Reflexiones espirituales, del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantare mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo". El infierno es un gran lago de fuego y está en el fondo de la tierra, dice Apocalipsis 19:20 (también 20:10 sin olvidar el 21:8, estos son versículos donde aparece la lista de los que serán lanzados al lago de fuego). Espero que tú, que estás leyendo esta reflexión, no estés en ese lago, porque lo puedes evitar, simplemente aceptando a Jesús como tu Salvador, sin pagar nada, sin hacer ninguna penitencia. Hechos 4:11-12 dice: "Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos". Entre tú v yo, no busques a Jesús como si estuviera muerto. tampoco a través de una religión —ni siquiera la mía—. Cierto que fue crucificado, pero resucitó al tercer día y está vivo, pruébalo, habla con Él, te llamará por tu nombre. Jesús está vivo y muy cerca de ti, porque no quiere que vayas a ese lago, pero solo te oirá si le buscas de todo corazón. Quiero terminar esta reflexión con un versículo que se encuentra en 2 Pedro 3:9: "El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento".
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