Presentación
Todas las comunidades tienen la capacidad para asumir su destino histórico y la educación está llamada a dinamizar ese potencial. Si las instituciones educativas no propician la transformación sociocultural, por lo menos de su zona de influencia inmediata, están condenadas a padecer una agonía lenta en el olvido y la indiferencia absoluta por parte de sus comunidades. Por eso, hablar de educación es hacer una propuesta de construcción de dignidad humana a partir de la pedagogía, en la cuadra, el barrio, la ciudad. Pero sobre todo es la vivencia en la cotidianidad de la Institución, en eso que queremos como cuadra, como barrio, como ciudad, como planeta; de aquello que anhelamos como individuos, como comunidades y como Estado; de lo que soñamos como niños, niñas, adolescentes, jóvenes, mayores; de eso que vivimos como mujeres y hombres; de lo que buscamos como mestizos, negros, indígenas; de aquello que encontramos en los campos y ciudades de la costa, la montaña, el llano; de eso que nos envuelve como saber, conocimiento, ciencia, tecnología, técnica, ética y estética.
Pero ante todo es una construcción conjunta, a muchas manos, voces, ideas y esfuerzos ininterrumpidos de cada integrante de la comunidad educativa en particular, de muchos actores sociales vigentes en cada encuentro y desencuentro, con el apoyo de amigos, colegas y gomosos de la vida digna de seres humanos. Este texto es la evidencia de muchas de esas voces, gestos, imágenes y susurros que seducen al lector con el encanto de su calidez. Es la narración de los procesos dados en la cotidianidad de la Institución Educativa Los Comuneros, para darle un nuevo significado al Proyecto Educativo Institucional-PEI. Es un proceso, que trasciende las aulas para llegar al barrio, a los andenes, a los parques, a la plaza de mercado, a la iglesia y sobre todo, para llegar a los hogares.