Boletin Informativo 2017

Page 117

Colaboraciones

procesionales malagueñas de este período histórico, en tanto en cuanto, mientras el resto de marchas compartirán, al igual que la estética de la música romántica, la forma Lied cultivada en la marcha fúnebre decimonónica, estas dos no seguirán el mismo esquema formal. En el caso de la marcha de Feijoó, se trata de un Poema Sinfónico modal que narra, mediante una serie de recursos musicales muy efectistas y eficaces, la muerte de Cristo en la cruz. Es una obra etérea y elegante, con temas ampliamente desarrollados y proclive a la indeterminación tonal, lo cual crea una atmósfera mística, aunque no carente de solemne triunfalismo, sobre todo en la parte final de la pieza. La marcha de Ruano, por otro lado, recibe un tratamiento armónico más convencional, bebiendo claramente de los postulados del primer romanticismo musical. Es también más estática en su desarrollo, con una teleología melódica basada en la repetición. Su estructura formal sigue de cerca la planteada por Manuel López Farfán en “La Estrella Sublime”, es decir, A-B-A-C, aunque solo coge de esta la forma, que no el resto de características, que como hemos dicho, la acercan bastante a la tipología de la marcha fúnebre romántica. De hecho, las tres primeras secciones se comportan, verdaderamente, como si tuvieran una convencional forma Lied, aunque se añade la cuarta sección, a modo de trío, tras una pequeña transición al final de la repetición de la sección A. En 1953 sabemos que se estrenaría la marcha para cornetas y tambores del también músico militar, Alberto Escámez, “La Expiración”, dato que conocemos gracias a una carta que D. Enrique Navarro le envió al compositor en agradecimiento por el envío de las partituras a la hermandad ese mismo año por parte del segundo7. Aún con todo, este

estreno fue tardío, pues la marcha data de 1926 y fue escrita junto a otra más dedicada a la Virgen de los Dolores y escrita ese mismo año. En 1956 hará su aparición en Málaga, compositivamente hablando, el músico y director de la Banda Municipal en aquel tiempo, D. Perfecto Artola Prats con su marcha fúnebre “Llanto y Dolor”, que dedicaría a María Stma. de los Dolores. La misma responde, nuevamente, a los postulados estéticos marcados por el romanticismo, aunque, como la marcha de Ruano, tendrá un esquema formal basado, aunque no igual, en el farfaniano (Introducción-A-AB-A-C) y muestra los primeros estilemas y recursos de la identificable poética propia de este compositor, donde entre otras cosas, destacará la claridad tímbrica8 de sus líneas melódicas, no proclive a los empastes sonoros pero sí al dialogo entre secciones diferenciado mediante el uso de los colores tímbricos. Artola en esta marcha introduce una nota de folclore popular con la inclusión de una saetilla que desarrollará como tema en la última sección de la obra. Sin duda, esta portentosa pieza constituye un referente estético en la particular evolución históricoestética que experimentará la marcha procesional en Málaga durante el S. XX, en tanto en cuanto conforma, no solo un punto de originalidad en el panorama general de su tiempo, si no que también sentará las bases del propio estilo y lenguaje de su autor. Algo que se verá posteriormente en sus creaciones | 117 |


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.