Revista El Archivo Nº15 - Mayo 2006

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Editorial

Municipalidad de Cnel. de Marina Leonardo Rosales Punta Alta Dirección de Cultura

autoridades

Ing. Néstor Hugo Starc Intendente Municipal

Fernando Quiroga DIRECTOR DE CULTURA

equipo de trabajo

coordinación general Prof. Luciano Izarra entrevistas Prof. Guillermo Bertinat investigación y texto Dr. Emilio Majuelo Gil colaboradores Lic. Gustavo Chalier Prof. Romina Amarfil Prof. Fernanda Martel Arq. Graciela Britos Lic. Sergio Soler Federico Merodio Gaspar Totoro Lorenzo Ramos diagramación y diseño D.G. Mauricio Rossello impresión Multigráfica

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En este primer ejemplar del año queremos compartir con los lectores dos hechos notables. El primero, referido a la nota de tapa. Ella está firmada por el doctor en Historia Emilio Majuelo Gil, profesor titular de Historia Contemporánea de la Universidad Pública de Navarra y especialista en movimientos populares durante la Guerra Civil Española. El Dr. Majuelo nos hizo el honor de redactar, especialmente para la Revista El Archivo, la nota que narra la vida y obra del docente, dirigente socialista y escritor vasco Ricardo Zabalza Elorga y que contiene información inédita sobre este personaje que vivió entre nosotros en la década de 1920. El prestigioso investigador vino a la Argentina para buscar datos sobre Zabalza. Pasó por el Archivo Histórico Municipal en diciembre de 1999, donde afortunadamente encontró material acerca de él. De aquella época quedó un vínculo fecundo que hoy prosigue, intercambiando información y material con Navarra. También queremos informar el otro hecho que nos llena de satisfacción. Recientemente nuestra publicación ha sido declarada de «Interés Provincial Cultural» por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, conforme a la Resolución N° 191/05. Todo esto no hubiera sido posible sin la colaboración de comerciantes, profesionales y entidades que publicitan en nuestras páginas y de la comunidad toda que participa del desarrollo de la revista, acercándonos inquietudes sobre temas a tratar, informaciones y documentos que acrecientan el acervo de nuestro Archivo Histórico Municipal.

sumario Nota de Tapa | Ricardo Zabalza Elorga:

un dirigente obrero en Punta Alta

Entrevista | Teobaldo Ferrero - Violeta Andrés Patrimonio Arquitectónico | Edificio ex – Colegio Sarmiento El Arcón | Escuela de Aprendices Operarios de la Base Naval Puerto Belgrano

Nuestro Pasado en Imágenes Novedades

Esta revista ha sido declarada de «Interés Legislativo» por la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires - Resolución N° D/2030/04-05, por el Honorable Concejo Deliberante de Cnel. Rosales - Decreto Nº 45/04 y de «Interés Provincial Cultural» por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires,

e-mail: revista_elarchivo@yahoo.com.ar


por Emilio Majuelo Gil Universidad Pública de Navarra Nafarroako Unibertsitate Publiko

Ricardo Zabalza Elorga: un dirigente obrero en Punta Alta (1921-1929) Eran los años de auge del movimiento obrero en toda Argentina, también de las luchas de los obreros agrícolas, de la Liga Patriótica y de las oligarquías por mantener el control de la situación social. Argentina como toda Europa después de la primera Gran Guerra de 1914 estaba en plena convulsión por la participación creciente de las masas tanto en el ámbito político como en el social. Nunca como entonces cuadró mejor la denominación de era de las masas respecto a las décadas anteriores en las que las diversas oligarquías habían monopolizado y ejercido en exclusiva el poder. Buenos Aires, Rosario, Córdoba, en menor medida también Bahía Blanca, vivían un proceso de profunda transformación urbana y social a partir de las optimistas expectativas económicas y de los amplios recursos con que contaba la república. El aporte demográfico de la emigración incrementaba la oferta de trabajo necesario para poner en movimiento el activo de la producción agrícola y ganadera, así como la comercial. En el trasvase llegado a ese mundo nuevo que era para muchos europeos los países de la América austral llegó a finales de 1913 un joven nacido en Vasconia, en el confín del valle navarro del Baztán, hacía quince años. Atraído por familiares asentados en Cacharí, grandes propietarios de fincas y, posiblemente, también de establecimientos comerciales desembarcó en Buenos Aires, permaneció con su familia un breve tiempo y, tras quedar inmerso en las luchas sociales por la mejora de las relaciones laborales que se extendieron por doquier en la segunda mitad de la década de los años diez, se estableció en Bahía Blanca en 1919.

Aquí trabajó en una importante casa comercial hasta que, tras una fuerte huelga del hasta entonces poco movilizado gremio de los trabajadores del comercio, fue puesto en la disyuntiva de seguir en la empresa siempre que abandonara el sindicato o dedicarse a éste. Ricardo Zabalza había empezado a destacar ya para entonces como orador en numerosos actos culturales y sindicales, como escritor en el órgano del Sindicato de Empleados de Comercio de Bahía, Evolución, y como uno de los máximos defensores de la organización gremial de los trabajadores a los que consideraba depositarios de la labor, entonces cuasi sacralizada, de redención del conjunto de los explotados. Era consciente, sin embargo, de las dificultades sin traba a que se sometía a los agremiados para impedir la consolidación de las organizaciones. Despidos, sanciones, tratamiento policíaco de cualquier cuestión laboral, obstruccionismo patronal al reconocimiento de la personería jurídica de la representación obrera, ausencia de regulación de las relaciones laborales en los centros de trabajo, eran algunos de los problemas a los


Grupo de alumnos y maestros del Colegio Sarmiento

que se enfrentó la Federación Obrera Local bahiense. Pero no acababan ahí todos los problemas. La división ideológica y práctica entre los trabajadores llenaba de impotencia el sentido de la acción obrera por lograr condiciones más justas en los centros de trabajo. Sabido es que el movimiento obrero argentino, en su conjunto, marchó en la cresta de la ola reivindicativa desde 1919 y después. El impacto de la revolución bolchevique fue tan amplio que también llegó hasta el cono sur de América, no tanto como moldeador de voluntades mayoritarias entre la militancia pero sí como un elemento animador más de la coyuntura mundial de signo reivindicativo e incluso revolucionario. Las consecuencias posbélicas tras la Gran Guerra llegaron a todos los lugares aun no habiendo sido partícipes directos de confrontación en los campos de batalla, en forma de exigencias de democratización política y de profundas reformas sociales. Esta ola de movilización de las clases trabajadoras y campesinas fue lamiendo, como no podía ser menos, el perfil distinto de cada territorio adonde llegó. En Argentina era mayoritaria la expresión ideológica anarquista

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y anarcosindicalista en el movimiento obrero, superando a los gremios de obediencia socialista en muy buena parte de la república. Pero tradicionalmente el movimiento libertario no se comportaba de manera homogénea, y las distintas formas de entender el desarrollo de la organización obrera y la orientación de la lucha de emancipación tampoco lo fue ahora a la altura del cambio de década. La gran Federación Obrera República Argentina quedó dividida una vez más y esto dificultó respuestas más elaboradas a las demandas que planteaba la situación social. Sabido es también el avance del proceso democratizador experimentado en la vida política desde que la presidencia fue ocupada por la cabeza del radicalismo y de los iniciales intentos de apaciguamiento social y entendimiento con las organizaciones obreras del presidente Irigoyen. Desde 1919, sin embargo, y entrados en los años veinte, esta posible entente entre el radicalismo y el obrerismo se había deshecho, sectores derechistas movilizados venían dando aliento a la Liga Patriótica Argentina que asumía su papel de gestión en exclusiva del argentinismo como punta de lanza ideológica contra el movimiento obrero, y éste quedaba en situación siempre retardada a la hora de devolver los golpes que recibía. Este contexto de confrontación vino a darse al mismo tiempo en que la expansión económica general era evidente, aunque, por supuesto, la distribución social de las mejoras generadas seguía siendo disímil e injusta en extremo. Desde Bahía este esquema general venía reproduciéndose desde 1918 cuando menos. Gracias a las manifestaciones hechas al historiador bahiense Marcilese por Diskins, que con el tiempo llegó a ser uno de los más carismáticos dirigentes gremiales, sabemos que Zabalza tuvo mucho que ver en los contenidos que expresaba Evolución. Debido a la tendencia de buscar el anonimato por parte de los líderes obreros, que compartían esta modesta actitud de no querer resaltarse sobre el resto, no hay muchos artículos firmados por

D

Ricardo Zabalza Elorga nuestro biografiado, pero buena parte de la confección de los artículos y de la gestión de este órgano de prensa quedaba en el voluntarioso quehacer cotidiano de muy pocos militantes de este gremio. Zabalza fue uno de ellos. En sus las páginas puede seguirse la materialización de las características generales del proceso social en el concreto mundo sociolaboral bahiense. Las luchas gremiales con los propietarios de los grandes centros comerciales, el enfrentamiento interno debido a la ausencia de tradición de lucha de los empleados de comercio, la costosa conquista del derecho al descanso dominical y la más difícil todavía aplicación de la ley por la rotunda negativa de algunos importantes comerciantes, las traiciones fomentadas por estos últimos entre los mismos trabajadores, así como la denostada actitud de los crumiros, esquiroles, cuando se producían conflictos laborales, fueron algunos de los temas informativos que pasaron por las manos de una minoría de esforzados sindicalistas, entre ellos Ricardo Zabalza, para ser publicados en la prensa gremial y dados así a conocer a la ciudadanía bahiense. Tras uno de los conflictos más agudos Zabalza fue despedido de la tienda en la que trabajaba en Bahía Blanca. De allí pasó a emplearse durante unos meses en los grandes


silos de embarque de grano en el puerto Ingeniero White cuyas condiciones insalubres describió como infernales. De aquí arranca el contacto directo de Zabalza con la localidad de Punta Alta pues habiendo conocido a un compañero que había erigido un centro escolar en ésta le ofreció cambiar de actividad profesional y dedicarse a la enseñanza. La relación con Higinio Gallego, autor de esta iniciativa y sin duda compañero de Ricardo en ideología y militancia sindicalista, tuvo que ser muy estrecha para lanzarse a esta especie de aventura pedagógica. La deficiente situación del sistema público escolar argentino permitía en aquella época que este tipo de iniciativas pudieran materializarse y fueran de hecho una manera de suplir la carencia de infraestructura docente. Zabalza se tuvo siempre por maestro y, a lo largo de su vida, el ser así considerado fue para él un timbre de orgullo. De muy joven había estudiado los niveles educativos requeridos para llegar a ejercer el magisterio. Su padre que fue médico rural en pequeñas villas en Navarra tuvo que ir arrastrando, por decirlo así, a su familia conforme cambiaba de destino. Por ello los estudios que fue realizando Zabalza no fueron presenciales en un determinado centro sino que los fue abordando por libre, con ayuda de su progenitor y estudiando en solitario por su cuenta. La tradición familiar ha recogido, aunque no esté definitivamente asentado, que superó las diversas pruebas a las que anualmente debía presentarse con enorme brillantez. En cualquier caso de lo que no cabe ninguna duda es que Ricardo no había finalizado los estudios de magisterio cuando en el invierno europeo de 1913 se embarcó rumbo a Argentina. Pues fue precisamente a su vuelta cuando los llegó a culminar de manera definitiva. En Punta Alta residió todo el tiempo que permaneció en Argentina, desde que en 1921 ingresara en la escuela «Domingo Sarmiento» de su compañero Gallego hasta su vuelta a la península española. Al principio ejerció como profesor pero después, tras habérsele traspasado el centro a su nombre fue, además de profesor, su director hasta 1929. Tuvimos todavía la oportunidad hace unos pocos años de poder escuchar de labios de algunos de los alumnos de Zabalza las impresiones que guardaban de su paso por la escuela «Domingo Sarmiento». Ésta se ubicaba donde el actual local «Mediterráneo» e incluía en el interior un frontón como muestra una fotografía de conjunto del profesorado y alumnado en cuya parte izquierda aparece Piersanti Valle. También la maestra Linares que fue más tarde la fundadora del jardín de infancia. Era india nativa que había estudiado en una escuela docente sufriendo discriminación por su origen indígena. En el edificio de la escuela con el frontón había también tres viviendas habitadas por sendas familias. Zabalza resultaba muy atractivo para las mujeres, de hecho era un vascón bien formado físicamente, de un metro y ochenta y tres centrímetros de estatura, y muy agradable de trato, aunque nadie recuerda que durante todos esos años quedara emparejado. Estos alumnos y convecinos, Violeta Andrés, Esnesto Moreno, Martín

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Villarón, Primavera y Estrella Miquel, entre otros, no guardan constancia de que en la escuela se insistiera en asuntos ideológicos quizás porque el ambiente familiar del alumnado no estaba lejano a un perfil de reforma social, compartido tanto por padres como por los docentes, a tenor de sus nombres de pila Esperanza, Violeta, Armonía, Estrella, Primavera, y de las publicaciones periódicas que leían, pues citaron entre ellas títulos de prensa anarquista y sindicalista como La Protesta, La Comuna, La Antorcha… Vecino suyo fue Marcos Nieto regente de una peluquería al lado de la escuela quien recordó a Ricardo como «muy conversador, fuerte, educado, muy bueno. Alguna vez habló en público, era muy moderado políticamente». La idea de que fue un docente innovador fue generalizada entre los entrevistados, y se recordaban los dulces momentos de las salidas a determinados lugares de los alrededores de la localidad para aprender in situ cuestiones relacionadas con la naturaleza, la vegetación, la fauna y la economía agraria de la zona. El afán renovador en la pedagogía a utilizar con los niños era para Zabalza algo consustancial a su manera de proceder pues la difusión de la cultura debía empezarse desde los primeros niveles de aprendizaje y continuar durante la época adulta en otras instituciones o bien públicas o de iniciativa colectiva. El saber fue para él una de las herramientas que los oprimidos podían poner a su servicio para acabar con el sistema de dominación social, convencimiento por otra parte profusamente difundido entre sectores de militantes obreros. Para Marcos Nieto fue un culto conversador, «siempre llevaba un libro debajo el brazo», de larga y fundamentada argumentación, carente del deseo de dominar al interlocutor mediante malas artes retóricas o de su descalificación mediante epítetos vulgares. Su trayectoria pública cuando se convirtió en una figura política en la España republicana de los años treinta, responde de manera idéntica al retrato que hemos elaborado de su estancia en Argentina.

En Punta Alta no dejó de ninguna manera su actividad pública. Siguió vinculado a la Federación Obrera Local bahiense que coincidente con su llegada en seguida fue organizada en Punta, participó en numerosos actos públicos pues era invitado a actuar en numerosos de ellos, y siguió escribiendo sobre la situación sociolaboral de las clases trabajadoras puntaltenses. Aunque en general el movimiento obrero argentino entró en una fase de reflujo conforme se avanzaba en los años veinte, con su actividad ayudó a mantener la llama de la protesta y de la organización obrera como orador en el día de la celebración de la fiesta del trabajo, los primeros de mayo, en numerosas actividades culturales organizadas por el elemento obrero de la localidad, o en los actos específicamente gremiales que los obreros navales solían llevar a cabo. Los propios alumnos de la escuela eran invitados a participar en ellos mediante escritos en los que daban su voluntariosa opinión sobre algún asunto de interés general, o actuaban en los pic-nics obreros y en los actos culturales o de ocio que se programaban en los fines de semana. En ellos solía disertar Zabalza sobre temas relacionados con la historia, la educación, problemas de actualidad, o la situación internacional además de la puesta en escena de breves obras de teatro henchidas de denuncia social y teñidas de un sentido realismo con propósitos críticos. En estas obritas, decía, participaban alumnos de la escuela o recitaban poesías de creación propia durante los entreactos. En definitiva iban gestando una cierta cultura obrera en la que participaban diversos sectores de trabajadores de la localidad. En 1928 el propio Zabalza escribió una breve obra teatral titulada «Soñadores» que encaja a la perfección en este esquema de producción cultural, participación popular y concienciación colectiva, tan importante sin embargo para entender las respuestas obreras a la situación vivida. Su amigo y antiguo compañero en el gremio de los Empleados de Comercio, Antonio Marcellino, escritor a su vez de otras obritas literarias de similar carácter, recordó a Zabalza bastantes años después, hacia 1936, como una de las piezas incansables del panorama sociocultural y político bahiense. Eran tiempos difíciles para los movimientos progresistas en todo el mundo capitalista. Las dictaduras políticas de viejo cuño iban ocupando amplios espacios en Europa y las dictaduras modernas anunciaban un atractivo que fue la causa de la admiración del fascismo mussoliniano entre los conservadores de todo el mundo. En ese contexto vino a producirse el affaire de los militantes italianos Sacco y Vanzetti en Estados Unidos, su irregular juicio, la terrible condena y la formidable protesta solidaria internacional exigiendo su libertad hasta la definitiva ejecución de la pena capital sobre ellos en 1927. En todos los rincones argentinos donde había elementos obreros organizados no dejaron de producirse protestas sin cuento en contra de la decisión implacable de los jueces norteamericanos. Zabalza, recuerda Marcellino una vez más, estuvo presente en numerosas protestas por esta causa desde la tribuna de los oradores públicos. Las protestas fueron muy unitarias quedando en un segundo plano las diferencias ideológicas entre socialistas, sindicalistas, comunistas y anarquistas.


Parece ser que tomó parte en mitines por lo ancho y largo del país con importantes líderes políticos aunque no nos ha sido posible corroborarlo de manera concreta con las fuentes que disponemos. Lo que no cabe duda es que Zabalza era para entonces, de hecho desde bastantes años antes, un formidable orador que controlaba muy bien el discurso, repleto por otra parte de sesudas referencias a ese punto que todos los humanos tenemos en común, el deseo de libertad, la utopía de una vida sin injusticias y la reorganización de la vida socioeconómica desde el empuje y participación de la mayoría oprimida. En 1928 Zabalza dio a luz, junto con otros compañeros, a una nueva experiencia que explica muy bien la madurez adquirida durante los años previos. Fue la organización del Centro Libertad de carácter antifascista y la publicación de un nuevo medio de prensa, Impulso, ubicada entre la alta cultura política y la creación literaria. En él mantuvo Ricardo los viejos temas que le habían preocupado durante todos esos años: el laicismo y anticlericalismo, la memoria de los considerados mártires de la causa obrera como el pedagogo Ferrer i Guardia fusilado en Barcelona acusado de ser responsable de los sucesos durante la denominada Semana Trágica en 1909, la defensa de los ya mencionados Sacco y Vanzetti o el recuerdo de la Comuna de París, el antibelicismo y la lucha antifascista en la que fue denunciando los regímenes dictatoriales del momento empezando por los encabezados por Mussolini, el general Primo de Rivera en España o por el coronel Ibáñez en Chile; a todos ellos dedicó un espacio constante en la revista. Ésta además incluía textos significativos de reputados intelectuales como Emile Zola, Henri Barbusse, Leon Tolstoi o José Ingenieros, además de ubicar apartados dedicados a la producción poética de escritores locales y populares, entre los que debemos incluir al mismo Zabalza pues desde temprano había cultivado modestamente la poesía. Impulso incluía igualmente algunas notas breves sobre la situación social en Punta Alta y Bahía. Como se ve, fue ésta una experiencia editorial de calidad para la vida cultural de la localidad que desapareció cuando Zabalza marchó a visitar temporalmente a su familia en Navarra pero con la idea de regresar de nuevo a la Argentina. Zabalza faltaba desde hacía dieciséis años de su tierra natal a pesar de que había mantenido contactos con su familia durante ese tiempo. Las circunstancias políticas y familiares a su llegada a la península le hicieron desistir del regreso. Por un lado se volcó en ayudar a sus hermanos odontólogos para levantar diversos pagos que les acuciaban y establecerse profesionalmente justo en una ciudad ubicada en la cordillera pirenaica, en Jaca, cerca de Navarra donde residían sus padres y hermanas. A los pocos meses de su llegada coincidió la crisis casi terminal de la dictadura militar en España a la que un movimiento cívico militar se había enfrentado precisamente en Jaca en el mes de diciembre de 1930. La marcha hacia la proclamación de un régimen republicano democrático fue rápida y Zabalza se

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encontró inserto en un nuevo contexto de luchas sociales y de posibilidades de reforma política que le facilitó sin duda el tomar la decisión de quedarse en España. Además en ese mismo 1930 fue el golpe militar en Argentina del general Uriburu y ningún atractivo y todos los peligros podía ofrecerle a un militante activo tan destacado como él. Su emergencia a puestos de enorme responsabilidad durante los años siguientes fue rápida: candidato a diputado en las Cortes españolas en 1933 por el partido socialista en su territorio natal navarro, secretario general de la potente organización campesina Federación de Trabajadores de la Tierra vinculada a la sindical socialista Unión General de Trabajadores, diputado electo a las Cortes en la candidatura del Frente Popular en 1936 representando al partido socialista en la importante provincia agraria de Badajoz, y al poco de estallar la guerra civil, Gobernador Civil de la provincia de Valencia. Cargos que pronto fueron conocidos y celebrados por sus amigos argentinos tanto como el profundo pesar ante la inexorable evolución de la guerra conforme ésta iba mostrándose favorable a los insurrectos fascistas. Enorme e irreparable fue el dolor en Punta Alta y Bahía cuando se supo la noticia del apresamiento de Zabalza y su posterior fusilamiento en febrero de 1940 en una fría madrugada en Madrid.

Luigui 166, propiedad de José Astiasaran en el mismo complejo edilicio donde funcionaba el Colegio Sarmiento

Ejemplo para la nueva generación de trabajadores y campesinos que el régimen republicano convirtió en ciudadanos con derechos y con esperanzas de una sociedad mejor, no cabe ninguna duda de que los mejores valores que en él encontraron miles de personas, abnegación, sacrificio, militancia, honradez, dsiciplina, los labró y cultivó durante su larga estadía en las lejanas tierras argentinas, en las luchas diarias que desde los gremios, la escuela, la prensa y la tribuna le proporcionó su experiencia en Bahía Blanca y Punta Alta.

«El Archivo» agradece la colaboración de la Señora Patricia Sandrini y la familia Astiasarán, por el material fotográfico brindado.


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El señor Teobaldo Ferrrero tiene 85 años y vive en Punta Alta. En su juventud se destacó en el deporte tanto en pelota paleta como en atletismo. La entrevista dura 60 minutos aproximadamente y fue realizada por Guillermo Bertinat.

Teobaldo Ferrero ¿Vio donde está Mediterráneo? Ahí era. Una cancha de pelota hermosa. Abajo por ejemplo había, una baranda acá y arriba, el piso había. La gente subía arriba y… ahí el único que entraban los jugadores y el contador. […] Era un colegio, después cancha de pelota, un tal Zabalza, era maestro, socialista. Una de mi hermana fue ahí hasta sexto grado. ¿Qué más se acuerda de Zabalza? ¿De Zabalza? ¡Pst! Un señorazo, un profesor… y cuando gana Miaja en España, entra de presidente, no se cómo le llamaban, se fue pa´allá. Era socialista como él. Y fue gobernador de Valencia. Y cuando entró este hijo de puta de… de Franco,

lo fusiló. ¿Era una persona muy querida acá? ¡Y acá si! Jugaba a la p… ¡grandote! Yo era pibito, si iba con mi hermana, era chiquito. Síii, alto. Jugaba a la paleta. Ahí mismo, en el Colegio Sarmiento (donde después estuvo la cancha de Astiasarán), lo fundó él. […] Yo salía de mi casa, iba caminando ligero hasta la esquina. Más ligero hasta Humberto y ya cincuenta metros hasta la cancha ya iba corriendo. Para jugar, pa´ hacer partido, por si llegaba tarde.

La señora Violeta Andrés tiene 88 años y vive en Punta Alta. La entrevista dura 60 minutos aproximadamente y fue realizada por Guillermo Bertinat.

Violeta Andrés […] (Acerca del Instituto Sarmiento) después que hicieron, a la Escuela 20, que hoy es la 2, en aquél tiempo era la 20, le pusieron Sarmiento y no pudieron trabajar más como Escuela Sarmiento, porque era una nacional, una era del gobierno. […] Mi hermano más chico… un año solo estuvo (tuvo) a Zabalza, después ya se fue Zabalza. Después quedó Gallego. Usted no llegó a conocerlo a Zabalza… ¡Sii, yo lo conocí a Zabalza! Era chiquita y vos sabés, era un hombre grande, como un oso, lindo hombre, hizo una obra de teatro, eso me acuerdo patente y era chiquitita yo. […] Cuando ellos fueron a, ya mi hermano el grande, el anterior a mi, ya fue ahí a la Escuela Sarmiento yo ya iba a la escuela. […] Era un hombre muy buen puesto, muy buen mozo y después hizo una obra de teatro y fuimos al teatro. En el teatro Belgrano. […] (Una persona) muy amable, muy atenta, muy… era… pero, llegó el primero de mayo y nadie trabajaba, ojo y todo cerrado ¿eh? Porque era gente muy rebelde había acá en esos tiempos. […] (La Escuela Sarmiento) era primaria, pero tenía quinto y sexto, que nosotros no teníamos en la 99. […] Mi papá los mandó a ellos (sus hermanos) y pagaba 5 pesos por mes, en aquél tiempo 5 pesos era plata. Primero fue un hermano porque era el mayor y después fue el otro que era el tercero ya. […] Quinto y sexto hicieron ahí, pero mi hermano más chico, con Zabalza, hizo quinto nada más, después hizo con el maestro Gallego, Zabalza se

fue, a España. ¿Y lo recordaban como un buen maestro a Zabalza? Síí, cómo sabía… porque él sabía más que el maestro, porque tenía más estudio. No se para que se fue si era cuando estaba el desgraciado […] ¿cómo se llamaba? Franco. Franco, ése, no se para que se fue. Las mujeres así andaban atrás de él, (hace un gesto juntando los dedos de una mano) me acuerdo haberlo sentido, porque yo era chiquita ¿que sabía? (Se ríe) Y el nada que ver… ¡No, nada! Ya tenía como 30 años, era jovencito. Era rebelde, las hermanas eran monjas, mirá vos. […] Y él se fue a España y lo agarraron. Como andaba con la revolución y debajo de un carro o de un camión, no se dónde se había metido, lo agarraron. […] Y usted me dijo que conoció la Escuela Sarmiento, era provincial… Era particular, no te digo que pagaban 5 pesos. […] Y mi hermano mayor si empezó acá en Luiggi, pero después pasaron a 25 de Mayo, donde está la panadería, había una casa vieja ahí adentro ¡uy! De muchas piezas. Entre Mitre y Rivadavia. […] ¿Ahí estuvo la Escuela Sarmiento? Hasta que, se cerró. […] (Del edificio viejo) Tenían patio, un patio grande, era de esas casas antiguas que había piecitas, piecitas, piecitas. […]


por Arq. Graciela Britos

Edificio ex – Colegio Sarmiento Ubicada en la calle Luiggi, tomaba al parecer, dos de los tres terrenos que pertenecían a la familia del vasco José Astiasarán, donde se habían construido viviendas y negocios entre 1901 y 1908. La casa construida en dos plantas con una cancha de pelota atrás y el terreno colindante, donde se ubicaba una casa con diez habitaciones, cuatro baños, cocina y negocios, que fueron acondicionadas para que funcionara la escuela. Aquí funcionó hasta 1931, fecha en que se trasladó a 25 de Mayo 452. Posteriormente en esos edificio funcionaron, entre otros establecimientos, el taller de calzado de Domingo Calabressi, la carnicería de Antonio Smith, la sede social del Club Talleres y la carnicería de Delfo Formiga. Actualmente está ocupado por el complejo nocturno Mediterráneo

Corriente estilística Como la mayoría de las obras de principios del siglo XX, están marcadas por las características del Neoclásico. Movimiento donde predominan las líneas puras, volúmenes simples, con poca ornamentación y fundamentalmente la simetría. Toma los elementos de la arquitectura clásica romana y de la clásica italianizante de fines del siglo XIX en Europa. Adaptación tipológica Fachada Todas las propiedades se mantienen en una sola línea sin retiros. Las aberturas, puertas y ventanas siguen una línea, manteniendo un ritmo y simetría que hacen las características principales de este movimiento. En la casa de dos plantas, el balcón continúa la línea de molduras, que forman la ornamentación de las viviendas vecinas. El piso superior, repite las aberturas de planta baja para continuar con la simetría. El conjunto de todas las propiedades, remata en un parapeto ondulado, que termina con jarrones y formas apiñadas.

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Interior En el interior mantienen las características de las casas chorizos. Hacia el frente las habitaciones principales, donde funcionaban negocios; luego diez habitaciones, rodeando un patio central, con galerías; hacia el final, la cocina, el comedor y cuatro baños con el lavadero. Por su parte, la de dos plantas, contaba con una planta baja, cuyo frente estaba destinado a negocio, (antes de su funcionamiento como escuela) y hacia atrás la cocina, comedor y baños con el lavadero. En su planta alta se ubicaban dos habitaciones más. Tenía un gran patio donde se construyó una cancha de pelota descubierta. En la actualidad, si bien las funciones que están cumpliendo estos edificios, las han llevado a varias intervenciones, en su fachada general mantiene las características de la obra original.


Escuela de Aprendices Operarios de la Base Naval Puerto Belgrano por Federico Merodio Campeones provinciales y nacionales 1946 Los primeros días del mes de abril de este año, se cumplen exactamente 60 años de los primeros Campeonatos de Aprendices, organizados por la Comisión Nacional de Aprendizaje y Orientación Profesional. La convocatoria llegó a la Escuela de Aprendices de Puerto Belgrano y con premura y gran entusiasmo, con el aval de las autoridades de la escuela, se comenzó a seleccionar entre los alumnos con mejores aptitudes y merecimientos propios, los distintos equipos en especialidades como: tiradores de fusil, equipo de básquetbol y atletismo. La competencia iba a ser dura, ya que se enfrentarían con escuelas muy bien organizadas deportivamente, con buenos antecedentes en marcos atléticos y otras disciplinas. La selección de aspirantes fue exigente; en las instalaciones de los Scouts Navales y polígonos de la Base Naval comenzaron las prácticas con gran esfuerzo y disciplina a fin de lograr los mejores rendimientos y marcas para poder desempeñar un honroso papel. Al poco tiempo se logró conformar un grupo deportivo con espíritu competitivo capaz de enfrentarse con los mejores. La edad de los chicos estaba entre 14 y 16 años. Los tiradores de fusil, estaban a cargo del suboficial mayor Don Aurelio Miranda, de gran experiencia en la Armada. Los basquetbolistas eran dirigidos por Mario Marchesino, extraordinario deportista reconocido por su conducta y capacidad deportiva. El equipo atlético estaba bajo el control físico y técnico de Federico Merodio, con experiencia en atletismo y deportes en general. El 23 de marzo de 1946, la

delegación viajó presidida por el Director de la Escuela Teniente de Fragata Jorge Deluchi y como encargado de los deportistas Don Pedro Quiroga, amigo invalorable para todos. En la Universidad de La Plata se realizaron las pruebas provinciales (en las que salieron campeones). El 25 de mayo las autoridades de la escuela recibieron los trofeos provinciales y el pasaporte para el campeonato nacional. Ya en la Capital Federal, la competencia se hizo más difícil, estaba lo mejor del país en las tres ramas deportivas. La garra y la capacidad demostrada por todo el grupo, hizo que la suma de puntos los coronara campeones, también en el orden nacional. El trofeo fue entregado el 3 de junio, fecha que a partir de ese año se celebra el «Día del Aprendiz». Ojalá esta hazaña lograda por el amor a la escuela, al deporte y a la amistad, sea recordada a través de los tiempos y sirva de ejemplo a las nuevas generaciones.

Abril 1946 Integraban el equipo de básquetbol

Roberto Giorgetti Julio Donati Héctor Traini Héctor Santini Florindo Stacco Juan Bauchi Julián Serra Rubén De Rosa Vicente Cutrona Rubén Filipponi Atletismo Lino Soffiantini N. Busquets Pedro Diez Juan Bauchi Jaime Sorensen José Abt Oscar Vázquez Juan Higinio Valdez Luis Cocciarini Israel Vodovosoff Oscar Ojeda Orlando Otero Pedro Dadilovich Víctor Bualó Héctor Rabani Tiradores N. Sánchez Julián Rodríguez Angel Ruscelli N. Aguirre Vicente Romero Salvador Neglia N. Ficoseco N. San Román Héctor Mitre Félix De Santos


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Policías BNPB

La fotografía, del año 1923, muestra, sentados, a Adrián Ramos, el sargento Díaz y a Ángel Iglesias, este último español (Los tres agentes de pie, no pudieron ser reconocidos; si algún lector los identifica, por favor, diríjase al Archivo Histórico Municipal). La actual Policía de Puerto Belgrano fue creada el 5 de enero de 1907,

Dicen que una imagen vale por mil palabras. Es que ella muestra y demuestra lo que no se puede decir más que viéndola. Imagen para imaginar. Imaginar las voces, los olores, los roces de la piel. Los invitamos a revolver en viejos álbumes familiares, en cajitas de cartón que duermen sobre el ropero y rescatar esas fotos, memoria de celebraciones y de seres queridos. Y si pueden, acérquenlas al Archivo. Así se podrá, a partir de ellas, indagar en los hombres y en las mujeres, en los ambientes, en las actitudes y en las circunstancias que hicieron nuestro pasado común, que está hecho, en definitiva, con los pasados de cada uno de nosotros.

denominándose entonces Policía del Puerto Militar. La resolución de creación de la fuerza indicaba que el personal se guiaría por los reglamentos de la Policía Federal. Se designó un encargado, al cual se le asignó un número de agentes que tendrían por misión velar por la seguridad dentro de la zona militar. Foto propiedad de Lorenzo Ramos


Simbólico objeto

En la foto tomada en la entrada principal de la Municipalidad, se aprecia el momento en que Juan E. Durand (presidente de la Comisión Ejecutiva de Fiestas de la Semana de la Autonomía) hace entrega al Comisionado Municipal, Carlos Gericke del obsequio que Ida D’Aste de Masserini le efectuó al municipio. Es una lámpara estilo Art Deco, alusiva a la por entonces reciente autonomía, confeccionado por su esposo, Luis Masserini (propietario de un comercio de iluminación y electricidad). Pueden verse en la foto a Marco Andrade, socio de Casa Bargueño y vocal del a Comisión de la Semana de la Autonomía; Luis Masserini; Osvaldo Masserini. Nicolò Rombi, vocal de la referida comisión; Zampa; Ida D’Aste de Masserini; Gioconda Rombi; Antonio Russo; Fassetti; Macedo (periodista de «La Nueva Comuna»); Juan E. Durand; Carlos Gericke; Marcos Miskulin; Ulpiano Zapico, entre otros. El acto fue realizado durante la llamada «Semana de la Autonomía», llevada a cabo entre el 1° y el 8 de mayo de 1945. El pie de la lámpara es una mujer desnuda y colocada de espaldas en el suelo, sosteniendo con las piernas levantadas y una sonrisa el globo con el mapa del nuevo partido. En la foto se lee: «Que este desnudo simbólico sea en la realidad, cubierto con los vestidos de la honradez y idoneidad administrativa, es el deseo de todos los habitantes del Partido Coronel de Marina Leonardo Rosales». Ambas fotos son propiedad de la familia Masserini

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Novedades MUESTRA FOTOGRÁFICA 75 años del Teatro Colón

Ya se encuentra abierta al público la Muestra Fotográfica realizada por el Archivo Histórico Municipal en adhesión al año del 75° aniversario del Teatro Colón de Punta Alta. Dicha muestra puede visitarse en la sede de la Unión del Comercio, la Industria y el Agro de Punta Alta (UCIAPA), en Humberto I 302.

Los horarios de visita son de lunes a viernes de 8:00 a 12:00 hs. y de 16:00 a 20:00 hs. Con esta muestra se preocura realizar un recorrido en imágenes del proceso de construcción del edificio de esa sala teatral, la primera con que contó la ciudad. Cualquier consulta debe efectuarse en Mitre 101 o comunicarse al teléfono 432214 (e-mail: archivohm@yahoo.com.ar)

No dejes de visitar la Muestra Urquiza 123 (02932)432063 de martes a viernes; de 08:30 a 17:30; lunes de 08:30 a 13:30.

Mitre 101 - (02932)432214 archivohm@yahoo.com.ar de lunes a viernes de 07:00 a 19:00

Museo Histórico de lunes a viernes de 08:00 a 11:30 ; sábados de 08:30 a 12:30; domingos de 08:30 a 12:00. Humberto 285.

Museo Naval de lunes a viernes de 08:00 a 14:00 ; sábados y domingos de 13:00 a 17:00. Para consultas, llame al (02932)487526.

Museo Baterías de lunes a jueves de 08:00 a 13:00 y de 14:30 a 16:00; sábado, domingo y feriados de 10:00 a 12:00 y de 14:00 a 17:00 (02932)-488325.


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