AGUILUCHO CHICO Descripción Alcanza una longitud corporal entre 38 y 48 cm de longitud, con un peso entre 450 a 500 g (Pavéz 2004) y una envergadura alar de 84 a 102 cm (Rivas & Figueroa 2009). Es un aguilucho pequeño y fornido, de alas largas y cola relativamente larga (Figura 15). El dorso es café oscuro y la zona ventral es blanco con zonas café rojizas en los flancos
y lados de la cara (Rivas & Figueroa 2009). Por el pecho y el abdomen le cruzan manchas longitudinales del mismo color y garganta blanca (Figura 16). El juvenil es similar al adulto y presenta mejillas algo listadas de pálido (Ferguson-Lees & Christie 2001).
Figura 15. Aguilucho chico (Buteo albigula)
Figura 16. Aguilucho chico (Buteo albigula)
Foto: Tomás Rivas
Foto: Tomás Rivas
70
Tendencia amenazas
poblacional
y
Debido a sus hábitos sigilosos esta especie ha sido considerada tradicionalmente como Rara, pero podría ser más común de lo observado (Trejo et al. 2006a, Rivas-Fuenzalida et al. 2013). En el centro y sur del país, el número de avistamientos se ha incrementado notoriamente (Pavéz 2000b, Figueroa et al. 2001b, Silva-Rodríguez et al. 2008). En la precordillera andina de Santiago - San Carlos de Apoquindo y Farellones, casi 300 registros fueron realizados entre 1987-1998 (Pavéz 2000b). Muchos de estos registros correspondieron a grupos de aguiluchos en vuelo migratorio (e.g. vuelo unidireccional norte-sur o sur-norte). En 2007, un grupo de 120 aguiluchos en vuelo migratorio fue registrado en la cordillera
de Cachapoal (Pavéz 2007). Entre 2002 y 2007, 13 registros fueron hechos a lo largo de la Cordillera de la Costa, entre Fray Jorge y Valdivia (Silva-Rodríguez et al. 2008). Recientemente, 18 parejas reproductivas fueron registradas entre Concepción y Valdivia (Rivas-Fuenzalida et al. 2013). El estatus poblacional de la especie es incierto, pero podría ocurrir una disminución numérica si más bosque sigue siendo destruído (Jaksic et al. 2001).
Hábitat Es un aguilucho especialista de bosque, pero puede cazar en áreas abiertas cercanas a remanentes boscosos (Figueroa et al. 2001b, Trejo et al. 2006b, Rivas-Fuenzalida et al. 2013). En la Región Metropolitana de Santiago anida al interior de bosques de roble (Pavéz et al. 2004). En zonas
montañosas, sus áreas de caza incluyen praderas naturales sobre el límite arbóreo y bordes de bosque (Figueroa et al. 2001b, Trejo et al. 2006a,b). En el sur del país, sus sitios reproductivos son establecidos en remanentes de bosque caducifolio mixto, bosque de araucarias y bosque valdiviano (RivasFuenzalida et al. 2013). Anida en árboles nativos como peumos (Cryptocarya alba), robles (Nothofagus obliqua), coigües (Nothofagus dombeyi), lengas (Nothofagus pumilio), laureles (Laurelia sempervirens) (Pavéz et al. 2004, Trejo et al. 2004, Rivas-Fuenzalida et al. 2013). Una pareja fue registrada anidando también en un viejo ciprés introducido (Cupressus macrocarpa) (Rivas-Fuenzalida et al. 2013). Algunas parejas son tolerantes a las áreas urbanizadas (Trejo et al. 2006b, RivasFuenzalida et al. 2013).