariante de relaciones sociales Zygmunt Bauman: La cultura como praxis

Por Sergio Gómez Montero Sólo estructurador de historias cotidianas. Profesor jubilado de la UPN/Ensenada gomeboka@yahoo.com.mx

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esde tiempo atrás (tómese en cuenta que mi edad es cercana a los ocho decenios) el tema de la cultura ha sido siempre una constante en el ámbito de mis inquietudes intelectuales. Tema que hoy retomo para comentar el diálogo de sordos establecido hace poco tiempo entre, por un lado, Eduardo Cruz Vázquez (el principal impulsor de este diálogo desde las páginas de Confabulario, el suplemento cultural de El Universal, y regular colaborador de este suplemento Palabra) y los sordos, hasta hoy, de Antonio Rodríguez (secretario de Cultura en Tlaxcala), Paco Ignacio Taibo II y Paloma Sainz hacia quienes encamina Eduardo sus propuestas para dialogar, hasta hoy sin éxito. Sin duda, los esfuerzos de Eduardo Cruz por dialogar debieran ser escuchados y atendidos no sólo por los aludidos, sino por quienes hoy encontramos en la cultura un tema de interés. Eso es lo que a mí me lleva ahora a escribir estas notas reflexivas, al margen de que cada vez somos menos quienes vemos en la cultura un tema que deba ser abordado de manera amplia y profunda. Hoy, la preocupación de Eduardo aterriza en la necesidad de crear lo que él llama un nuevo sistema de cultura que sustituya al pesado aparato burocrático centrado en una Secretaría de Cultura que hoy languidece lamentablemente, ahogada por falta de recursos presupuestales y más que nada menospreciada y olvidada por la actual administración pública. Más adelante la propuesta de Cruz será detallada, ya que antes es preciso acotar lo siguiente. Cultura genérica Antes de entrar al terreno de la discusión que propone Eduardo Cruz, debe considerarse preciso esbozar el qué debe entenderse por cultura y la significación que ella debiera tener hoy en el ámbito de los quehaceres humanos y a partir de ahí

Eduardo Cruz Vázquez.

gubernamentales. Es decir, siguiendo muy de cerca las enseñanzas de Bauman sobre la temática en varios de sus libros y entendiendo a la cultura como la energía de la vida humana es por tanto imposible olvidarse de ella a través sólo de una decisión burocrática como la hoy llevada a la práctica en México, como lo hace ver, con argumentos sólidos, en sus escritos Eduardo Cruz. Es decir, esa decisión arbitraria y autoritaria del Ejecutivo no puede hacer desaparecer del mapa casi, así como así, una actividad humana sustancial que, al margen de lo que el Estado acuerde, permanece y permanecerá en tanto haya seres humanos vivos, al margen de que hoy esa actividad humana se encuentre seriamente corrompida por la descomposición social imperante (crimen organizado, narcotráfico, consumo de drogas y alcohol, violencia incontrolable). Aquí se esboza el por qué lo radical de la afirmación. No, la permanencia de la cultura (en varios de mis ensayos he tocado el tema) es imborrable mientras exista el ser humano, pues ella es, en tanto energía, la fuerza que caracteriza a la presencia humana en el universo y ha diferenciado a un grupo humano de otro a lo largo de la Historia, ya que todo lo que ha hecho el ser humano desde que es tal se inscribe en el campo

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de la cultura. De ahí entonces el carácter universal de ésta y de su permanencia mientras exista ser humano en tanto tal. Cualquier otra visión de cultura tendrá, se cree, un carácter reduccionista inadmisible. Esa vinculación indisoluble con lo humano provocó el que, no sin razón, la cultura se comenzara a identificar mucho con los estudios antropológicos, que la ubicaron erróneamente, se considera, vinculada sólo con el pensamiento mágico y no como el quehacer universal social que ella es en realidad y cuyo estudio debiera tener un carácter más universal, como la comenzó a abordar de tal forma la Escuela de Frankfurt (Benjamin, Horkheimer, Adorno) y ya, más en particular, el ya citado Bauman, integrante tardío de ese agrupamiento. Desde luego, cuando en el siglo XX (desde el XIX más bien) la cultura fue abordada por la administración pública capitalista —para suplir así algunos quehaceres particulares de cuidado y promoción de las bellas artes— ella se redujo a ser un apéndice de la civilización y quedó así constreñida, de manera tramposa, a la promoción de las bellas artes, tomando ese concepto, con celadas, de los griegos, que nunca identificaron bellas artes con cultura. Muchos indicios hay


que nos indican cómo, entre los griegos, la cultura tenía un significado social mucho más amplio (cito, entre otros, por ejemplo, lo mucho que enseña la Paideia al respecto), y que devino, sustantivamente, de las ligas que este pueblo tuvo con los pensamientos orientales profundos y que obligan a pensar así a la cultura de manera muy amplia y abisal.

De los dos ejemplos anteriores (Caso y Reyes Heroles) se desprende el hecho de que, la cultura entendida como quehacer social, implica el poner en práctica una serie de mecanismos sociales basados todos ellos en el principio de comunidad, es decir, de hacer desde abajo y en beneficio de todos, tareas que fortalezcan al grupo humano en su conjunto.

Cultura como quehacer social Recuperar, pues, tal sentido de cultura con proyec¿Por qué el Estado, en el capitalismo, hace suya la ción social —olvidado particularmente por Rafael Topromoción de las bellas artes (tiempo de ocio entre los var y de Teresa, para quien, en la práctica, cultura era griegos, es cierto)? No es ahora el momento de cómo, sólo, en particular, promoción de las bellas artes, como a través de la historia, ha sido asumida la cultura como en la vía de los hechos así lo consideraba un Estado parte de los quehaceres humanos (de hecho, tarea que neoliberal, quien así pensaba acallar de tal forma el aún hay que emprender detenidamente) ni cómo fue descontento virtual de una parte importante de la parque quedó vinculada tan indisolublemente con las be- te pensante de la nación: la pequeña burguesía ilustrallas artes, ni por qué éstas siempre fueron, con mucho, da (descontento que en las elecciones de 2018 saltó de actividades de las clases privilegiadas de la sociedad, una manera explosiva)— es una tarea que el Estado aunque muchos artistas distinguidos han provenido debe plantearse como central en la época actual, tal de las clases más explotadas de esa misma sociedad. y como desde 2013 ya he señalado (léase mi ensayo Aquí lo que más bien importa señalar es cómo, de “Política y cultura”), lo cual conlleva hoy, al menos, a manera equivocada, en los estudios sobre la materia estrechar nexos con la educación, abrir relaciones essiempre se ha tratado de reducir la cultura a las bellas trechas con las nuevas tecnologías (la cuarta revoluartes, cuando la primera es una actividad social mu- ción industrial) y preparar los vínculos que desde ya se cho más amplia y que por eso, en el país de la Revo- deben establecer con los nuevos tiempos de ocio que lución Mexicana, filósofos (Antonio Caso) y políticos generan las sociedades contemporáneas, todo ello tra(Jesús Reyes Heroles) le otorgaran —a la cultura en- tado de manera colegiada por los involucrados a nivel tendida como quehacer social—una atención especial nacional. por el impacto de ella en el desarrollo social (ellos así lo creían de manera lúcida), aunque el Estado, entre Antes pues de dilucidar cómo administrar públicamente la cultura en la época actual, lo prinosotros, se ha resistido a atender, con altibajos, ese llamado en tales términos y de “La preocupa- mero a atender tendría que ver con el cenpreferencia se ha inclinado a favorecer de ción de Eduardo trar la atención en cómo darle a la cultura manera preponderante, con altibajos, el (Cruz) aterriza en la el carácter social que debe tener y que hoy cultivo de las bellas artes. necesidad de crear debiera estar centrado en volver a tejer el lo que él llama un enmarañado tejido social de nuestra socieAsí por ejemplo, se señala, Caso y los ate- nuevo sistema de dad contemporánea, duramente conmoneístas influyeron mucho en el pensamien- cultura que susti- vida por la violencia y el narcotráfico entre to de Vasconcelos y otros para promover tuya al pesado apa- otras lacras sociales. El que ello conduzca, junto con la educación rural el cultivo de rato burocrático de una u otra manera, a darle fin al enmalas bellas artes como una parte esencial de centrado en una Se- rañado tejido social de la sociedad capitalislas tareas culturales que debía impulsar la cretaría de Cultura ta hoy dominante es, sin duda, ineludible. Revolución Mexicana (ahí está el muralis- que hoy languidece mo, la literatura, la danza, la fotografía y la lamentablemente” Cultura y administración pública Desde luego que vale la pena —como lo música para ejemplificarlo), pero eso sólo como una vía para darle a la cultura en propone Eduardo Cruz— discutir sobre los sentido extenso—territorio, lenguaje, mitos y costum- mecanismos que la administración pública debe pobres, y organización tradicional para el trabajo una ner hoy en práctica para operar de manera adecuada presencia sólida, de activad integradora de la acción los asuntos culturales —insisto: definiendo previacomunitaria social, aunque lo emprendido entonces mente cuáles son éstos los cardinales— pues es obvio no fuera suficiente para dotar a la cultura de su verda- que hoy el Estado ha fracasado de manera estrepitosa dero sentido social. Más adelante, después del 68 del al respecto, como lo demostró la más reciente comsiglo pasado, Reyes Heroles consideraba que el hacer parecencia de la Secretaría del ramo ante la Cámara política conllevaba profundas raíces culturales vin- de Diputados el pasado 31 de octubre de este año. Un culadas a un hacer social fino y profundo, raíces a las aparato administrativo monstruoso para operar cencuales se les debería dedicar una atención cuidadosa tralizadamente una serie de recursos brutalmente ratal y como se intentó los años primeros de la post Re- surados sin ton ni son del presupuesto federal para el volución. Lección, la de Reyes Heroles, que hasta hoy ramo, lo que generó, con razón justa, el reclamo de los no se ha llevado a la práctica. legisladores.

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Alejandra Frausto Guerrero, titular de la Secretaría de Cultura a nivel federal.

Pero no sólo de ellos, sino también de muchos crea- ciría a abrir a la discusión un tema en realidad muy dores que no saben el cómo agenciarse de recursos complejo. De ahí entonces que, para el caso de este para mantener sus actividades y, lo que es más grave, escrito, céntrese la discusión en el qué hacer hoy para de muchos habitantes del país que remodernizar, en términos de adminisquieren de apoyos culturales que nunca “Es inexplicable el divor- tración pública, el uso y manejo de la han recibido. Un elefante, el encarga- cio que actualmente existe cultura por parte del Estado, con todo do hoy de promover la cultura estatal, entre lo que hace la Secre- y que éste se resista a definir el qué enque camina sin ton ni son. Destruyendo taría de Educación Pública tiende por ella. todo lo que encuentra a su paso. ¿Cómo, y lo que hace la Secretaría Es obvio que hoy la existencia de un entonces, pensar en una administración de Cultura, las que entre sí pública que cumpla con la tarea cultural parecieran no conocerse, aparato tan centralizado y acaparador de una manera orgánica y adecuada? cuando, por el contrario. - como lo es una secretaría de Estado entre ellas debiera existir para operar las cuestiones culturales del Sigo insistiendo, si bien lo primordial una relación estrecha y país (tema tan complejo desde el punto de vista cultural)- se opone, de entrada, es definir qué entender por cultura, el complementaria” segundo punto sería precisamente el a la realidad pluricultural que caractecómo, desde el Estado, concretarlo, riza a la nación. Por eso, aunque no sólo tomando en consideración que ello no es una tarea allí, la descentralización se plantea como un recurso gratuita sino esencial para, se insiste, entre otras co- ineludible, en primer lugar, para operar por parte del sas recomponer el dañado tejido social de la nación, Estado las cuestiones culturales. Asimismo, es inexplilo que conduciría a plantear, de entrada, las brutales cable el divorcio que actualmente existe entre lo que carencias que en términos de administración pública hace la Secretaría de Educación Pública y lo que hace ha demostrado tener el Estado actual, lo que condu- la Secretaría de Cultura, las que entre sí parecieran no

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conocerse, cuando, por el contrario. entre ellas debiera existir una relación estrecha y complementaria. Desde el luego, el sistema cultural que propone Eduardo, en su trasfondo trasluce la necesidad de pensar en una forma radicalmente diferente de conducir la administración pública, la que en lugar de sustentarse como hasta hoy en la centralización y un mando único y autoritario (el Ejecutivo) se inclinara, más bien, por un sistema colegiado, con representación de los 32 estados de la nación, como la manera más adecuada de operar en la actualidad la administración pública de la Federación, para restablecer así un equilibrio que el centralismo tiene hoy brutalmente olvidado. Son muchas las ideas que surgen luego de leer la propuesta de Eduardo Cruz Vázquez, aquí sólo, al desgaire, se han abordado, de manera sucinta y muy resumida, algunas de las muchas cuestiones que se desprenden de la propuesta mencionada, que ojalá y despierte el interés de quienes consideran que la cultura es hoy un tema de interés nacional.


ESTAR NEPANTLA

Haga su balance cultural del 2023 Por Eduardo Cruz Vázquez Periodista, gestor cultural, ex diplomático cultural, formador de emprendedores culturales y ante todo arqueólogo del sector cultural angol97@yahoo.com.mx

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na cosa es que como periodista reúnas documentos, clasifiques información y lleves una bitácora de la labor reporteril, y otra que escribas una suerte de “Diario” de tus consumos culturales. Este año que está por terminar, por primera vez lo he hecho en mis 62 años de existencia. No conozco a nadie con una experiencia similar. A lo más, ciertos colegas llevan una lista, no organizada, de las exposiciones que han visitado, de las obras de teatro vistas, de los conciertos memorables, sin importar su especie. Con ánimo de coleccionista, la minoría guarda catálogos, programas de mano e incluso los boletos de acceso a los espectáculos.

Dirán que nadie en su sano juicio anota en un cuaderno (no en un archivo Word, no en la sección de notas del celular) cada actividad cultural que realiza. Mucho menos se pone a clasificar si, además de cultural, puede emplear las categorías de entretenimiento, recreación o esparcimiento. Eso suena a un terrible Toc. En suma, no es chamba del ciudadano común, sin importar su escala socioeconómica, aplicarse cada año en su estadística de consumo de bienes y servicios culturales.

Esas cuatas y cuates no colocan los libros leídos de cada año en estantes diferenciados. “Dirán que nadie en Los agolpan según sus estilos bibliotecarios al grado de que tienen que bus- su sano juicio anota en car en su orden o relajo los volúmenes un cuaderno (no en un si alguien les pregunta qué han leído archivo Word, no en la sección de notas del cerecientemente.

Lo anterior le corresponde a quienes se dedican a los menesteres de hacer negocios con nosotros, de construir indicadores, tendencias, censos, módulos, estudios de mercado y demás florituras que ayudan a comprender los parálular) cada actividad cul- metros culturales de la gente que es su En la era de las series y películas vía tural que realiza. Mu- cliente. streaming, los más obsesos se apoyan en cho menos se pone a su proveedor de servicio predilecto para clasificar si, además de Dicho lo anterior, a cada quien sus tener a mano su lista de favoritos, como cultural, puede emplear perversiones. Me propuse anotar en ocurre con la música o los videos a través las categorías de entre- un cuaderno, así mero, a mano, usantenimiento, recreación do a veces lápiz y en otras anotaciones de aplicaciones y similares. o esparcimiento” una pluma con tinta azul, los quehaceEn estos tiempos de redes sociales, una res cotidianos de mi vida cultural. O lo cosa es atenerse a las herramientas del que entiendo por ella. Con letra chiquita, Facebook, X, Instagram y TikTok, y otra hacer la rela- empleando signos y garabatos. ción de lo más relevante que en cada uno de esos luA estas alturas de noviembre me he topado con que gares depositamos. Vaya, pensamientos, fotografías y videos los dejamos en suerte de carrusel: van y vienen conservo más programas de mano en digital que en a nosotros sin estrictos controles. papel; no he asistido a una sola exposición de artes

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visuales. Tampoco habré visitado al 31 de diciembre una zona arqueológica. He estado doce veces en restaurantes. Solamente tres visitas a una sala de cine. Los hallazgos son, aunque no me crean, sorprendentes. Una suerte de pulso de mi ser en el que, por respeto al respetable, no diré públicamente lo que se considera XXX, inapropiado para la moral y pequeño etcétera. Como esta revista Palabra sale al inicio de cada mes, me resta lo que ocurra hasta el domingo 31 de diciembre ¡en domingo, para colmo! Es un mes en el que se tiende a buscar distracciones. Habrá reporte en enero del 2024. Por ello hágase un lindo regalo: sea acucioso y haga su recuento cultural del 2023, le aseguro que se divertirá. Lectora, lector, lectorum, gracias por estar aquí: Feliz Navidad y próspero Año Nuevo 2024.


Cineteca Nacional de las Artes:

Cine mexicano para sectores amplios El entendimiento de la cultura en la recuperación, adaptación o construcción de infraestructura para la distribución de arte nacional en beneficio de la población general

Por Carlos-Blas Galindo Profesor-investigador de arte, crítico de arte, curador independiente, artista visual y conceptual carlosblasgalindo@yahoo.com

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l martes 15 de agosto del año en curso fueron inauguradas, en la Ciudad de México, las instalaciones de la Cineteca Nacional de las Artes, una extensión de la sede principal de la Cineteca Nacional —que está ubicada en la colonia Xoco de la alcaldía Benito Juárez en la capital mexicana—, institución en la que se resguardan acervos fílmicos y en la cual hay espléndidas salas de proyección, mismas en las que se programa cine no comercial. La citada extensión se ubica en el amplio terreno que ocupa el Centro Nacional de las Artes (Cenart) en la avenida Río Churubusco (vialidad que es un tramo del Circuito Interior Bicentenario) número 79 y que colinda, al poniente, con la Calzada de Tlalpan y, al oriente, con la avenida Canal de Miramontes. Es, precisamente, en la confluencia del Circuito Interior con Canal de Miramontes donde se ubica la Cineteca Nacional de las Artes, la cual está dedicada a proyectar de manera exclusiva películas mexicanas, y no únicamente largometrajes. Esto define, con mucho, la concepción que de cultura artística se tiene en el presente gobierno federal: arte mexicano y para sec-

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tores amplios de la población. En el inmueble donde ahora está la citada extensión funcionó una sucursal cinematográfica privada, con 12 salas. Una sucursal de entre tantas del aparente duopolio que, en realidad, es un monopolio (con sede en el estado de Michoacán y capitaneado por una familia) que condena a la población mexicana a ver en sus pantallas de manera casi exclusiva cine hollywoodense y casi nunca películas de Oriente (Cercano o Lejano), de Bollywood, de nuestra América (que es posible disfrutar en Filmin Latino) o de Europa, por ejemplo, y, de manera esporádica, cine realizado en nuestro país por temporadas brevísimas. Las instalaciones de lo que ahora es esta extensión estuvieron abandonadas durante algún tiempo, luego de que terminó la concesión que le fuera otorgada a ese monopolio michoacano en 1994, cuando —en tiempos salinistas— se inauguró el Cenart. Tuve el privilegio de acudir a la apertura de la Cineteca Nacional de las Artes y constatar que, tanto el inmueble que ahora la aloja, como el estacionamiento anexo,


Foto: Cortesía

tivo de su cumpleaños 80. ¡Tres secretarias, una subsecretaria, el jefe de gobierno, cinco responsables de direcciones generales y la festejada por sus 80 años! Durante sus participaciones, quienes hablaron durante el acto inaugural se opusieron a la postura derechista de impedir que los libros de texto gratuitos de educación primaria para el Ciclo Escolar 2023-2024 que edita la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos sean distribuidos en las escuelas públicas y privadas de México, al tiempo que alertaron contra la censura y quema de libros, y se declararon a favor de que este material didáctico sea utilizado en beneficio de la población infantil de nuestro país. En su alocución, Batres se refirió a la película Canoa: memoria de un hecho vergonzoso (Felipe Cazals, 1976) y equiparó aquel linchamiento contra trabajadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla en la población de San Miguel Canoa, Puebla, perpetrado en 1968, con la oposición al llamar a no utilizar los libros de texto oficiales, con el pretexto —no argumentado— de que se trata (no lo dijo así) de una invasión o conspiración comunista.

Serán tres sedes La sede primera de la Cineteca Nacional estuvo en han sido recuperados con sumo esmero y que, además, a esta extensión le ha sido añadida un área de el ala norponiente de lo que ahora es el Cenart, área cafetería al aire libre, techada. Y es que esta es la idea contigua a los Estudios Churubusco —de intensa que de cultura artística se tiene en la actual adminis- producción fílmica—, lugar que padeció un incentración federal: la de recuperar, adaptar o construir dio (provocado, según crónicas de la época, y doninfraestructura para la distribución cultural que be- de se exhibió una pintura de gran formato de Sylvia neficie a amplios sectores de la población, con énfasis Pardo, autora con obra clasificable como de la nueva en la difusión de ejemplos de arte nacional, como es figuración simbólica o del neo surrealismo). Posteel caso del cine mexicano. Esta es una postura que se riormente, la Cineteca cambió su sede de la colonia confirma en los hechos y que yo aplaudo. Con la finali- Xoco, donde ahora se ubica, ya con el concepto de dad de dar testimonio de la importancia resguardo de acervos, salas de proyec“El 15 de agosto fueron ción, librería y restaurante, amén de un que se le dio a la inauguración de esta extensión de la Cineteca, menciono que inauguradas, en la Ciudad área central que se denominó “Plaza de al acto oficial acudieron tres secretarias de México, las instalacio- los compositores”, en la cual existió un de estado: Alejandra Frausto, de Cultu- nes de la Cineteca Nacio- cubo de generosas dimensiones, inserto ra; Leticia Ramírez, de Educación Pú- nal de las Artes, una exten- en el piso por una de sus aristas, mismo blica, y Luisa María Alcalde, de Gober- sión de la sede principal que estuvo rodeado por adoquines con nación (instancia que se ha encargado (...) Actualmente, el exito- los nombres de compositoras y compode la cinematografía, en tiempos pre- so y pleno de originalidad sitores de renombre, además de los títéritos con funciones de censura); una arquitecto Manuel Rocha tulos de sus obras más conocidas. Fue subsecretaria: la de Desarrollo Cultural, Iturbide construye otra ex- ahí donde existió un adoquín con la noMarina Núñez Bespalova; el jefe de go- tensión de la Cineteca Na- menclatura de Blas Galindo (académico bierno sustituto de la capital de nuestro cional en las áreas del Bos- fundador de la Academia de Artes), mi padre y papá de Luis, mi hermano, con país, Martí Batres (quien, por cierto, es que de Chapultepec” cinéfilo y participó como orador); cinco la referencia a “Sones de mariachi”, su personas servidoras públicas con rangos de titulares obra más difundida, entre las más de 200 que son de de direcciones generales: Antonio Zúñiga Chaparro, su autoría. Esta cineteca (y la plaza a la que me redel Cenart; Zoé Robledo, del Instituto Mexicano del ferí) fue concebida y llevada a buen término por el Seguro Social (IMSS); María Novaro, del Instituto muy talentoso y creativo arquitecto Manuel Rocha Mexicano de Cinematografía; Lucina Jiménez, del Díaz. Actualmente, el exitoso y pleno de originalidad Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, y Ale- arquitecto Manuel Rocha Iturbide construye otra exjandro Pelayo, de la Cineteca Nacional, amén de la tensión de la Cineteca Nacional. Ésta, en las áreas del primera actriz María Rojo, quien fue homenajeada Bosque de Chapultepec que han sido destinadas para durante la inauguración de esta extensión, con mo- la distribución cultural para públicos amplios (Manuel

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—quien es académico de número de la Academia de Artes, como asimismo lo soy yo— es hijo del arquitecto Rocha Díaz. Su madre es la formidable fotógrafa Graciela Iturbide, también académica. Desde el 10 de octubre pasado solicité al taller de arquitectura de Rocha Iturbide una fotografía del avance de la construcción de la cineteca en Chapultepec; al momento de escribir esta colaboración no cuento con la imagen respectiva). Cabe recordar que la actual sede de la Cineteca Nacional ha tenido varias remodelaciones y rediseños desde que fue ubicada en la colonia Xoco. Como parte del acto de inauguración de la Cineteca Nacional de las Artes al que me he venido refiriendo, fue firmado un convenio para que, en los teatros dependientes del IMSS en todo el país, se exhiba lo que se programe para esta extensión de la Cineteca. Con mi deseo de que no se desmantele la maquinaria teatral de esta formidable infraestructura (que fuera construida cuando Benito Coquet tuvo el puesto de director general del IMSS, durante el periodo gubernamental que presidió Adolfo López Mateos) en aras de proyectar cine mexicano. Me congratulo de esa iniciativa con la que se contribuye a la democratización del arte nacional y con la que asimismo se subraya la vertiente que, de la cultura artística, impulsa el Gobierno de México. Fortalecimiento del sector cultural Durante este sexenio, no han dejado de presentarse exposiciones individuales o colectivas en los museos que se ubican en la CDMX ni tampoco en los que dependen, en cuanto a presupuesto y programación, de la Secretaría de Cultura federal. Luego de un breve lapso de incertidumbre al inicio de la presente administración, fue consolidado el Sistema de Apoyos a la Creación y a Proyectos Culturales (anteriormente conocido como Fonca) y sus programas están en marcha. Y, después de múltiples rumores alusivos a la posible extinción del Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA), o a la modificación restrictiva de sus reglas, este Sistema ha sido democratizado en muchos aspectos: su convocatoria es más incluyente y la designación de quienes fungen como integrantes de jurados (que, en términos del Sistema son personas que conforman las comisiones de selección, por disciplinas) ha incluido a numerosos individuos que por primera vez tienen ese encargo (contra lo que se rumoraba: que siempre eran los mismos y, por lo tanto, las designaciones eran previsibles). El resultado fue que, el número de quienes solicitaron su ingreso al SNCA se acrecentó, pues la confianza en los procedimientos de selección también resultó incrementada. Fue sorprendente constatar que, gente hostil al SNCA e incluso abiertamente contraria al gobierno federal en turno, participó en la convocatoria respectiva y, hoy en día, cuenta con el apoyo financiero del Sistema. La difusión de unas artes mexicanas entre un número cada vez mayor de públicos, es un programa en proceso.


ARTEOFICIO

La Luna y los murmullos nocturnales

El poeta tijuanense Waldo López presenta el libro de poemas Hollkwii. Danza lunar, editado este 2023 por Pinos Alados

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amos y venimos en ese eterno transitar entre el yo y los otros: entre el yo, los laberintos, los recovecos. Las trampas son la noche, la calle, el bullicio… el silencio que nos acompaña y que van marcando con sus huellas de suave caricia o de hierros candentes todos los instantes que, como insectos, nos rodean de pies a cabeza, nos zumban en los oídos y nos dejan sordos o nos guían como señales de viento sobre las correrías nocturnales de nuestra vida cotidiana.

presencia de la Luna como madre redentora, protección y complicidad que lo llevan a cierto sacerdocio lunar impregnado de una sensualidad pagana: “En el escrutinio del aire entre mis cabellos sigiloso; armo vitrales para mitigar la tenue luz disfrazada de melancolía. Espero incondicionalmente el veredicto de las espinas, espero el siguiente capítulo. Es al filo de la madrugada cuando la noche se desviste de oscuridades; cuando los harapos que cubren su sexo develan otro tiempo en el pesebre de la otredad. Es la hora acordada entre estrellas y cocuyos de apagar farola y farolitos”.

Foto: Archivo Palabra

Por Lauro Acevedo Poeta y escritor, autor de Arboranza. Yo, la multitud enardecidavoz@gmail.com

La Luna para Waldo es una compañera de fuegos y talismanes, de presagios y encuentros: “El hechizo se hilvana al telar de la noche. Germina chispas de Luna al fondo del pozo. Camina siempre al lado, sombra digna de mejores regazos, alquimia para despertar el letárgico murmullo de Luna cuando danza la Luna, al acecho como pantera, joven y vieja, hechicera y sensual. Danza la Luna su danza y levanta las faldas al mar. Danza su luz tras los portales ensombrecidos y sombreados de su madre la oscuridad”.

En su poemario Hollkwii. Danza lunar (Pinos Alados, 2023), el tijuanense Waldo López nos deja la sensación de estar siempre alerta; muy atento a todas las marcas de la realidad, que ni por minúsculas nos dejan aparte: “Escudriño pasadizos con sabor a durazno y tréboles de siete hojas, burbujeantes con el tiempo fermentado “En su poemario, en sus entrañas, para beneplácito de las Waldo López nos hormigas (con las que tengo un acuerdo deja la sensación de no intromisiones y ayuda mutua a un de estar siempre lado del jardín)”. alerta; muy atento

Así el viaje de este libro nos lleva de la mano por los diversos paisajes del mundo y de “su mundo”, de su especial visión de los horizontes, de los momentos y de las estancias más remotas, tanto interiores como a todas las marcas externas: “En las cuatro estaciones se muede la realidad, que ven los molinos de mis andanzas, de mi ni por minúsculas congoja disolviéndose entre los arenales. nos dejan aparte” Tributo al dios de la agonía, en los parajes centrales del inframundo”.

Su poesía es magia, es metafísica pura, observación más allá de los horizontes, cercana a los escondrijos del misterio: “Yo enfilo en dirección opuesta a la algarabía de las pompas de jabón, chispeantes, en paracaídas. Llego y me doy cuenta de que muero en círculos, que nunca he partido, que siempre me arrodillé al fragor de un amor en llamas, que sorbí de sus labios, sembrados de frutas, para perfumar mis pasos. Me confieso ante el espejo antes que me atrape mi reflejo, antes que devore mis carnes arrulladas por los deslaves de un río misterioso, lento o presuroso, siempre a la deriva”. En sus palabras hay una nostalgia muy especial por todos los murmullos de la noche y, sobre todo, por la

En los poemas de Waldo parecen concertarse todos los momentos de la existencia, como hábil jardinero abona los surcales de sus versos con infinitos y finitos detalles, que nos dejan un sabor a reconocernos en sus palabras. El libro de nuestro amigo poeta bajacaliforniano es un regalo para el espíritu que, ávido de las narrativas del alma, acompaña gustoso la fiesta de sus letras y nos lleva en la partitura por un viaje: el de su musicalidad interna, entre jazz fusión y “bop”.

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Waldo López, poeta y escritor.

Hollkwii. Danza lunar (Editorial Pinos Alados, 2023), del poeta tijuanense Waldo López, se presentará en Ensenada el jueves 7 de diciembre 2023, a las 6:00 P.M., en la Tele Aula “Leonel Flores” del Centro Estatal de la Artes. Esperamos su amable asistencia.


Foto: Archivo Palabra

Semilla de mostaza: Enrique Dussel Y Él les dijo: Por vuestra poca fe; porque en verdad os digo que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: “Pásate de aquí allá”, y se pasará; y nada os será imposible. Mateo 17:20

Por Iliana Hernández Es docente y traductora. Escribe artículos, ensayos, cuentos y poesía premoniciones@hotmail.com

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n Pedagogías decoloniales caminando y preguntando, notas a Paulo Freire desde Abya Yala, Catherine Walsh reflexiona sobre su propio caminar y preguntar, herencia del querido “abuelo” Freire. Walsh, formada en gran medida bajo las pedagogías de Paulo, hace una honesta reflexión sobre lo que la llevó a alejarse, de cierta manera, de una base de ideas de su maestro para repensarlas. Desde su arribo a la comunidad chiapaneca del ejército zapatista, en la que fue asignada para iniciar un aprendizaje al interior de una familia, algo fundamental cambió en ella. Desde ese punto candente de la lucha lo que Walsh observó fue que algo, dentro de esa realidad de Abya Yala, no encajó dentro de ella y la epistemología en la que hasta ese momento había estado inmersa no le era satisfactoria. Decide tomar distancia de Freire y hacer una crítica a las ideas occidentales que fueron la base del pensamiento de Paulo, mismas que para la interpretación de la realidad de los pueblos afrodescendientes e indígenas han quedado, para Walsh, insuficientes. Catherine nos comparte en su artículo que, seguramente, Paulo estaría de acuerdo con repensar varias de sus pedagogías a la luz de la propia sabiduría y cosmogonía de los pueblos originarios. Seguramente la misma sensación, de una realidad descolocada, fue la que llevaría a Enrique Dussel a emplearse por dos años como carpintero en Israel, en plena reflexión teológica, y con la convicción (que a cada tanta hora del día nos asalta) de que otro mundo es posible, aunque la alienación y la música abrumadora del eterno presente, de la psicología positiva y los cursos sobre felicidad se nieguen a admitir la grieta que nos atraviesa. Hace falta desaprender constantemente. Es con el advenimiento de la Filosofía de la liberación latinoamericana —que surge en la década de los años setenta del siglo XX, en Argentina, con filósofos como Dussel ante la injusticia estructural y una filosofía—, que para propósitos de agencia de los más pobres, no tendría una resonancia viable, los postulados y las formas de esta filosofía

Enrique Dussel, filósofo.

liberadora tendrían que construirse desde la visión de los vencidos, de los más vulnerables y vulnerados de la historia latinoamericana. Los vicios del mundo moderno Los delincuentes modernos Están autorizados para concurrir diariamente a parques / y jardines. Provistos de poderosos anteojos y de relojes de bolsillo Entran a saco en los kioscos favorecidos por la muerte E instalan sus laboratorios entre los rosales en flor. Desde allí controlan a fotógrafos y mendigos / que deambulan por los alrededores Procurando levantar un pequeño templo a la miseria Y si se presenta la oportunidad llegan a poseer / a un lustrabotas melancólico. La policía atemorizada huye de estos monstruos En dirección del centro de la ciudad En donde estallan los grandes incendios de fines de año Y un valiente encapuchado pone manos arriba a dos / madres de la caridad (…) Nicanor Parra (Fragmento) Dussel, en conflicto se pregunta: ¿Es posible hacer filosofía en países subdesarrollados? O, mejor dicho: ¿Es posible filosofar auténticamente en una cultura dependiente y dominada? Es decir, los hechos del subdesarrollo y de la dependencia, y el de la filosofía, aparecieron como excluyentes o difícilmente incluyentes.

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La cuestión comenzó a revolotear en la mente del filósofo para plantear la pregunta más difícil: ¿Es posible una filosofía latinoamericana? estas cavilaciones, aunque más normalizadas en estos días aumentaron hasta preguntarse qué forma, estructura, sustento teórico, ideología, cosmogonía, ritualidades, visiones y prácticas políticas y sociales diferenciadas podrían construir una filosofía que sea instrumento de reflexión-acción fuera de occidente. “El desaparecido Augusto Salazar Bondy, del Perú, respondió valientemente: ¡No! No, porque una cultura dominada es aquélla en donde la ideología del dominador ha sido adoptada por el dominado, por el colonizado diría Memmi. El problema se agotaría en una negación rotunda. Sin embargo, hay otra posibilidad; la posibilidad afirmativa, pero, en este caso, se transformaría en una hipótesis de trabajo”. (Dussel, 1996) Con Dussel aprendimos a desaprender. Otra filosofía es posible, una hecha de territorio indígena, de ciudad saturada y problemas ecológicos. Una filosofía que vea de frente al embaucador y que sepa calcular los movimientos del que controla los medios de producción, los sueños de los jóvenes, el pan (artificial) de todos los días. Hay que pensar lo nunca pensado, ser felices a nuestra manera, llorar de otra forma, decir fuego, arder en las calles, imaginar la esperanza, pero atacar siempre con la palabra liberadora de un protodiscurso filosófico. Gracias Enrique Dussel, la suerte está echada.


Defensa de oficio Producto de una experiencia brutal al interior de una cárcel, el breve, pero denso libro de Rubén Rivera funciona a manera de diario poético Por Víctor Luna Poeta y crítico literario

P Ilustración: Borges

victorluna@hotmail.com

ublicado originalmente en una oscura editorial de provincia, Defensa de oficio (ISIC-Quirón, 2009) es un libro producto de una experiencia brutal provocada en el poeta por los poderes represivos del Estado.

mas del libro Defensa de oficio están las lecturas de los poetas de las dinastías Tang y Song, pertenecientes a la gran tradición poética china, por eso la Luna es un elemento poético constante en los poemas de Defensa de oficio, cito:

Dejaré mi pluma sobre la piedra Como toda obra poética de Rubén Rivera parte, en para ir a conversar con la Luna gran medida, de sus circunstancias vitales, los poemas a través de las rejas. que forman este breve, pero denso libro, funcionan a manera de un diario poético. Son el relato en verso de un tiempo corto pero intenso en una de las prisiones Escribe Rubén Rivera haciéndole eco a los versos más peligrosas del país, y posiblemente del mundo; inmortales de Li Yu: en la prisión de Culiacán han estado los criminales La noche, fría; la Luna florece más peligrosos del estado y del país y “En la prisión de Culiacán han en un claro del cielo. allí estuvo Rubén Rivera escribiendo en servilletas, cajas de cigarro, papel estado los criminales más pelipara envolver tortillas, estos poemas grosos del estado y del país y allí Pero no sólo hace referencia Rivera que forman el bello libro Defensa de estuvo Rubén Rivera escribien- a oscuros poetas chinos, no, también oficio. Pero Defensa de oficio rebasa do en servilletas, cajas de ciga- nos recuerda que su linaje de poeta la anécdota, y esto se debe a la cul- rro, papel para envolver torti- pertenece a la tradición moderna y tura que posee Rubén Rivera. Decía llas, estos poemas que forman usa como epígrafe un verso de Nazim Hikmet, poeta turco, autor de T. S. Eliot (cito de memoria, como el bello libro” El gigante de los ojos azules y otro sugería que se citara Alfonso Reyes): “El poeta debe de hacerse de una cultura, siempre y poemas magníficos y enternecedores, su historia en cuando no interrumpa su ocio necesario”, y finalmente Turquía está llena de injusticias que el gobierno turco Rivera, robándole horas a su ocio se hizo de una cul- cometió en su contra. De igual manera Rubén se refietura que despliega en el campo del poema haciendo re al poeta Charles Bukowsky, otra de sus influencias y que el texto poético rebase lo anecdótico. En los poe- sus referencias culturales preferidas.

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Foto: Cortesía

Escribe Rivera: Nadie está conmigo, salvo la Luna. Y nos recuerda los versos de Li Yu que dicen: ¡Cuán insufrible resultaba pensar en mi reino perdido a la clara luz de la Luna! Y que le costaron la vida a manos del infame emperador Song Zhao Kanying. Defensa de oficio se inserta dentro de una obra ya sólida en la poesía mexicana, Rivera ha sido ganador de diversos e importantes premios y, sobre todo, nos ha dado libros a los lectores de poesía que agradecemos por el placer que nos causa la lectura de sus versos. Es difícil manejar una palabra con tanta carga poética dentro de diversas tradiciones como lo es la Luna, y eso es quizá el mayor logro de Rivera en Defensa de oficio y le da al título del libro el verdadero sentido estético: la defensa de un oficio, el de poeta que cada día se va abaratando con el surgimiento de una le-

gión de improvisados escritores de malos versos que no atienden a la regla básica en el oficio poético y literario: para aprender a escribir, primero hay que saber leer.

Tres poemas de Defensa de oficio Por Rubén Rivera* Sueño desgarrado Pienso en los caballos de bruma, en los mendigos doblados por el frío. Estamos platicando, las miradas relampaguean en los platos llenos de cucarachas. El preso que duerme a mi lado tiene una corona de moscas y ronca. La luz del insomnio nos hace girar como insectos. Vela encendida Desde la puerta el vigilante nos mira con su rifle al hombro.

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La noche se tiñe de niebla, se estremecen los árboles. Las cucarachas nos disputan las camas. Entre la niebla pienso en mis hijos, pienso en los que me aman y en mis amigos. Pienso en la libertad y su ebriedad sin fin. Tinta muerta Los celadores juegan dominó, el ruido de las fichas trepa por las rejas espantando al sueño. Un celador golpea y roba a un nuevo prisionero. La ley de esta pequeña ciudad es tinta muerta.

*Premio Bellas Artes de Poesía Aguscalientes 2021 rurigar62@hotmail.com


Asimilación transformadora, un mundo mejor es posible Foto: Archivo Palabra

En su más reciente obra, ¡Aceleremos la resonancia! (2023), el sociólogo y filósofo alemán Hartmut Rosa llama a escuchar al otro y experimentar nuevas formas de convivencia La resonancia constituye también una realidad experiencial inmediata, ejerce una fuerza de fascinación que le es propia. Los momentos de resonancia y las experiencias de alienación constituyen los dos polos de tensión y las dos fuerzas impulsoras de nuestro ser en el mundo cotidiano.

Hartmut Rosa, Resonancia

Por Fernando Mancillas Treviño* Profesor-Investigador de la Universidad de Sonora fernamancillas@yahoo.com

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omo uno de los beneficios de la aceleración del tiempo y la comunicación en la modernidad tardía, recibimos en menos de 30 días la obra más reciente del sociólogo y filósofo alemán Hartmut Rosa (Lörrach, 1965), ¡Aceleremos la resonancia! Mientras fue impresa en España durante octubre de 2023 la recibimos, en menos de un mes, a inicios de noviembre del presente en nuestra localidad. Así pudimos discurrir en torno a sus planteamientos actuales. En un inicio, el autor señala que culturalmente no conocemos con exactitud qué es una buena vida, como tampoco qué tipo de conexión requerimos hacia los demás y con el mundo. Por lo tanto, ha surgido la necesidad de contar con un buen número de bienes. En este programa individual de alcanzabilidad del mundo se requiere: 1) Un importante capital económico; 2) Un capital cultural con un conjunto de capacidades y conocimientos, a los cuales hay que actualizar permanentemente, como el aprendizaje

de lenguas extranjeras y de conocimientos informáticos; 3) Capital social a través de relaciones, conexiones y redes, amistades y nexos familiares, a pesar de su fragilidad; 4) Capital físico donde el cuidado de nuestra salud y alimentación es prioritario. Con el cuidado adecuado de nuestros recursos podremos lograr cierto grado de bienestar.

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En la sociedad contemporánea existe un desarrollo y cambio dinámico que acelera todos sus componentes. Sólo puede estabilizarse de forma dinámica por medio de una creciente aceleración de nuevas modalidades de conocimiento y nuevas formas de pensar, en un proceso de aprendizaje para toda la vida.


Con el paso del tiempo nuestras capacidades y conocimientos deben enriquecerse. El avance desenfrenado de las nuevas tecnologías y prácticas sociales nos impelen a una constante adaptación en los nuevos modelos. Sin embargo, con las nuevas tecnologías nuestras condiciones no mejoran sustancialmente. Por lo tanto, tenemos que aprender en otra perspectiva.

En ese sentido, se despliegan tres vertientes: 1) Conformar narrativas sobre la constitución de la modernidad y lo que ha generado, por ejemplo, la aceleración social; 2) La tarea de las ciencias sociales en el análisis de las deficiencias y patologías sociales antes de que ocurran catástrofes; 3) La alternativa de una visión de lo que podría ser una vida buena y la configuración de un camino para lograrla.

En tal sentido, debemos observar que “el proceso de aceleración social pasa del ritmo generacional Al final de su obra, el autor concluye: “Un munde cambio social a un ritmo intrageneracional —al do mejor es posible. Debe producirse una transipasar de la modernidad clásica a la modernidad tar- ción entre esta relación con el mundo, que tiene día—, la lucha por reconocimiento cambia de forma por objeto el poder de disponer de las cosas y pootra vez. Hoy en día no basta con alcanzar posiciones nerlas bajo control, y una actitud ante el mundo fijas en un juego competitivo. Ni los puestos de tra- cuya principal característica sea la escucha. […] bajo ni las familias duran toda vida, como tampoco Después, pero sólo a partir de la atención que conlas afiliaciones políticas ni religiosas. De tal modo, sigamos prestar a la presencia del otro, podremos “la lucha por el reconocimiento se desplaza de la po- intentar dar respuestas detalladas y experimentar sición al desempeño; el reconocimiento ya no es un nuevas formas de convivencia. ¿Qué tenemos que aprender los próximos años? A esculogro de por vida, sino cada vez más “Sólo a partir de la aten- char y a restablecer la relación con una cuestión cotidiana, Los triunfos y logros del ayer tienen poca relevancia ción que consigamos pres- los demás y con el mundo. En primer mañana. El reconocimiento ya no se tar a la presencia del otro, lugar, lo que tenemos que aclarar es acumula, sino que se encuentra siem- podremos intentar dar res- cómo queremos relacionarnos con los pre en peligro de ser devaluado com- puestas detalladas y expe- demás y con el mundo”. pletamente por el flujo constante de rimentar nuevas formas de Esto sólo ocurrirá cuando el sujeto acontecimientos y por los cambios en convivencia” realice una Anverwandlung o asimilos panoramas sociales” (Rosa, 2016, lación transformadora como un proceso largo y lapág.102-103). borioso, en el cual el individuo asimila un segmento del mundo, encontrando un diálogo responsivo Estabilización dinámica y autorreflexión con el mismo donde tanto él como el segmento sacrítica En la modernidad tardía prevalece la lógica de es- len transformados. tabilización dinámica, orientada a una perspectiva de la vida colectiva basada en la ampliación del munHartmut Rosa nació el 15 de agosto de 1965 (58 do, donde se intenta hacerlo más accesible, conquis- años), en Lörrach, Alemania. Es sociólogo y filósofo tarlo y lograr su control. De esta manera, el mun- de la cuarta generación de la Escuela de Frankfurt, do se torna un lugar de agresión, con una búsqueda cuya investigación se orienta a la Sociología del desenfrenada de su apoderamiento, su disposición y Tiempo, la indisponibilidad del mundo y a las esferas cosificación. En la cosificación del mundo el indivi- de resonancia en la Modernidad Tardía. Es catedráduo no es sensible a su entorno y permanece en una tico en el Instituto de Sociología de la Universidad indiferencia social. Friedrich Schiller de Jena y director del Max Weber Center for Advanced Cultural and Social Studies de En contraposición, como miembro de la Escue- la Universidad de Erfurt. Ha sido investigador visila de Frankfurt, Hartmut Rosa plantea una auto- tante en la Universidad de Harvard en 1995 y prorreflexión crítica construida por un autoanálisis de fesor visitante en la New School for Social Research nuestra situación social, a partir de un trabajo con- de Nueva York en 2001. Asimismo, es coeditor de junto entre la sociología y la filosofía social en la am- la revista especializada Time & Society y del Berlin pliación de nuestro horizonte intelectual y espiritual. Journal of Sociology.

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Entre sus múltiples distinciones, ha recibido el Premio Tractatus en 2016, el Premio Erich Fromm en 2018, la Medalla Werner Heisenberg, por la Fundación Alexander von Humboldt en 2020 y el Thuringian Research Prize, en 2021. Asimismo, desde 2020 es miembro de la Academia Europea de Ciencias. De su prolífica obra se encuentra traducida al español: Alienación y aceleración. Hacia una teoría crítica de la temporalidad en la modernidad tardía, Ed.Katz, 2016; Remedio a la aceleración. Ensayos sobre la resonancia, Ed. NED, 2019; Resonancia. Una sociología de la relación con el mundo, Ed. Katz, 2020; Lo indisponible, Barcelona, Ed. Herder, 2021, con Andreas Reckwitz; Tardomodernidad en crisis. Por un horizonte social alternativo, Ed.NED, Madrid, 2022. REFERENCIAS Hartmut Rosa, ¡Aceleremos la resonancia!, Madrid, Ed, NED, 2023. Hartmut Rosa, Alienación y aceleración. Hacia una teoría crítica de la temporalidad en la modernidad tardía, Ed. Katz, 2016. Hartmut Rosa, Lo indisponible, Barcelona, Ed. Herder, 2020. Hartmut Rosa, Resonancia. Una sociología de la relación con el mundo, Ed. Katz, 2020.


MEMORIAL DEL INSTANTE

Fotos: Archivo Palabra

Los dueños de todas las listas Por Rael Salvador Escritor y editor raelart@hotmail.com

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ilucidar entre el crimen y su justificación, absolviendo a los verdugos —valiéndose del Holocausto—, es una tarea para jueces en el Infierno.

Penoso para la humanidad, doloroso para la conciencia — metáfora fracasada de toda religión monoteísta—, estos crímenes suceden aquí y ahora, en una porción humedecida de sangre en la Tierra. El asesinato de niños, por parte de Israel, en la ininterrumpida masacre de Gaza —estallando bombas de racimo sobre sus cabezas inocentes—, resulta más que inadmisible. Si lo complicado lo hace confuso, nos queda por admitir que la realidad supera la organización de su defensa. En la reciente escalada de bombardeos a la población civil (domingo 5 de noviembre) suman ya más de 4 mil 500 infantes muertos, cifra a la cual hay que sumarle los pequeños cadáveres de décadas de conflagración, ante la expansión territorial a fuego llevada por el Estado de Israel en suelo palestino.

“Si lo complica-

¿Cómo se lava el corazón de un do lo hace confuniño en las vísceras de la muerte? so, nos queda por ¿Cómo asimilar lo que vemos, admitir que la reacircundado como está de clavos y lidad supera la orolivos torcidos, pólvora encarnada, ganización de su vidrios rotos, sueños fragmentados defensa” —y todo lo que la infancia significa—, para entender lo que somos o querríamos ser a partir de las tragedias que, “en nombre de la humanidad”, abanderan las guerras? Existe un poema que nos habla profundamente de ello —de los niños asesinados en Palestina y otras partes del planeta—, ojalá tomaras un poco de tiempo y valor para leerlo y compartieras el sentido —hasta cierto punto “sublime”, por tratarse de versos— de cada palabra extraída de la dura realidad que nos conforma, brindándonos la comprensión de las asimetrías que no deberían existir en nuestro mundo… El poema es de Santiago Alba Rico —un himno de comprensión, compuesto en 2014— se titula Los dueños de todas las listas:

El escritor y filósofo Santiago Alba Rico.

Pasen uno por uno, niños muertos que los vamos a compadecer Coro: que los vamos a compadecer niños muertos habichuelas de aire rojo sombras gigantes en la tierra sin hierba Pasen, vengan, escuchen sus nombres Oh James, nombre de príncipe, asesinado a los 7 años el 13 de enero de 2012 en Sacramento, California por un chiflado que quería salir en la televisión benditos sean, James, tus patines de ruedas en el armario cerrado y tu guante de béisbol en el cajón del garaje malditas sean las cuerdas y los puñales y los hombres que siegan las viñas de luz tus padres, James, no distinguen el agua del fuego el mundo, James, ha perdido un color Coro: benditos sean tus patines de ruedas, James malditos sean los hombres malditos y sus pinchos de hierro lloremos a los niños muertos agujeritos celestes Pasen, niños muertos, escuchen sus nombres

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Oh Margarita, nombre de flor, violada y degollada a los 11 años en Salta, Argentina, el 20 de mayo de 2013 por un vendedor de relojes bendito sea, Margarita, tu vestido de fiesta en la percha olvidada y tu póster de Shakira en la pared de tu cuarto malditas sean las manos sin alma y los hombres que tronchan las antorchas en flor tu amigo Juan, Margarita, no distingue el regaliz de la fresa al mundo, Margarita, le ha salido un hueco en la sien Coro: bendito sea tu vestido de fiesta, Margarita malditos sean los hombres malditos y sus garfios de acero lloremos a los niños muertos guisantes del árbol del sol Pasen, niños muertos, escuchen sus nombres Oh, Nicola, nombre de pájaro, quemado vivo a los 3 años el 20 de enero de 2014 en Calabria Italia por la mafia y sus esbirros sin dios bendita sea, Nicola, tu peonza amarilla en el aparador de la abuela y tu coche de plástico en el desván polvoriento malditas sean las venas sin sangre y los hombres que ahogan la voz del gorrión tus abuelos, Nicola, no distinguen el negro del blanco


al mundo, Nicola, se le ha caído un botón Coro: bendita sea tu peonza amarilla, Nicola y malditos los hombres malditos y sus uñas de mugre Lloremos a los niños muertos moras del bosque y dientes de león Pasen, niños muertos, escuchen sus nombres Oh, Gabriel, nombre de ángel, tiroteado a los 6 años el 19 de marzo de 2012 en la escuela judía de Toulouse Francia por un terrorista fanático que cabalgaba una moto bendito sea, Gabriel, tu disfraz de vaquero en la caja del cuarto de juegos y tu bici con marchas en la esquina del patio malditas sean las armas y el satán que las carga y los hombres que rasgan las plumas del viento tus hermanos, Gabriel, no distinguen un lagarto de un grillo el mundo, Gabriel, tiene una mancha en el ojo Coro: bendita sea tu bici con marchas, Gabriel y malditos los hombres malditos y sus colmillos de sangre Lloremos a los niños muertos lentejas de olor Pasen, niños muertos, escuchen sus nombres Oh, niño, ¿quién eres?, no estás en la lista no tienes nombre ni parientes ni juguetes las heridas que traes no son tuyas Coro: no estás en la lista, quién eres ¿de dónde has sacado todas las heridas? Nómbrenme, señores compasivos dueños de todas las listas Me llamo Mohamed Oraif y fui asesinado a los 10 años el miércoles 9 de julio de 2014 en Gaza Palestina

por aviones que arrojaban racimos de muerte me sigue mi hermano Eyad, doce años y Siraj, ocho años, y Bassem, de nueve, y Hussein, de trece y Yasmin y Miriam y Ramadan y Sahar y Nour y Ghalia y Anas y Amal y Qusai y —mirad hacia atrás— cientos y cientos de niños niños palestinos con cubos de sangre con sacos de heridas sin brazos ni piernas ni dientes tronchados por uñas de mugre por pinchos de hierro por hombres malditos sin dioses ni venas No estás en las listas, pequeño No existes, no sangras, no lloras

bendigan mis canicas mi trompo de punta de clavo la bici oxidada que me llevaba a la escuela mis fotos de Fayrouz y del Che la pistola de plástico con la que resucitaba a mi hermano Eyad el yo-yo rojo y el balón del Barça que me trajo Yahia de Egipto Bendigan mi juguetes señores compasivos entre los escombros de mi casa molida por un misil israelí Bendigan mis juguetes maldigan a mis verdugos

Coro: no estás en las listas no sentimos nada Nómbrenme, señores compasivos dueños de todas las listas mi madre preparaba el mejor pan con zatar / del Próximo Oriente —con zumaque, ajedrea y orégano— y me cantaba de noche la canción de Leila y Majnoun ahora no puede distinguir el comino del sésamo mi tío Redwan tenía un gran bigote de morsa y una barca de madera con nombre de chica ahora no sabe distinguir la miel de la sal mis primos Ahmed y Yahia me dejaban jugar con su teléfono móvil y me enseñaron a silbar con / los dedos ahora no pueden distinguir la cal de los versos No estás en las listas, niño no reías, no cantabas, no soñabas Coro: no estás en la lista no podemos llorar Bendigan mis juguetes, señores compasivos dueños de todas las listas

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No estás en la lista, no puedes pasar vengan James, Margarita, Nicola, Gabriel vengan con sus nombres de príncipe, de pájaro, / de ángel, de flor ¡Malditos hombres malditos con sus uñas de mugre! Ustedes, palestinos, tienen que esperar Cambien de nombre, palestinos cambien de patria, de bando, de dios y la próxima vez que los matemos los dejaremos ser niños Coro: cambien, palestinos, de nombre de patria, de bando, de dios y la próxima vez que mueran podrán ser habichuelas, guisantes antorchas en flor un hueco en el mundo un color perdido y lloraremos todos lloraremos todos como si fueran yanquis como si fueran italianos como si fueran franceses como si fueran humanos.


Christian Duverger revela las Memorias de Hernán Mediante cartas a su hijo Martín, Cortés se deja conocer a través de la pluma del historiador y antropólogo francés en su novela más reciente Por Jeanette Sánchez Licenciada en Comunicación por la UABC, con más de 20 años de experiencia en periodismo y gestión de contenidos periodistajsg@gmail.com

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a libertad creativa que permite la novela a un escritor y el profundo conocimiento sobre la vida de un personaje de la talla de Hernán Cortés han dado la oportunidad al doctor Christian Duverger de publicar Memorias de Hernán, una de las más recientes y destacadas ediciones de Penguin Random House Grupo Editorial México, que dio motivo hace unos días a una charla con el autor originario de Burdeos, Francia, vía zoom desde la Ciudad de México. Doctor por la Universidad de La Sorbona, en París, y profesor de la cátedra de Antropología Social y Cultural de Mesoamérica en la École des Hautes Études en Sciences Sociales, el rostro de Duverger parece iluminarse ante el fervor que le provoca hablar sobre su más reciente novela.

llín o de Trujillo o de Salamanca, y otra parte es toda la vida Cortés, lo cotidiano, todo en su conjunto es una serie de elementos que nos dejan ver a un Cortés humano, cotidiano, y es a lo que le llamamos la pequeña historia; eso me ayuda a reconstruir la psicología del personaje y, por otra parte, pues lo que pienso yo, un hombre del siglo XXI sobre lo que podría ser la psicología del personaje, esa es la parte ficticia que transforma este libro en una novela”, precisó quien durante décadas se ha dedicado al estudio del México prehispánico y virreinal, y ha realizado trabajos arqueológicos en México. Superar el mito Para el reconocido historiador esta novela aporta a la desmitificación de la figura de Hernán Cortés y lo explica al cuestionarlo respecto al sentido de una de las frases que el personaje escribe:

“Escribí ya dos libros sobre (Hernán) Cortés, uno sobre su vida, una biografía en dos tomos (Vida de Hernán Cortés. La espada y Vida de Hernán Cortés. La pluma) que tocaba la parte de la Conquista.

«“… no sólo eres mi hijo, sino el descendiente de un linaje, producto de siglos de esfuerzo y empeño…”, esa frase dice que en el mundo prehispánico había una gran cultura, a veces la percepción que tenemos del “Lo que no había hecho, es presentar al Cortés ín- pasado prehispánico es una visión muy despectiva timo y creo que este libro tiene ese propósito, no es y lo que hace Cortés es entender que es una cultura un libro de investigación; decidí escoger la muy profunda, donde hay una memoria, “Para el reconoci- filósofos, artistas, una manera de concenovela como manera de entrar en la vida íntima de Cortés, presento básicamente do historiador esta bir el Cosmos, y todo esto lo dice Cortés la vida de Cortés, presento la relación con novela aporta a la en esa frase a su hijo: “Tú eres el heredero Malinche, la cual considero que es una his- desmitificación de de toda una cultura del lado de tu madre la figura de Hernán y tú puedes agregar también otro mundo, toria de amor”. Cortés” que es un mundo de iglesia, de caballo, de espada, es decir, todo lo que vino del Viejo Duverger, quien ha sido consejero cultural de la embajada de Francia en México, sonríe al Mundo”, entonces es una síntesis fuerte de que hay afirmar “tengo la pluma de Cortés en mis manos” y que tener orgullo de tus raíces; eso es lo que le dice en con esa dosis de poder y libertad, explicó: esta frase y es básicamente la base filosófica del libro». “Cortés escribe, de forma ficticia evidentemente, a su hijo Martín, mestizo, hijo de Malinche, esa es para mí la oportunidad de entrar en la psicología del personaje, entonces la pregunta podría ser ¿cómo pensaba y opinaba Cortés? Hay dos formas de responder a eso: una es utilizar una parte de los documentos que acumulé durante mis años de investigación, que son una serie de cartas a sus familiares, a sus primos de Mede-

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En medio de dos culturas Al tratarse de una novela, las posibilidades de lectura son diversas, pero hay dos principales, de acuerdo con el autor, se puede leer desde el contexto de la entrada hispánica o desde la visión indígena. “Es un libro equilibrado. El Cortés que presento es un español, que nació en Medellín, Extremadura, pero


que se apegó mucho al lado indígena durante su larga estancia en las islas, 15 años, en Santo Domingo y en Cuba, donde se hablaba taíno y también náhuatl porque era parte de Mesoamérica, y él se apegó a su lado mexicano a partir de su entrada a través de Malinche, que le va a revelar el funcionamiento del pensamiento indígena. “Se puede considerar un libro que da la importancia a la dimensión indígena de México, es un libro equilibrado, estamos en medio de esas dos culturas, es una síntesis, por eso digo que la historia de Malinche y Cortés es una historia de amor, porque es una fusión no solamente de sangre, sino cultural”. El escritor detrás de la armadura Duverger, también autor de La flor letal, El origen de los aztecas, La conversión de los indios de la Nueva España, Mesoamérica. Arte y antropología, Agua y fuego. Arte sacro indígena en el siglo XVI, El primer mestizaje. La clave para entender el pasado mesoamericano, y una edición del Diario de a bordo de Cristóbal Colón, destacó que uno de los puntos poco aborda-

dos respecto a la vida de Hernán Cortés es su relación con la escritura. “La relación de Cortés con la escritura, es un eje mayor para entender este personaje, lo que significa que reducir a Cortés a su dimensión guerrera, de conquistador, es un error, porque Cortés es además un literato, es un escritor nato que escribe, por primera vez después de la Noche Triste en octubre de 1520, la segunda Carta de Relación que es una obra maestra, y que va a tener un éxito fantástico en Europa con muchas reediciones y traducciones, dándole una fama de escritor. “Toda la vida Cortés escribe y en sus últimos años, en Valladolid, constituyó una especie de taller de escritura donde trabajó con (Francisco) López de Gómara y con un primo suyo que es un franciscano que funciona como amanuense, eso cambia la visión del guerrero sanguinario que tenemos. “Cortés es un gran literato que se preocupa por los libros, que reúne cada semana en su casa de Valladolid a 40 hombres que reflexionan sobre el funciona-

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miento de la sociedad, es un Cortés que podríamos calificar de progresista, es hombre de renacimiento, de cultura”. Miembro numérico de la Academia Nacional de Historia y Geografía de México, Duverger es además el autor de El ancla de arena (2016), su primera novela. “Memorias de Hernán”, es un libro que estaba planeado para 2021, “para poder entrar en la agenda de las No Conmemoraciones que tuvimos en México”, dijo el autor, “pero con el paro del planeta durante la pandemia, sufrió un atraso, su publicación se hizo hasta ahora, pero como es un libro un poco filosófico sobre lo que es ser mestizo, es una aportación a esa reflexión, además es una novela”. Memorias de Hernán Autor: Christian Duverger Editorial: Penguin Random House Grupo Editorial México Año: Septiembre de 2023 Web: christianduverger.com


Homero en la franja de Gaza La villanía que me enseñas, la emprenderé, y será duro, pero superaré la enseñanza. W. Shakespeare (El mercader de Venecia; acto III, escena I)

Por Alberto Manguel Escritor y editor argentino-canadiense, autor de Una historia de la lectura @albertomanguel

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l domingo 15 de octubre, en Chicago, un hombre apuñaló a un niño de seis años e hirió gravemente a la madre del niño porque eran musulmanes. Las autoridades declararon que el ataque fue motivado por los hechos acontecidos en Israel y Gaza. Ese mismo día, António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, declaró: “En este dramático momento, cuando nos encontramos al borde del abismo en Oriente Próximo, es mi deber como secretario general de las Naciones Unidas hacer dos enérgicos llamamientos humanitarios. A Hamás, la liberación inmediata e incondicional de los rehenes. A Israel, la concesión de un acceso rápido y sin trabas a la ayuda humanitaria para hacer llegar los suministros y trabajadores humanitarios para ayudar a los civiles de Gaza. Cada uno de estos dos objetivos es válido en sí mismo. No deben convertirse en moneda de cambio y deben aplicarse simplemente porque es lo correcto”.

Como lectores, sabemos que podemos intuir el significado de una verdad poética, por antigua que sea. Por ejemplo, en 1990, el Ministerio de Cultura colombiano creó un sistema de bibliotecas itinerantes para llevar libros a los habitantes de regiones rurales lejanas. Para ello, se transportaban a lomos de burros hasta la selva y la sierra sacos de libros con bolsillos de gran capacidad. Allí dejaban los libros durante varias semanas en manos de un maestro o anciano del pueblo que se convertía, de facto, en el bibliotecario encargado. La mayoría de los libros eran obras técnicas, manuales de agriLo correcto: este es el imperativo moral básico, aho- cultura, colecciones de patrones de costura y simira y siempre. Como sabemos desde la nolares, pero también se incluían algunas “Como lectores, obras literarias. Según un bibliotecario, che de los tiempos, la guerra trae sufrimiento a todos causado por un odio ciego hacia sabemos que pode- los libros siempre estaban a buen recauel otro y la sed de venganza. En la guerra, mos intuir el signifi- do. “Conozco un solo caso en el que no ambos bandos lanzan el grito amoral que cado de una verdad se haya devuelto un libro”, afirma. “Nos les espetó Unamuno el Millán-Astray, fun- poética, por antigua habíamos llevado, junto con los títulos dador de la Legión: “¡Viva la muerte!”. En que sea” prácticos habituales, una traducción al ello radica nuestro suicidio colectivo. español de la Ilíada. Cuando llegó el momento de cambiar el libro, los aldeanos se negaron En medio de tanta irracionalidad, no hay soluciones a devolverlo. Decidimos regalárselo, pero les preprácticas. La literatura, sin embargo, podría ofrecer un guntamos por qué deseaban conservar ese título ejemplo redentor. La Ilíada comienza notoriamente en particular. Nos explicaron que la historia de reconociendo la ira que alimenta la violencia asesina: Homero reflejaba la suya propia: hablaba de un “Mênin aeide, théa, Peleiadeo Achilleos”. “Canta, oh país asolado por la guerra en el que dioses locos se diosa, la ira de Peleo Aquiles” es una versión más o mezclan con hombres y mujeres que nunca saben menos literal del primer verso del poema. Pero, ¿qué exactamente en qué consiste la lucha, ni cuándo quería decir Homero con estas palabras? serán felices, ni por qué los matarán”.

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Quizá la Ilíada, un poema sobre los horrores y el sufrimiento de la guerra, pueda ofrecer unas palabras en respuesta a la súplica de António Guterres. En el libro final de la Ilíada, Aquiles, que ha asesinado a Héctor, quien a su vez ha asesinado a Patroclo, el querido amigo de Aquiles, acepta recibir al padre de Héctor, el rey Príamo, que viene a pedir que le permitan recuperar el cuerpo de su hijo. Es una de las escenas más conmovedoras e impactantes que conozco. De pronto, no hay diferencia entre víctima y vencedor, entre viejo y joven, entre padre e hijo. Las palabras de Príamo despiertan en Aquiles “un profundo deseo de llorar por su propio padre”, y con gran ternura aparta la mano que el anciano ha tendido para llevar a sus labios las manos del asesino de su hijo: Y dominados por el recuerdo ambos hombres se entregaron al dolor. Príamo lloró por su hijo Héctor, palpitante y vencido a los pies de Aquiles, mientras Aquiles lloraba, ahora por su padre, ahora nuevamente por Patroclo, y los sollozos de ambos podían oírse por todo / el recinto. Por último, Aquiles le dice a Príamo que ambos deben “dejar abatir sus penas en sus propios corazones”. Para Aquiles, y para Príamo, y para los campesinos colombianos, y para las víctimas de ambos lados de la tragedia de Israel y Gaza, esto podría ser, por ínfimo que sea, un consuelo.


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