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S H I B A : LA SEGUNDA DIVISIÓN
DE LA TO-MAN.
En el pensamiento siempre me pregunté por qué las personas usaban flores para todas las cosas; dientes de león para un deseo y para saber algo casi siempre eran margaritas.
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Toma una borla de conejo y sopla sin titubeos, seguramente, cuando la semilla caiga en la tierra habrá más de donde cortar.
¿Tú crees?
Sí, yo creo.
El viento guiará el deseo, lo llevará lejos hasta hacerlo materia; pero solo ocurre con los dientes de león, no con las margaritas.
Son tan bonitas que me entristece cuando son despojadas de sus pétalos. Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, así hasta quedar desnudas.
Por favor, no cortes las flores.
Las margaritas no viajan en el viento, de pura suerte, un jardinero se encargará de que florezcan los restos de las flores secas, pero no es tan simple.
NO. NO HAY NECESIDAD DE MARGARITAS.
Yo sé que un día te mirarás a través de mis ojos y verás el atardecer más dorado y precioso de toda la historia de la tierra, espero que, hasta entonces, me alcance la suerte para verte de nuevo, todos los días de mi vida; que me alcance la suerte, que seas tú la estrella que diviso por la ventana antes de cerrar los ojos.
No hay necesidad de margaritas, porque, aunque son fáciles de cuidar, no tienes porqué cortar las plantas verdes. Por favor, no dudes de mí, créelo y créeme, nunca tendrás que pedirme que te quiera.
