LA BURBUJA BITCOIN, EL CAMELLO DIGITAL

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Aquiles Juliรกn Compilaciรณn y presentaciรณn

La burbuja Bitcoin: el camello digital

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DOMINICANA EMPRENDE es un programa voluntario de apoyo a la iniciativa emprendedora en donde emprendedores y empresarios comparten sus experiencias, conocimientos y habilidades de negocio para fomentar el espĂ­ritu emprendedor creando una incubadora que nutre el impulso hacia el emprendimiento de todas las personas interesadas en emprender.

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Aquiles Juliรกn Compilaciรณn y presentaciรณn

La burbuja Bitcoin: el camello digital

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2017 Editorial Libros de Regalo

Colección Lectofilia Digital 1. Compilación y presentación: Aquiles Julián 2. 1ª edición, Mayo 2017 3. Editado en Rep. Dominicana El presente libro participa de la modalidad de sharing book / open book y de sharing knowledge. Es totalmente gratuito se regala y divulga sin fines de lucro. Y promueve una sociedad de intercambio y colaboración también en el conocimiento.

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Aquiles Julián (El Seibo, Rep. Dominicana, 1953) Emprendedor, business coach, trainer, escritor, teatrista y cineasta dominicano. Especialista marketing, publicidad, emprendimiento, lectura súper rápida y neurocompetencias. Ha ganado importantes premios literarios en cuento, poesía y teatro en RD. Empresario de la nueva economía o economía 3.0. Experto en consumo colaborativo. Dirige Dominicana Emprende. Fue alto ejecutivo, de reconocidas empresas publicitarias en su país de origen, tanto nacionales como internacionales, entre ellas Systema Creativo, Publicitaria del Caribe, PUBLICA, Mercurio Publicidad, Retho Publicidad y McCann-Erickson. Como publicista trabajó para importantes marcas y compañías como Coca-Cola, Bermúdez, Winston, Maggi, Supermercados Nacional, Malta India, Banco Popular, KeepRite, Colchones Rex, Sealy, Passiton Jeans, Zebú Jeans, Muebles Omar, Herrera Pérez & Co., Banco del Comercio, Nedoca, Citgo, entre otras. En 1993 fundó Maxiventas, S.A., la primera compañía de comunicación integrada de marketing en Rep. Dominicana. En el año 2002 fundó junto a su esposa, la Ing. Cris Julián, de nacionalidad colombiana, la empresa de capacitación Ideacción, S.A. Y actualmente preside Brain Training Fue docente en APEC, INTEC, la Universidad Católica de Santo Domingo, UCSD, y los monográficos de mercadeo de la UNPHU. En el año 2004 junto a su esposa, empezó a incursionar en actividades empresariales de la economía colaborativa. Dirige la editorial digital Libros de Regalo. Editor de varias colecciones digitales, entre ellas Lectofilia digital. Sus artículos se reproducen en medios y blogs de distintos países, entre ellos España, Perú, Uruguay, México, Colombia, Chile, Argentina y los Estados Unidos.

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Indice 8/ Bitcoin, la venta del camello digital /Aquiles Julián 18/ Algunas preguntas sobre el bitcoin / Artículo no firmado. 24/ Las cinco claves del bitcoin / Adriana Buitrago 29/ Mitos sobre el bitcoin / Ben Doemberg 40/ Bitcoins: ¿La moneda que nos hará libres? / Mariángel Solomita 48/ Por qué el bitcoin no desbancará al euro o al dólar /NF 52/ El auge del bitcoin / Izabella Kaminska y Paul Murphy 55/ Bitcoin, ¿una moneda electrónica peligrosa / No firmado 59/ Fraudes y estafas online, el reverso del bitcoin /Andrea Núñez Torrón 62/ La guía completa de las estafas con bitcoin / No firmado 68/ Tres motivos para estar nerviosos / Matthews Lynn 72/ El bitcoin en subida libre /Por A.S.S. 75/ ¿Otra burbuja? / Susana Campo 78/ OneCoin y el vicio de estafar / Aquiles Julián 80/ ¿Estamos ante una burbuja del bitcoin?/ Nir Kaissar 82/ ¿Qué tan legítimo es invertir en bitcoins?/ Leonardo Gómez Jiménez 92/ Al César lo que es del César / No firmado 96/ Oro, dólar y bitcoin /Franco Daniel Amati 101/ Unete.Net, el tumbe español / Aquiles Julián 106/ El bitcoin sube más de un 500% / Europa Press 109/ Por que el bitcoin no podrá sustituir al oro/Jose Jumilla V 113/ Burbujas y comportamiento irracional / Juan Luis Santos 120/ “Bitcoin”, entre la burbuja y la revolución / Javier Tahiri 124/ Bitcoin, la moneda más liberal / L. Cano 128/ Bitcoin ¿Otra gran estafa? / Marcelo Espiñeira 139/ 5 Estafas clásicas con bitcoin / Nacho Robles 143/ Engaños y estafas como profesión y estilo de vida / Aquiles Julián

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Bitcoin, la venta del camello digital Por Aquiles Julián En medio de la burbuja especulativa más enloquecida y disparatada, esa que se articula alrededor del bitcoin, la seudomoneda digital, no queda sino recordar la historia de la venta del camello. Si no la conocen se la comparto. En una ocasión un comerciante árabe se encontró con un colega. A la pregunta de cómo se encontraba, el primer comerciante empezó a enaltecer el cambio positivo que había experimentado su vida a raíz de que había comprado un camello. • ¿Un camello?, preguntó intrigado su interlocutor. • Ah, pero no cualquier camello. Este es un camello muy especial.

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• ¿Y qué lo hace tan especial? • Este camello no sólo me transporta, también me cocina, limpia, me hace diligencias, vende por mí, cobra por mí, me da masajes, lava y se encarga de todo, me lleva las cuentas de mi negocio, cuida mis mercancías y me protege. Es como haber contrado a 50 personas trabajando para mí, y sólo me cuesta su sustento que, por lo demás, él mismo cultiva en el huerto familiar. Ya no hago nada, porque mi camello no me deja afanarme en nada. Vivo feliz. El otro comerciante, al escuchar tantas ponderaciones y compararla con sus afanes y ocupaciones, se interesó en adquirir el camello, pero el dueño del camello se negó a venderlo. Eso alimentó el interés de comprarlo y duplicó, triplicó, cuadruplicó y quintuplicó su oferta, mientras el propietario del camello rechazaba las ofertas tentadoras. • ¡Te doy mi tienda y todo mi inventario!, gritó tentándolo. El dueño del camello tibubeó. • ¡Véndemelo! Te estoy dando todo. • Está bien, por ser a ti te voy a ceder mi camello por tu tienda y tu inventario, aunque vale mucho más del doble, pero aprecio tu amistad. Ambos comerciantes escribieron y firmaron sendos documentos de cesión de la propiedad y mientras uno de ellos, el vendedor, marchó hacia la tienda a tomar posesión de ella y el inventario, el otro marchó hacia la casa del primero a llevarse el camello que recién había comprado. Mostró el documento que demostraba que era el nuevo dueño del camello y condujo el camello hacia su hogar y lo entró en la sala.

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• ¡Prepárame una bebida refrescante!, le ordenó al camello. El camello mirándolo se le orinó en la sala. • Animal asqueroso, vé y busca con qué limpiar ese desastre. El camello, indiferente, defecó en la sala de su nuevo dueño. Escandalizado y sintiéndose burlado, el comerciante salió hacia su antigua tienda casi arrastrando al camello que lo seguía. Al llegar, vio al comerciante que le abría los brazos con una gran sonrisa para recibirlo. • Eres un mentiroso y un abusador. Este camello no hace nada de lo que me dijiste. Al contrario, el camello que me vendiste… • Espera, espera- lo detuvo el otro comerciante, y acercándosele le susurró- Deja de estar desacreditando tu mercancía porque, si sigues haciéndolo, ¿a quién podrás venderle el camello? El bitcoin es un camello digital.

Todo comenzó como un ejercicio de nerds El bitcoin comenzó con un ejercicio, la aplicación práctica del concepto expuesto por Dai Wei en 1998 para la creación de una cripto-moneda, cuando publicó su artículo: “B-Money, un Sistema de Dinero Electrónico Anónimo Distribuido”. Wei Dai, ingeniero informático, tiene una licenciatura en Ciencias de la Universidad de Washington en ciencias de la computación, con un menor en las matemáticas. Laboró en el grupo de investigación de criptografía de Microsoft Corporación, en Redmont, Washington. Antes de vincularse a Microsoft, Dai era programador en TerraSciences, de Acton,

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Massachusetts. En Microsoft, Dai se involucró en el estudio, diseño e implementación de sistemas criptográficos para aplicaciones especializadas. Dai describe en su documento lo que serían las propiedades básicas de los sistemas de criptomonedas, describiéndolos como “…un esquema para que un grupo de seudónimos digitales imposibles de rastrear se paguen entre sí con el dinero y hagan cumplir los acuerdos y contratos entre ellos mismos sin ayuda externa o intervención de una tercera parte”. En su artículo, B-Money, Dai escribe: “1. La creación de dinero. Cualquier persona puede crear dinero mediante la difusión de la solución a un problema de cálculo previamente sin resolver. Lo único condiciones son que debe ser fácil para determinar la cantidad de esfuerzo de computación se tomó para resolver el problema y la solución debe tener ningún otro modo valor, ya sea práctico o intelectual. El número de unidades monetarias creado es igual al costo del esfuerzo de cálculo en términos de una cesta estándar de productos. Por ejemplo, si un problema toma 100 horas para resolver en el equipo que lo resuelve más económicamente, y se tarda 3 cestas estándar para la compra de 100 horas de tiempo de cálculo en ese equipo en el mercado abierto, a continuación, sobre la difusión de la solución a ese un problema de todos acredita la cuenta de la emisora por 3 unidades.” (http://www.weidai.com/bmoney.txt) La descripción de Dai del B-Dinero es “El dinero que es imposible regular” y los conceptos básicos en los que se funda son: • La aplicación de una cantidad determinada de trabajo computacional (llamada prueba del trabajo)

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• El trabajo que se hizo es verificado por la comunidad que actualiza un libro de contabilidad colectiva. • El programador recibe fondos por su esfuerzo. • Se realizan intercambios de fondos mediante la contabilidad colectiva y que son autentificados por hashes criptográficos. • Los contratos y transacciones se hacen cumplir a través de la emisión y firma de transacciones con firmas digitales (criptografía de clave pública). Como parte de la mitología que acompaña a la creación del bitcoin, se entiende que Dai Wei y Adam Back fueron las primeras dos personas contactadas por el mítico desarrollador del bitcoin, conocido por el seudónimo de Satoshi Nakamoto, personaje desconocido que puede representar la colaboración de varios desarrolladores, cuando Nakamoto estaba desarrollando Bitcoin en el 2008. Eso Dai lo rechaza al afirmar que “…mi opinión es que el creador del Bitcoin, que se conoce como Satoshi Nakamoto, ni siquiera leyó mi artículo antes de inventar el mismo. Se enteró de ello después y me incluyó en su informe, así que mi relación con el proyecto es bastante limitada”. En cuanto al mítico Satoshi Nakamoto, se especula que su real identidad puede corresponder a Wei Dai o a los criptógrafos Nick Szabo o Hal Finney, quienes extendieron el trabajo de Dai expuesto en B-Money, lo que todos ellos niegan. En el año 2008, un artículo de Satoshi Nakamoto publicado en la lista de criptografía metzdowd.com describe el protocolo Bitcoin. El 3 de enero del 2009 la red P2P (peer to peer) de Bitcoin entra en operación al publicarse el primer programa cliente,

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empleando el protocolo de código abierto, y los primeros bitcoins se generan. Como modelo de intercambio P2P, entre personas privadas, el modelo crea una propuesta de intercambio directo entre particulares, no mediados ni validados por un , ya que antes todos los intercambios y pagos en el comercio electrónico se canalizan a través de entidades financieras reconocidas, como bancos y empresas financieras semejantes, que respaldan y dan seguimiento a todas las transacciones. Como ejercicio para programadores, el bitcoin es un reto, un desafío. El asunto es cuando sale del ámbito de los programadores y entra al mundo de la especulación, que es lo que ha sucedido.

Sobre el bitcoin Bitcoin salió públicamente en el 2009. El concepto de bitcoin incluye el protocolo y la red peer to peer (P2P) que salió al público ese año. Los símbolos ฿ y BTC se emplean para referirse a esta criptomoneda. El bitcoin, como creación de un individuo, no tiene respaldo alguno ni de gobierno ni de institución que avale su valor. El concepto de criptomoneda o criptodivisa (cryptocurrency) es el de “un medio digital de intercambio”. Desde la aparición de bitcoin en el 2009 han aparecido otras con características y protocolos distintos, como Litecoin, NeuCoin, Ripple, Dogecoin, etc. ¿De dónde proviene el valor del bitcoin? Del que que arbitrariamente le asignemos. No contiene en sí ningún otro valor o importancia. Su valor es subjetivo, psicológico. Se trata de un código totalmente inútil, que carece de valor de uso, y cuyo valor de cambio está vinculado a la curiosidad, la

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escasez, la codicia y la promesa de un enriquecimiento cuasimágico, de ahí que los bitcoins, pese a no servir para nada ni contener valor propio alguno, han migrado del mundo de las curiosidades informáticas al más lucrativo de la especulación financiera. Y si el mundo formal de los bitcoins y altcoins es actualmente aceptado por parte de la sociedad, estas criptomonedas han motivado algunas operaciones abiertamente fraudulentas como los timos organizados alrededor de OneCoin, SarCoin, PayCoin, SCoin y la que se produjo en España con UneteCoin.

Dinero real por dinero digital El dinero, hasta hoy, era la representación de un valor, y este valor está fundado en la utilidad y la importancia para las personas. Tomemos, por ejemplo, el llamado dinero fiduciario que sustituyó al dinero mercancía. El dinero mercancía se respaldaba en el oro, la plata u otro metal noble. Sin embargo, a partir de que Nixon sacara del patrón Oro al dólar en 1971, el llamado Nixon Shock, que fue la cancelación unilateral de los Acuerdos de Bretton Woods a los que se llegaron durante la Segunda Guerra Mundial que permitieron al dólar convertirse en la moneda de intercambio internacional y que lo mantenían atado al patrón oro, el dólar y las monedas que se respaldaban en el dólar asumieron otra calidad, la de depender no del oro ni de ningún otro metal, sino de la confianza en la promesa de pago por parte de la entidad emisora. El dinero fiduciario o dinero fiat es entonces una deuda en que un Estado o una entidad emite una especie de certificado o pagaré en que se compromete a honrar ese

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certificado o pagaré (que es lo que son en realidad los billetes de banco, lo que llamamos “dinero”), por el valor declarado. Ahora bien, el valor de ese dinero proviene de la fe que tenemos en la institución o el Estado que lo emite y avala. En ese sentido, una papeleta, un billete de $100.00 pesos o cien dólares o cien euros o de cualquier otra moneda, objetivamente no tiene ningún valor. Su valoración proviene de la confianza que nos merezca la autoridad monetaria que lo emitió y lo garantiza para los sujetos que lo aceptan. En el caso del bitcoin no hay ningún Estado ni ninguna institución que avale y respalde el valor arbitrario que el emisor concede a uno de esos códigos inútiles, ni nada que podamos hacer con él ni para lo que sirva. El bitcoin sin dudas es un ejercicio de cómo podrían crearse intercambios de códigos que muy probablemente tendrá un impacto futuro en los intercambios financieros, pues es un modelo prometedor, pero al migrar del ejercicio y el reto entre programadores al mundo veleidoso y fantástico de la especulación financiera, ha originado una dinámica en que las fabulaciones de riquezas de la noche a la mañana, la verborrea digital sin cortapisas, la no regulación, la avivatería y el afán de lucro unida a la vocación a timar al incauto y aprovecharse del ignorante han originado un caldo de cultivo para una burbuja perfecta en la que se promueve y vende humo dorado. Los que descubrieron y están aprovechando esta nueva manera de timar exageran a diestra y siniestra sobre su “camello digital”, despertando en los más impresionables y codiciosos el deseo de “aprovechar” la tendencia alcista en que se mueven los bitcoins, que son vendidos a precios fabulosos originados en la especulación. Se pagan cientos de dólares por algo que no tiene ninguna utilidad, que no sirve

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para nada. Y el comprador está obligado a enaltecer y propagar las bondades del bitcoin y cómo logró con bitcoin que sus dólares se multiplicaran, hasta encontrar a otro más cándido que él. Es una burbuja especulativa perfecta en la que se vende poco menos que nada: un código inútil, sin valor alguno que no sea la fantasía de ganancia rápida, de enriquecimiento al vapor. La gente da sus dólares o euros, dinero fiduciario pero que cuenta con un respaldo, un poder de compra y pago mundialmente aceptado, a cambio de unos códigos inútiles que dependen de que aparezca uno más tonto que uno que nos los compre para nada. Es irracional.

Los artistas del timo y el eMoney. Una posibilidad de lograr que la gente se despoje de su dinero y compre algo inútil a cambio de la promesa de lucro rápido no iba a pasar desapercibida para los artistas del timo, esa variopinta especie de avivatos que han hecho de estafar a su prójimo su estilo de vida. Alrededor del “dinero digital” han emergido distintos esquemas fraudulentos. En España, por ejemplo, en una combinación de “dinero digital y supuesta publicidad por la Internet” que recuerda al esquema TelexFree, surgió y reventó UneteCoin. Los españoles José Manuel Ramírez Márquez y Pilar Otero Sánchez se declararon culpables ante la Audiencia de Juzgado Nacional español de los cargos de Organización criminal, estafa y blanqueo de capitales a través de Unete, una compañía que utilizó una supuesta “moneda digital” y que prometía a sus “inversores” la posibilidad de ganar cuantiosas sumas de dinero por colocar anuncios unos

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minutos al día desde Internet en un modelo que copió bastante del aplicado por TelexFree, otro esquema fraudulento originado en Brasil y los Estados Unidos. Josh Garza, que montó un esquema fraudulento con otra moneda virtual, PayCoin, fue sometido en los Estados Unidos por fraude de valores. Otro timo semejante, SarCoin, siguió desplumando de su dinero a crédulos acicateados por las promesas de enriquecimiento al vapor, de creerse más inteligentes que el resto de la humanidad. Sobre todo, más inteligentes y dichosos que los millonarios e inversionistas reales. Otro esquema Ponzi se montó alrededor de la supuesta moneda digital SCoin, creada por Coinspace. Y el más reciente es el que opera alrededor de OneCoin. Esta criptomoneda, creada por la búlgara Ruja Ignatova, ha originado múltiples escándalos y proscripciones a nivel mundial, y a la vez ha congregado todo tipo de pillos y defraudadores, incluyendo a muchos que provienen de otros esquemas fraudulentos y piramidales, como Organo Gold, o que han sido sancionados por sus malas prácticas en organizaciones de negocio que se respetan. Con la promesa de fabulosas ganancias a precio de ganga, los timadores de OneCoin reclutan a incautos a los que deslumbran con “demostraciones” de opulencia (nada que ver con auténtica riqueza o negocio sostenible), vendiéndoles la esperanza de una prosperidad sin esfuerzo. Mentiras desvergonzadas, exageraciones, mitos, promesas imposibles forman parte del tinglado en el que muchos perderán sus magros ahorros y propiedades. Ya pasó, como en TelexFree. Y parece que la irracionalidad humana y la falta de juicio y sensatez es incurable.

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Algunas preguntas sobre el bitcoin ¿Qué es Bitcoin? Bitcoin es un tipo de moneda electrónica que se administra completamente diferente al sistema monetario tradicional. Fue creada en el 2009 por un sujeto bajo el alias de Satoshi Nakamoto y hasta el día de hoy nadie sabe realmente quién es. Su diseño es completamente matemático y open source – su código informático de control es abierto al público–. Usando bitcoins se pueden adquirir bienes o servicios –lo mismo que con cualquier moneda– y actualmente muchos negocios incluyen esta opción como forma de pago. A diferencia de otro tipo de sistema de moneda electrónica, las transacciones que se realizan con Bitcoin no requieren de un intermediario –como Visa o Paypal. El sistema de Bitcoin es privado y ninguna institución financiera lo controla. Los compradores y vendedores que usan bitcoins interactúan directamente, pero sus identidades están encriptadas y ninguna información personal es transferida. Su manejo es completamente descentralizado: para que una transacción se haga efectiva se necesita la aprobación de todos los usuarios en la red Bitcoin. En la actualidad hay poco más de trece mil bitcoins circulando;

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cada uno está cotizado en doscientos dólares aproximadamente. Al 2015, el valor total de Bitcoin en el mercado es de más de tres billones de dólares, y cambia cada día.

¿Cuál es la diferencia entre la moneda tradicional y el bitcoin? Las divisas tradicionales adquirían su valor de acuerdo al oro u otros metales preciosos que las respaldaban. Ese sistema se dejó de usar hace más de cuarenta años. El bitcoin, al igual que el dólar, depende de la “fe y confianza” de los usuarios para mantener su precio. Al igual que con las monedas tradicionales su valor depende de la oferta y demanda del mercado. Bitcoin no tiene forma física y tampoco es una moneda de curso legal. Uno de sus principales atributos es que es una moneda descentralizada. Ninguna institución la respalda o controla su red. Bitcoin se sostiene -y se crea- a través de cada uno de sus usuarios, es un sistema automático que no requiere de intermediarios para realizar sus transacciones. Los usuarios de Bitcoin no tienen que pagar tasas por mantenimiento o transaccion porque en las transacciones solo intervienen el comprador y vendedor. Además es privada, no se necesita de información personal para realizar una compra o venta. Bitcoin es una criptodivisa porque se basa en los principios de la cirptografía -datos que están a salvo de la vista de terceros- para validar las transacciones y determinar la producción de la moneda. Cada Bitcoin y usuario están encriptados con una identidad única, y cada transacción está registrada en un libro de contabilidad pública -también

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llamado blockchain- que es visible para todos los equipos de la red, pero no revela información personal de las partes involucradas. Este manejo descentralizado de la contabilidad permite que la red Bitcoin prescinda de intermediarios para hacer efectivas sus transacciones.

Si no existen intermediarios ¿cómo se llevan a cabo las transacciones con Bitcoin? Cuando alguien decide realizar una transacción con Bitcoin, la red debe verificar que el emisor tenga la cantidad de bitcoins suficiente para finalizar el intercambio. Bitcoin comparte públicamente el registro de transacciones, este registro se llama blockchain y es como el libro contable que contiene cada transacción que se ha producido alguna vez en la red. Cuando se anuncia una transacción, todas las computadoras conectadas a la red de Bitcoin examinan la información para asegurar que cumpla con los requerimientos: una firma digital válida del emisor, y que posea bitcoins suficientes para enviar al destinatario. Este proceso asegura que nadie pueda gastar el dinero que no tiene. Las personas que se conectan a la red Bitcoin y se unen al sistema para poder participar en el proceso de verificación en el blockchain reciben una recompensa. Manipular el blockchain es humanamente imposible, el proceso que cada transacción necesita para hacerse efectiva es posible porque la red resuelve problemas matemáticos complejos; más o menos como cuarenta mil millones de operaciones matemáticas por segundo.

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La información está compartida a través de todos los usuarios que se dedican al procesamiento de transacciones, un servicio útil que es necesario para que la red de pagos funciones de manera segura. De esta forma Bitcoin logra prescindir de terceros para comprobar controlar las operaciones que requiere una transacción.

¿Cómo se generan nuevos bitcoins? Los bitcoins se generan a través de un proceso llamado mining o minería y se lleva a cabo gracias a las personas que están conectadas a la red de Bitcoin para minar o generar nuevos bitcoins. Cualquier persona puede unirse a esta red; se necesita instalar un software que realiza operaciones matemáticas complejas que automáticamente libera nuevos bitcoins. La red, como recompensa, premia con bitcoins a quienes ofrecen este servicio. Cuanta más gente empiece a minar, la dificultad de resolver los problemas matemáticos incrementa automáticamente asegurando el ritmo en que se generan nuevos bitcoins. El número total de Bitcoins que se puede generar es veintiún millones de monedas, actualmente circulan alrededor de trece mil. Se prevé que la totalidad de bitcoins que pueden ser generados sea alcanzado en el 20140. Un solo bitcoin es divisible a ocho cifras decimales, lo que quiere decir que la cantidad máxima de unidades gastables supera los dos mil billones. El proceso de minar bitcoins es proporcional a cuán sofisticado es el hardware que se emplea. Esto quiere decir que, mientras más sofisticada sea la computadora que use para resolver los problemas, las posibilidades de resolver los

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problemas matemáticos y ganar bitcoins serán mayores. Hoy en día el proceso es tan complejo que se necesita de hardware especializado para minar efectivamente.

¿Cómo puedo adquirir bitcoins? Los bitcoins se crean a través de un proceso llamado minería. Hoy en día minar es una actividad bastante compleja para el usuario promedio pero existen diversas maneras en conseguir bitcoins. Para obtenerlos, uno puede comprarlos a quien ya los posea, o mediante el intercambio de bienes y servicios. Los bitcoins tienen una naturaleza virtual, por lo que no podemos tenerlos físicamente. A pesar de esto es necesario poseer una billetera virtual para guardar bitcoins, parecido a una cuenta bancaria. Estas billeteras pueden ser guardadas en la memoria de tu computadora o también almacenadas en cualquier servicio que actualmente ofrecen varios sitios web y están conectadas a la red Bitcoin. Existen varias formas de adquirir bitcoins; hay páginas web que venden al precio de cambio real como Coinbase; alrededor del mundo hay poco más de trescientos cajeros automáticos que venden bitcoins; hay sitios como LocalBitcoins que te ayuda a encontrar iniciar un intercambio de bitcoins con personas cerca de tu ubicación. Bitcoin es un software libre, lo que está incentivando a muchas empresas en generar métodos de intercambio -como apps móviles- que sean amigables para las personas.

¿Qué tan legal es Bitcoin? 22


Alrededor del mundo gobiernos de distintos países han mostrado cierta preocupación hacia Bitcoin por su falta de regulación. Al ser una moneda que puede ser utilizada anónimamente, es un potencial instrumento que –de hecho- se ha empleado para actividades ilícitas como el lavado de dinero, tráfico de drogas y venta de pornografía infantil. Pocos son los países que han prevenido explícitamente el uso de Bitcoin mediante alguna ley; actualmente Islandia, Bolivia, Ecuador, Kirguistán y Vietnam son los únicos que tienen un cierto nivel de prohibición en su territorio.

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Las 5 claves para entender eso del “Bitcoin” Por Adriana Buitrago Con el desarrollo de la tecnología las personas han tenido la oportunidad de conocer nuevos países, idiomas y costumbres desde su ordenador pero, también ha influido en la economía creando nuevas formas de intercambio. El mundo virtual es un universo que, a pesar de que no es algo tangible, permite realizar muchas acciones y transacciones mientras se ahorra tiempo y dinero. Un ejemplo básico de este tipo de situaciones son actividades como: comprar vuelos, realizar cursos en línea; comunicarnos por video llamadas, comprar ropa; zapatos, libros, etc., que, aunque ya nos parezcan básicas, era algo imposible de considerar unas cuantas décadas atrás. Así, ante la necesidad de usar un medio de pago diferente a las tarjetas de crédito y débito y, en sí, del dinero mismo (en físico), se desarrolló una nueva forma de intercambio, a modo de moneda, llamada Bitcoin.

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Ésta es una moneda virtual que se creó en el año 2009. En sí, no es dinero, pues las compras con esta moneda se asemejan más a intercambios como los que se hacían en un mercado de trueque en donde el intercambio entre mercancías se hacía de acuerdo con la utilidad que le representa el producto a la personas que están haciendo el intercambio, es decir, haciendo referencia a una especie de valor monetario; como sucede con las monedas fiduciarias de todos los países que se respalda por la producción nacional. El experto, Juan Carlos Varón, profesor de operaciones financieras de la Universidad de los Andes, explica que “el bitcoin es una moneda virtual que funciona como un sistema de pagos, basado en archivos de computador. Es un mecanismo a través del cual se pueden hacer transacciones para hacer pagos de bienes y de servicios por internet”. Según la información de la página web de bitcoin esta moneda usa tecnología entre pares para operar sin una autoridad central o bancos. La gestión de las transacciones y la emisión de bitcoins se llevan a cabo de forma colectiva por la red. Bitcoin es de código abierto, su diseño es público, nadie es dueño o la controla y todo el mundo puede participar.

Las curiosidades En el mapa se puede visualizar que en gran parte de América y de Europa la moneda es recibida en distintos establecimientos. En una economía como la europea, esta moneda está creando su mercado a pasos agigantados. Es así como en España “La calle Serrano de Madrid” pasó a llamarse “calle bitcóin”, esto

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se debe a que desde el año 2014 muchos establecimientos ubicados en esta cuadra están recibiendo la moneda como medio de pago. Es más, en esta calle también se encuentra un cajero bitcóin, que convierte inmediatamente un billete de euros en su equivalente en bitcóins. Entonces, si usted por estos días está por viajar a España y llega a la ciudad de Madrid podría acercarse a esta calle para experimentar como es realizar pagos con esta moneda. 1. Obtenerlos: Según información encontrada en la página oficial de la moneda virtual, una de las formas para obtener bictoin es siendo “un minero” como ellos han denominado a la persona que ingresa al portal. Este minero debe hallar, por medio de unas pruebas, minas de bitcoins y cada vez que descubra una mina, las monedas virtuales serán de su propiedad. 2. Monedero: Como un método de seguridad, la página también le proporciona la opción de crear un monedero virtual en el cual podrá guardar sus monedas disminuyendo el riesgo de perderlas. 3. Riesgos de su uso: Existe un escepticismo muy marcado entre los empresarios, pues la moneda es muy inestable, presenta alzas y bajas en su precio en periodos de tiempo muy cortos y, como no está respaldada por ninguna producción de algún país, ni por oro y mucho menos petróleo, genera una inseguridad negociar con ella. En el caso colombiano, el Banco de la República se pronunció mediante un comunicado, recordando que, de conformidad la Ley 31 de 1992, establece que el peso es el único medio de pago de curso legal con poder liberatorio ilimitado. En

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consecuencia, el Bitcoin “no es un activo que tenga equivalencia a la moneda legal de curso legal en Colombia al no haber sido reconocido como moneda en el país”, señaló el comunicado. 4. Marco regulatorio: El experto Varón aclara que “el Bitcoin no tiene ninguna regulación desde el punto de vista legal nacional ni internacional”. En sí, el bitcoin tiene el problema de que no existe un marco regulatorio, generando riesgos para las personas que lo utilizan, porque no hay reglas, responsabilidades, ni garantías para los que lo usan. Entonces, existen muchas inquietudes pues, al ser un mecanismo no regulado, puede ser usado para pagos de actividades delictivas como compraventa de narcóticos ramas o cosas de este estilo. En Colombia, las empresas financieras tienen prohibición desde la Superintendencia Financiera de no recibir pagos en monedas virtuales. 5. Precio del bitcoins: no se puede establecer, en sí, un precio de intercambio, pero según estimativos de las personas que lo usan un bitcoin equivale a US$427,6, aproximadamente. Claro está que éste valor puede variar a diario, al igual que cualquier otra moneda. Según el economista.es , analizada con el experto Juan Carlos Varón, Finanzas Personales hizo las cuentas y hoy, con un dólar aproximado a los $3.163, el bitcoin equivale a $1.350.632 en Colombia.

Recomendaciones de los expertos 27


Como ya hemos visto, el bitcoin no es un mecanismo regulado, no tiene un respaldo, es decir, no existe un sistema de reserva que la respalde; pero es un desarrollo tecnológico que ha venido ganando fuerza y a la gente le gusta explorar cosas nuevas. Según los expertos, aunque cada vez es menos experimental al crecer su uso, usted debe tener en cuenta que Bitcoin es una nueva invención que está explorando ideas que nunca antes se han intentado. Como tal, su futuro no se puede predecir por nadie. Entonces, recuerde que con una ausencia de reglamentación clara y responsabilidades para los que participan en ese mercado, el que lo utilice debe estar consciente de los altos riesgos que corre. Antes de usar el bitcoins hay que informarse de cómo funciona. Sin embargo, Félix Moreno de la Cova, uno de los impulsores de la iniciativa, se muestra optimista: “Hay unas 110.000 transacciones al día. Se estima que el próximo año haya 1 o 2 millones”. Aunque aún no se note a pie de calle, el mercado está creciendo.

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Mitos generalizados de por qué Bitcoin facilita el fraude Por Ben Doernberg Muchos analistas presuponen que la tecnología Bitcoin es el culpable de la alta tasa de fraude, principalmente por su naturaleza supuestamente anónima e imposible de rastrear. Muchos usuarios tempranos de Bitcoin, incluyendo los criminales, también han confiado en esto, y con frecuencia en su propio perjuicio. La naturaleza de Bitcoin es que es dinero rastreable. Todas las transacciones Bitcoin quedan registradas, de manera totalmente transparente y abierta, en la cadena de bloques y en miles de copias distribuidas por todo el mundo que pueden ser inspeccionadas por las víctimas, los investigadores y las autoridades. En los primeros días de Bitcoin, todavía no se habían desarrollado herramientas y técnicas sofisticadas para hacer conexiones entre las transacciones y facilitar el rastreo de la actividad económica,

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pero ahora mismo es un espacio en el que numerosas startups del ecosistema están focalizando su atención como por ejemplo Coinalytics. Por otro lado, Bitcoin no es anónima. Es cierto que los usuarios de la red no proporcionan su nombre u otra información de identificación en la propia red, pero sin embargo sí suele ser necesaria la identificación para la compra de bienes y servicios o intercambiar criptomonedas por dinero fíat. Y dado que, todas las transacciones quedan registradas, las víctimas del fraude o las autoridades pueden seguir el hilo de una transacción para rastrear todos sus movimientos. Para permanecer en el anonimato, el estafador debe convertir todas sus ganancias en bienes o servicios o a otra moneda sin que nadie conozca su identidad. Y prueba de ello ha sido el juicio al administrador de Silk Road, sobre el que The Verge aseguraba que “Bitcoin es el mejor amigo de la policía”. Además, más allá del análisis forense de la cadena de bloques, el porcentaje de operaciones en bitcoin que llevan a cabo el Know your Costumer (KYC) y el cumplimiento van en aumento, haciendo cada vez más dificil el intercambio a fíat de forma anónima. Y de hecho, fue un informe realizado por la casa de cambio Bitstamp la que ayudó a las autoridades en el caso del agente de la DEA Carl Force, acusado de lavado de dinero y fraude electrónico durante su trabajo en las investigaciones en Silk Road.

¿Es entonces la tecnología Bitcoin, en sí, el problema?

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Si la tecnología Bitcoin ya no hace que sea más fácil para los estafadores y timadores que desaparezcan con el dinero, ¿tiene alguna manera de facilitar las propias estafas? Investigadores de la Universidad Southern Methodist realizaron la primera investigación académica sobre las estafas Bitcoin e identificaron cuatro categorías de estafas relacionadas con la criptomoneda: “programas de inversión de alto rendimiento, estafas en inversiones mineras, estafa en servicios de carteras y estafas en las casas de cambio”. Estas categorías se pueden condensar aún más en dos: inversiones fraudulentas y malas conductas de custodia, en las que un proveedor de servicios huye con los fondos que se había comprometido a mantener a salvo. En ambos casos, la estafa es perpetrada por convencer a las víctimas de confiar al estafador con sus fondos, y posteriormente los fondos no se utilizan para los fines previstos. ¿Hay algo en la tecnología o el código Bitcoin que ofrece a los estafadores la capacidad de engañar a los usuarios finales en la toma de buenas decisiones sobre dónde almacenar o invertir sus fondos? Está claro que no, pero tampoco se puede negar que la complejidad de Bitcoin puede ser una ventaja para los estafadores. Las víctimas sin tantos conocimiento tecnológicos y del mundo de los negocios son a menudo incapaces de evaluar si el producto que se ofrecen es técnicamente factible o si una empresa en busca de su inversión tiene un plan realista para aprovecha una necesidad genuina del mercado. Sin embargo, esto no pueden ampliarse a la tecnología de las monedas digitales como tal.

Catástrofes en la custodia de bitcoins 31


Como ha señalado el experto en Bitcoin Andreas Antonopoulos “los seres humanos han utilizado los controles de seguridad física durante miles de años. En comparación, nuestra experiencia con la seguridad digital es de menos de 50 años”. Al carecer de la capacidad técnica para mantener sus propios fondos en monedas digitales seguros, muchas personas han confiado sus tenencias a carteras o exchanges de custodia. Sin establecer las mejores prácticas, con la autorregulación del sector, sin la concesión de licencias del gobierno, o sin un sistema de reputación efectivo, los usuarios finales han debido identificar por su cuenta las instituciones de custodia de confianza, y no se puede negar que su trayectoria ha sido mala. La gran mayoría de estas empresas han perdido históricamente, al menos, algunos de los fondos de sus usuarios, ya sea por incompetencia o por robo descarado. Afortunadamente la seguridad en las monedas digitales es un campo en rápida evolución. Ha habido avances significativos a nivel técnico, sobre todo el surgimiento de esquemas multifirma, que dividen el control de los fondos entre varios dispositivos y / o entidades. Nuevos proveedores de seguridad para empresas como BitGo ayudan a las instituciones de custodia a frenar a los hackers externos y al fraude por información privilegiada, además de que los usuarios finales pueden ahora almacenar sus propios fondos en dispositivos de hardware especialmente diseñados para ello, como Trezor o Case. En resumidas cuentas, los custodios que desaparecen con fondos no es nada nuevo. Sin embargo, la innovación puede disminuir la necesidad de custodios y ayudar a los custodios bienintencionado para que presten los servicios a sus clientes sin ningún contratiempo, pero ninguna tecnología puede

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detener al ingenuo de entregar su dinero a un estafador. La combinación de educación, mejores prácticas, reputación y / o certificación será necesaria para que el objetivo de evitar la mala conducta en la custodia se materialice.

Las inversiones con altos rendimientos Los productos de inversión con altos rendimientos (High Yield Investment Productos – HYIP, en inglés) son una forma de esquemas Ponzi que prometen altas tasas de retorno y que amplían sus operaciones con los fondos de inversores posteriores, para poder pagar a los inversores iniciales. Esta vieja estafa, perfeccionada por Bernie Madoff, ahora se ha movido a Internet; Paul Burks está acusado de haber manejado más de 850 millones de dólares en Zeek Rewards, el mayor esquema en Internet conocido, que fue cerrado en 2012 por la SEC. La comunidad Bitcoin también ha tenido su propia actividad en el área de los Ponzi. La SEC presentó cargos en 2013 contra Trendon Shavers, operador de“Bitcoin Savings and Trust”, que supuestamente obtuvo 4,5 millones de dólares antes de colapsar y no poder pagar a los inversores el 7% de interés semanal que les había prometido. El Ponzi más grande relacionado con la criptomoneda ha sido MyCoin, con sede en Hong Kong, que llegó a amasar 8,1 millones de dólares de inversores que no parece que tengan muchos conocimientos sobre la moneda digital. Aunque parezca increíble, muchos estaban dispuestos a “invertir” su dinero en un sitio web llamado Ponzi.io, que ofrecía a los primeros inversores la oportunidad de “¡hazte rico con el primer esquema Ponzi abierto al mundo!”.

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Otra forma común de inversiones estafa son las empresas que realizan ofertas de valores no registrados, en las que ofrecen a desconocidos a través de Internet la oportunidad de invertir en su empresa y recibir una parte de los beneficios futuros. A medida que estas ofertas se hicieron más populares, mercados de valores de las monedas digitales como Havelock surgieron para facilitar este proceso. Mientras que algunas de estas empresas devolvieron beneficios a sus inversores, como Satoshi Dice, otros muchos simplemente desaparecieron con el dinero. Neo & Bee fue tan lejos como para abrir ubicaciones físicas en Chipre antes de que se supo que los fondos habían desparecido y los fundadores huído del país. Pero una vez más, este tipo de actuaciones no tienen absolutamente nada que ver con la tecnología Bitcoin en sí. Una última categoría en este apartado involucra empresas mineras de la moneda digital que pretenden alquilar tiempo en su equipo de minería a usuarios públicos. En esencia, los consumidores alquilan tiempo en una máquina de impresión de dinero que no pueden verificar que existe. Como predijo correctamente el desarrollador principal de Bitcoin en aquel momento, Gavin Andresen, dichos acuerdos “no tienen sentido. Sospecho que muchos de ellos resultan ser esquemas Ponzi “. De hecho, la prevalencia de estos planes ha disminuido drásticamente en los últimos años, aunque en su mayoría debido a cambios en la economía de la minería, como resultado de la caída en el precio del bitcoin.

Las altcoins como fraude A raíz del éxito de Bitcoin, se han creado cientos de monedas digitales diferentes, a menudo denominadas altcoins. La mayoría de ellas son implementaciones de Bitcoin con unas

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pocas variables; La principal innovación detrás de 42coin, por ejemplo, fue que tiene un máximo de 42 monedas en oposición a los 21 millones de bitcoins. Otros prometen cambios más sustanciales, tales como procesamiento de transacciones más rápido, una mayor privacidad, o una forma alternativa de asignación de poder de decisión dentro de la red. Mientras que algunos creadores de monedas trabajan duro para producir algo verdaderamente útil, muchos otros recurren al engaño en busca de ganancias rápidas. Más allá de simplemente exagerar las capacidades técnicas o de innovación de una moneda, los creadores de altcoins que han servido para estafar comparten: • Han extraído monedas para sí mismos antes de lanzar la moneda al público en general. • El software de minería que lanzan deliberadamente mina lentamente, por lo que los creadores pueden minar con más éxito con software no manipulado. • Participan y promueven la manipulación del mercado para que se produzca un pump-and-dump, y en ocasiones abandonan el desarrollo de la moneda poco tiempo después de su lanzamiento. • Se comprometen a entregar los bienes físicos de los primeros inversores y luego no lo hacen. • El software de minería o de cartera contiene malware diseñado para robar la moneda digital. • Han mentido sobre alianzas con grandes empresas como Amazon. La complejidad de Bitcoin hace que sea más fácil para los estafadores hacer declaraciones engañosas acerca de las capacidades técnicas de su moneda y manipular el código

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para beneficiarse a sí mismos en formas que son difíciles de detectar, pero por lo demás estos comportamientos no son significativamente diferentes de cualquier otra forma de fraude al consumidor.

Si no es la tecnología Bitcoin, entonces ¿por qué ha habido fraude en Bitcoin? Si la tecnología de la criptomoneda no es la responsable de la omnipresencia del fraude en el ecosistema, entonces ¿qué es? Existen siete factores culturales e históricos que podrían explicarlo: La falta de claridad y la confusión generalizada sobre la situación legal y regulatoria de Bitcoin de 2009 a 2013. Muchos criminales y víctimas por igual creían que debido a que el hecho de que Bitcoin no estaba”reconocida por el gobierno” no era un crimen robarlos u obtenerlos de una manera dehonesta. Además, hubo una percepción generalizada de que la policía no era capaz de encontrar y detener a los autores de delitos relacionados con las monedas digitales. Después de una serie de casos legales de alto perfil que han involucrado a Bitcoin, esta perspectiva ha cambiado. En ausencia de licencias gubernamentales, extensos historiales, y medios de comunicación eficaces e independientes, los usuarios de divisas digitales han tenido que confiar exclusivamente en su propio juicio para evaluar las oportunidades de inversión y servicios de custodia. Especialmente en los primeros días de Bitcoin, entregaron su dinero a los malos actores y a los incompetentes; este patrón ha podido haber llegado a su fin con la profesionalización del espacio.

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La marginación de los negocios de divisas digitales por las principales instituciones financieras y de un entorno normativo claro ha hecho muy poco atractivo para las empresas con experiencia y los empresarios honestos adentrarse en el espacio. Como resultado, incluso los operadores de empresas honestas en el espacio han tendido a ser amateur, reservadas, y aisladas de las relaciones con las instituciones de confianza que llevar a cabo algunas de las funciones de investigación de antecedentes para que los usuarios tengan confianza en ellos.Comportamientos que hacen levantar las alarmas en cualquier otra industria, tales como el uso de seudónimos por un operador de una empresa, la falta de honradez de la ubicación física y jurisdiccional de la empresa, y la incapacidad para trabajar con negocios establecidos o instituciones financieras, han sido habituales en el mundo de la moneda digital. Esto está mejorando, pero a medida que empresas como Coinbase y Circle aplican los requisitos de KYC y la cancelación de órdenes, ha llevado a más usuarios hacia las empresas más opacas y al mercado negro. Históricamente, la base de usuarios de Bitcoin ha tenido una tolerancia al riesgo extraordinario, incluso se ha caracterizado por la búsqueda del riesgo. Muchos han descubierto Bitcoin arrastrados por el interés en los juegos de azar en línea, o estaban dispuestos a correr el riesgo de ir a la cárcel por comprar drogas en internet. También llegaron a conseguir ganancias ridículas simplemente tpor tener bitcoins. Y esto consecuentemente tiene dos efectos: dstán más dispuestos a asumir un riesgo con “dinero gratis”, y a menudo tienen un sentido exagerado de su propia sofisticación como inversores. Algunos están simplemente dispuestos a invertir dinero en 10 empresas sabiendo que 5

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de ellas pueden ser estafas, y entender el fraude y los robos como el costo colateral de hacer negocios. Esto está cambiando como consecuencia de que la base de usuarios que compró durante el 2013 equilibran el perfil de los usuarios tempranos (2009-2012). Gran parte del fraude en el espacio implica operaciones que no son legales en sí. Por lo tanto, los usuarios esperan la deshonestidad y el caos, por lo que es difícil diferenciar entre los operadores y los estafadores en un mercado opaco. Y esto también puede implicar que los usuarios sean reacios a cooperar con la policía cuando se convierten en víctimas de estafas. El ecosistema ha preservado históricamente el anonimato y ha evitado las listas negras, por lo que es más fácil escapar con fondos robados. Esto está cambiando ahora que las casas de cambio han empezado a rechazar fondos y a bloquear a usuarios. Sin embargo, desde que empresas como Coinbase y Circle bloquean a usuarios que envían fondos a destinos no deseados, tales como webs de juego, y la comunidad empieza a creer que estas empresas están cooperando más estrechamente con la FBI y otras agencias, dejan de sentirse cómodos con ellas, y puede llevar acarreado que la gente se mueva hacia empresas más opacas. Por último, la increíble subida del precio de 2013 atrajo a malos actores, creó una sensación generalizada de urgencia que allana el camino para decisiones arriesgadas e impulsivas, e hizo que muchos sintieran un exceso de confianza. Por tanto, si analizamos la fotografía completa, podemos concluir que no es que se trata de una tecnología que es incapaz de ofrecer seguridad y protección a los

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consumidores, sino más bien que es un ecosistema joven que está avanzando desde sus raíces rebeldes hacia una alineación más próxima con el sector financiero tradicional. Si finalmente esto ocurrirá y cuándo lo hará sigue estando en el aire.

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Bitcoins: ¿la moneda que nos hará libres? El Bitcoin es más que la primera moneda virtual. La tecnología que la sustenta consigue una nueva forma de regulación que, según los expertos, cambiará para siempre las transacciones financieras. Su crecimiento estimula a uruguayos a invertir de varias formas, todos ellos confiados en que es un regalo traído del futuro. Por Mariángel Solomita Digamos que la prensa ha tratado al Bitcoin como los programas de chimentos a las vedettes: un día lo enaltece y otro lo denigra. A su favor, dijo que la creación de la primera moneda virtual cambiará para siempre el sistema monetario y financiero, reduciendo los costos de las transacciones digitales, aumentando la rapidez, transparencia y seguridad en el intercambio de valores, y planteando un modelo que quita del medio a las autoridades centrales que validan la emisión de una moneda. Ingenieros, contadores y economistas aseguran que el sistema que hay detrás de su funcionamiento, llamado Block- chain, es

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el tercer invento tecnológico más importante luego de la computadora y de Internet. Y que tendrá decenas de aplicaciones de gestión que promuevan la descentralización. Además, la mayoría de los usuarios argumentan que ahorrar en bitcoins es una cuestión filosófica: en lugar de poner su dinero a merced de las decisiones de un gobierno, confían en el desempeño de una estructura que depende del uso de miles de computadoras en red. Pero también hay malas noticias. Como las transacciones son anónimas, al Bitcoin se le acusa de haber facilitado los negocios de narcotraficantes y de ser un refugio para el lavado de dinero. Investigar los éxitos y fracasos de este sistema implica toparse con un caos de leyendas y rumores. Pero el Bitcoin espera. Sobrevive y espera. Como si tuviera el secreto para un buen destino que solo sus usuarios más leales son capaces de imaginar. Uno de ellos es Nicolás Jodal, ingeniero fundador de la empresa de software Artech, creadora de GeneXus. En su pedestal de héroes, el creador del Bitcoin Satoshi Nakamoto se luce junto a Paul Graham, autor de la primera empresa proveedora de servicios de aplicación, y Colin Chapman, diseñador, inventor y constructor de los autos Lotus. Jodal dice que siente admiración por la Blockchain porque es “una resolución brillante a un problema técnico que desvelaba a los informáticos”: cómo hacer para transferir dinero en Internet sin intermediarios y sin que el dinero se duplique, porque el problema que tienen los archivos digitales es que se pueden copiar. Es un “invento genial”, “un bicho raro”, “la entrada a un mundo diferente”. Y más. El Bitcoin, como el oro, es de naturaleza finita. Es como si Nakamoto le hubiera dado la vuelta a un reloj de arena en el momento de la emisión de la primera moneda, en el año 2009. Según la estructura que ideó, en 2100 se terminará de

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emitir el último bitcoin, completando así los 21 millones que circularán en Internet. Pero si al oro lo respalda un principio químico, al Bitcoin uno matemático. Es que hasta este momento Internet no sabía cómo transmitir un valor sin que una autoridad central confiable lo validara, como sucede con los giros bancarios o Paypal o Western Union. Lo que Nakamoto inventó fue una manera segura de intercambiar dinero electrónico persona a persona, libre de autoridades.

La gran apuesta. Santiago es argentino pero vive en Montevideo desde hace cuatro años. Descubrió el Bitcoin en 2013, en Twitter, cuando Anonymous publicó que esa moneda era lo más importante que estaba pasando en el mundo. “Entonces empecé a googlear y no entendí nada. Es muy complejo al principio comprender cómo funciona la Blockchain, sin embargo comprar y vender es tan fácil como manejar un e-mail”. El primer paso para ahorrar en bitcoins es tener una billetera virtual, aplicación muy simple de usar que se descarga de los cientos de mercados de bitcoins que se encuentran en Internet (también llamados exchanges). Para abrirse una, a Santiago le pidieron que presentara un recibo de sueldo o algún documento que justificara sus ingresos. Cuando quiso comprar, le dieron un número de cuenta al que enviar los dólares. Él los transfirió desde su cuenta en el banco Itaú, aunque también se puede pagar en Redpagos. Unas horas más tarde tenía sus primeros dos bitcoins en la billetera virtual, que guarda en su celular. El trámite para vender es el mismo. Hay otras formas de adquirirlos, como comprar y vender bienes y servicios usando este valor como divisa, medio de pago que

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se acepta en cientos de empresas como por ejemplo Dell, Microsoft o la firma que dirige Jodal. Otra opción es simplemente intercambiar dólares por bitcoins, transfiriendo la moneda de una billetera a la otra mediante un código que se escribe o se escanea. El Bitcoin es un código abierto, un conjunto de números encriptados. Así compraron por primera vez Sebastián y Carmen: en un quiosco de la Plaza Independencia que tenía en la fachada la palabra Bitcoin escrita con una luz de neón roja. Llevaron US$ 4.000 en efectivo y se fueron con la billetera virtual cargada. Tres meses después, cuando la cotización se duplicó, vendieron. “Fue un buen negocio. Nosotros lo sentimos como algo del futuro. Es como que el futuro está ahí y la mayoría de la gente no lo sabe”, dicen.

El puzzle. Todas las transferencias que se realizan, como las que hicieron Santiago, Sebastián y Carmen, se agrupan cada 10 minutos en forma de bloque; el acumulado de bloques forma la Blockchain, que es un registro público de todas las operaciones. “Es como si fuera un libro contable al que cualquiera puede acceder”, explica Bruno Gili, contador asociado de CPA Ferrere. Y agrega: “Es una tecnología disruptiva que está generando un enorme impacto y va a cambiar la forma en que operan los agentes financieros”. Para validar esas operaciones, Nakamoto creó un mecanismo competitivo entre miles de computadoras sofisticadas capaces de resolver varios ejercicios matemáticos por segundo, a las que apodó mineros. Si alguien quiere minar, tiene que comprar una de estas máquinas e instalar el programa Bitcoin. Jodal

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cree que la adrenalina es tanta que es comparable a una carrera armamentista. Cada bloque se sella con la resolución de un puzzle matemático de alta complejidad que los mineros deben resolver. El primero en lograrlo obtiene como recompensa una suma de bitcoins que, a su vez, es el único medio de emisión de la moneda. “Este mecanismo descentralizado regula las operaciones al tiempo que evita que el sistema pueda ser hackeado, como suele sucederle a los bancos y a las tarjetas de crédito”, dice Santiago. ¿Cómo se logra? La potencia computacional es tan grande que la red tiene más poder que las 50 computadoras más importantes del mundo: más que las de la NASA, el Pentágono y el FBI juntas, dice Santiago. Otra forma de ilustrar su fortaleza es por su consumo de energía: los mineros distribuidos por el mundo utilizan tanta electricidad como un país pequeño. Según el plan de Nakamoto, cada cuatro años esa emisión de bitcoins se reduce a la mitad. Al día de hoy, cada 10 minutos hay un minero que gana 12,5 bitcoins: unos US$ 12.387. La minería suele concentrarse en países con costos de energía bajos, como Islandia, Georgia, Noruega, y principalmente China, habitual constructor de estas computadoras y el país con mayor número de usuarios de los 16 millones de bitcoins que ya fueron emitidos. Incluso en Uruguay hubo y hay mineros. Daniel Armand Ugón fue uno de ellos. “Tuve una experiencia poco rentable porque para minar la computadora trabaja sola, pero consume mucha electricidad y acá es cara”. La norma mundial suele ser que los mineros generan bitcoins y los venden, “pero los uruguayos generaban y guardaban, porque les había salido más caro conseguirlos que comprarlos”. Otra metodología es trabajar en cooperativa, “asociándote con otros mineros que tengan

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muchas más computadoras para así poder resolver los puzzles con mayor velocidad y luego repartir las ganancias en partes proporcionales”.

Tiembla el oro. En los primeros meses de 2017 la cotización del Bitcoin creció un 27%, hasta que el 3 de marzo hubo celebraciones, porque por primera vez superó el precio de la onza de oro: cotizó en US$ 1.293, US$ 70 por arriba del metal. En sus ocho años de vida el Bitcoin multiplicó por 50 su valor, pero también ha tenido oscilaciones de hasta un 40% en un mismo día. Así, convive con la doble fama de ser una moneda volátil para ahorrar y un buen negocio para especuladores. Santiago es de los que ahorran: “Como son escasos y la emisión es fija, gente como yo piensa que si aumenta su popularidad, el precio del bitcoin va a crecer. Yo los compré convencido de que recién en 20 años voy a tocarlos, pero sé que pueden valer US$ 100.000 o cero. ¿Cuánto invertir? Es un número muy personal, porque tiene que ser una cifra que estés dispuesto a perder”. En cambio, Sebastián prefiere especular: “En todos lados me decían que ahorrara en bitcoins, que es como el oro, pero para mí no es un ahorro sino una inversión a corto plazo como las acciones, porque es dinero que se puede perder. No creo que por ahora se le pueda llamar ahorro, ¿sabés por qué? Porque al menos Uruguay todavía no está preparado”. En nuestro país es difícil encontrar economistas y contadores expertos en Bitcoin. Solo tres de los nueve contactados para esta nota se animaron a opinar. Bruno Gili y Mayid Sáder coinciden en que, por el momento, se posiciona como una

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reserva de valor interesante por su constante crecimiento, pero no como un medio de pago. “El problema es que los gobiernos arreglan las crisis con emisión fiduciaria, todos se están endeudando en lugar de enfrentar los problemas, es como un placebo a futuro. Y la gente está pensando, ¿cómo hago para guardar ahorros para mis nietos sin salir perjudicado por devaluaciones? Compro tierra, compro oro, compro bitcoins: es una nueva oferta”, plantea Sáder. Gili cree que es un riesgo aceptable para inversores jóvenes o sofisticados, “con potencial para superar un error”, aclara. “En un portafolio de inversiones, tener algo en bitcoins no es una locura”. En la vereda de enfrente está Diego Vallarino, docente del posgrado de sistema de información de la UdelaR. “Es complicado entender su comportamiento porque no tiene reglas de juego claras. ¿Quién se anima a invertir así? Esa volatilidad tiene una explicación económica monetaria y es que atrás de la moneda no hay nada que sustente su valor”, plantea. Según Vallarino, el Bitcoin no prosperó como medio de pago porque para los que están por fuera de su comunidad no hay nada que diga cuál es exactamente ese valor que tiene. “Para ser una moneda masiva necesita ser regulada, si no seguirá siendo un medio de intercambio para cierto tipo de inversores”. Este nivel de incertidumbre aparece como la principal explicación de por qué algunos bancos de Canadá, China, Estados Unidos y Australia no quieren relacionarse con operaciones de Bitcoin. “En países con monedas fuertes los temores son razonables, porque podrían perder capacidad de control de su política monetaria”, dice Gili. Pero el Bitcoin espera porque sabe que llegó para quedarse. Sus usuarios crecen a tal ritmo que el tamaño de los bloques

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no dan abasto, demorando cada vez más las validaciones de las transacciones. Esto tiene enfrentados a un grupo de mineros con los desarrolladores de la moneda. Es que algunos quieren agrandar el tamaño de los bloques para ser más efectivos ante la demanda, lo que implicaría un cambio de protocolo. Y hacerlo no es tan simple ni tan lógico, porque este sistema fue milimétricamente diseñado por un ingeniero que, para colmo, nunca reveló su verdadera identidad: Satoshi Nakamoto es un apodo. “Pero es dueño de 1 millón de bitcoins, así que vamos a saber quién es el día que venda uno solo de ellos. Pero, ¿sabés qué?, prefiero no saberlo, creo que la historia es más linda así”, dice Jodal, uno de sus usuarios más leales, de esos que creen que el destino del Bitcoin hará del mundo un lugar mucho más libre.

Aprovechar los excedentes de energía renovable. Daniel Armand Ugón tituló el proyecto que se encuentra desarrollando como “Bitcoin Battery”. Según su opinión, la Blockchain también podría servir como una aplicación industrial (además de la financiera que es). Su idea es utilizar los excedentes de energía sustentable que se están acumulando en el país y guardarlos en forma de bitcoins, activo que luego podría servir para, a su vez, comprar energía cuando se necesite. De esta forma, Armand Ugón cree que podría generar una baterías virtuales que le permitan minar con mayor competitividad. Los mineros locales no suelen alcanzar los niveles de rentabilidad de países como China o Noruega puesto que los costos de energía locales son muy altos. Bitcoin Battery está en marcha, y es una de las ideas que el economista Mayid Sáder ayuda a viabilizar.

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Cinco razones por las que bitcoin nunca podrá desbancar al euro o al dólar El anonimato de las transacciones y la independencia de bancos centrales y estados que caracterizan la operativa de la divisa digital son incompatibles con las normas internacionales. ¿Confiarían los ciudadanos en una moneda no respaldada por ninguna institución o empresa conocida? ¿A quién pedir cuentas en caso de un fallo en el sistema? Según su última cotización, un bitcoin tiene un valor en el mercado equivalente a 79,824 euros, a 106,23 dólares o a 69,264 libras esterlinas. Se calcula que existen 11,5 millones de bitcoins en circulación en todo el mundo, con un valor aproximado de unos 2.500 millones de dólares (cerca de 1.900 millones de euros); que el número de transacciones diarias en esta denominación supera las 43.000 y que son ya

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miles las empresas que aceptan esta divisa virtual como medio de pago. Por si aún no la conoce, bitcoin es una moneda electrónica con la que se pueden intercambiar bienes y servicios a través de internet. No tiene un soporte físico, aunque se puede intercambiar por otras divisas como euros o dólares; y no está controlada por ningún Gobierno, banco o entidad financiera sino que son los propios usuarios los que, con sus transacciones, determinan la cantidad de bitcoins en circulación y hacen fluctuar su valor de mercado. Desde su creación en 2009, con el objetivo original de crear un mecanismo no monetario (en el sentido estricto del término) para valorar el intercambio de servicios entre desarrolladores web y de software, su implantación global no ha parado de crecer y hoy es moneda aceptada de cambio en numerosos establecimientos. La cuestión es: ¿conseguirá bitcoin convertirse en la alternativa digital que conseguirá desbancar a las divisas tradicionales? Según un informe de BBVA Research, no faltan motivos para pensar que la moneda digital acabará desplazando a las actuales divisas convencionales, pero no está nada claro que sea bitcoin la que provoque ese movimiento de placas tectónicas en el sector financiero. ¿Por qué? Por estas cinco razones. 4. 1. Está sujeta a una gran volatilidad. Ser un sistema descentralizado, cuyo funcionamiento no está controlado por ningún banco central ni ningún gobierno nacional tiene sus ventajas, “la economía de las personas”, como defienden los promotores de bitcoin, pero también inconvenientes.

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La crisis bancaria de Chipre desencadenó una adquisición descontrolada de bitcoins que disparó su valor un 600% y, de paso, puso de manifiesto la extraordinaria exposición de esta divisa virtual a los movimientos especulativos... y, por consiguiente, las dudas que genera como instrumento de acumulación de valor, una de las características esenciales de cualquier moneda. 5. 2. Implantación limitada como moneda de cambio. Hoy se cuentan por decenas en España y por miles en todo el mundo los establecimientos que aceptan bitcoin como moneda de cambio, e incluso grandes empresas como el gigante americano de la distribución Wall Mart o SevenEleven comercian con esta divisa virtual. Sin embargo, su implantación continúa siendo muy restringida. 6. 3. Sin respaldo del sector financiero tradicional. Algunos bancos han comenzado a ofrecer bolsas específicas a sus clientes para operar con bitcoins, principalmente a demanda de éstos. Sin embargo, la implicación de la banca tradicional en el entorno de esta divisa ha sido marginal. Influye en esto el propio diseño de la moneda electrónica que garantiza el anonimato en las transacciones, algo que dificulta la gestión del riesgo operativo, legal e incluso de la morosidad en el crédito. Además, es incompatible con los controles legales de los estados en materia de financiación del terrorismo o blanqueo de capitales. Esto ya ha generado algún problema en Estados Unidos, donde el Departamento de Seguridad Nacional ya ha obligado a embargar alguna cuenta bancaria vinculada a transacciones en bitcoins. 7. 4. Falta de apoyo institucional. Estas lagunas en materia de control hacen difícil que bitcoin consiga el respaldo

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institucional necesario para convertirse en una divisa de uso común. Porque, como se preguntan los investigadores de BBVA Research, ¿confiaría usted en una moneda respaldada por un desarrollado completamente desconocido? ¿guardaría sus ahorros en un monedero digital sin la cobertura, por ejemplo, del fondo de garantía de depósitos, que le garantiza 100.000 euros en caso de quiebra de su entidad? ¿a quién se responsabilizará en caso de un fallo del sistema? 8. 5. El problema de la confianza. Todas esas preguntas nos llevan a una cuestión clave: confiarían los ciudadanos en una moneda digital como bitcoin. “Para que las monedas digitales tengan éxito deben garantizar plena confianza y eso implica necesariamente el reconocimiento de los gobiernos y las instituciones financieras”, asegura el informe del servicio de estudios de BBVA. Tal vez no sea bitcoin, pero parece claro que la moneda digital es el futuro del sector financiero. “Es más fácil de manejar que el dinero en metálico, los cheques o las tarjetas de plástico, se puede llevar en dispositivos móviles u ordenadores de mano, abarata el coste de las transacciones...La aceptación mundial de una moneda digital estimularía las transacciones internacionales y aumentaría la oferta de servicios financieros para una mayor número de personas”, concluye el informe de BBVA. “La moneda digital está trastocando el dinero convencional al igual que ésta desplazó a las monedas basadas en materias primas, y éstas, a su vez, reemplarazon al trueque”.

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El auge del bitcoin hace temer una burbuja de activos Por Izabella Kaminska y Paul Murphy Las valoraciones estratosféricas del bitcoin han contribuido a que las monedas virtuales superen los 50.000 millones de dólares, lo que alimenta temores de que se esté fraguando una burbuja de activos en un mercado que no está regulado. Cada vez un número mayor de monedas digitales, conocidas como alt-coins, se está sumando a una tendencia especulativa que ha llevado a algunos valores a multiplicarse un 500% en la última semana. El fuerte repunte del precio del bitcoin, que este mes ha aumentado un 55%, ha llevado a la moneda virtual a superar el precio del oro. La especulación ha beneficiado a algunos sistemas de pago anónimos, que están siendo utilizados por los ciberdelincuentes que hacen ataques a gran escala como el “ransomware”, que el viernes pasado se propagó por todo el mundo. Aparte del bitcoin, hay más de 830 alt-coins que van

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desde el Litecoin, un serio competidor del bitcoin, al MiketheMug. El aumento de las ofertas iniciales de monedas (ICOs, por sus siglas en inglés) - que son emisiones de crypto monedas no reguladas en las que los inversores pueden captar dinero en bitcoins u otras criptomonedas, está detrás de esta posible burbuja, que además ha captado la atención de abogados y profesionales del sector financiero. Muchos temen que las ICOs, que intentan comercializarse como una alternativa al capital riesgo como forma de captar liquidez para las empresas, incumplan la legislación en materia de valores. “Una ICO emite criptomonedas en lugar de acciones y bonos, aunque eso es irrelevante para la esencia de la actividad, que es captar capital de la sociedad en general”, explica Ajit Tripathi, responsable de fintech de PwC. Los reguladores se están empezando a percatar de la importancia de este sector y, en muchos casos, todavía no saben cómo gestionar el bitcoin. Hasta el mes pasado, Japón no tomó medidas para ajustar la regulación de las operaciones en bitcoin. Los analistas opinan que muchos pequeños inversores están operando con allt-coins de los departamentos de informática de las empresas, lo que no escapa al control de los altos ejecutivos. Muchos tienen fortunas virtuales, pero son incapaces de liquidar su dinero, ante las medidas de los bancos de cara a evitar el blanqueo de capitales. “Los empleados están utilizando sistemas para aumentar su patrimonio personal. En este proceso, los sistemas corporativos, se están relacionando con el mundo de la delincuencia”, opina Brian Lord, ex subdirector de inteligencia y operaciones cibernéticas de la agencia británica de seguridad electrónica GCHQ. Lord, ahora director de prácticas cibernéticas del grupo PGI, cree que es muy probable que muy pocas empresas tengan

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reguladas las operaciones con criptomonedas en sus sistemas. Por otra parte, parece que las ICOs están empezando a captar la atención de los profesionales del capital riesgo, como el multimillonario Tim Draper, que este mes anunció su intención de invertir en el lanzamiento de Tezos. “Nos están vendiendo un sueño. A mucha gente le emociona la incertidumbre de si el sueño se hará o no realidad”, explica Arthur Hayes, operador de Bitmex, una bolsa de derivados de criptomonedas. Otros operadores se muestran más cautelosos sobre el potencial del mercado. “¿Qué si es sostenible? Claro que no. Pero se mantendrá durante un tiempo. El mayor riesgo es que la SEC intervenga”, opina un operador.

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Bitcoin: ¿una moneda electrónica peligrosa? ¿Estaría dispuesto a invertir en este tipo de dinero a pesar de que carece del reconocimiento de las instituciones financieras? Cada vez más las monedas digitales, como bitcoin, litecoin, dogecoins y otras, se compran con mayor frecuencia, utilizando moneda convencional y la minería. Asimismo, se usan para pagar diversos productos y servicios, tanto virtuales como reales, en países como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, China, Canadá. Este auge nos lleva a cuestionarnos si este tipo de dinero prosperará en México, ya que no son monedas de curso legal y las instituciones reguladas del sistema financiero mexicano no están autorizadas para usar ni efectuar operaciones con este medio de pago. Esta moneda virtual apenas empieza a tomar impulso en nuestro país. A principios del mes de abril, en el Bit Center

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Tijuana, se colocaron los dos primeros cajeros que permiten realizar transacciones de compra y venta de bitcoins. Por otro lado, en Internet existe una gran cantidad de sitios donde el cibernauta puede adquirir productos con este tipo de dinero o simplemente comprar bitcoins, litecoins, dogecoins. Aun cuando puede ser considerado como un sistema financiero moderno y seguramente con grandes expectativas de crecimiento en otras naciones, de hecho Bank of America Merril Lynch (BofAML) destacó que bitcoin es un competidor serio para el intercambio de divisas y, especialmente, en el comercio electrónico, no significa que el ritmo de adopción será el mismo en México. El bitcoin forma parte de un concepto conocido como “moneda criptográfica” y es intercambiable como el euro o el dólar, y su valor depende del número de usuarios activos que la compren, así como de los comerciantes que la acepten como medio de pago. En México no tiene el respaldo del Banco de México, que finalmente es quien se encarga de promover el desarrollo del sistema financiero y propiciar el buen funcionamiento de los sistemas de pago. Así que al no estar regulada por las autoridades financieras, el Banco de México y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios Financieros (Condusef) alertaron que cualquier persona o comercio que utilice o acepte algún tipo de moneda virtual como forma de pago, lo hace bajo su propio riesgo y responsabilidad, ya que el uso de estos activos supone una elevada volatilidad y posibles pérdidas monetarias. Debido a que no es una moneda oficial,no existe forma de que los usuarios puedan reclamar en caso que sospechen que son o han sido víctimas de un fraude o algún quebranto, por un cambio repentino y abrupto en su valor o por la suspensión en su cotización.

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El dinero electrónico es, sin duda, un atractivo económico para muchos debido a que su valor va como viento en popa. Un bitcoin se consigue a un precio de 450 dólares aproximadamente, pero en sus inicios estaba en menos de un dólar e incluso llegó a pasar de los mil dólares en algunos momentos. Por su parte, un litecoins se ubica entre los 11.54 y 13 dólares, mientras que el valor de los dogecoins es de mucho menos de un dólar; mil dogecoins tan sólo representan 0.45 centavos de dólar, según la empresa Bitcoin 42. Se espera que el uso de bitcoinse eleve a medida que aumenten los pagos móviles. En el 2013, Gartner estimó que el valor de este tipo de transacciones en todo el mundo movería 235,000 millones de dólares, después de crecer un 44%. Las transferencias de dinero son la operación más realizada por esta vía, con un 70% del total, frente a la compra de artículos, que supone un 20%. Al ser bitcoin la moneda más popular se convierte en el blanco perfecto de los cibercriminales, quienes invierten recursos en el desarrollo de códigos maliciosos diseñados para robar este tipo de dinero electrónico. La primera metodología usada por los atacantes es la de minería utilizando códigos maliciosos. En este sentido, los ataques capaces de convertir la computadora en zombi resultan provechosos para este objetivo. De ahí que las personas que tengan bitcoins en sus monederos virtuales deben tomar las medidas de seguridad necesarias, ya que éstos pueden ser hackeados y robados, como lo acontecido por la japonesa Mt.Gox, una de las mayores casas de intercambio de bitcoins, la cual, el pasado mes de febrero, cerró su web después de comprobar que estaban desapareciendo bitcoins de los monederos electrónicos depositados en su sitio.

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Si ya es participe de este mercado o estรก pensando en sumarse a esta actividad, deberรก estar consciente de todos los riesgos que esto implica, y a su vez en un momento dado asumir su debida responsabilidad.

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Los fraudes y estafas online, el reverso oscuro del auge del Bitcoin Por Andrea Núñez-Torrón Una nueva investigación arroja que, de forma paralela al incremento del valor de la criptomoneda, ha aumentado el número de estafas online de todo tipo ligadas al Bitcoin. Tras sellar una fantástica recta final de 2016 coronándose como la divisa más rentable del mundo, batir su récord histórico, ser propuesta por algunos políticos para convivir con el euro, o llegar a cotizar más alto que una onza de oro, el Bitcoin también es usado por muchos ciberdelincuentes para perpetrar ataques de forma ilícita a través de diversas variantes. Un estudio elaborado por la empresa de seguridad ZeroFox muestra un aumento en los crímenes digitales y fraudes

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relacionados con la moneda virtual durante las tres primeras semanas de marzo, justo cuando el Bitcoin intentaba hacerse un hueco -finalmente sin éxito- en los mercados financieros convencionales, dada la necesidad de regulación que demandan sus defensores. Las estafas variaron desde simples intentos de phishing a esquemas piramidales, pero la constante en todos los casos es que el logotipo de Bitcoin fue utilizado como reclamo para ganar la confianza de los objetivos de los delincuentes, dado el creciente interés en la moneda y el aumento de su valor, ligado a la incertidumbre geopolítica, la recesión económica y a fenómenos recientes como la victoria de Trump o el Brexit. Durante un período de tres semanas, ZeroFox rastreó 3.618 URL únicas vinculadas a esas estafas y observó unas 8.742 publicaciones de redes sociales relacionadas con ellas, aunque aclaró la cantidad y la autoría de los grupos criminales responsables, aprovechando el mantenimiento de la moneda por encima de los 1.000 dólares, un nivel que no se veía desde finales de 2013. Cuando los precios de la criptodivisa cayeron tras la decisión del 10 de marzo de la SEC (la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos), que no aprobó el proyecto del primer fondo cotizado de Bitcoin, el Wiklevoss Bitcoin Trust, también se constató una caída del 16% en el volumen de estafas durante los días siguientes. “Los precios de Bitcoin que alcanzan nuevos máximos hacen que la moneda sea más tentadora tanto para los estafadores como para sus nuevas víctimas potenciales“, afirmó Phil Tully, científico de datos de ZeroFox. Ya se realizan 3.000 transacciones diarias con la criptomoneda local de Liverpool Las estafas no se caracterizaban por un alto grado de sofisticació, ya que la mayoría intentaban engañar a los

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usuarios invitándolos a instalar aplicaciones maliciosas o prometiendo dinero gratis a cambio de un pago inicial. ¿El principal problema? El carácter anónimo e irreversible de estas transacciones con tecnología blockchain facilita la desaparición de los delincuentes. En los casos observados por ZeroFox, las tácticas se combinaban a menudo con estratagemas más habituales en redes, como los perfiles falsos con fotografías robadas para hacer que la estafa parecía más legítima. “Al final el Bitcoin, al igual que las redes sociales, depende de la confianza basada en la comunidad, por lo que cuando ciertos miembros violan dicha confianza, pueden arruinar algo bueno para todos”, puntualiza Tully.

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La guía completa de las estafas con Bitcoin Le presentamos una breve guía de las estafas con Bitcoin más comunes en Internet, como páginas web falsas, el esquema de Ponzi o phishing. Al tiempo de emisión de este artículo, el mercado de capitalización de Bitcoin supera los 7 billones de dólares. Es una gran cantidad de dinero, y mucha gente está al tanto de eso, incluidos un montón de estafadores que quieren tomar un pedazo de ese pastel digital. Ya sea un novato en criptomonedas o un experto en el ecosistema, conviene saber cuáles son las estafas más comunes con Bitcoin.

Páginas web falsas

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En enero de 2016, un usuario de Reddit posteó su experiencia después de ser estafado por una página web falsa. La página en cuestión imitaba al mercado de criptomonedas ShapeShift.io. El sitio lucía casi igual, pero una mirada cuidadosa reveló que le faltaba una letra (la f) a la URL. ShapeShift fue notificado y posteó una entrada en su blog alertando a los usuarios. Esto no fue un incidente aislado. Hay otros sitios falsos sobre páginas como BitStamp, Bitcoin Foundation, Blockchain.info, entre otras. Este tipo de sitios hacen dinero al robar los datos del login de los usuarios, o engañando a los usuarios para que envíen fondos a sus monederos. Incluso, hay unos que los consiguen a través de las publicidades de Google. Solución: No hacer clic en fuentes no verificadas, especialmente de correos electrónicos. Hay que chequear que se haya escrito correctamente la página y revisar el certificado SSL, que es https.

Engaños con una oferta de compra ¿Encontró a alguien que tiene bitcoins para vender, o acepta pagos por mercancías y servicios en Bitcoin? Puede que le esté mandando dinero a un estafador y al final no reciba nada a cambio. Los estafadores incluso puede que falsifiquen identificaciones o se hagan pasar por un miembro respetado de la comunidad. Hay muchas variantes de esta categoría: “Haz publicidad con nosotros”, en la cual los estafadores se hacen pasar por un sitio de Bitcoin reputable. Los estafadores se hacen pasar por un vendedor y un comprador previo satisfecho para engañar al usuario. Para

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hacer la oferta tentadora, usualmente ofrecen bitcoins por debajo del precio del mercado. Los estafadores recolectan dinero por equipamiento que los usuarios nunca reciben. Solución: Siga su instinto. Si una oferta es demasiado buena para ser cierta, probablemente lo sea. Solo utilice compañías o servicios de confianza, revise cuidadosamente la URL de las páginas web y las direcciones de correo electrónico. Si hay dudas, contacte al servicio al cliente para hacer confirmaciones. Si los fondos se transfieren localmente, intente conocer a la persona personalmente.

Estafas con el esquema de Ponzi (y MLM) Las estafas con el esquema de Ponzi son fáciles de reconocer, sin importar lo profesional que se vea un sitio. Los estafadores que usan este sistema saben cómo manipular a las personas, prometiéndoles que harán dinero fácil. Los grupos más comunes, y más peligrosos, con Bitcoin son las estafas en los depósitos con intereses en Bitcoin y los grupos de minería. El primero funciona al ofrecer a los inversores un acuerdo de depósito. Les prometen que tendrán ganancias altas en sus depósitos después de un período de tiempo. Estas promesas nunca se cumplen, o solo lo hacen al principio, y además, terminan perdiendo todo su dinero. En 2015, 3000 inversores sufrieron la pérdida de 3 billones de dólares en el escándalo de MyCoin. El segundo opera al ofrecer al inversor la oportunidad de minar bitcoins sin necesidad de lidiar con el hardware y el mantenimiento requerido. Estas compañías le ofrecen a los inversores ganancias rápidas y fáciles con su inversión.

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Solución: Evitar los sitios con este tipo de promesas. Grupos serios nunca van a garantizar una ganancia inmediata en la inversión. Los testimonios de otras personas no son de confiar, muchas personas no se dan cuenta del error hasta que es demasiado tarde.

Suplantación de Identidad Uno podría asumir que los miembros de la comunidad Bitcoin son más tecnológicos que otros, y que nunca podría ocurrirles algo como una suplantación de identidad. De todas formas, esto realmente pasa. En diciembre de 2014, BitPay perdió 1.8 millones en Bitcoin gracias a un ataque de phishing. Una rápida mirada por Reddit revela que también sucede en páginas como Bitstamp, LocalBitcoins, Coinbase y Blockchain.info. Solución: No haga clic en fuentes no verificadas, incluyendo correos electrónicos. Siempre observe que el nombre del sitio esté bien escrito y el certificado SSL (https).

Estafas a través de aplicaciones y plugins Esta modalidad es relativamente nueva. En noviembre de 2015, la comunidad Bitcoin recibió un aviso acerca de una aplicación de LocalBitcoin falsa, disponible para Android. Recientemente, en marzo de 2016, apareció la aplicación en Chrome “BitcoinWisdom Abs Remover” que roba los bitcoins al reemplazar los códigos QR por unos falsos en los mercados más populares.

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Solución: Es difícil predecir qué clase de app o plugin aparecerá en un futuro. Incluso, las aplicaciones tienen 5 estrellas en las críticas, así que no se puede confiar en ellas. Lo mejor es ser extremadamente cauteloso, dirigiéndose al servicio de atención al cliente para verificar que la aplicación y el plugin sean veraces.

Estafas de grandes autoridades en Bitcoin Esta es una de las estafas más difíciles de ver, porque los estafadores parecen tener una gran autoridad dentro de la comunidad Bitcoin. Por ejemplo, se cuenta con el caso de Cryptsy, que nunca les informó a sus usuarios que perdieron 6 millones de dólares en Bitcoin tras un hackeo en 2014, y en su lugar, bloquearon los retiros de dinero en Bitcoin. Antes que sucediera este caso, se tiene todo el incidente con Mt Gox, en donde se perdieron 744.000 bitcoins. Recientemente, los falsos organizadores del London Bitcoin Forum se desaparecieron con el dinero reunido con las ventas de los boletos y el aporte de los patrocinantes. El evento, pautado para el 23 y 24 de marzo de 2016, prometía dos días con charlas de los líderes más prominentes de la industria Bitcoin, oportunidades de trabajo, presentaciones y mucho más. Muchos sitios de noticias, compañías y miembros hicieron publicidad al evento e hicieron planes para asistir a él, hasta que se reveló que era una estafa bastante elaborada. Solución: No se puede decir “solo use servicios en los que confíe”, porque este consejo carece de sentido aquí. Sin embargo, puede minimizar los riesgos al dividir el almacenamiento de los bitcoins a través de diversos monederos, o incluso almacenándolos en frío. Conclusión:

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Las estafas Bitcoin no le están haciendo ningún favor a la imagen de la criptomoneda. ¿Es la evolución natural a una moneda descentralizada? La falta de regulación y la autoregulación de la comunidad Bitcoin les hace la tarea fácil a los estafadores. Es poco realista pensar que las estafas con Bitcoin se detendrán en un futuro, así que nuestra única esperanza es mantenerse informado y protegido. Fuente: Coingecko

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Tres motivos para estar nervioso por la burbuja del bitcoin Por Matthew Lynn Mil, 2.000 o 3.000 dólares. Podría llegar a los diez mil hacia finales de mes y no dejar de subir. Aunque casi todos los mercados del mundo son ligeramente positivos este año, la criptomoneda bitcoin se ha disparado hasta los 2.650 dólares, ha duplicado con creces su valor solo este año y alcanza nuevos récords casi a diario. Pero un momento: los bitcoins en sí puede que sean muy nuevas pero los movimientos de precio así no lo son. En realidad, empieza a parecer una burbuja y eso debería preocupar a los inversores porque es un aviso de que las locuras financieras han vuelto y llevarán a la sobre-inversión y la especulación salvaje. Y porque las burbujas estallan inevitablemente y cuando suceda, las pérdidas pueden propagarse de forma imprevista. Si ha tenido suerte o ha sido listo y ha juntado algunos bitcoins en su momento, de cara al verano se sentirá mucho

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más pudiente. El lunes, el valor de los bitcoins se acercó a los 2.200 dólares, su máximo histórico. Si invirtió 1.000 dólares en la moneda electrónica en 2010, ahora valdría nada menos que 35 millones (en lugar de 2.500 dólares si lo hubiera hecho en el S&P 500). No mucha gente es tan rápida pero si había acumulado un poco cuando el precio se hundió por última vez en 2014, su dinero se habría casi cuadruplicado. Solo en el último mes, el precio ha subido un 61% y tiene pocos visos de parar ahí.

¿Llegará a ser un activo convencional? Hay muchas razones válidas por las que el bitcoin aumenta de precio. Aumenta su importancia junto con las demás criptomonedas a medida que más y más empresas la aceptan como forma de pago y los reguladores como inversión legítima. Podría perfectamente salir del mundillo tecnológico y convertirse en un activo convencional, como el dólar, los valores, el oro o los bonos. En una economía global donde cada vez más negocios se hacen electrónicamente, lo lógico es que haya un sistema de pago puramente electrónico. Si la bitcoin se está convirtiendo en eso, el precio debería subir, sobre todo porque hay muy pocas en circulación. Pero un aumento del precio del 61% en un mes no es normal. No hace falta dedicar tiempo a debatir si es una burbuja o no porque resulta obvio. Lo interesante es cuáles serán las consecuencias y cuánto daño podría hacer cuando estalle. En un nivel, la respuesta podría ser no mucho. Con tanto bombo sobre las monedas electrónicas, todavía no son una operación financiera enorme. Hay 16.346 bitcoins ahí fuera, con un valor actual agregado de 35.000 millones de dólares

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Puede que lleguen a valer 40.000 o incluso 50.000 millones de dólares cuando lea este párrafo pero en el contexto de los mercados globales de capital no es una suma importante. El mercado de Apple tiene un valor de 805.000 millones de dólares. Todo el oro del mundo alcanza un precio combinado estimado de 8,2 billones de dólares. El valor del mercado de bonos de Estados Unidos se calcula en 31 billones de dólares. Su importancia no es parecida ni por asomo. Associated British Foods, una compañía relativamente sosa de la que probablemente nunca ha oído hablar, tiene un valor parecido al de todas los bitcoins juntas y los mercados no se van a hundir si quiebra.

Tres razones a tener en cuenta En otro nivel, sin embargo, la burbuja podría importar mucho. Veamos tres razones por las que debería preocupar a los inversores, independientemente de que tengan criptomonedas en su cartera o no. Primero, como cualquier fiebre, llevará a la sobre-inversión y de ahí a una mala asignación de capital. Solo este mes, una empresa llamada RSK Labs recaudó 3,5 millones de dólares por un “contrato inteligente” de bitcoin. Coinbase, una empresa nueva de monedero digital, recaudó 75 millones de dólares en financiación. Cualquiera que tenga tiempo esta semana podría querer sumergirse en un fondo de capital riesgo con alguna idea innovadora que tenga que ver con los bitcoin. Quizá salga con 10 millones y una promesa de más financiación cuando se agote. Desde luego, algunas serán ideas geniales y ganarán mucho dinero pero muchas otras serán endebles y no prácticas, y malograrán mucho efectivo que podría haberse destinado a alguna otra cosa más útil.

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Después, anuncia el regreso de las fiebres. En cualquier mercado prolongadamente alcista, siempre hay uno o dos activos cuyo precio se vuelve loco. Pueden ser las acciones punto com, las empresas de exploración especial, los apartamentos en el centro de Londres o las gestoras de fondos de cobertura, o si nos retrotraemos mucho, las acciones de radio o las compañías ferroviarias sudamericanas. Siempre hay alguna. Cuando hay una burbuja en curso, sabemos que se acerca la cumbre de un mercado alcista y que, tarde o temprano, caerá. Por último, si los bitcoin quiebran, tal vez no perjudique mucho. En los mercados de capital pueden desaparecer 30.000 millones sin dejar mucha huella. Lo preocupante es que los bitcoin no son un activo cualquiera: son dinero, aunque no convencional. Como aprendimos en 2008 y 2009, cuando parte del sistema financiero se empieza a derrumbar, de repente el edificio entero se tambalea. No sabemos realmente qué contratos están vinculados a las criptomonedas, qué derivados se han enganchado a ellas o hasta qué punto están incrustadas en el sistema financiero. Lo que sí está claro es que en un estallido lo sabremos enseguida y las pérdidas podrían propagarse de forma imprevista. Por ahora, la bitcoin va viento en popa. No hay manera de saber cuál puede ser su valor real. El pico de la subida quizá esté lejos pero cuando baje no serán solo sus propietarios quienes lo van a sufrir.

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El bitcoin, en subida libre, ya vale el doble que una onza de oro Por A.S.S. El rally del bitcoin desafía los temores a una burbuja y se ha desbocado en el último mes con subidas adicionales de otro 100%. Hace dos años resultaba impensable que el bitcoin pudiera rivalizar con el oro como alternativa de inversión más valiosa. En mayo de 2015 la divisa virtual cotizaba cerca de los 250 dólares, mientras que el metal precioso rozaba los 1.200 dólares la onza. El precio del oro, dos años después, se mantiene muy cerca de estos niveles, en los 1.250 dólares. En este mismo periodo el bitcoin ha sufrido una revalorización próxima incluso a los cuatro dígitos, de hasta el 980%. El resultado es una cotización que se ha disparado hasta alcanzar por momentos

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incluso los 2.700 dólares, más del doble del precio de la onza de oro. La ruptura por primera vez de la barrera de los 2.000 dólares ha acelerado, si cabe, el rally del bitcoin. Desde que conquistara este nivel, y en menos de una semana, ha acumulado una ganancia adicional superior al 35%. Con este nuevo tirón, la escalada sólo en el último mes roza el 100%, pese al freno que registró a raíz del ciberataque a escala global de hace un par de semanas, y que reclamaba un rescate en bitcoins.

Alertas de un pinchazo en la burbuja La continua avalancha de nuevas inversiones ha elevado el mercado de bitcoins por encima de los 40.000 millones de dólares. Los inversores continúan desafiando las continuas advertencias sobre el peligro de un posible ‘crash’ en el mercado de bitcoins. Las alertas inciden no sólo en el insostenible ritmo de subidas que registra su cotización. Destacan que el hecho de no estar respaldada por ningún gobierno ni depender de un emisor central deja al bitcoin ‘sin paracaídas’ en un eventual desplome. Un derrumbe en una divisa clásica, añaden, provocaría al intervención de la autoridades por el impacto que podría alcanzar en los mercados financieros.

Japón, Corea y EEUU relevan a China En los últimos meses se ha diversificado la procedencia de la entrada de dinero. Al inicio del año China concentraba hasta el 90% de la negociación en las plataformas de negociación

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de bitcoins. El goteo bajista del yuan animaba a la búsqueda de una alternativa de inversión. Japón, y en menor medida Corea del Sur, han tomado el testigo de China como el origen mayoritario de los nuevos fondos que continúan llegando al bitcoin. La decisión de las autoridades niponas de autorizar la divisa virtual como forma de pago válida ha disparado el interés de los inversores japoneses. Los partidarios de la criptodivisa van más allá y apuntan a la posibilidad de que el bitcoin se haya convertido en una opción atractiva para inversores con mayor formación, con un perfil más ‘largoplacista’ y que buscan un ‘refugio’ en medio de la incertidumbre política que azota a los mercados financieros y, en particular, a la principales divisas. Los más escépticos sobre el bitcoin, en cambio, afloran la opción de que el auge de la negociación en Japón y en Corea del Sur se deba a que los inversores chinos hayan optado por las plataformas niponas y coreanas para continuar con sus inversores evitando así los mayores controles anunciados por las autoridades del gigante asiático. Las últimas jornadas, coincidiendo con el nuevo acelerón en el rally de la divisa virtual por encima de los 2.000 dólares, la contratación ha registrado un brusco repunte en el mercado estadounidense.

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¿Otra burbuja? La alta volatilidad del Bitcoin alimenta el temor a que estalle Por Susana Campo El Bitcoin vuelve a ser noticia. Los ciberdelincuentes que han atacado a diferentes empresas españolas y a otros países como Rusia o Reino Unido pidieron un rescate por valor de 300 dólares (274 euros aproximadamente) en Bitcoins por cada ordenador afectado. El ataque, considerado ya uno de los mayores de este tipo, infectó alrededor de 125.000 ordenadores en más de cien países. Al cambio actual, los 300 dólares en bitcoin equivalen a unos 17 céntimos de dólar, dado que la moneda virtual tienen un valor actual de 1.756 dólares, según los datos de CoinMarketCap. Pese a la magnitud del ataque, los ciberdelincuentes solo habrían logrado 36.000 dólares (32.800 dólares aproximadamente), una cantidad minúscula en comparación con el alcance mundial del ataque.

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La posibilidad de pagar de forma anónima, y muy difícil de rastrear, convierten al Bitcoin en la moneda preferida de los cibercriminales. No tiene que depender del sistema bancario, ni intermediarios, y luego se puede intercambiar por la moneda o activo que más interese. En el ultimo año, su popularidad está en aumento. Con una revalorización a lo largo del año 2016 del 96%, el bitcoin ha seguido creciendo como la espuma en estos cinco primeros meses del año, marcando algunos hitos, como superar el precio del oro por primera vez en su historia este mes de marzo. A día de hoy la onza de oro cuesta 1.231,68 dólares. Otro dato que explica su buena acogida es que desde el 1 de enero, cuando un Bitcoin equivalía a 978,62 dólares, hasta hoy (1.756 dólares), su precio se ha incrementado en un 44 por ciento. No obstante, su precio es muy volátil. De hecho, tras el ciberataque mundial del pasado viernes la moneda cayó levemente desde los 1.856 dólares con los que inició la jornada hasta los 1.756 dólares, actuales. La divisa virtual, creada en 2009, superó por primera vez los 1.000 dólares a finales de noviembre de 2013, cuando alcanzó 1.137 dólares. Pero su cambio llegó a caer hasta el entorno de los 200 dólares en enero de 2015. Y desde entonces, su comportamiento no había sido tan espectacular hasta este 2017. Entre los motivos que explican el repunte del valor de bitcoin figura que Japón aceptó en marzo a la moneda virtual como método de pago y Rusia también podría dar ese paso en los próximos meses. Quién no parece dispuesto, por el momento, es EEUU. En el mes de marzo, a través del supervisor estadounidense, la SEC, decidió no aceptarla como fondo cotizado. Una decisión que podría cambiar en los próximos días ya que el 15 de mayo la SEC volverá a pronunciarse.

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La masa monetaria de bitcoins es de 16,3 millones de monedas virtuales, que suman una capitalización de 28.692 millones de dólares, lo que supone más de la mitad de los 55.053 millones de dólares que suman el centenar de criptomonedas que existen en la actualidad. Las otras dos monedas virtuales con mayor capitalización son Ripple con una masa monetaria de 9,3 millones de dólares y una cotización de 0,2 dólares, y Ethereum, con 8,6 millones de dólares y un valor de 94,05 dólares. En cualquier caso, tras el ataque masivo, el bitcoin vuelve a estar en el ojo del huracán porque parece es un instrumento al servicio de los delincuentes por la dificultad para rastrear la identificación de un pago. Su regulación es un asunto que preocupa a las autoridades, entre ellas, la UE que quiere poner en marcha regulaciones para el bitcoin, concretamente para quienes cuentan con una cartera en propiedad.

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OneCoin y el vicio de estafar Por AquilesJulián Los timadores redomados, los que tumbaron con TelexFree su dinero a muchísima gente y luego con otros esquemas fraudulentos, como Wish Club, Libertagia, Donaciones Solidarias y pirámides financieras por el estilo, han migrado ahora a las llamadas “criptomonedas”, códigos informáticos sin ningún tipo de valor real, para lograr el timo perfecto: vender humo. Las “criptomonedas” no pasan de ser una broma de nerds. ¿Por qué? Porque toda moneda es una deuda que asume un Estado y un Banco Central. Las monedas son, entonces, nacionales. Si una institución bancaria privada lanza algún tipo de moneda, esta tiene que respaldarse en dólares o cualquier otro título valor que garanticen a quienes las adquieran, almacenen o empleen, el valor de su propiedad y está regulada por las instituciones financieras del Estado en que opera esa entidad. Eso significa que yo no puedo, como particular, “emitir” una moneda, pues tendría que someterme a las políticas

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financieras del país en que resido y opero y a las leyes de esa nación. ¿Qué país y qué banco central emitió el llamado “bitcoin”? Pues ninguno. De hecho, su origen está signado por el misterio y la fábula. Por un mito. Y como “moneda virtual” carece de dos características de la mercancía: valor de uso y valor de cambio, aunque posee “valor especulativo”, sobre todo por la fantasía de fabulosas ganancias originadas en la ansiedad especulativa y humo dorado vertido en podcasts en las redes sociales. Esa modalidad en que se intercambian dinero real (dólares) por códigos informáticos inútiles (bitcoins), que no sirven para nada ni con los que se puede comprar nada, originará los próximos millonarios ficticios que tendrán, como sucedía con los incautos que cayeron en el timo TelexFree, unas supuestas ganancias en pantalla de sus “inversiones” que no podían redimir, hasta que la Policía y la Justicia norteamericana intervinieron (tardíamente). Dentro de ese mundo de apariencias y promesas exageradas, un grupo de timadores de variopinto origen se han apandillado en uno de esos esquemas fraudulentos: One Coin, que ha sido sistemáticamente denunciado y perseguido como timo en distintos países. Ahora están defraudando en Colombia y ya están penetrando en Rep. Dominicana, prometiendo los millones de Chanflán para tumbarle el dinero a todos esos ilusos que sueñan con dinero fácil y con que alguien “los hará ricos”. Prepárense para oír el griterío de los timados. Hay gente que ni piensa... Ni aprende.

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¿Estamos ante una burbuja en el bitcoin? Por Nir Kaissar. Es difícil justificar el alza de 351% que ha tenido la moneda desde que fue lanzada en 2010. Desde que reventaran las burbujas de las empresas punto com en el 2000 y la del mercado inmobiliario en 2008, detectar este tipo de fenómenos se ha vuelto en una obsesión. De hecho, inversionistas han vislumbrado este fenómeno en bonos, acciones, el oro durante los últimos años. No usaría la palabra “burbuja” para describir a ninguno de estos activos. Por ahora. Pero sí daría ese epíteto a una cierta criptomoneda que está haciendo fama y fortuna: el bitcoin. El bitcoin tiene todos los atributos de una burbuja en crecimiento. Primero, es novedosa. Es un sistema de pago digital que permite a los usuarios realizar transferencias de manera directa sin la interferencia de gobiernos, bancos centrales, entre otros.

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En el libro “Tulipmanía” sobre la burbuja de los tulipanes en el siglo XVII en Holanda, su autor dice que “es imposible comprender la manía de los tulipanes sin antes entender lo diferente que eran los tulipanes de las otras flores en el siglo XVII”. Lo mismo puede decirse de la Internet en los ‘90 y del bitcoin. Segundo, el bitcoin está rodeado de un secretismo. Compradores y vendedores pueden transar de manera anónima, lo que la hace atractiva para criminales. Su origen es un misterio. Su creador sería Satoshi Nakamoto, pero no está claro si realmente existe. Eso también recuerda a otras burbujas. En su peak, la llamada burbuja de los mares del sur del Reino Unido, una empresa surgió con fuerza por tener “una ventaja de la cual nadie sabía a ciencia cierta qué era”. Tercero, el valor del bitcoin se reduce a lo que el comprador está dispuesto a pagar. Es decir, cualquier precio sería adecuado. El bitcoin ha rentado 351% desde que fue lanzada en julio de 2010. No es fácil justificar un alza de este tipo para cualquier inversión. La distinción entre precio y valor permitió a muchos observadores a advertir que las acciones de la industria de la Internet estaban absurdamente valoradas. Una advertencia similar para el bitcoin no es posible. Durante la locura de las punto com, se le preguntó a Warren Buffett si invertiría en acciones tecnológicas. Él contestó que no las entendía. Lo que realmente quiso decir es que nadie las entendía y tuvo razón. No puedo evitar preguntarme ahora si los compradores de bitcoin realmente entienden la moneda. Sería sabio que ellos mismos lo cuestionaran.

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¿Qué tan legítimo es invertir en bitcoins? Por Leonardo Gómez Jiménez El bitcoin, es una moneda digital sin regulador ni intermediario. Funciona para hacer transferencias por internet, como medio de pago para operaciones entre diferentes monedas, para intercambio de bienes o servicios y para almacenar valor como cuando alguien ahorra dólares o euros. Y aunque Colombia no puede restringir su uso, pues como ocurre en internet, se sale de la jurisprudencia de un país, sí se puede evitar que se hagan transacciones financieras o que un tercero capte recursos de un ciudadano para invertir en bitcoins, con la promesa de aumentar rápidamente su capital. Como es difícil rastrear una transacción en monedas digitales, este método puede convertirse en vía fácil para lavar dinero y evadir impuestos. Y aunque de momento no hay quejas que se asocien con este fenómeno, si es materia de investigación por parte de la

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banca, si las transacciones con bitcoins están relacionadas con la desaparición de dinero de las cuentas bancarias. Al fin y al cabo, la plata está a un clic de pasar de una cuenta bancaria, al monedero virtual de otro usuario. Y eso lo saben hacer bien los hackers. Según el diario El Tiempo, la Superintendencia Financiera emitirá este martes una circular en la que declara ilegal las transacciones con bitcoins en el país. La fuente directa no era la Superintendencia Financiera. Semana.com intentó conocer la versión oficial de la entidad y del Superintendente Gerardo Hernández pero no obtuvo respuesta. Lo cierto es que el Superintendente ha manifestado su preocupación por el tema, especialmente por la dificultad que surge para defender al consumidor. Dice que en este tipo de transacciones no se puede vigilar qué está pasando con la plata de la gente. Si un usuario pierde su dinero o tiene problemas con una entidad bancaria, la Superfinanciera es la competente para resolver esos conflictos ya que su función es justamente, vigilar las entidades financieras y proteger los derechos de los consumidores. Pero si estos, deciden transar con bitcoins, la Superintendencia no puede responder. Se sale de su área de competencia. Así que como no se puede obligar a los ciudadanos a decidir qué hacer con su dinero pero por otro lado hay afán de hacer crecer el capital, la entidad planea ejecutar un programa de capacitación financiera para que la gente sepa dónde invertir su dinero. La semana pasada la Superfinanciera advirtió de tres negocios de captación ilegal masiva de dinero como Proyecciones e Inversiones DMG, Club de Amigos y Proyecto

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Yireh 3 3 y recordó a los ciudadanos con la frase “De eso tan bueno no dan tanto”, que se abstengan de participar en estos negocios que prometen rendimientos exorbitantes en corto tiempo. Esa misma advertencia puede venir con los bitcoins, si se ven como una oportunidad de inversión con crecimiento acelerado garantizado. La prohibición también puede ser para que los establecimientos comerciales con presencia en Colombia, e incluso el comercio electrónico en páginas locales, no permitan hacer pagos con bitcoins. Al final, cualquiera puede decidir invertir en esta moneda y generar buenos beneficios en corto tiempo. El riesgo es que de llegar a perder, no hay una entidad a quien reclamarle. Lo ilegal sería el recaudo masivo de dinero de varias personas con una promesa de ganancia.

Freno al crecimiento Por supuesto, si este sistema no está avalado por la máxima autoridad financiera colombiana, difícilmente crecerá, o por lo menos no lo hará a la luz de lo legal. Y ese es precisamente el problema que le ven los defensores de la moneda virtual. Carlos Mesa, es el director de la Fundación Bitcoin Colombia. En diálogo con Semana.com, dijo que sería un error que declaren ilegal este sistema ya que lo único que lograrán es que se hagan transacciones ilegales. Tecnológicamente no pueden bloquear el sistema, así que al prohibirlo, estarían abriendo las puertas al comercio ilegal y le cerrarían las puertas a las pequeñas y medianas empresas, que pueden ingresar más fácilmente al comercio electrónico con esta moneda, asegura.

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A Mesa le sorprendió el anuncio de una posible prohibición, pues el próximo viernes tiene programado un encuentro con los funcionarios de la Delegatura para riesgos operativos de la Superintendencia. “Ellos mismos me buscaron para hablar sobre el tema y ahora no sé si vayan a cancelarme. Yo esperaría que no tomen medidas hasta no escuchar de nuestra boca, todas las bondades que el bitcoin le puede aportar a la economía”, dijo. Roberto Borrás, el autorregulador del mercado de Valores, dice que en las bitcoins no tiene competencia algún por tratarse de un tema virtual. Cristian Lancheros, analista de Divisas, Acciones & Valores, considera que aunque esta moneda esté cobrando fuerza, mientras no esté respaldada por el gobierno, se limita su circulación y se reducen las garantías. “Es difícil verla como una moneda comercial en la medida en que no es emitida por un banco central como la Reserva Federal o el Banco de la República”.

¿Qué ha pasado en el mundo? Este año las monedas digitales han sido noticia. Lo que ha ocurrido da pie para que en el mundo y en Colombia se trate el tema con pinzas para no repetir, hablando de catástrofes locales, casos como el de la pirámide DMG o InterBolsa. Rusia las declaró ilegales, China prohibió a los bancos transar con bitcoins pero los usuarios pueden comprarlas y venderlas por internet mientras no se toque a la banca. En Singapur, el sistema no se ve como una moneda sino como una mercancía que igual se compra y se vende y por lo tanto debe pagar impuestos.

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En Japón se determinó que no es una moneda pero se analiza gravarlo como un valor, como ocurre con el oro. En Estados Unidos, el debate apenas empieza. Este mes, Mt. Gox, una compañía de intercambio de bitcoins, se acogió a la ley de quiebras de ese país, luego de declararse en bancarrota en Japón ya que desaparecieron 850 mil monedas, quedando así con pasivos de 64 millones de dólares, casi el doble de sus activos. Las declaraciones del homólogo norteamericano de Hernández, el supetrintendente de servicios financieros de Nueva York, Benjamin Lawsky, son tajantes. Dice que es inviable pensar que las monedas digitales desaparezcan, y como está aumentando la cantidad de usuarios, es un tema que no se puede dejar pasar y se hace urgente supervisar lo que está ocurriendo. El gran temor de Estados Unidos, es el lavado de activos y la evasión de impuestos por medio de este sistema. Pero por otro lado está el temor de establecer una regulación tan restrictiva que haga que las inversiones y las compras se vayan hacia otros países. El mejor ejemplo de aprobación y convivencia hasta hoy es el de Reino Unido, donde se estableció una herramienta que busca que quienes inviertan en bitcoins, paguen impuestos de 35 % sobre ganancias. De este modo, desde hace un año es permitido hacer transacciones sin problemas.

Comprar con Bitcoins El mayor desafío es dónde comprar y pagar con monedas virtuales. Todavía son pocos los sitios que lo permiten. Si bien, se puede prohibir que las páginas locales reciban pagos

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con esta moneda, no se puede restringir el uso en el comercio extranjero. Aunque las grandes tiendas tradicionales de comercio electrónico como Amazon o eBay no permiten pagar con bitcoins, ya tienen competidores donde este medio de pago es bienvenido. Tigerdirect.com y Overstock.com son las más populares. Esta última incluso habla en español. Le ofrece al usuario colombiano pagar con diversos medios de pago y recibir el producto en cualquier lugar del país. Según Mesa, estas tiendas han cobrado fuerza desde que el mismo gobierno de Estados Unidos ha permitido y promovido el uso de la moneda. A la larga, mientras las compras se hagan en estas tiendas, sea con cualquier moneda, el país y la industria local, siguen creciendo. Apple por su parte, sacó recientemente de su catálogo la aplicación Blockchain que permitía transar con bitcoins. Todo indica que el cierre se debió a que no es claro en qué países esto es permitido o es ilegal. En Colombia sobran los dedos de una mano para contar los establecimientos que aceptan pagos con monedas virtuales. Hay un bar en Bogotá, un hotel en Bucaramanga y una litografía en Medellín.

Bitcoin como moneda El encanto del bitcoin es que además de ser un medio de pago, es una moneda. Tras la quiebra de Mt. Gox, la moneda cayó de inmediato y perdió 23 % su valor, pero al poco tiempo ya se había recuperado. Los defensores de la moneda dicen que si se tratara de un banco tradicional, el mundo habría colapsado pero aquí, lo

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interesante es que no hay una entidad externa o una autoridad que ponga las reglas y establezca el valor de la moneda, sino que es el mismo mercado, a punta de oferta y demanda, es el que se encarga de eso. Lo cierto es que hay usuarios que invierten en bitcoins para especular. Compran monedas, esperan a que su valor suba y luego las venden. Hay un operador: Secondmarket.com que actúa como canal para inversionistas. Aquí se negocian valores, acciones tradicionales y bitcoins, y por supuesto, se asesora al inversor, lo que fortalece la moneda. La visión de los defensores locales es mayor. Mesa asegura que en cinco años, Colombia podría ser una potencia económica si entiende estos nuevos modelos que están creciendo en el mundo rápidamente, así que sería un error, “un descache del país si se prohíbe ya que perderíamos muchos años mientras el tema se vuelve a debatir en unos años”. En Colombia, el Banco de la República no reconoce el bitcoin como una moneda y defiende la fortaleza del peso. El riesgo es que en una caída del valor de la moneda ¿quién responde?

Temor por lo digital Dejar pasar esta oportunidad, sería repetir errores que ya ha cometido la industria por no ver el valor de lo digital, dice Mesa. Al respecto hay varios ejemplos, como la bancarrota de Blockbuster por no haber aceptado oportunamente la oferta de compra por parte de Netflix que al final, se llevó el mercado, las noticias de internet que se llevan la audiencia de

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los periódicos impresos o las tiendas de música digital que acabaron con las discotiendas. Hoy existen algunos productos de la banca tradicional que perfectamente podría hacer un tercero no bancario, como los giros de dinero. Daviplata es un buen ejemplo de cómo la banca adopta un sistema en el que no cobra comisiones con tal de que el dinero no se vaya a otros negocios ni a otras plataformas. Es natural que la banca tema que se vuelen sus clientes y empiecen a usar estos sistemas virtuales. Por eso, la propuesta de los defensores del bitcoin es que la banca, los adopte. Los bancos podrían ofrecer más servicios a sus clientes, con mejores beneficios si se basan en el modelo de las bitcoins. El primero que lo haga, tendrá una ventaja competitiva frente a los demás. Si una transacción internacional cuesta hoy 50 dólares, podrían valerse de una tasa reducida enviando el dinero por medio del mercado de monedas digitales ya que solo le cuesta 12 pesos, y así trasladarle ese beneficio a los clientes cobrándoles cinco dólares por ejemplo, cuenta Mesa. Lo cierto es que mientras la Superfinanciera no avale el sistema, la banca no lo implementará jamás pues se deben a este organismo como máxima autoridad del sector. Pero si no hay bancos que quieran apostarle al sistema, existen otros mecanismos como los puntos de pago Efecty o Baloto que sí están metidos en el negocio y cobran una comisión de 1 % por cada transacción. Más allá del temor por lo digital, cuando los defensores del bitcoin dicen que esta puede ser una solución efectiva para llegarles a los ciudadanos que hoy no están bancarizados, el sistema se convierte en una clara amenaza para la banca.

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¿Cómo opera en Colombia? En el país es un tema que apenas inicia y es común que se hagan transacciones en efectivo en una cafetería. Hoy apenas 400 personas usan bitcoins eventualmente y solo unas 100 lo hacen de manera regular. Hoy en Colombia no se pueden comprar monedas digitales con tarjetas de crédito. Existe una plataforma para transar: localbitcoins.com que permite la libre compra y venta de monedas pero solo funciona por medio de transferencia bancaria, Efecty, Baloto o vía Western Union. Es decir, el comprador debe ponerse en contacto con el vendedor para obtener los datos, consignar el dinero y de inmediato aparece en la monedera virtual del comprador, la cantidad de monedas que tiene reservadas. Cuando se haga efectiva la transacción, ya no aparecen reservadas sino disponibles. En ese momento se pueden vender o hacer compras. En este portal se ofrece una moneda desde 1 millón de pesos en promedio. Incluso el negocio se mueve de modo más artesanal. Como son pocas las personas que compran y venden y hay ciudades donde solo una persona conoce el tema, las transacciones se hacen cara a cara, en un café se entrega el efectivo o se da el número de cuenta para recibir la consignación. El perfil típico de los usuarios de bitcoins, son personas con alto conocimiento tecnológico, que quieren hacer llegar sus productos al exterior de manera más fácil, que quieren hacer compras fuera del país pagando menos tasas e intereses. Y por ser más proclives al riesgo, los hombres predominan este mercado con 80 %.

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¿Cómo funciona el sistema? Hay un plan finito de generación de monedas hasta el año 2140, según explica Carlos Mesa. Es como pensar en la extracción de petróleo que se da hasta que se acabe, o en otros valores como el oro. Una transacción con bitcoins cuesta 12 pesos que equivale a 0,006 centavos de dólar y a 0,0001 bitcoins. El bitcoin se cotiza en promedio en 560 dólares a la fecha, pero ha fluctuado entre los 200 y los 1.000 dólares. ¿A dónde va a parar ese dinero? Esa comisión es para los mineros, que son quienes se encargan de verificar las transacciones, asegurarlas y crear nuevos bloques bitcoins. Es decir, para la administración del sistema. Cada 10 minutos se crea una nueva cadena de bloques de 25 bitcoins y se genera un documento contable para que la información de los usuarios sea segura y confiable. En los primeros cuatro años (desde 2009) se generaban 50 bitcoins cada 10 minutos, hoy son 25, en los siguientes cuatro años se generarán 12,5 monedas cada 10 minutos y así sucesivamente hasta que se termine de minar la cantidad total en el año 2140. En ese momento se termina la producción de bitcoins pero el sistema sigue funcionando.

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Al César lo que es del César, pero ¿quién respalda al bitcoin? Todos hablan sobre el bitcoin. Richard Branson acaba de empezar a aceptar bitcoins como forma de pago para los vuelos en Virgin Galactic, que ofrece vuelos espaciales comerciales. El sitio web chino Baidu respaldó a la moneda, y legisladores en Washington están celebrando audiencias en torno a ella. Incluso Ben S. Bernanke, el presidente de la Reserva Federal, dijo a senadores en una carta que las monedas virtuales “pudieran ser una promesa a largo plazo, particularmente si las innovaciones promueven un sistema de pagos más rápido, más seguro y más eficiente”. Y además, por supuesto, está el ascenso extraordinario del valor del bitcoin. Hace un año, el bitcoin valía un par de dólares. Hoy, el bitcoin se cotiza en 800 dólares cada uno, dependiendo del día. Y el valor puede oscilar en más de 100 dólares al día, si no es que más. Si todo esto se siente un poco como una locura estilo 1999, es porque lo es. Peter Leeds, del boletín Penny Stock, me lo dijo de esta manera: “En cuestión de meses, ya no escuchará

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sobre él. Pasará lo mismo que con Paris Hilton. La gente avanzará a otra cosa”. Eso no quiere decir que no haya fervientes creyentes. El primer éxito del bitcoin fue resultado, en parte, de una furiosa corriente inversionista tipo libertario en busca de una alternativa al dólar, algo similar a una versión digital del oro, en caso de que el mundo se acabara; o empezara a parecerse a una película de Keanu Reeves. Pero parece haber una desconexión entre la idea de lo que hace que una inversión – o una especulación – sea grandiosa y una nueva moneda que sea aceptada de manera universal. Bitcoin, a corto o incluso largo plazo, podría resultar una buena inversión en la misma forma en que cualquier cosa que es rara puede ser considerada valiosa. Como las tarjetas de colección del béisbol. O un Picasso. Eso es porque su cantidad es limitada. Pero el bitcoin aspira a ser mucho más que un objeto coleccionable, o francamente, incluso oro. Aspira a ser una moneda electrónica universal. En ese aspecto, es improbable que tenga éxito. ¿Por qué? Empecemos con el valor del bitcoin; o, más precisamente, la volatilidad de su valor. ¿Qué comerciantes en su sano juicio van a aceptar una moneda que al parecer cambia de valor en alocadas oscilaciones cada dos días? La experiencia de Branson con el bitcoin es instructiva: Aunque con gustó aceptó bitcoins como forma de pago, rápidamente cambió el pago a dólares. Eso no convierte al bitcoin en una moneda. Le convierte en una forma en que los comerciantes, como Shopify – que también acepta bitcoins – reciben un poco de publicidad.

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Luego está el tema de cuán limitada es verdaderamente la oferta de bitcoins. El bitcoin es “acuñado” digitalmente por computadoras que operan con un algoritmo. (Si acaba de poner los ojos en blanco, no es el único.) El algoritmo limita el número total de bitcoins acuñados a 21 millones de unidades. Pero no hay un Bernanke (o una Janet Yellen) del bitcoin. Nadie sabe quién lo creó y nadie lo controla. Se supone que eso es un beneficio. También es la razón por la cual la moneda a menudo es asociada con ventas ilícitas. El bitcoin puede ser transferido de manera anónima y sin bancos que cobren comisiones por cada transacción. Pero si, y éste es un gran condicionante, su transacción entre iguales no funciona adecuadamente, no hay una banca de compensación central ante la cual quejarse. Si el gobierno finalmente buscará regular el bitcoin es una incógnita. Parece difícil de creer que el gobierno permitiría el crecimiento de ese mercado desregulado en el cual mamás y papás, viudas y huérfanos, y otros individuos pudieran estar sujetos a todo tipo de fraudes. Extrañamente, el gobierno chino al parecer ha aprobado el uso inicial del bitcoin. Gordon G. Chang, en un artículo en Forbes, tiene una explicación provocativa para esa postura: “El dinero digital puede socavar el estatus del dólar como la moneda de reserva del mundo. El bitcoin está en camino de convertirse en la primera forma de dinero no fiduciario billonaria”. Finalmente, está el tema de lo que sucederá si surgen también otras monedas digitales alternativas. Más de una docena de monedas digitales están tratando de competir con el bitcoin. ¿Puede imaginar un mundo en el cual todos

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hagamos transacciones con docenas de monedas diferentes cada día con reglas diferentes? Yo tampoco. “Todas las grandes ideas comienzan sonando a locuras. Pero no todas las ideas que suenan a locura terminan siendo grandes”, escribió Matthew O’Brien en The Atlantic, en un brillante artículo que restó importancia al bitcoin. En realidad, lo mejor que puede esperar el bitcoin es ser una versión de segunda del oro, si acaso. Y Warren Buffett alguna vez describió al oro así: “El oro es extraído de la tierra en África. O algún lugar. Luego lo fundimos, cavamos otro hoyo, lo enterramos de nuevo y pagamos a personas para que lo vigilen. No tiene utilidad. Cualquiera que lo esté viendo desde Marte debe estar intrigado”. Es muy similar a como un marciano vería al bitcoin.

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Oro, dólar y bitcoin: ¿Qué los respalda? Por Franco Daniel Amati Antiguamente el papel moneda tenía un respaldo en un bien físico. Esto significa que era convertible a una cantidad fija de un bien, usualmente metales preciosos, como el oro y la plata, mediante un banco, una caja de conversión, o una institución similar. A manera de ejemplo, los participantes en los acuerdos de Bretton Woods (1944) definieron que cada onza de oro respaldaría unos US$35. Esta conversión fija comenzó a colapsar en la década de los 1960, y terminó por desaparecer durante la guerra de Vietnam, cuando Richard Nixon manifestó públicamente (1971) que desde ese momento el dólar estadounidense no sería más respaldado en oro. Así llegamos a los tiempos actuales, en los que la la mayoría de las monedas nacionales son fiduciarias; esto significa que

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dependen de nuestra confianza y no de una convertibilidad fija predefinida. Varios catalogarían al bitcoin de igual forma, ya que —al igual que el dólar estadounidense—, no tiene un “respaldo” más que nuestra fe en el. Otros tantos también dirían que el oro es distinto, dado que tiene un valor “intrínseco” —propio o característico por sí mismo y no por causas exteriores—, dada su utilidad industrial o decorativa (por ejemplo, para uso ornamental o para joyería). Lo cierto es que desde fines del siglo XIX, gracias a los descubrimientos simultáneos de William Stanley Jevons, Léon Walras y Carl Menger, sabemos que el valor es subjetivo, y que también depende de nuestra percepción de que un objeto, tangible o no, ayudará a concretar nuestras metas. No solo eso, sino que dicha percepción cambia en tiempo y espacio. El oro puede ser muy valioso, pero si nos encontramos sedientos en un desierto, temiendo por nuestra vida, valoraremos más un vaso de agua que todo el oro del mundo. De igual forma podemos analizar la frase “un caballo, un caballo, mi reino por un caballo”, de Ricardo III en la obra de William Shakespeare. Entonces, el valor de un bien depende de su escasez, pero también de la utilidad que consideramos que podemos darle; sea el transporte en una bicicleta, el placer de tener un sello postal en un filatelista, o la mera especulación en una ficha de casino. La simple conveniencia económica genera una demanda para utilizar esta tecnología, y por ende un valor ¿Y el valor “intrínseco”? Como decía el político y académico británico Enoch Powell: “Si la gente valora algo, tiene valor;

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si la gente no valora algo, no tiene valor; y no hay nada intrínseco en él”.

Usos que generan valor La moneda fiduciaria estatal, sea en papel o bancarizada, tiene como utilidad que es necesaria para el pago de impuestos. Además en muchos países es también de curso forzoso (no aceptarla implica multas o ser enjaulado), con lo cual su utilidad, demanda y valor no están en duda. Asimismo, los metales preciosos también tienen usos que ya hemos mencionado, que generan demanda y un valor correspondiente. ¿Qué pasa con bitcoin? Tal vez no estemos acostumbrados a sus usos tanto como a los del oro. No obstante, para simplificar con un ejemplo, podemos inferir que si necesitamos transferir valor de un lugar a otro del mundo, y hacerlo a través de la red bitcoin resulta más económico que mediante una compañía de remesas, la simple conveniencia económica genera una demanda para utilizar esta tecnología, y por ende un valor. No es una suposición: exceptuando sus primeros 10 meses en 2009, el bitcoin ha tenido siempre una cotización en el mercado que representa y cuantifica ese valor.

Respaldo físico y centralización No tener un respaldo físico en un bien ya existente suele ser visto como una desventaja al momento de analizar a bitcoin como moneda. Es comprensible: es más fácil atar el valor a lo ya existente que lograr instaurar una alternativa cuyo precio

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no podremos predecir. Sin embargo, esa ausencia de respaldo físico es la que permite gran parte de sus cualidades y usos, en particular, todos los que derivan de su naturaleza descentralizada. Imaginemos una moneda digital que tuviera un respaldo en oro. Cada unidad de esta moneda debería tener una contraparte en oro almacenado en algún lugar del mundo. Y deberíamos poder cambiar esa unidad monetaria digital por el correspondiente oro si así lo quisiéramos. Los problemas de este proyecto de moneda digital serían múltiples. Implica una necesaria centralización, dado deberá existir un custodio en quien deberíamos confiarle que no robará el oro; que implementará suficientes medidas de seguridad para evitar robos de terceros; que no funcionará con un sistema de reserva fraccionaria; que el oro almacenado será de la calidad pautada, etc. Bitcoin soluciona los inconvenientes inherentes a la confianza en emisores e intermediarios que requiere el dinero tradicional Eso no es todo. Considerando la historia, también tendríamos que confiar en el Gobierno en cuya jurisdicción se encuentre la bóveda. Y por último, confiar en que la organización que custodia el oro no será acusada de lavado de dinero o financiación del terrorismo porque algunos de los usuarios de esta moneda digital hayan cometido esos ilícitos. Bitcoin, en cambio, soluciona los inconvenientes inherentes a la confianza en emisores e intermediarios que requiere el dinero tradicional, aunque también propone sus propios problemas, frutos de una tecnología e infraestructura que aún tienen mucho por mejorar. A la hora de analizar al bitcoin y su falta de “respaldo”, cuando los desarrolladores repiten la frase “no es un bug, es

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una prestación”, tal vez en esta ocasión, y solo en esta ocasión, estén siendo sinceros.

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Unete.net, la seudocriptomoneda que le tumbó $869,177 euros a dominicanos. Por Aquiles Julián Nadie gana dinero sin esfuerzo, pero hay muchos tontos a los que emboban con promesas de que, si meten dinero en algo, ese dinero se reproducirá como verdolaga. Y los avivatos y timadores que viven de esas falsas esperanzas abundan. Aquí hemos tenido a los Santoro y demás “banqueros” y “financistas” dedicados a prometer tasas de interés exageradas a cambio de dinero montando esquemas Ponzi

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que se desploman dejando sin su dinero a los bobos que no piensan y se dejan engatusar por promesas, porque lo único que hay que preguntarse: “¿De dónde sacan el dinero para pagar esos intereses?” Por igual hemos tenido timos como “Donaciones Solidarias” y otros más sofisticados como Momentum, TelexFree y demás esfafas piramidales. El dinero legal, moral y real proviene de brindar un servicio y agregar valor a las personas, sea a través de un servicio que se brinda o de un producto que se suple. No existe otra forma sostenible de producir y ganar dinero. Sin embargo, muchos se dejan seducir por promesas de dinero sin esfuerzo, dinero fácil, en base a “hacer una inversión”. Un español se inventó un clon de Bitcoin y sólo en República Dominicana tumbó $869,177 millones de euros. Esos son sobre RD$46 millones de pesos. ¿Qué servicio o producto sostiene y posibilita esa operación? Ninguno. Era un vendedor de humo. Vendía fantasía de riqueza al vapor, dinero sin sudar a gente inepta para pensar y discernir, que se emboba con palabrería sin sustento. Parece que nos sobra el dinero de tan fácil que nos lo tumban con seudonegocios que son auténticos timos. La incapacidad de pensar y discernir son nuestra principal debilidad como nación y como población.

El tumbe de la criptomoneda española José Manuel Ramírez Marquez y Pilar Otero Sánchez fueron condenados en España por integración de una organización criminal, estafa y blanqueo de capitales a través de

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Unete.Net, una pirámide financiera que ofrecía un fabuloso beneficio anual del 188%, diciéndole a los que persiguen el dinero fácil y el lucro sin sudar que si invertían $18,000 dólares se podrían ganar $67,000 dólares. La estafa la iniciaron en el 2012 y el tumbe abarcó muchos países de Europa y de América Latina. La única forma de ganar dinero legítimamente y de forma sostenible es suplir un producto o servicio a cambio de un pago, agregándole valor al cliente que mantenga su preferencia. Pero significa trabajo. Dedicación a servir al otro. Sudar. Y nada de eso les interesa a estos que fantasean con ser “inversionistas” y fatuamente se creen más inteligentes que las demás personas, o más suertudas, por lo que van a dar “el palo” y se van a enriquecer al vapor. Aquí hay gente que no vacilan para perder lo que le costó trabajo ganar: su dinero, aspirando a dinero fácil. Y lo único fácil es perder el dinero, que te lo tumben. Producirlo cuesta esfuerzo, dedicación y sudor.

50,000 víctimas y $28 millones de euros tumbados. Un esquema muy parecido a TelexFree: vender “publicidad”. Compraban “paquetes de anuncios” sobre el timo que debían “colocar” (vender) entre sus clientes. Una estafa sin inteligencia alguna que atrapó a gente codiciosa y sin juicio, ineptos para pensar y discernir.

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Ante cualquier oferta o promesa la pregunta obligada es: “¿De dónde viene el dinero? ¿Qué gana el comprador o cliente? ¿Qué producto o servicio sustenta la transacción?” Conozco algunas personas que han hecho de timar y despojar a sus semejantes un estilo de vida y andan por ahí sumándose a todo tipo de esquema piramidal, sin piedad ni misericordia para sus semejantes.

El tumbe de Unete.net país por país Italia fue el país donde más personas y dinero tumbaron, seguido de España. Estados Unidos, pese a la experiencia en fraudes piramidales de aquel país, fue el tercer país en víctimas. En Perú lograron el nada honroso récord de ser el cuarto. Colombia, con un historial de timos, ocupa el quinto puesto. Y nosotros, ¿alguna sorpresa?, el sexto. Y conste que si no somos el primero es por densidad poblacional y desguañanque y prángana social. Aquí no hay manera de llevarle un poco de sensatez a los dominicanos. Todos sueñan con el dinero fácil, sin esfuerzo, con ganarse la loto, con dar un tumbe. Nada de sudar, esforzarse, trabajar, disciplinarse. Y cualquiera que ofrezca dinero sin sudar atrapa a no pocos incautos que se creen más astutos, tígueres e inteligentes que sus congéneres. O más dichosos, por lo cual lo que otros consigueron con sacrificio y esfuerzo, ellos lo conseguirán sin sudar una gota. De ahí que los timen y despojen. Por ñames.

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El Bitcoin sube más de un 500% en un año y supera los 2.700 dólares EUROPA PRESS Los analistas advierten de que los movimientos sugieren más una burbuja que la aparición de un nuevo activo refugio La escalada de la cotización de la criptomoneda bitcoin sigue sin encontrar techo y este jueves alcanzaba un nuevo máximo histórico por encima de 2.700 dólares (2.410 euros), lo que supone una revalorización del 518% en apenas doce meses. En concreto, la cotización del bitcoin alcanzaba un máximo de 2.776, 63 dólares este jueves, según datos de CoinDesk, lo que implica una subida del 14% en menos de 24 horas y del 49% en una semana. La ‘fiebre’ por esta moneda virtual, que en solo doce meses ha sextuplicado su valor, se ha intensificado después de que Japón diera a finales de marzo los primeros pasos para legalizar el uso de bitcoin como método de pago, algo que Rusia se propone hacer en 2018.

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En este sentido, Manuel Ortiz-Olave, jefe de analistas de Monex Europe en España, indicó a Europa Press que “las criptodivisas ofrecen la primera gran vía de escape a la actitud abusiva por parte de los bancos centrales” en un contexto de “guerra de divisas global” en el que los gobiernos de casi todos los países desarrollados llevan una década inmersos en políticas monetarias expansivas, con tipos de interés incluso por debajo del 0%, que merman el poder adquisitivo presente y futuro de las familias. No obstante, Ortiz-Olave advierte de que el bitcoin “ahora mismo tiene aspecto de burbuja más que de activo de conservación de valor”, subraya que los movimientos observados parecen extremadamente especulativos y apunta que “la pregunta clave es, cuándo explotará la burbuja”. A este respecto, Antonio Sales, analista de Xtb, coincide en advertir de que el bitcoin no puede considerarse como un valor refugio, ya que no hay ningún activo tangible detrás de él, al igual que tampoco hay un ente regulador que garantice el precio, ni ninguna cámara de compensación que lo respalde. “Es más, no sólo no es un activo refugio, sino que es un activo de alto riesgo”, añade. De esta manera, Sales considera que en el medio plazo la posibilidad de llegar a considerar al bitcoin una moneda que pudiera poner en jaque a bancos centrales o demás monedas tradicionales “queda muy lejos, ya que por el momento es simplemente un activo más sobre el que especulan los inversores decididos al riesgo, por lo tanto su impacto es reducido, por no decir nulo”. No obstante, Manuel Ortiz-Olave apunta que la posibilidad de que el bitcoin llegue en el futuro a convertirse en activo refugio dependerá en primer lugar de cómo reaccionan los gobiernos, negocios y consumidores, añadiendo que el

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repunte del último mes en la cotización de esta criptomoneda tiene mucho que ver con la decisión de Japón de aceptarla como medio de pago. De hecho, el empuje del bitcoin en los mercados ha servido a su vez de impulso a otras criptomonedas como Ether, vinculada a la plataforma blockchain, que se revaloriza un 1.608% en lo que va de año, hasta 205,23 dólares, mientras la moneda virtual Zcash sube un 385% en 2017, hasta 233 dólares. Hace un año, el emprendedor australiano Craig Wright se atribuyó la paternidad del bitcoin en declaraciones a la BBC, ‘The Economist’ y ‘GQ’, acabando con años de especulaciones al respecto, apuntando que él mismo fue uno de los artífices de que en 2014 se identificara a Satoshi Nakamoto como el creador de la criptomoneda con la ayuda de otros.

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Esta es la razón por la cual el Bitcoin nunca podrá sustituir al oro Por José Jumilla Vegara La gran novedad nueva no va a sustituir a la vieja aburrida que ha existido siempre. ¡¡¡Nunca!!!. Las burbujas del mercado se basan a menudo en pensamientos de “nuevos paradigmas”, como un nuevo concepto o una tecnología que se considera revolucionaria y con un potencial de ganancias ilimitado. Pero a medida que los precios siguen subiendo, y se hacen fortunas de papel, la euforia adquiere vida propia, las realidades de negocio se olvidan, y todo lo que importa es hacerse rico en el aumento de los precios. En poco tiempo, la euforia se desploma, y los precios caen, a menudo de manera espectacular. El aumento de los precios de la criptomoneda Bitcoin de 215 dólares americanos el verano pasado a un máximo de 763

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dólares americanos a principios de este verano es un claro ejemplo de este tipo de pensamiento de nuevo paradigma. Los fans del Bitcoin prevén el uso ilimitado de la moneda digital, y unas ganancias ilimitadas para los inversores. Estos fans lo ven como el “oro de la era digital”, un refugio seguro donde que la gente puede aparcar su dinero en efectivo cuando el mundo financiero esté en crisis. (El Bitcoin es dinero digital que se crea y se mantiene electrónicamente. El núcleo de la tecnología Bitcoin es una especie de super base de datos llamada el “blockchain”. El blockchain es público y accesible a cualquier persona, al igual que el Internet. Permite que cualquier persona con acceso a internet pueda realizar una transacción financiera sin la necesidad de un intermediario como un banco).

La última burbuja del Bitcoin podría haber estallado La fase de la manía de una burbuja del mercado, eventualmente, se vuelca en la cuarta fase “blow-off”, donde todas las ganancias se borran con rapidez y las fortunas de papel se desvanecen. El Bitcoin ha caído un 24 por ciento desde su punto más alto que fué el 16 de de junio (que como resultado ha dado la inevitabilidad de una disminución en bitcoins). La expulsión parece estar en marcha, es posible que veamos precios mucho más bajos. Y uno de los catalizadores más recientes fue la noticia de la semana pasada de que los hackers robaron aproximadamente 70 millones de dólares americanos en bitcoin de Bitfinex, un intercambio de bitcoin con sede en Hong Kong. Ahora, la cotización del Bitcoin puede ser más realista. El Bitcoin es un fenómeno de comercio especulativo. No es una moneda

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alternativa legítima, y -además de su problema de la piratería- hay muchos obstáculos para su adopción generalizada.

La volatilidad diaria Bitcoin y Oro Reglamento: Cualquier cosa que se vuelve muy popular y que implica al dinero, finalmente atrae el interés de los reguladores del gobierno. Así que, como el Bitcoin gana más usuarios, se espera que países como los EE.UU. y China (donde se utilizan criptomonedas como el Bitcoin para mover dinero ilegalmente dentro y fuera del país) acaben con su uso, o regularlo hasta la muerte. Riesgo percibido para la seguridad: La reciente noticia de los hackers que han robado 119,756 Bitcoins (70 millones de dólares americanos) en Hong Kong, valida esta preocupación. Cualquier cosa conectada a Internet es vulnerable a un ataque cibernético. Y a pesar de que los piratas informáticos robaron en las cuentas de comerciantes, y no al blockchain subyacente, el público en general no va a entender la diferencia. Todos van a pensar que los Bitcoins pueden ser robados por piratas informáticos. Si el Bitcoin es para competir con Visa y MasterCard como un vehículo para las transacciones financieras, o si ha de convertirse en una moneda de refugio seguro digital como el oro, se tendrá que construir confianza significativa con los usuarios e inversores. Y puede tomar décadas para construirse esa confianza. Las tarjetas de crédito no obtuvieron una aceptación generalizada de la noche a la mañana.

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El oro ha sido utilizado como un medio de intercambio y un refugio de valor durante miles de años. El oro es tangible (se puede sostener en la mano), se puede esconder en un armario. El oro no puede ser destruido. Aunque todos los años se extraiga un poco más, la oferta de oro es relativamente limitada, a diferencia del dinero de papel que se puede imprimir continuamente.

El ser humanos tiene una larga historia de confianza en el oro. Por el contrario, el factor de confianza del Bitcoin se basa en algo más, la tecnología. Mientras entusiastas de la tecnología pueden tener fe en el arcano de las matemáticas blockchain, sólo una pequeña minoría de la población mundial podría explicar la tecnología Bitcoin en detalle. Es difícil tener confianza en algo que no se puede entender o explicar. Así que, la gran nueva era del bitcoin, probablemente no esté sucediendo como se esperaba por parte de sus fans. Mientras que el blockchain subyacente probablemente conducirá a tecnologías revolucionarias, el Bitcoin no será capaz de interrumpir a Visa o a Western Union por el momento. Cuando los inversores globales necesitan una moneda de refugio seguro para su dinero en tiempos de incertidumbre, es más que probable que sigan comprando el metal amarillo, no una versión digital.

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Burbujas irracional

y

comportamiento

Por Juan Luis Santos En la teoría económica convencional que solemos estudiar en cursos de grado suponemos que los agentes económicos cuentan con racionalidad perfecta y llevan a cabo sus acciones para maximizar su utilidad, sus beneficios o el bienestar ya se trate de individuos, empresas o el sector público. Sin embargo, es posible encontrar un sinfín de situaciones en las que los agentes económicos se comportan de un modo que no corresponde con los criterios de racionalidad perfecta. Por ello se han desarrollado teorías y modelos que recogen distintos tipos de racionalidad, como la racionalidad limitada y la racionalidad difusa (fuzzy rationality). Aunque estos otros tipos de racionalidad contribuyen a explicar buena parte de los fenómenos económicos que estudiamos, no consiguen aportar luz a algunas situaciones que observamos en los mercados y que parecen responder a un comportamiento irracional. Como afirma el experto Juan Carlos Aguado, organizador de las Primeras Jornadas de Economía Irracional que se

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celebrarán en Madrid el 17 mayo de 2017, “se ha constatado empíricamente que ni somos capaces de calcular las probabilidades de los sucesos que pueden acontecer, y que van a afectar a nuestros resultados, ni tomamos en la mayoría de los casos las decisiones de manera meditada y reflexiva”. La situación más paradigmática de entre los comportamientos irracionales corresponde a las burbujas económicas. Siguiendo la definición de Milagros Gutiérrez, “Una burbuja especulativa (también llamada burbuja económica, burbuja financiera, burbuja de mercado o manía especulativa) es un fenómeno económico consistente en el incremento desproporcionado del precio corriente de algún activo o producto, de forma que dicho precio se aleja sustancialmente del valor teórico del mismo.” La principal características de las burbujas es la especulación, que se mantiene durante el desarrollo de las burbujas hasta que acaba la euforia y los inversores cambian sus expectativas. La euforia es sucedida por un periodo en el que predomina el pánico financiero y se producen ventas masivas para intentar reducir las pérdidas lo máximo posible. Las burbujas se crean cuando los inversores confían en un crecimiento sin límites, y se dejan llevar por el pensamiento irracional y la histeria colectiva, de forma que no actúan valorando correctamente el riesgo.

Fases de una burbuja especulativa En la figura observamos como se desarrolla una burbuja especulativa de acuerdo al precio o valor percibido del bien en el eje Y y el tiempo medido en el eje X. En primer lugar contamos con una fase invisible, que solo podrá ser estudiada con posterioridad al desarrollo de la burbuja. En esta fase el

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dinero inteligente se posiciona en el producto financiero que comienza a incrementar su precio de forma moderada, despegando la burbuja de manera desapercibida. Tiempo después comienza la toma de conciencia del alto beneficio y potencial que tiene ese activo. Los inversores institucionales toman posiciones y se produce la primera liquidación. El precio cae y hay una trampa para bajistas. Los inversores menos optimistas abandonan el activo en este momento porque creen que seguirá cayendo hasta retornar al punto inicial. Sin embargo esta caída es moderada y pronto comienza la fase de manía. Los medios de comunicación comienzan a hablar de ese activo, los precios suben a ritmos cada vez mayores, los pequeños inversores compran, se comienza a hablar de los rendimientos tan altos que se están produciendo, hay entusiasmo. Los pequeños inversores que tienen beneficios no ejecutados porque no han ejecutado las posiciones en su inversión comienzan a invertir más en ese activo, tomando riesgos que no perciben y cayendo en la avaricia. Finalmente se producen situaciones de autoengaño, con frases como las que se oían en 2006 en España en boca de parroquianos con el codo apoyado en la barra del bar y ataviados con palillo entre los dientes afirmando que “los pisos nunca bajan”, mientras discutían sobre el Euribor y si comprar dos o tres viviendas sobre plano en la siguiente promoción a veinte kilómetros del centro de la ciudad. Los precios dejan de subir a una velocidad absurda y en poco tiempo se paran en seco. Se habla del nuevo paradigma, en el caso de la burbuja inmobiliaria los pisos serían demandados por los turistas y los millones de inmigrantes que vendrían a nuestro país en los próximos años. El país estaba en la Champions League de la economía gracias al ladrillo. Con las primeras caídas de precios empieza la fase de liquidación. En

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esta etapa abunda la negación y se alude al carácter temporal de la bajada que se ve solo un paso atrás para coger impulso. Los precios se estabilizan y vuelven a subir. Es en este momento cuando los alcistas que no invirtieron tanto como quisieran haberlo hecho se lanzan a comprar y los precios continúan aumentando. Se habla de vuelta a la normalidad, los precios altos están aquí para quedarse, el señor con siete pisos y seis hipotecas y un palillo entre los dientes vuelve a pontificar en la barra del bar “si es que ya lo decía yo, los pisos nunca bajan“. De nuevo los precios caen y esta vez el miedo se apodera de los inversores. Pasado el tiempo comienza la capitulación y se reconoce que el precio aumento de forma exagerada. Todos afirman que hubo comportamientos irracionales y los pisos de cincuenta metros cuadrados a medio construir en las afueras de Villalejos del Páramo no encontrarán nunca comprador. Los inversores que no salieron a tiempo caen en la desesperación. Ahora el activo vale la mitad, la tercera parte o incluso menos de lo que ellos pagaron por él. En el bar el tono es más sombrío y el señor comenta con rabia que no piensa aceptar ninguna de las ofertas que recibe por sus piso en venta “antes de malvenderlo lo quemo“. El tiempo pasa, la burbuja termina y se retorna a la media del precio de ese activo financiero. La racionalidad vuelve a ese mercado tras la euforia y el pánico. A continuación mencionamos dos burbujas recientes y algo menos conocidas

La burbuja de la plata La plata es un elemento con tres usos principales: joyería, reserva de valor y usos industriales. Normalmente su precio se estudia en dólares estadounidenses. En 1990 su precio era

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5$/onza. En 1991 seguía en los alrededores de 5$/onza. En 1992 el precio permaneció casi estable, y así año tras año hasta que en 2003 empezó a aumentar el precio y pasó a 8$/onza. La fase invisible de la burbuja estaba teniendo lugar. El despegue del precio había comenzado. Durante los siguientes cuatro años continuaron los aumentos del precio y en verano de 2008 se superaron los 16$/onza. Estábamos en la fase de toma de conciencia, y llegó la trampa para bajistas en otoño de ese año. El precio se desplomó hasta 9$/onza. Los inversores más temerosos vendieron. Enseguida comenzó a aumentar el precio otra vez y para otoño de 2010 ya se habían alcanzado los 19$/onza. A partir de ahí llegó primero el entusiasmo, seguido de la avaricia y el autoengaño. La plata pasó a costar casi 50$/onza en mayo de 2011. Los inversores hablaban de su escasez, de su importancia en la industria fotovoltaica e incluso de sus aplicaciones gracias a sus propiedades antibióticas. El nuevo precio, a todas luces fruto de una euforia irracional, parecía haber llegado para quedarse. Incluso se planteaban motivos para que la plata siguiera subiendo duplicándose, triplicándose o incluso multiplicándose por veinte. Se llegó a un punto en el que inversores ávidos acudían a mercadillos numismáticos como el de la Plaza Mayor de Madrid y compraban todas los monedas acuñadas con este elemento independientemente de su estado de conservación. Daba igual si se trataba de una pieza bonita o gastada, si estaba manchada o tenía golpes. Si estaba hecha de plata haría rico a su propietario en unos años. Llegó el verano de 2011 y comenzó la fase de liquidación. Un año después el precio cayó a 27 $/onza y la caída se detuvo. Había llegado la trampa para alcistas. De nuevo comenzó a aumentar el precio hasta 35$/onza en octubre de 2012.

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Algunos inversores pensaron que de nuevo comenzaba una etapa de altos precios y compraron en esos meses. Desde entonces el precio continúa cayendo alcanzando un mínimo de 13,5 $/onza en diciembre de 2015.

Las burbujas del bitcoin El bitcoin es, como la plata, un activo que puede utilizarse como reserva de valor. Sin embargo no tiene otros usos y mientras que la plata se ha utilizado como reserva de valor desde hace milenios el bitcoin es reciente y solo el tiempo dirá si en unos años o décadas continúa existiendo. Desde su creación el precio se ha movido a base de burbujas, pero son especialmente llamativas las dos últimas. En julio de 2013 el bitcoin cotizaba a 75$, pero en octubre de 2013 su precio había subido a 125$. La fase de despegue había tenido lugar. A partir de entonces subió prácticamente sin dar lugar a la trampa para bajistas hasta que alcanzó los 1147$ en diciembre de 2013. A partir de ese momento cayó hasta 700$ para volver a subir hasta en entorno de los 1000$ por cada bitcoin. Los inversores hablaron de la “vuelta a la normalidad” pero a continuación el precio se redujo progresivamente hasta los 250$. La primera gran burbuja del bitcoin había terminado. Durante los siguientes años el precio comenzó a oscilar y a incrementarse poco a poco, de nuevo nos encontrábamos con otra fase de despegue de la nueva burbuja que comenzaba. A mediados de diciembre de 2016 el precio superaba los 750$ y desde ese momento comenzaba la fase de manía. A principios de enero de 2017 se alcanzaba de nuevo la cifra de 1000$. En aquel momento era fácil argumentar que se trataba de una burbuja, pero lo que siempre es complicado en la Economía

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es acertar en qué fase nos encontrábamos. El autor de este texto anunció la inminente caída del bitcoin y menos de una semana después el precio cayó más de un 20%, pasando a estar por debajo de 800$. Sin embargo, lo que podría haber parecido el final de la fase de euforia se ha visto que era una trampa para bajistas y en marzo de 2017 el precio se sitúa en máximos históricos, en 1240$. Se habla del nuevo paradigma y de las características únicas que tiene este activo financiero pero es cuestión de tiempo que la euforia dé paso al pánico.

Conclusión Curiosamente tanto la burbuja de la plata como la del bitcoin han tenido un gran eco en foros de economía como burbuja.info que precisamente nació para dar visibilidad a la burbuja inmobiliaria en España y evitar que familias con pocos recursos se hipotecasen por más dinero del que tuvieran capacidad de devolver. Esto nos señala la predisposición a la irracionalidad que tenemos los agentes económicos, que en fases de euforia nos olvidamos de calcular correctamente los riesgos y nos interesamos por aquellos activos financieros que más han subido recientemente. Si conocemos el funcionamiento de las burbujas podremos evitar comprar activos sobrevalorados y perder dinero en vez de ganarlo. Siempre hay que preguntarse si los inversores están comprando con euforia porque ese será el momento para prepararse a vender antes de que llegue el pánico.

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«Bitcoin», entre la burbuja y la revolución financiera Sin ningún supervisor que controle su emisión, la quita a los depósitos en Chipre ha disparado el interés por esta moneda virtual Por Javier Tahiri Acaricie su bolsillo y palpe las monedas que hay en su interior. Ahora imagine una divisa que no se pueda tocar, que solo exista de manera virtual y que no esté regulada por ningún banco central. Como el prototipo de anuncio de cualquier banco pero llevado al extremo: sin comisiones, sin entidades financieras, sin control fiscal y, por ende, sin nadie a quien reclamar en caso de incidente. Esta divisa virtual se llama «bitcoin» y si bien su aparición data de 2009, en los

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últimos meses ha aumentando su repercusión y su uso: el valor en circulación de la divisa ha superado en las últimas semanas los 1.500 millones de dólares y su cambio ha pasado de los 30 dólares en los que cotizaba cada unidad en marzo a los 237 dólares que alcanzó esta semana, antes de que se desplomase por debajo de los cien dólares. Mientras algunos alertan de que se trata de una burbuja, espoleada por la desconfianza generada a raíz de la quita en los depósitos de Chipre, otros la señalan como el futuro de los pagos. Divisa o inversión, el misterio parece ir implícito. La moneda nació hace cuatro años gracias a Satoshi Nakamoto, seudónimo bajo el que se esconde la persona o el grupo que diseñó el protocolo «bitcoin». En algunas tiendas y portales como Wordpress ya aceptan el pago con esta moneda. «En lugar de un banco central o de entidades financieras, la confianza en la divisa la genera la tecnología que hay detrás del programa», resume Javier Díaz-Gimenez, profesor del IESE Business School. Sin embargo, ello no ha evitado algunos fallos que ponen en cuestión el sistema. En 2011, un internauta se dejó el ordenador encendido una noche mientras dormía y un pirata informático le sustrajo 500.000 dólares en «bitcoins». Y al no haber intermediarios, tampoco hay garantías detrás que protejan al usuario en caso de pérdida. Su volatilidad hace que muchos cuestionen que sea un activo riesgo para especuladores más que una divisa al uso. Si en diciembre la moneda se cambiaba por 10 dólares, desde entonces inició un rally que concluyó el pasado miércoles en los 237 dólares. Desde entonces se ha desplomado hasta los 80 billetes verdes. «La caída indica que muchos de los que tenían la moneda la han vendido para recoger beneficios. Un activo tan volátil recuerda a la burbuja de los tulipanes en

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Holanda, en el siglo XVII. Es el timo de la estampita», reseña Jesús Andreu, profesor de Esade. Sin embargo, el director del instituto Juan de Mariana, Juan Ramón Rallo, contrapone que la volatilidad, por sí sola, es normal al ser una moneda que aún está en fase de desarrollo. El otro punto controvertido apunta a su reminiscencias con el patrón oro. La divisa tiene un límite, si bien a diferencia del metal preciado aquí se conoce con exactitud cuánto queda y cuál es el montante máximo que se puede alcanzar: 21 millones de unidades. Una cantidad que, según Bitcoin, se agotará en el año 2140 a medida que se vayan complicando los algoritmos de los que depende la creación de la moneda. En la actualidad, se calcula que hay once millones de divisas. El hecho de que ningún Gobierno ni supervisor controle la emisión de la moneda ha levantado el debate sobre la filosofía anarco-liberal de la divisa. «Las raíces teóricas de “bitcoin” se pueden encontrar en la escuela austríaca de Economía», señaló el pasado mes de octubre el Banco Central Europeo (BCE) en un informe que alertaba de los peligros de las monedas virtuales. «No tiene sentido dejar de confiar en un banco central para hacerlo en una empresa», arremete Palau. Asimismo, las transacciones son anónimas, lo que impide cualquier control fiscal. Este último punto ha hecho que la tecnología sea perfecta para la evasión fiscal. «Es la excusa que utilizarán los gobiernos para atacarla. Es una mejor moneda para todos los agentes económicos, incluidos los evasores», critica Rallo. El Financial Crimes Enforcement Network, agencia gubernamental norteamericana, ya ha propuesto regular las transacciones de «bitcoins». «Es una estructura piramidal: según la lógica de que cada vez habrá menos producción los principales ganadores de

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“bitcoin” son los que ya tienen esta moneda, ya que solo puede revalorizarse en el tiempo. Esto es muy sospechoso, sobre todo al venir de un producto tan opaco», señala Palau, que además recela de que no vaya a haber más de 21 millones de unidades. Como señalan los expertos, el futuro de la moneda dependerá de su verdadera implantación en la economía, y de que su uso se extienda más allá de especuladores y evasores. A pesar de todos sus defectos el «bitcoin» puede haber creado un precedente. «Es el futuro. Cuando la globalización ha normalizado los pagos internacionales, con “bitcoin” no hay comisiones, es inmediato y no arrastra los problemas las entidades financieras. También Visa dio fallos en sus primeros días. Es una cuestión de desarrollo», afirma DíazGiménez. Como fuere, hasta que no se perfeccione la divisa, el riesgo parece estar asegurado.

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Bitcoin, la moneda más liberal El valor del dinero electrónico sigue su propio patrón al margen de cualquier divisa, banco central o control político, con todas sus ventajas e inconvenientes Por L. Cano Bitcoin es una moneda electrónica de uso exclusivo para internet. No es solo un medio de pago, sino que actúa como una divisa real, con un patrón propio sin relación con ninguna otra divisa, sin supervisión de ningún banco central ni sometida a ninguna política monetaria. El valor está fijado exclusivamente por la oferta y la demanda. • Funcionamiento. Los usuarios descargan un monedero virtual, en realidad un archivo que se instala en un dispositivo con conexión a internet desde donde efectuar las transacciones puerto a puerto (P2P). Las cuentas son

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anónimas, o bajo pseudónimo, pero cada parte de la transacción está fijada con una clave pública para garantizar la seguridad del intercambio y evitar que se hagan dos pagos con una misma moneda. • Captación. Hay sitios diferentes donde adquirir bitcoins a cambio de dinero real (el más popular es Mt Gox) o como pago a servicios. También se pueden producir: los bitcoins se generan por bloques liberados por medio de la resolución de un complejo algoritmo, solo rentable para equipos en red ya que un ordenador medio tardaría años. Esos equipos, al mismo tiempo, sirven de soporte a la moneda, y son quienes supervisan y validan las transacciones. Actualmente hay cerca de 20.000 de estos nodos operando. Bitcoin obedece a código abierto: son los usuarios quienes dan soporte, no una empresa concreta. • Barato. La principal ventaja es la ausencia total del cobro de comisiones o tasas, como sí ocurre con el pago en internet a través de tarjetas de crédito o débito, o con el uso de plataformas de pago. • Sin gobierno. Los libertarios (muy frecuentes en internet) y los ultraliberales ven una ventaja en el hecho de que Bitcoin no depende de ningún banco central ni de intermediarios. El valor de la moneda no está sujeto a decisiones políticas con intereses gubernamentales. Dificulta la congelación de fondos o las restricciones de compras ilegales. Sirve también de salida a países rechazados por algunas plataformas de pago por su falta de fiabilidad económica. • Seguridad. Las transacciones son públicas y están controladas entre la propia red de usuarios, testigos de los intercambios, siempre públicos. Ha superado el problema de dobles pagos puesto que cada moneda que sale de la billetera

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cuenta con su propia clave. Los casos de robos no se debe a la inseguridad de la moneda en sí, sino al sitio donde se hayan guardado. • Deflacionaria. Bitcoin cuenta con un problema de base: es una moneda deflacionaria. Una vez alcanzado el límite fijado en 21 millones de monedas, previsto en 2030, comenzará a ganar valor cada unidad (aunque se pueden subidividir sus céntimos hasta ocho decimales). Como avisa el premio Nobel de Economía Paul Krugman, el hecho de ser tan deflacionaria incentiva al ahorro hasta el extremo y no al consumo y, por tanto, termina por deprimir la economía. • Alegal. El hecho de ser una moneda paralela hace que, según su éxito, las autoridades monetarias puedan decidir combatirla si creen amenazada su estabilidad. De hecho, Satoshi Nakamoto, el creador de la moneda inventada hace cinco años, es un pseudónimo sin autor conocido para evitar eventuales problemas legales. Ser una moneda descentralizada, sin embargo, dificultaría su eliminación. Su fluctuación es acusada y ya ha vivido burbujas • Débil. Como divisa incipiente es más vulnerable a ataque especulativos. De hecho, está lejos de ser estable, su fluctuación es acusada y ya ha vivido burbujas, como apunta «The Economist». Esta semana el valor de cada bitcoin ha rondado los 25-26 euros (ve aquí la cotización en directo) La fortaleza del Bitcoin depende en gran parte del número de usuarios: cuantos más, menos posibilidades de especulación y habrá mayor supervisión de las transacciones. • Limitada. La utilidad de una moneda es poder comprar. Los sitios donde poder pagar con Bitcoins todavía están contados, aunque cada vez son más. La plataforma de

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blogs Wordpress y el portal Mega son los más destacados. No hay que olvidar que es todavía un software experimental. • Los pagos son pseudoanónimos, es decir, se conocen las transacciones y sus autores, pero los nombres de las cuentas están están bajo pseudónimos. La desvinculación con datos de personales reales facilita los pagos ilícitos, el blanqueo de dinero o la evasión fiscal. Tan anónimo como el dinero en metálico, pero con la capacidad de hacer grandes movimientos internacionales. • Otras divisas. Bitcoin no es el primer caso de moneda electrónica. Liberty Dolar, eGold o Goldmoney fueron intentos agotados o desactivados. Tampoco será la última, puesto que ya han surgido algunas similares, aunque con menor éxito.

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BITCOIN. Otra gran estafa? Por Marcelo Espiñeira. Creada en 2009 por una o varias personas que únicamente se han identificado bajo el seudónimo japonés de Satoshi Nakamoto (*), la joven moneda virtual Bitcoin ha protagonizado un par de sonados escándalos a finales de febrero pasado, presa de los peores defectos que pudieran tener la mayoría de las divisas tradicionales. La todavía corta existencia del Bitcoin parece encarrilarse hacia un posible callejón sin salida, si sus creadores no consiguieran corregir sus grandes errores a tiempo.

Made in Silicon Valley 128


Alumbrada durante el particular clima negativo que acompañó al mundillo de las finanzas luego de la caída de Lehmann Brothers en setiembre de 2008, la primera divisa virtual, que no posee garantías de ningún Estado detrás y de naturaleza absolutamente descentralizada, consiguió llamar la atención de unos cuantos popes de Silicon Valley, como también la de miles de inversores particulares alrededor del mundo. Asimismo fue duramente criticada por los directores de entidades como el FMI, el BCE o la FED americana, por ser considerada una amenaza al orden monetario mundial o un canal perfecto para el crimen organizado. Otras teorías sobre su misteriosa aparición también la relacionan con la CIA o la ANS, pero lo cierto es que Bitcoin también ha reunido a seguidores célebres tras su proyecto. En particular, su gran defensor ha sido siempre Marc Andreessen, cofundador de Netscape en 1994 y multimillonario luego de vender su creación a AOL en 4.200 millones de dólares en 1998. Vale decir que a Andreesen se le adjudica haber invertido no menos de 50 millones en el desarrollo de empresas relacionadas con el código Bitcoin. Pero… ¿qué es Bitcoin realmente? Para los entendidos en programación informática avanzada, la materia prima de Bitcoin es un sofisticado entramado de operaciones matemáticas que se vale de una información encriptada (algoritmo SHA256), organizada en código abierto, que genera un sistema de intercambio de ficheros utilizando la tecnología P2P. Para el resto de los mortales, Bitcoin es una forma de pagar servicios online o simplemente un refugio de carácter meramente especulativo, como podrían ser el oro o la plata. Claro que los metales siempre serán un bien tangible, con ellos podemos hacer joyas preciosas, además de

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acumularlos como lingotes esperando a venderlos cuando mejoren su cotización o tengamos necesidad de obtener dinero. En cambio, Bitcoin es una abstracción matemática pura y dura, al margen del valor que pudiéramos otorgarle mediante su cotización. ¿Cómo se consiguen los Bitcoins? En un inicio las monedas se obtenían únicamente mediante la minería virtual. ¿Minería? Sí, porque así se denomina al proceso de computación requerido para controlar la autenticidad de cada operación realizada con Bitcoin. Como comisión, los mineros obtienen su recompensa con nuevas monedas virtuales que se ponen en circulación, ampliando la base monetaria y expandiendo el sistema. En un principio, los mineros sólo necesitaban de un ordenador corriente para desarrollar esta actividad lucrativa. Así, hubo algunos pioneros capaces de acaparar varios miles de Bitcoins en un corto período de tiempo. Sin embargo, con cada nueva moneda obtenida, el proceso se va complicando porque el diseño mismo así lo exige, lo que ha terminado con los días en que los simples aficionados se enriquecían fácilmente. Ahora mismo se necesitan sofisticados equipos que corran un software muy pesado para obtener una renta que cada día es menor. Además, no han tardado en irrumpir las casas de cambio y almacenaje de monederos virtuales, que ofrecen todo tipo de servicios financieros. Tampoco faltan los cajeros automáticos, imitando todos los rasgos del sistema tradicional, del cual Bitcoin nunca ha podido desligarse en absoluto.

La Deep Web 130


Pero, si no estamos hablando de algo real ¿por qué razón mucha gente ha invertido en Bitcoins? En primer lugar, no podemos pasar por alto que en Internet han encontrado cobijo unas cuantas actividades penadas por la Ley, incluyendo desde la venta de armas o estupefacientes, hasta servicios de sicariato, hacking o lo que podamos imaginar. El carácter amplio y ciertamente inabarcable de la web, ha propiciado que el crimen organizado utilice este medio con ciertas garantías de éxito. El desmantelamiento por parte del FBI del mayor supermercado online de drogas ilegales, Silk Road, arrojó muestras de la estrecha relación entre la inversión en Bitcoins y el pago de servicios clandestinos en la Red. El creador de Silk Road, Ross William Ulbricht, fue detenido en octubre pasado por manejar desde su ordenador portátil una potente plataforma de intercambio de estupefacientes que le reportaba copiosas ganancias (tenía más de 3,5 millones de dólares en Bitcoins en la memoria de su ordenador al momento de su detención). El método de enriquecimiento era bastante sencillo como eficiente, Ulbricht admitía la inscripción gratuita de los compradores en Silk Road y les cobraba comisión en Bitcoins a los vendedores, luego de someterlos a un supuesto test de calidad de sus productos. Similares a Silk Road (que ya está nuevamente online) funcionan otras plataformas, todas ellas alojadas en un espacio vulgarmente conocido como Deep Web o la Internet profunda, un área de la web que se mantiene al margen de Google y los buscadores más utilizados, pero accesible con diversas herramientas como el navegador TOR. Y es allí donde la moneda virtual encuentra su máximo apogeo.

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¿Mera Especulación? No obstante las evidencias en su contra, pensar que solo el narcotráfico se nutre de los beneficios del Bitcoin sería caer en una afirmación antojadiza. Es natural que cuando una nueva forma de inversión sale a la palestra, como sucedió con Bitcoin en 2010, muchos inversores particulares se interesen en la nueva doncella financiera. Por ello, sus fervientes defensores se han esforzado (y todavía lo hacen) en explicar las supuestas bondades de esta original creación digital. Al respecto, un argumento recurrente es citar la base monetaria limitada que define a Bitcoin. En teoría, cuando esta alcance los 21 millones de unidades en el año 2140, se parará la generación de nuevas monedas. Un diseño que perseguiría diferenciarse de las monedas tradicionales, siempre sujetas a los vaivenes políticos o la impresión descontrolada por parte de algunos Estados que acaban generando inflación. Sin embargo, en opinión de economistas de renombre como Paul Krugman o Bradford DeLong, este límite en la base monetaria de Bitcoin no es más que otra ocurrencia caprichosa mucho más ligada a cuestiones informáticas que a un verdadero proyecto monetario con un parámetro fiable que establezca su valor real. El multimillonario Marc Andreessen luce menos preocupado por el valor real de Bitcoin que Krugman y en enero pasado encontró un generoso espacio en el prestigioso periódico The New York Times para explayarse en cuanto al milagroso hallazgo digital que le interesa apadrinar. En su extensa columna de opinión, Andreessen evidencia su confianza ciega en la moneda virtual, festeja su falta de regulación en el mundo real y expone una curiosa serie de sus posibles usos, casi todos relacionados con el pago en Internet. Según

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Andreessen: “Idealistas políticos proyectan sus visiones liberales y revolucionarias en el proyecto Bitcoin. En cambio, las elites establecidas lo desprecian con desdén”. Luego compara a los ordenadores personales del ´75 o Internet del ´93, con Bitcoin en 2014. Según él: “muchas personas se preguntarán por qué esta poderosa promesa no fue más evidente desde el principio”… ¿No les resulta familiar este argumento de venta? “Bitcoin nos da, por primera vez, la oportunidad de que un internauta transfiera una pieza única de propiedad digital a otro usuario de Internet, de tal manera que dicha transferencia se garantice con seguridad. Todo el mundo sabe que la transferencia se ha realizado, y nadie puede cuestionar la legitimidad de la misma. Las consecuencias de este descubrimiento son difíciles de imaginar” agrega Marc Andreessen. Luego compara las bajas comisiones en los intercambios de Bitcoins con aquellas más elevadas que cobran los bancos o sistemas como PayPal, que siempre rondan entre el 2 y el 3%. El empresario también afirma que “el valor de Bitcoin se basa directamente en dos asuntos: el uso del sistema de pago actual -el volumen y la velocidad de los pagos que se ejecutan- y la especulación sobre el uso futuro del sistema” y admite que es comprensible que aún se dude sobre el valor real de Bitcoin o que otros esperen lucrarse con su posible manipulación. “Con la nueva tecnología, siempre existe el clásico problema del “huevo y la gallina”. Los inventos no valen mucho hasta que sí lo valen. Y el hecho de que Bitcoin haya aumentado su valor, debido en parte a la especulación, ha hecho realidad que su utilidad se ha confirmado mucho más rápido de lo esperado”. Luego agrega que Bitcoin sirve para ahuyentar el fraude en el uso de tarjetas de crédito, o que los medios de

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comunicación podrían cobrar pequeñísimas sumas por el acceso a sus contenidos digitales, así como los proveedores de servicios de email… siempre apelando al gran poder de fraccionamiento de esta moneda, capaz de soportar 8 cifras detrás de la coma. También afirma que el fraude con Bitcoins es más controlable para la policía que las estafas con dinero común, porque “Bitcoin es seudónimo, no es anónimo. Además, todas sus transacciones en la red siempre se rastrean y registran en la cadena bloque o registro permanente, disponible para que todos lo vean”. Su alegato concluye descubriendo un aspecto crucial para el posible éxito de esta moneda:”Cuantas más personas utilicen Bitcoin, ésta será más valiosa para sus usuarios. Bitcoin comparte la propiedad de efecto en red con el sistema telefónico, Internet, o servicios como eBay y Facebook”. Una sincera afirmación que establece la infeliz analogía con el carácter inestable de las redes sociales, que llevado al terreno monetario debería resultarnos un tanto inquietante. En esta última frase también notamos aquel peligroso espíritu de los negocios piramidales o las burbujas financieras…”cuánto más gente intervenga, mayor ganancia para los pioneros del juego” parece decirnos Andreessen entre líneas. No obstante esta efusiva diatriba, durante la última semana de febrero, los problemas se multiplicaron en el territorio Bitcoin. De manera sorpresiva, la principal operadora de esta moneda en la Red se declaró en quiebra. Mt. Gox era el sitio de intercambio y almacenaje que acaparaba la mayor parte del tráfico de la divisa (se estima que el 70% de las transacciones pasaban por allí a diario). La entidad con sede en Tokyo, alegó que el súbito cierre se produjo por un supuesto fraude millonario perpetrado contra su stock de

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monederos virtuales, cifrado en 744,000 Bitcoins, alrededor del 6% del total circulante en el mundo...

Cyber - caos ¿Ha sido este el robo del siglo? No ha estado tan lejos, si tomamos en cuenta que cada Bitcoin cotizaba cercano a los 500 dólares en el momento que Mt. Gox dejó de estar operativa. Si calculamos este faltante, ascendería a más de 268 millones de euros. Toda una fortuna que simplemente se evaporó a causa de un supuesto fallo de seguridad en el protocolo Bitcoin... El monumental atraco ha puesto al descubierto la ineficacia del publicitado sistema de seguridad de la nueva divisa, y también ha confirmado que la ausencia de garantes puede resultar muy inconveniente para los ahorradores. El riesgo de perderlo todo en un mal día se eleva demasiado cuando acumulamos Bitcoins en el caché de una memoria. Más aún si pensamos en la vulnerabilidad extrema que históricamente han exhibido los programas informáticos. Al respecto, recientemente se ha denunciado la existencia de malware en forma de troyanos que infectan nuestras máquinas para apoderarse de la capacidad de tarjetas gráficas o memorias con el propósito de utilizarlas en el proceso de minería de Bitcoin. Es decir, que los hackers usan a través de estos programas maliciosos la potencia de ordenadores zombies en provecho propio. Asimismo, se han detectado otro tipo de troyanos que directamente rastrean el disco duro invadido en busca de códigos Bitcoin para secuestrarlos y robarlos. ¿Dinero seguro? Estos incidentes no parecen indicarlo. Es importante agregar que Bitcoin no está sólo en el mercado. A su relativo éxito inicial, pronto se sumaron

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propuestas similares, como Litecoin, Dogecoin o Peercoin, por nombrar a los más destacados entre una extensa lista de novísimas monedas virtuales. Entre ellas existen pequeñas diferencias de forma y tamaño. Por ejemplo, que las bases monetarias de Litecoin y Dogecoin son mucho más amplias que los escuetos 21 millones estimados para Bitcoin. Incluso Peercoin ha incluído un 1% fijo de inflación anual en el cálculo de su cotización, intentando así corregir el carácter deflacionario de Bitcoin. Todas correcciones conceptuales de tipo económico, que inexorablemente necesitarán acompañarse con mejoras técnicas en la seguridad para poder seducir a una mayor cantidad de posibles ahorradores.

El Futuro En el ambiente norteamericano de las finanzas, la inesperada llegada de la divisa virtual ha generado bastante espectación. El marcado espíritu libertario del proyecto ha seducido fundamentalmente a empresarios de Silicon Valley y un amplio sector de la comunidad informática. En la acera opuesta parecen ubicarse casi todos los economistas, algunos por simple precaución, otros convencidos de que el fenómeno Bitcoin carece de una indispensable base sólida para no acabar transformándose en una triste estafa más o una burbuja que podría hundir a miles de ahorradores desprevenidos. En todo caso, la confianza sigue siendo el factor clave en este asunto. Como bien dice la periodista Adrianne Jeffries en su artículo para la revista The Verge: “objetivamente, las probabilidades de éxito a largo plazo para Bitcoin son escasas. Es muy difícil empezar algo que depende de una gran cantidad de personas que lo utilicen, y los desafíos son

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mayores si ese algo es un nuevo tipo de dinero. Hay un sinfín de posibles muertes para Bitcoin. La tecnología falla. El abuso especulativo causa un daño irreparable. El precio no se establece. Las presiones deflacionarias aniquilan la liquidez. Un gobierno lo apaga. Una nueva moneda hace que quede obsoleta. Los usuarios la abandonan por alguna otra razón, y así sucesivamente”... La mayoría de estas probabilidades ya comienzan a hacerse realidad. Al cierre de Mt. Gox se ha sumado el de una entidad canadiense llamada Flexcoin, que perdió unos 600mil dólares en Bitcoins. La prensa australiana también ha dado cuenta de pequeños ahorradores estafados por un tal Ken Armitt de Cryptoxchange.com, que mediante conferencias por Skype intentaba ganarse la confianza de sus víctimas para luego quedarse con sus ahorros en fraudulentas transacciones con Bitcoins. Como tantas veces sucede, y mucho más en Internet, ante el arribo de una novedad poco comprensible para la mayoría, enseguida aparecen los timadores profesionales para hacerse su agosto. Sabemos sobradamente de los defectos del sistema monetario actual, pero también contamos con la suficiente perspectiva histórica para poder reaccionar a tiempo ante los inevitables vaivenes económico financieros. El Bitcoin, en muchos sentidos, parece diseñado para evadir impuestos. Muchos de sus entusiastas defensores esgrimen argumentos poco solidarios con los demás y es bien conocido el problema fiscal que ha generado la proliferación del comercio online en casi todo el mundo. De momento, la actitud de los gobiernos se ha mantenido en la mera observación del fenómeno. En EEUU se intenta monitorear los negocios sucios en los cuales Bitcoin se emplea como forma de pago con mucha frecuencia, pero todavía no existe una legislación que regule la moneda.

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Los japoneses han inaugurado en estos días, el aspecto normativo para Bitcoin, han decidido darle un tratamiento similar al oro, gravando las transacciones. Aunque nadie sabe cómo irán a controlarlas, ya que su misma esencia lo dificulta en sumo grado. En Inglaterra, prefieren no intervenir. El gobierno chino ha prohibido su uso en todas las entidades financieras del país, como también en las plataformas de pago online. En Rusia, el gobierno de Vladimir Putin también ha prohibido su uso de manera tajante, acusando a los poseedores de Bitcoin de favorecer la especulación, la financiación de las mafias y el terrorismo internacional. En Francia, el Banco Central se ha limitado a advertir del alto riesgo que supone invertir en lo virtual. Finalmente, el Bundesbank alemán cambió su actitud cauta exhibida en 2013, y ahora advierte sobre la extrema volatilidad de este clase de inversiones sin respaldo alguno. Un horizonte muy nublado nos ofrece la nueva moneda, escasas garantías existen de que no acabará siendo otra gran estafa de magnitud planetaria. No estaría mal recordar que las apuestas ciegas se hacen en los casinos.

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5 estafas clásicas con Bitcoin Por Nacho Robles El ecosistema Bitcoin es joven y está en una fase de adopción. La gente que se acerca a Bitcoin es un público cada vez más heterogéneo. Bitcoin es algo cada vez más popular y mucha gente puede adquirirlos sin necesidad de tener grandes conocimientos técnicos o de seguridad. Es necesario que haya cada vez más usuarios para que el verdadero potencial de Bitcoin se descubra y superemos las deficiencias del sistema monetario actual pero esto genera un riesgo. Con la adopción de Bitcoin se han multiplicado las estafas o scams, oportunidades de negocio “inmejorables”, “bombazos” que nos darán un beneficio excelente. La imaginación es el límite de los estafadores. Las ventajas que ofrece Bitcoin como medio de pago son muy útiles para estos estafadores. Si has mandado tus bitcoins a alguien dejas de tener control sobre ellos. Además de momento no es fácil denunciar y que la policía llegue a actuar, aunque no imposible (hace unas semanas la policía

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nacional detuvo a un hombre por estas razones en las Islas Canarias). Como se ha comentado, el límite de los estafadores es su imaginación. Pues resulta que no deben de tener mucha porque casi siempre repiten los mismos esquemas de actuación. A continuación os ofrezco una lista de las 5 scams más repetidas en Bitcoin para que estéis alerta.

1- Las Piramidales en Bitcoin ¿Qué puede haber menos original que una estafa piramidal?Te sorprenderá saber que algunas de estas estafas han amasado cantidades muy superiores a los $10millones (veasé Cryptodouble). Los estafadores crean una web en las que presentan una inversión segura y muy lucrativa, prometen altos beneficios en corto plazo. Lo que realmente sucede es que los estafadores pagan los primeros inversores con nuevos depósitos de los nuevos inversores. Esperan a acumular una buena cantidad de bitcoins y desaparecen “olvidándose” de los últimos inversores (que son muchísimos mas que los primeros) llevándose su dinero.

2- La estafa del minero Minar Bitcoin en muchos puntos del planeta actualmente es inviable. La elevada factura eléctrica (otra estafa de la que podríamos hablar) lo hace muy improbable. La competencia en el sector es muy alta y los líderes tienen que mantener altos niveles de reinversión para no perder rentabilidad. Aún así hay muchos estafadores que construyen sitios intentando hacer creer a la gente que minar es fácil, que lo pueden hacer

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desde cualquier portátil y que van a ganar mucho dinero. Eso sí, antes de hacerte millonario te pedirá que pagues por algo, ya sea comprar un hardware, o alquilar un equipo, o cualquier cosa que no entiendas muy bien. Una vez hayas mandado tus bitcoins la historia terminará.

3- La de MtGox, exchange scam La scam más célebre en la corta historia de las criptodivisas. Los exchange son una especie de peaje que tenemos que pagar si queremos comprar bitcoins. Hay formas de evitarlos, pero si quieres comprar bitcoins seguramente tarde o temprano utilices un exchange ¿Cuál es el problema? Pues que hay exchanges que cuando tienen mucho dinero cierran y se quedan con todo el dinero que sus clientes hayan depositado. A veces se quedan solo los bitcoins, otras veces solo el dinero fiat y otras veces se lo quedan todo. Para evitar ser víctimas tenemos escoger bien el exchange que utilizamos y evitar usar la plataforma exchange como cartera para guardar nuestros bitcoins. Hay que reducir al mínimo necesario el tiempo que los bitcoins pasan bajo el control del exchange.

4- “Dame tus bitcoins que yo te los administro” Las carteras estafa Muy similar a la estafa del exchange pero en este caso los estafadores ofrecen “servicios de cartera online”. Los servicios sospechosos serán aquellos que guarden una copia de las claves privadas de nuestros bitcoins. Lo que puede pasar es que simplemente se lleven los bitcoins. Para evitarlo

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tenemos que utilizar servicios de carteras que no guarden copia de nuestras claves privadas o confiar realmente en alguno de estos servicios. Debemos informarnos bien sobre el nivel de seguridad que ofrecen los servicios online. Un usuario informado es un usuario mas seguro.

5- El típico phising, pero con Bitcoin ¿Quién puede resistirse a un mail en el cuyo asunto es “Te ha tocado 1 bitcoin”? Las estafas de phishing son un clásico en Internet, muchos famosos y políticos han protagonizado escándalos al perder el control de sus cuentas en redes sociales. Es sencillo, te mandan por ejemplo un correo, un enlace con alguna información llamativa para conseguir que hagas click y a partir de ese momento estás en manos de cualquiera. ¡Además el premio de 1 bitcoin por no hacer nada no existe!

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Engañar y estafar como profesión y estilo de vida: los timos piramidales en República Dominicana. Por Aquiles Julián La falta de entrenamiento para pensar, discernir y evaluar que nos caracteriza a los dominicanos, combinada con una autopercepción de “tígueres”, astutos y que “nos la sabemos toda” y una más, hacen que nuestro país sea tierra fértil para todo tipo de fraude o timo. Existen los escandalosos fraudes financieros tradicionales, ejercidos por banqueros inescrupulosos como Leonel Almonte del Banco Universal o Ramón Báez Figueroa del BANINTER, los Pellerano de Bancrédito y los del Banco Mercantil, que nos pusieron irresponsablemente a todos los dominicanos a pagar.

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También está la caterva de dueños de financieras que han defraudado a miles de dominicanos tumbándoles el dinero tan laboriosamente obtenido, y cuyos últimos casos incluyen a los Santoro del Banco Peravia, el de Inversia, el de Morales Comercial, el de Financiera Belgar, Concretur-Primesa, Banco Providencial o la Corporación de Crédito Rona, todos esquemas fraudulentos en perjuicio de sus depositantes. Y están los que se enfocan en esquemas Ponzi disfrazados de “negocios multinivel” y cuyos perpetradores se autoendilgan el calificativo de “networkers” cuando en realidad son estafadores de la confianza ajena. Sobre este último caso es que versará este artículo.

La actitud mental que favorece el fraude. No hay engaño posible si no existiera una actitud que propicia el engaño. Esa actitud proviene del querer obtener un beneficio a precio de ganga: riqueza fácil, dinero sin sudar, grandes utilidades y altísimos intereses sin mayor esfuerzo. Eso es lo que los timadores descubren en sus víctimas: tienen una percepción mágica de la vida, creen que son “dichosos” , “suertudos” y más inteligentes que sus congéneres, por lo que “ven” lo que otros no ven y pueden, por un golpe de suerte o por un riesgo temerario, lograr en una jugada lo que a otros les toma años y esfuerzos construir. Esa arrogante autopercepción de haber nacido como la auyama facilita que los expertos en timos exploten sus fantasías pintándoles unos beneficios exagerados que, en vez de prevenirlos, los encandilan y animan todavía más. Y caen miserablemente en la trampa atrapabobos que ellos les urden.

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Negocios multinivel vs. timos piramidales disfrazados de multinivel Un negocio, sea multinivel o no, legítimo suple productos y servicios que agregan valor a sus usuarios a clientes que pagan por ellos y reciben beneficios verificables por consumirlos, dejando a la vez a los distribuidores autorizados de los mismos un beneficio. Es decir, un negocio se enfoca en suplir un deseo o una necesidad de un consumidor que paga por el beneficio de utilizar ese producto o servicio y obtiene una satisfacción por ello. Y los consumidores tienen derecho a garantía y a reembolso en caso de que no se sientan 100% satisfechos con el producto o servicio adquirido. Eso define a un negocio legal, decente y correcto. Un timo piramidal puede disfrazarse de negocio, como lo hizo Organo Gold, fingiendo que comercializa un producto, pero el beneficio deriva de reclutar y enrolar personas que pagan una suma cuantiosa de dinero para participar del esquema defraudatorio y no obtiene beneficios de la venta de los productos o servicios que “promueven”, sino de la pirámide financiera que ocultan. Otros, como los esquemas de “Donaciones Solidarias”, engatusan con un esquema de dar dinero a una red para que luego nuevos reclutados te den dinero a ti, sin ningún producto real que vender. Y algunos llegan al descaro, como TelexFree, WishClub y Unetenet de “vender publicidad” de sus “productos” (que no son tales), como tapadera de su actividad ilícita. El modelo multinivel o de redes de distribución es simplemente una manera en que las corporaciones

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fabricantes premian y recompensan a sus distribuidores por expandir sus organizaciones de distribución. Es un modelo legítimo, viable e inteligente, que da garantía y reembolsos tanto a clientes como a distribuidores en caso de no sentirse satisfechos con el producto o el negocio, incluyendo la recompra de inventario. Los esquemas piramidales que se disfrazan de “multinivel” no son tales porque no se basan en la comercialización de productos y servicios a consumidores, sino en la creación de estructuras de “afiliados” que derivan sus beneficios de reclutar a su vez a otras personas y no de la comercialización de productos y servicios a clientes. No tienen garantías ni reembolsos. Es un tumbe en toda la extensión de la palabra.

Cómplices para despojar a dominicanos de su dinero. Lo que realmente escandaliza y desconsuela es ver cómo hay una serie de personas que se autotitulan ser “networkers” y que se confabulan y amangualan con los que montan distintas pirámides financieras en el propósito de darles un tumbe a crédulos dominicanos que son dormidos con el cuento de dinero fácil. La cultura predominante en este tipo de delincuente de cuello blanco que se pinta de “empresario del multinivel” (y que no es más que un estafador), es que, al ser de los primeros que localmente participan del esquema piramidal, sacarán sus beneficios antes de que el mamotreto haga agua y se derrumbe.

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Así muchos han participado de esquemas como TelexFree, WishClub, Unetenet, Organo Gold, Libertagia y otros timos piramidales que hicieron acto de presencia en el país. Y muchos de estos aventureros del timo participan simultáneamente de varios esquemas piramidales y se meten rápido en todo lo que se mueva, a la espera de obtener pingües ganancias de la codicia y credulidad de los dominicanos, prometiendo villas y castillas con la esperanza de que muchos muerdan el cebo. Eso es inmoral. Y también es un delito. Es complicidad para el fraude. Es asociación de malhechores. Es explotar la ignorancia y la codicia de gente

Hacer promesas infundadas. La recurrencia a “curas exageradas”, a la venta de “elixir de serpiente” y menjurjes “curalotodo” que operan como aquella piedra filosofal que sanaba todas las dolencias es algo típico de los esquemas piramidales. Cuando tienen un producto, prometen que este elimina desde el cáncer hasta las espinillas, desde el mal de Parkinson hasta el mal de amores. Estos asertos carecen de endoso científico y de comprobaciones serias. Son simple charlatanería de timador. Así, los que promocionaban el “café” Organo Gold llegaron a decir que curaba todo y ocultaban (por desconocimiento o por mala fe), que su café latte contenía un carcinógeno y otro ingrediente tóxico. Igual, pese a que contenía fructosa y azúcar, lo recomendaban como bueno para diabéticos. Y lo promovían irresponsablemente como un medicamento cuasi mágico

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alardeando de que el hongo era “el secreto de longevidad de los emperadores chinos” y demás sandeces. Y cuando no tenemos timos como el de “Dinero en 30 Días” que promete ganar US$100,000.00 dólares en 30 días y US$2,000,000.00 en un año. ¿Y de dónde sale todo ese dineral? Jajaja, todo venta de humo dorado, en una palabrería de exageraciones, “motivacional”, en que prometen millones sin esfuerzo, trampas cazabobos con “testimonios” a conveniencia. Facebook está repleto de todo tipo de engañifas que prometen millones de dólares, al igual que están los timos tradicionales como el fraude 101 de la chica de un magnate africano que nos elige para que le guardemos por transferencia unos milloncejos a su padre. ¡Y no se imaginan la gente que yo pensaba más juiciosa que cayeron en la trampa de este timo clásico!

Cuando la víctima está lista, el timador aparece Esta parodia de una expresión respetable nos lleva de nuevo al mayor de los problemas: la fantasía de que se puede ganar muchísimo dinero de manera fácil y rápida, sin sudar ni esfuerzo alguno. Esa esperanza es la que permite a todo tipo de pícaro, vividor, timador, engatusador atrapar a sus víctimas, sobre todo cuando éstas incurren en la arrogancia de creerse más listas y astutas que sus semejantes. Es como si pensáramos que los Corripio, los Ramos, los Vicini, los González Cuesta, los Lama, los García, etc., son más estúpidos y lerdos que nosotros, por los que eligieron el

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camino arduo y laborioso de la autodisciplina, el trabajo duro, la constancia y la dedicación para amasar sus fortunas, en vez de emplear los fáciles atajos de la fortuna al vapor que estos falaces magos del fraude ofertan. No hay Vía Regia para la prosperidad que no sea la que proviene de servir a nuestros semejantes, ganarnos su confianza y preferencia y mover productos y servicios agregándoles valor a nuestra clientela, sea en un modelo tradicional o en un modelo de niveles múltiples, ambos legítimos. Siempre es prudente preguntarse: ¿De dónde proviene la ganancia? Y del único sitio en que la ganancia proviene es ¡de los clientes! ¡De los consumidores! Sólo un modelo de negocio cuyos beneficios derive de servir a más clientes y agregarles valor para sostener la preferencia a través del tiempo, es legítimo y fiable. Y es totalmente demente dejar que la codicia y la pereza nos dominen y nos dejemos embaucar por promesas de falsas riquezas cuyo único propósito es tumbarnos el dinero. Estamos advertidos.

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1/ palabra dada / ensayos 2/ Argucias contra el tiempo /poemas 3/ Los 7 tesoros a encontrar en un libro / ensayos. 4/ Cuentos premiados / cuentos 5/ Otras historias del huevo de oro /Cuentos 6/ El cantante y sus asesinos / historia y política y otros. 7/ Drogas, violencia y legalización / Ensayos y notas 8/ El crimen del que nadie se quiere recordar / 1/ Historia y política 9 / El crimen del que nadie se quiere recordar / 2/ Historia y política 10/ Los Clinton, los Kennedy y la Soberanía Dominicana / Política 11/ TelexFree: crónica de una estafa anunciada / Sociedad 12 / El tumor trujillista hace metástasis / Política 13/ Emprender en la sociedad 3.0 / Recopilación de artículos 14/ Sociedad 3.0 y social marketing / Recopilación de artículos 15/ La burbuja bitcoin: el camello Digital/ Recopilación de artículos

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Aquiles Julián Aquiles Julián Aquiles Julián Aquiles Julián Aquiles Julián Aquiles Julián Aquiles Julián Aquiles Julián Aquiles Julián Aquiles Julián Aquiles Julián Aquiles Julián Aquiles Julián Aquiles Julián Aquiles Julián


La burbuja bitcoin: el camello digital /Recopilación El libro La especulación en torno al bitcoin está llevando a muchas personas a perder su dinero duramente ganado tras la promesa irreal de unas ganancias fabulosas que no se asientan en nada. Y al igual que el bitcoin, las llamadas criptomonedas han servido para montar timos multimillonarios en perjuicio de incautos y crédulos a los que les calientan la cabeza haciéndolos sentir “inversionistas” y los hacen pagar en dólares y en euros un código inútil. Es la estafa perfecta porque no hay valor alguno.

El autor Aquiles Julián (El Seibo, Rep. Dominicana,) Emprendedor, business coach, trainer, escritor, teatrista y cineasta dominicano. Especialista en lectura súper rápida y neurocompetencias. Ganador de importantes premios literarios. Empresario de la nueva economía o economía 3.0. Director de Dominicana Emprende. Dirige la editorial digital Libros de Regalo. Editor de varias colecciones digitales, entre ellas Lectofilia digital. Sus artículos se reproducen en medios y blogs de distintos países, entre ellos España, Perú, Uruguay, México, Colombia, Chile, Argentina y los Estados Unidos.

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