6. Consagración y purificación del lugar Fórmula para hacer la purificación "Mi fuerza radica en el nombre del Demiurgo, creador del Cielo y de la Tierra. "Bendice, ¡oh, Demiurgo!, Dios Omnipotente, este lugar, para que en él penetren la salud, la pureza, la victoria, la virtud, la bondad y la plenitud del vigor; y que esta bendición permanezca aquí ahora y por los siglos de los siglos. Amén". (Los cuatro puntos cardinales del oratorio se rocían con agua lustral, mientras se recita esta oración.) Fórmula para hacer la consagración "Mi fuerza se apoya en el nombre del Demiurgo, Creador del Cielo y de la Tierra. "Yo te suplico y te ruego, ¡oh, Demiurgo!, pidiéndote por esta Casa y por el conjunto de cosas que en ella se encuentran: para que la bendigas, la santifiques y la llenes de todo lo que es bueno y digno: Dales, ¡oh, Señor!, la abundancia del rocío y la sustancia fecunda de la tierra y de la vida. Amén".